* VerónicaHabía terminado una competencia de clavados en una playa, donde íbamos a una vertiente y el más temerario saltaba desde la altura más alta, todo esto por puro gusto recreativo.Próximamente, habría una competencia de beber cerveza y estaba emocionada por ir.Andando de paseo, me encontré con un grupo de jóvenes de entre los veintitrés a los treinta y muchos años, conversaban casualmente sobre qué irían a esquiar, hablaban de cómo alguien se habría quebrado un pie, y como próximamente se uniría de nuevo en el equipo, iban de paso a la localidad, pero se unirían al día siguiente.Llegue hacia ellos y haciéndoles pláticas le pedí que me dejaran unirme a ellos. Contaban de sus viajes y empecé a contarles de los míos, me sentía muy a gusto con ese grupo.Matías y Giselle me aceptaron inmediatamente en el grupo, tuve que ir de compras con ellos, ya que yo no tenía material para esquiar, y la verdad no sé qué carajos es eso, yo solo iría a divertirme.Al llegar al país, se me hizo
Mi nombre es Andrea Alonso y hoy les contaré la historia de como me metí en grandes problemas y sin siquiera haberlos buscado.Les contaré mi historia, es un poco corta, no, no me crean.Soy huérfana de padre y madre.Mi mamá murió cuando me daba a luz, Así que no la conocí, y mi papá murió cuando tenía 12 años de causas naturales y desde entonces vivo con mi abuelita paterna.Mi abuela se llama Nolasca, Noli como todos la conocen, una abuelita tierna, dulce, amorosa, pero con un gran carácter, no puedes contradecirla porque de inmediato se enoja y para contentarla ¡uff! Es difícil.Al morir mi padre, mi abuela me acogió en su casa, debo destacar que desde muy pequeña no me sentía cómoda andando por la casa de mi abuela, ya que no me dejaba andar por ningún lado, ahí empecé a ver a mi abue con diferentes ojos… Era la primera vez que me hablaba con gran seriedad, al prohibirme ciertos lugares de la casa.*Andrea 12 años —Queda prohibido que entres a la parte norte de la casa. Por ning
*Recuerdo: "Primer día de escuela"Al llegar a la escuela me senté cercas de la puerta del salón, para cuando llegara la hora de salir y huir del lugar, no tener que ir detrás de nadie.— Buenos días, jóvenes— saludo una mujer alta, de cabello negro, en voz muy fuerte y autoritaria.Se acomodó en su escritorio, saco una lista y empezó a tomar... ¿Lista???Cada que mencionaba a un alumno volteaba a verlo, después de varios alumnos nombrados se detuvo.— Valla, valla, tenemos compañera nueva— dijo la maestra mientras buscaba en el salón...Todos voltearon a verme, fue fácil para la maestra encontrarme, juro que quería morir de vergüenza.No es que fuese tímida ni nada de eso, simplemente no quería ser el centro de atención de nadie, solo quería pasar desapercibida.— Señorita Andrea, puede ponerse de pie y presentarse al grupo.La maestra no pidió, exigió que me presentará. Como el pueblo era pequeño, casi todos venían de la misma escuela, vecinos o familiares, por eso fui yo la única
Termine el maldito trabajo yo sola, lo miraba de reojo y pude ver que él, muy sin vergüenza, me miraba directamente y con una sonrisa retorcida, que a decir verdad lo hacía ver muy guapo, pero a mí me hacía enojar más.Sonó el Timbre de salida, el profesor no apareció y claro que no le iba a pasar apuntes, pero el idiota arrebató mi cuaderno de la mochila y se salió del salón apresurado, lo vine alcanzando cuando Estelita ya estaba en la entrada con el auto, encendido.— ¡Cómo les fue, chicos!— Excelente abue, Andrea es excelente amiga— dijo el idiota sacándome de mis casillas.Lo odié al instante.No quise contrariarlo y hacer sentir mal a Estelita, así que me fui enojada todo el trayecto a casa.Así pasaron varios meses, él me molestaba, yo me fastidiaba e incluso a veces lo golpeaba. No había día en que no nos regañara el profe o la maestra por estar distraídos,Julio o más bien Jewl (yuul), como le dice su abue de cariño, hizo que nos movieran a Sami y a mí en el equipo, convencí
Escuche esas palabras y mi corazón dio un salto, y empezó a agitarse muy rápidamente, una sonrisa escapo de mi boca, y no tengo la más mínima idea del porqué.No tenía idea de lo que él veía en mí en ese momento. — Desde hace mucho tiempo comenzaste a gustarme, no me atrevía a decirte, porque tampoco quiero arruinar nuestra amistad. — Ya no quiero ser más tu amigo Andrea— tomó mi mano—. Si me permites, yo quiero ir un poco más allá— volteo a verme justo cuando yo levante el rostro para mirarle. Si el chico me gustaba, pero no me imaginaba que para otra cosa, ya que los tres teníamos una relación estupenda. Muchas veces, me pregunté, el "por qué" no podía andar con él, siendo un chico guapo, bien parecido, con la carita más linda que he visto y su porte de chico malo de película. Al principio, yo creía que a él le gustaba Sami, ya que a ella le hablaba muy bien, mientras a mí me fastidiaba, luego poco a poco, nos trataba casi igual, pero con la diferencia que seguíamos molestándo
* Recuerdo Andrea, 5 años de edad. Estábamos en casa de mi tita, ella es la abuelita más cariñosa de todo el mundo, me hace galletas y pasteles, por eso la amo. Comía mis galletas con leche sentada en una mesita de plástico para niños que tita me compro. Mientras comía tarareaba una canción que me enseñó papi. Mi papá y mi tita hablaban en vos muy baja, papa tenía su cara roja, parecía que haría boom. — ¡Princesa!— llamó papa — Ti — Por qué no vas a dar una vuelta a la casita bebe — ¿Puedo salir? — No bebe, está lloviendo fuerte — Puedo ver las fotos de tita — Nada más no las vayas a agarrar, ni a tirar. — Ti papi Me bajé de la silla y empecé a cantar mis canciones favoritas mientras veía las fotos de mi abuelita. Estrellita donde estás, quiero verte titilaaaar... Cantaba y caminaba mientras recorría la sala. Había un sapo, sapo, sapo, que nadaba en el río, río, río, con un traje, vede, vede, vede, que temblaba de fío, fío, fio... Entre caminando, saltando y cantand
* Relata JewlMi corazón se estrujó al escuchar la voz de Andy por un teléfono desconocido, apenas escuche mi nombre, tomé mi mochila con algunas cosas, mientras esperaba sus indicaciones... y literal corrí por la casa, saltando la cerca para llegar a mi moto. La aceleré a todo sin siquiera ponerme el casco. Cuando llegue al comercio ahí estaba ella. Sentada en una banca mirando hacia todos lados. Como si se cuidara de alguien... Dio un salto cuando escucho el motor de la moto. Apenas espero a que bajara y se arrojó a mis brazos. Temblaba, no sabía si por lo fresco que empezaba a hacer o por el miedo, no sabía qué pasaba, pero tenía que sacarla de aquí... — Vamos a llevarte a casa— Le sugerí, pero sus ojos desorbitados y un NO rotundo me puso sobre alerta. Fue ahí cuando le puse más atención, ella llevaba un chort y una blusa pequeña, que hacía resaltar sus pechos sin sujetador. Y unas sandalias. En todos estos años nunca me imagine verla así. Siempre andaba muy linda en faldas
*Narra JulioEntre sueños escuché un grito de horror, me desperté inmediatamente y corrí hacia mi habitación, mi abuela se asomaba por la puerta de su cuarto ya con luz encendida. La miré por un momento, ella giró su cabeza hacia mi cuarto y entendí que daba su permiso de entrar. Entre a mi cuarto encendiendo la luz. Andrea gritó al verme pasar. — Tranquila, soy yo— me acerqué lentamente a ella, que estaba sentada en mi cama agarrando fuertemente el edredón. — Lo escuché de nuevo Jewl, Escuche el rugido — Tranquila Andy, aquí no hay nadie, todo está en tu cabeza. Me senté a su lado y la atraje a mis brazos, ella sudaba mucho. — Ven vamos al baño La hice darse un baño. Andrea estaba irreconocible, tenía pánico de todo. Me hizo esperarla afuera del baño con la puerta abierta y con la condición de que no me asomara. Y así lo hice. Antes habíamos alistado mi pijama para que ella pudiera dormir a gusto, y otra para mí. En que consistía su pijama, bueno en pantalón de "falsa" seda