…
La semana transcurrió normal, lo único fue la nota de la revista. La foto del beso está en mi estudio colgada en un cuadro. La veo siempre, es perfecta. Mis amigos se han sorprendido por ese detalle. Esa chica es especial, es la adrenalina que me falta probar. Estoy terminando los detalles del juego de guerra creado por mí y Oscar lo está probando. Mi amigo es el más experto en videojuegos de la pandilla. Se encuentra peleando con el juego y moviéndose agitado. El juego tiene dificultad, adrenalina y guerra.
—¡Demonios! —aplaudió Oscar—. Es criminal, adictivo, este juego hará tu inicio en este mundo —me abraza y nos damos palmadas.
—Mi primer bebé, ¡wao!
En eso entra a mi estudio mi padre, lo llamé para que llevara el demo al mercado y le hagan las pruebas. Mis padres siempre me han apoyado en todo, tanto en mis locuras como en los negocios y siempre toman en cuenta mi palabra.
—¿Qué tal Oscar?—Se saludaron.
Le entregué el demo a papá.
—Estoy bien, pero este juego es criminal. Tiene todo para competir.
Estoy nervioso, pero sé que Oscar y mi padre son expertos. Me ayudan con sus críticas constructivas y sinceras. Falta sacarlo al mercado.
—¡Hijo, te felicito, estoy orgulloso de ti!
Me abraza, al soltarnos vuelve a ver la foto en el cuadro y me mira como halcón.
—¡Es hermosa! —mis ojos se desvían a la pared—. Es real y única —dije sonriendo y toqué mis labios porque aún siento su beso.
—Lo perdimos esta vez —comentó Oscar y continuó jugando.
Mi padre se marchó, pasó el tiempo y Oscar se fue a trabajar. Me quedé solo viendo la foto, nunca me canso de mirarla. Se me ocurre llamar a Fabian.
—¡Necesito verla, hermano, ayúdame! —Voy directo al grano.
—Te tardaste una semana y ahora me llamas. Ni un hola, ¿cómo estás? Solamente quieres saber de mi prima hermana, Tiara.
—Sabes que estaba con el juego bien ocupado, pero nunca dejé de pensar en ella. Lo sabes, has visto su foto en el estudio.
—Es tu día de suerte, está caminando en el parque Lineal. Está estresada, siempre que llega de las citas del médico necesita aire fresco.
Escucho música de reggaetón de fondo, me preocupa las citas de médico y estrés.
—¿Está enferma? ¿Algún catarro o solo cita de rutina?
—Tiene problemas con la tiroide, la descubrieron desde doce o trece años. Es su vida de siempre, pero su madre la protege tanto y mi prima se ahoga. No cuentes nada, solo hazte el loco. Créeme si la tratas débil, nunca pasarás de amigo. Nunca serás algo más que ese beso —colgó sin esperar, me dejó colgado en la línea y me levanté de golpe.
Tengo unos pantalones de chándal, listo para caminar. Voy a mi cuarto, me pongo un abrigo gris y gafas para los fotógrafos. No quiero que nos dañen el resto de la tarde, aunque no me molesta que me vean con ella. Al salir del cuarto me tropiezo con mi padre, me saluda. Rápido se me ocurre algo.
—Hijo, todo fue bien en la reunión —se ve emocionado—. Falta que nos llamen.
—Hablamos de eso, luego papá —es importante el juego, pero quiero ver a la Sirena—. Te necesito, sal en mi jeep y yo en tu Audi negro.
Me mira curioso, nunca me he escondido de la prensa y es raro en mí.
—Te metiste en un lío, pero algo gordo esta vez, Kendrick. —No pregunta lo da por sentado y negué.
—No, papá, quiero ver a la chica de la foto, pero quiero que sea tranquilo.
—Mi loco hijo, te ha tocado fuerte esta vez —me golpeó y me echó el brazo en mis hombros.
—No quiero abrumar con mi vida, sin apenas tenerla en ella.
—Siempre sé tú, pero entiendo son insoportables esos fotógrafos. Esperando que caigamos para reírse de nuestra desgracia.
Caminamos hacia la cochera, tenemos varios carros, motoras y four track. Intercambiamos las llaves, me abraza y sale primero. Espero su llamada, han pasado cinco minutos y suena mi celular.
—Están detrás de mí, sal y toma la calle de atrás.
—¡Gracias, papá! Te debo una.
Al salir nadie me seguía y miré por el retrovisor por si acaso. Qué suerte que los cristales son polarizados, nos han multado, pero es privacidad en estos momentos. Voy en dirección hacia el parque. Estoy extasiado como si me fuera a tirar de un paracaídas. La deseo ver y sentir su nerviosismo. Al llegar me estaciono, recorrí con la mirada el parque. Se ve tranquilo y no está lleno. Hay dos familias, como tres niños jugando en los columpios y dos hombres caminando. Excelente la divisé caminando, va suave. Lleva una cola de caballo y con cada movimiento revolotea su cabello. La ropa es un pantalón lycra largo negro, ceñido a su pequeña cintura, camisa de tirantes blanca. Me bajé la capucha, necesito ser discreto. Empiezo a trotar para alcanzarla. Me gusta hacer ejercicio, por eso me he tonificado. No soy muy saludable, pero hago mi luchita. Estoy detrás de ella, por el ruido se voltea asustada y me quité las gafas para que me reconozca. Me detengo, guardé las gafas en el bolsillo del abrigo y tomé aire. Ella se sorprende al verme.
—Kendrick, ¡¿qué haces aquí?!
—Trotar y ahora caminar contigo —realicé la acción y me alcanzó.
—En esto está metido mi primo, por supuesto que sí.
—Bueno, quería verte, lo llamé y lo soborné.
Ella se empieza a reír, su risa es agradable. Su nerviosismo hace que esconda sus manos en los bolsillos del pantalón. Su sonrojo está presente, pero es natural en ella y es parte de su rostro.
—Mi primo no es fácil de vender. Lo conozco muy bien, él sabe que estoy segura contigo y te envió.
—Conmigo siempre estarás segura, Tiara, te cuidaré.
—No puedes, además, si nos ven los fotógrafos se pondrán a especular. Dirán volvió a repetir con la hija de la fotógrafa, ¿será que vende la exclusiva?—su voz la cambia a locutora y me empiezo a reír.
—Que digan lo que quieran, nunca me ha importado. Lo único que necesito es que la gente que está alrededor mío conozca la verdad.
—Me gusta tu manera de pensar. Vamos a correr, una carrera hasta el árbol —se voltea caminando para atrás y luego se gira corriendo.
No me espera, empiezo a correr detrás de ella y me grita.
—¡Vamos Ken, corre, alcánzame si puedes!
Me gusta que me llame Ken, se escucha tan íntimo en su voz. Es la segunda vez que me llama de esa manera. La alcanzo, llego hasta el árbol y me acuesto debajo. Ella jadea, se inclina sobre sus rodillas y me observa. Estamos respirando poco a poco y me encantó correr con ella.
—Estás loco en el suelo, te ensuciaras —logra formular y tomar aire.
—¿Nunca te has ensuciado? Te vas a poner tiquismiquis. Vamos, ven acuéstate. Es reconfortante descansar bajo un árbol y más después de una carrera perdida.
Se acuesta de mala gana, me lanza unas hojas encima y atrapé una.
—¡Ya contento! Me he dado cuenta de que haces todo lo que te plazca y sin importar las consecuencias.
Me coloco de lado, veo su hermoso rostro y sus mejillas rosadas.
—Me gusta vivir al máximo, sin muchas vueltas y siempre ser yo. No te cohíbas, como quiera la gente verá lo malo y de qué sirve negar los placeres de la vida.
—Tienes tanta razón —su voz está agotada.
Nos quedamos callados, ella empieza a jugar con el cordón del pantalón. Su cuerpo pequeño es como la hoja que sostengo. Ella es suave, delicada, natural y liviana.
—¿Nerviosa?—Sostengo su mano y me miró con sus ojos grandes marrones.
—Así soy, no te burles.
—¿Con todos o solo conmigo?
Se queda callada, mirando mi mano encima de la suya.
—Contigo —su respuesta es tímida.
Mi orgullo crece, solo conmigo son sus nervios.
—Cuéntame de ti. ¿Cuál es tu sueño? ¿Trabajas? ¿Estudias? ¿Tienes novio o amigo?
Espero sus respuestas, es importante saber si tengo rival.
—Mmm, trabajo con mi hermano en su lavandería. —Me señala con su dedo índice y continúa contestando.
—Estudio diseño de moda, me gusta crear y ese mundo —pone dos dedos y me los enseña.
Está contando mis preguntas y aún sostengo su mano derecha.
—No tengo novio, ni mucho menos amigos. ¡Oh! —exclamó bromeando—, ahora recuerdo que tengo un amigo, se llama Kendrick —pone tres dedos y los mueve.
—Es muy bueno saber que no tienes novio, me quitas un peso de encima. Por lo de amigo con todo el placer lo soy, pero deseo ser más.
—Detente, eres un “Playboy”, sales cada mes en una revista con una chica nueva. Fui una más para tu colección Ken, no creo en el amor —se sienta y me acuesto de nuevo.
Lo he pasado de maravilla con su compañía. Además, el cielo oscureciendo, escuchando el ruido de los carros y los murmullos de las familias compartiendo.
—No me conoces porque me veas en esas estúpidas revistas. Tampoco significa que sea novio de cada una de ellas y mucho menos que me las tire a todas. Ellas se me acercan, soy soltero y pasamos ratos en fiestas, pero no pasa de ahí. No conocen mi ser, es más, muchas ni siquiera hablan, solo van al ataque —respiro profundo y continúo—. Quiero que comprendas que siempre inventan noticias falsas, lo único que importa es que me conozcas tú. No soy lo que ves en las revistas, el amor no lo conozco y espero encontrarlo pronto.
—Perdón por ser tan desconfiada, es que tu fama no es la mejor. Por otro lado, hay algo en ti que me llama y me hace confiar. Me agrada tu forma de vivir. Seremos amigos, es un gran paso —se volteó y me sonrió.
Estoy de acuerdo, seré su mejor amigo y su más.
—Me amarás como amigo —aseguré—. Me debes una pregunta.
Se gira escondiendo su rostro, veo su espalda y suspira.
—Pregúntame de nuevo.
—¿Cuál es tu sueño, Tiara?
—Mi mayor sueño es ser libre como tú. Poder ser independiente, ser libre —su voz suena tan suave.
Sin embargo, comprendí todo y siento su anhelo. La vida de ella es como un animal atrapado en una jaula y la ayudaré a ser libre.
TiaraUna semana ha pasado desde que lo vi en el parque y de pensar en mi vida. Hoy quiero empezar mi lucha. Quiero poder tomar el control de mi salud y de mis decisiones. Hasta puse el despertador a las 6:00 am. Para tomarme la pastilla de la tiroides, junto con la del hierro. Mi madre fielmente se levanta y me vigila hasta que las trago. No me creía cuando entró al cuarto, pero fui fuerte con ella y se marchó. Les cuento que tengo hipotiroidismo, sé que soy flaca y esa es la que engorda. Mi metabolismo está activo, me mantengo haciendo ejercicios y mi madre obsesiva detrás ayuda. Si me descuido llegará una edad que aumente de peso, lo fácil es subirlo y lo malo bajar de peso. Todo ser humano tiene la glándula tiroidea, regula todo el sistema del cuerpo y produce las hormonas. Sin embargo, la mía no produce, tiene una disminución de la producción de hormonas tiroideas. Me tienen que evaluar esporádicamente cada mes o tres meses si está controlado el TSH. El tratamiento es medicamento
En eso veo que entra al local mi primo Fabian, se acerca con su caminar sexy y seguro. Saluda a Manolo con un abrazo, luego me besa en la cabeza como siempre y se sienta al frente. —Viejo, por favor, trae lo mismo, pero incluido panqueque —señala mi comida y al percatarse del jugo reclama —. Espera, jugo, no, “Coca Cola”.—¡Claro que sí, mi niño, enseguida! —Le da unas palmadas en la espalda y se marcha con su caminar lento.Mi primo es guapo, siempre en la escuela las compañeras me pedían su número e información. Su pelo es oscuro, no es largo ni corto y sus mechones caen en su frente. Sus ojos son marrones oscuros, al punto que se ven negros maníacos. Su nariz respingada y tiene muchos tatuajes en sus brazos, incluso en la cabeza. Me mira serio por un momento y me está leyendo. Siempre somos así. —Antes que preguntes, jugo de uva para empezar a cuidar mi salud un poco. Hoy me enfrenté con mi madre y le dije que tomaría el control de mi salud.—No puedo creerlo, ¿en serio? —Se impu
«¡Oh, Dios!», exclamé en mi mente. No permitas que sea grave. Las noticias exageran, Ken te dijo que inventan tantas cosas por vender. Tranquila Tiara, eso debe ser inventos y si fuera algo grave estuvieras al tanto. Las noticias malas son las primeras en volar, pero no tengo su número. Me arrepiento de no apuntarlo. ¿Qué hago? Llamaré a Fabi, él debe saber. Pero está trabajando, además, él no tiene una alerta de su amigo. No importa, lo llamaré, suena y suena, pero no contesta. Debe estar limpiando un carro, bueno, pues, a comer y luego ver que sucede. La comida huele bien, pero mi apetito está perdido. «Así quieres cuidar tu salud, vamos a comer», me sermoneé a mi misma. La comida no tiene culpa, al probar esta delicia fue fácil comer. En eso entra Raúl, el encargado de entregar la ropa y se sienta conmigo en la mesa. Terminé de comer, dejé bien poco y estoy tomando agua. Lo observo, esperando sus estúpidos comentarios. Siempre está tirando labia, invitándome a comer y salir.—¡Hola
Al terminar la película, me despido y veo la hora, son las 9:00 de la noche. Estoy en el carro, pongo seguro y verifico mi celular. No quise interrumpir mi momento en familia, tengo diez llamadas perdidas de mi madre. Dos de mi hermano, una de Fabi y un mensaje de voz. Le doy a escuchar el mensaje y dice:Así quieres que confié en ti, no contestas las llamadas y menos avisas. ¿Dónde estás?Mi madre histérica, no estoy para ti y peleas. Abrí los mensajes de texto, uno de mi hermano y otro de Fabi.Te llamé, comunícate con mamá. Me ha llamado tres veces. No me importa si estás de fiesta, pero llámala. ¡Besos, Rodri!Prima, le contesté a la loca de titi. Le dije que estás en casa y habló pestes. Pero nada raro en ella. ¡Tqm! Tu primo, salva tu culito.Me empiezo a reír, le envié un texto a Fabi.¿Dónde te encuentras? Salí ahora de tu casa.En vez de enviar texto, me llamó y rápido contesté.—Fabi, tan mal estás que no puedes escribir.—No soy Fabi, pero es mejor escuchar tu voz que escri
Kendrick Estoy acostado de lado debido a las heridas en el sofá cama del estudio. Viendo la foto de nuestro primer beso, en donde comenzó todo. Los chicos están dormidos entre el sofá cama y el futón. Obligué a Fabi que se fuera con Tiara. La idea era que todos dormiríamos en el estudio, disfrutando la noche. Sin embargo, no quería que Tiara enfrentará sola a la Leona. Al estar Fabi con ella, será mejor su tortura. Además, era tarde para irse sola. Aceptó sin pelear, ellos son muy unidos y eso me alegra. Estoy releyendo el mensaje de texto que envió Tiara. Llegamos ahora mismo. ¡Gracias por la bonita noche! Te dejo que vamos a enfrentar a la Leona y no será nada fácil. Le respondí enseguida: De nada. Descansa, te aconsejo que pongas de escudo a Fabi. Él puede manejar mejor a la Leona y sobrevivir al ataque. Esta noche fue especial para mí, nunca lo olvides. Esperé, pero no recibí mensaje de vuelta. Asumí que están bregando con la Leona y nada fácil es la felina. Suelto mi celular
Me marcho, iré a darme una ducha y llamaré a mi Sirena. Si les quedaba alguna duda sobre mis sentimientos a los chicos y en especial a Fabi, lo aclaré. Al llegar a mi cuarto voy hacia la mesita de noche y conecto mi celular. Lo enciendo, vuelve a la vida y entran las notificaciones. Me voy hacia el baño, necesito espabilarme por completo y tener cuidado con mis heridas. Mi sirena estuvo feliz, bloqueó toda la mierda y aun así pensó en mí. Me lavo la cabeza, el chorro me masajea y terminé de asearme. Me salí de la ducha y me seco con cuidado. Al salir con la toalla, busco en el armario mi traje de baño azul cielo, saqué calzoncillos y una camisa sin mangas. Dejé caer la toalla, me visto a las millas y rápido fui hacia el celular. Tengo un mensaje de Tiara, enseguida lo abro. ¡Buenos días! Es temprano, las 7:25 de la mañana, pero la Leona rugió y despertó a todos. Fabian pagó todos los platos rotos, pero nada quitó mi sonrisa. Mi sonrisa es enorme, mi Sirena me dio los buenos días y s
—Por último prima, el que está pegado al culo de Ken. Es Oscar, así todo intimidante, con piercing y tatuajes es muy llorón. Por otro lado, su carácter es cañón, así que huye de él. Es experto en videojuegos, el mejor después de Ken, por supuesto. Oscar serio como siempre, asesina con la mirada a Fabi y le saca el dedo malo. Se despega de mí, camina hacia Tiara y ella juega con su pelo. —¡Bienvenida a la pandilla! Si soportas a Fabi, créeme que me amarás a mí y mi jodido carácter. Porque tu primo es un asno, lo aguantamos, porque en la familia no hay excepción.Tiara lo mira con miedo, asiente y lo saluda con la mano. Oscar me sonríe con sarcasmo y se marcha al jeep. Me sorprende, se sienta atrás, siempre va de copiloto conmigo, no cede el asiento a nadie. Está dejando el asiento para mi chica, me acerco hacia ella y estamos frente a frente.—Ya conoce a todos. No hace falta presentarme Fabian, ya nos saltamos la presentación y el destino fue la ayuda.—No pensaba presentarte, si co
En eso sale Pito, va hacia el baúl y lo acompañé. Agarré dos tablas de surfear y él la otra junto con el bolso de Tiara. —Ella es perfecta para la pandilla y para ti. Se acoplará pronto. Los observé, el amor entre ustedes es real. No te preocupes por Fabi, los apoya. Solo tienes que recordar que de todos has sido el más que liga y continúas como si nada. ¿Quién asegura que no harás lo mismo a Tiara? Ellos son como hermanos y se preocupa por ella. Sé comprensible Ken, él sabe que hay historia de amor, pero la duda está sembrada —me palmeó el hombro.Se marcha dejándome sorprendido, el bebé de la pandilla, el callado vio más allá que yo. Nunca se negó a nada Fabi, siempre me ha ayudado de una forma u otra para acercarme a su prima. Cuando tenga oportunidad me disculparé con él. «Vamos a relajarme», me animé. Caminé con las tablas, cierro el baúl y entré al apartamento. Escucho música de Daddy Yankee puesta, “Shaky Shaky”. Se acerca Oscar y me quita las tablas. Huele demasiado de rico,