Dalila.-Eso es tan triste, pequeña. – Dijo mi madre derramando una pequeña lágrima que rápidamente se limpió.Habían pasado seis días desde el incidente en África. Jacob insistió en que fuéramos con él a la manada Garras de Luna mientras decidíamos qué hacer. Ciertamente, mi grupo y yo no teníamos un hogar al cual volver y no teníamos un plan.Mi pequeño hermano Gabe había congeniado muy bien con los cachorros de Clara, así que ahora se encontraban jugando en casa de los padres de Evan y Clara. Ellos eran unos abuelos muy felices; al parecer lo que pasó hace cuatro años había sido olvidado y los abuelos fueron conquistados por los pequeños traviesos. También estaban felices al saber que Evan y Bella les darían aún más nietos; no estoy muy segura de por qué Clara aun no les había dicho que ella igual estaba esperando una nueva camada.Mamá G y Papisuegro habían tomado una postura similar con Amelia y Dylan: Los recibieron con los brazos abiertos y Mamá G ya había inscrito a Amelia en
Jacob.La maquinaria y los lobos necesarios para cavar tardaron un día en llegar. Mientras tanto, Dalila ya había curado a los lobos de nuestro equipo, Damián ya se había encargado de los cadáveres y los ex cachorros del consejo fueron a buscar comida para todos.Llevé a un lado a Charlie porque necesitaba hablar con él mientras todo el mundo tenía algo que hacer.-¿Qué pasa, chico amante? – Preguntó curioso.-Solo quería agradecerte una vez más por salvar a mi pareja. – Dije con tono solemne.- No es necesario. Es como mi hermana menor. – Dijo con un gesto despectivo de la mano. – Aunque si te haré cumplir tu promesa sobre el pequeño y su nombre.-Lo haré. – Dije con honestidad.No sabía cómo decir lo siguiente y puede que me tardara un poco porque Charlie estrechó sus ojos.-¿Necesitabas algo más?-Si. Escucha, tú y yo sabemos que llevo años cagándola con Dalila…-Hasta el fondo. Nunca he visto a nadie ser más imbécil que tú. – Dijo encogiéndose de hombros.Ni siquiera podía enojarm
Charlie Cassian, once años después. Últimamente, me había comenzado a sentir raro alrededor de Amelie. El tío Dylan y la Tía Amelia insistían en que después de clases, o después de que nos trajeran a rastras desde el bosque a todo nuestro alegre grupo, comiera en su casa; me parecía extraño porque además de comer, ambos trataban de que Amelie y yo pasáramos tiempo a solas. No ayudaba a contener mis extrañas emociones y no me gustaba para nada cómo me hacía sentir cada que nuestros ojos se encontraban cuando no había nadie más cerca. Un día fui con mi madre por consejo y ayuda ya que me daba un poco de vergüenza hablar de estas cosas con mi padre. -Madre, ¿Tienes un minuto?- Pregunté entrando a su despacho en la Wolf´school. -Lo tengo.- Dijo cerrando un libro que estaba leyendo y prestándome toda su atención.- ¿Qué sucede, pequeño? -Yo… me siento inquieto.- Dije quedamente sin saber cómo describirlo. Mi madre elevó sus cejas y me hizo un gesto para que tomara asiento delante de e
JacobEstoy contando hasta diez muy lentamente para tranquilizarme.No tiene caso que me enoje y haga una escena solo porque una loba, otra vez, está extendida en mi cama ofreciendo sus servicios.Hace unos años hubiera estado feliz de aceptar la invitación, pero últimamente mi lobo está inquieto. Kell, como groseramente se presentó conmigo cuando cumplí los 18 años, está intentando tomar el control para despedazar a esta hembra que no respeta nuestro espacio.- No sé cómo entraste, no sé cómo entran todas pero por favor te pido que te vayas y que no vuelvas. - dije todo lo calmado que pude.- Alfa, ha sido un día difícil ¿Por qué no vienes aquí y te quito la tensión de tus... anchos y poderosos... hombros? - dijo la loba acariciando su cuerpo con sensualidad.Un escalofrío de repulsión me llenó el cuerpo. No podía creer que fuera la tercera vez en esa semana y ni siquiera era viernes.- O sales de mi cuarto por tu propio pie o dejo salir a Kell y que sea él el que decida cómo sacarte
Dalila.Hoy nos hemos levantado más temprano que de costumbre. Mi madre dice que hay que estar "extra guapas" para que sea más fácil de entrar en esta manada.Yo no quiero estar guapa, yo quiero dormir. No es que me cueste mucho estar presentable pues mi cabello rubio solamente necesita una pasada del cepillo, mi boca un chicle, mis piernas otro pantalón y! Boom! Sex symbol en camino.Lamentablemente, la ex reina de belleza conocida como Susie alias mi madre piensa de otra forma.Y manifestándose de las entrañas del infierno, digo, nuestra pequeña sala de estar entra a mi cuarto como un vendaval de Chanel no. 5.- ¿Aún no estás lista? Debemos de darnos prisa para alcanzar nuestro autobús... ¿Qué demonios traes puesto? - Dice desconcertada.Yo bajo la mirada para asegurarme de que todo está bien... y sí, sigue todo bien.- Pues ropa, obvio.La mirada que me da mi madre es a partes iguales de horror, incredulidad y resignación.- Dalila, hoy es un día importante. No solo para mí sino pa
Dalila.Cuatro alegres horas sentada en el autobús mágico en donde perdí el sentido del olfato hicieron maravillas con mi estado de ánimo.No es que me hubiera levantado de buen humor de todos modos y el alboroto que hace mi madre me está dando un poco de pena ajena.- ¡Mi primer hogar! ¡Mi niña conocerá sus raíces! ¿No es emocionante? - grita mi madre por quinta vez al señor de barba del asiento de alado.- Sigue siendo igual de emocionante que las primeras 5 veces que me lo dijo, señora - dice el hombre en tono enojado.¡Ja! El señor también está contando. Si no fuera como 50 años más grande lo invitaría a salir y ¿Quién sabe? Si me sigue el ritmo tal vez hasta le dé mi número.Mi madre sigue parloteando emocionada a todo individuo en un rango de 2 filas, mientras tanto me dedico a mirar por la ventana este nuevo entorno.Nuestra vieja ciudad, donde me crió mi madre, tenía un clima particularmente especial: Llovía.No esa tierna lluvia chipi chipi, más bien lluvia de la que inunda l
Jacob.Mi lobo me despertó del sueño profundo para indicarme que había un intruso en nuestro cuarto.No di muestras de estar despierto, mantuve mi respiración superficial y lenta. Aún no percibía el olor del desconocido, pero ya estaba listo para atacar en cuanto se acercará medio pasó más.Se detuvo por 5 segundos tensos antes de que diera otro paso. Sin pensar me abalancé sobre el extraño con mis garras afuera y mis colmillos buscando un cuello.-! Ah! - gritó una voz femenina conocida.Me detuve a centímetros del cuello de Brianna. Más molesto que arrepentido le mostré mis dientes.- ¡¿Se puede saber qué m****a haces en mi cuarto?!- Y-Yo... esto... yo...*Patética loba. Deshazte de ella antes de que pierda la paciencia y la desayune.Bello. Kell estaba al borde de la locura. Como yo.- ¿Cómo diablos todas ustedes entran a mi cuarto sin invitación y piensan que no van a ser castigadas? Estoy harto de esta m****a. La próxima loba que entre a este cuarto será desterrada de la manada..
DalilaHasta su espalda es sexy.Que desperdicio de espécimen. En fin.- Me encanta su chimenea Alfa. Tienes una casa muy bonita. - Dije con sinceridad y tratando de aliviar la tensión que Jacob había causado.Tal vez no estaba acostumbrado a ver a su padre con una loba y por eso su actitud. Ciertamente, yo tampoco estoy acostumbrada a ver a mi madre así; a ella solo le encantaba coquetear en casa y nunca la he visto ni siquiera abrazar a un hombre desde que papá murió. Y no me ves haciendo un alboroto por ello.Madurez, le llaman.El Alfa Gabe perdió un poco de tensión en sus hombros y me dio otra sonrisa. ¡Qué bonita sonrisa! Me pregunto si su hijo tendría una así de bonita si se sacara el palo del...- Gracias, pequeña. Muse, nuestra cocinera, tiene otros talentos además de hacer el mejor pastel de chocolate de la ciudad. Ella estudió en el mundo humano para ser arquitecta, luego decidió que también quería ser decoradora de interiores. ¿Por qué se contenta con solo ser nuestra coci