Kendrick
Estamos en casa de la tía de Fabian, curiosamente es periodista obsesionada conmigo. Se preguntarán, ¿qué hago en su territorio? Pues quiero confesar que amo la adrenalina, la fama no me importa y menos lo que opine esa loca mujer. Hay algo morboso en estar aquí, ella ha tirado tantas fotos de mí y espera que haga locuras. Para luego colocar de titular: Este niño mimado lo que hace es despilfarrar el dinero regalado de su padre, habiendo tantas crisis en el país. ¿Esto deseamos para nuestros jóvenes? Vicio y falta de respeto. Ella vive molesta porque mi padre un año atrás ganó la lotería, gracias a mí, por cierto. Le di los números victoriosos. Siempre estuve obsesionado con ellos. Terminé mi cuarto año y estoy en un curso de videojuegos. Mi padre invirtió el dinero en su taller de mecánica, ahora es más grande y ofrece más servicio de calidad. El salón de belleza de mi madre, la casa, ambas remodeladas y nuestro dinero subiendo como la espuma. No soy ambicioso, pero mi vida me gusta vivirla al máximo y haciendo cosas rebeldes. Me llaman el “Playboy de la isla” y vivo en Puerto Rico. Sin embargo, ninguna chica me ha robado mi corazón. Todas me buscan por ser quién soy y les muestro al chico “Playboy”, el que esperan. No he tenido una relación seria. Deseo sentir que es amor. Quiero perder la cabeza por una chica, pero que conozca mi verdadera esencia. En pocas palabras entregar mi locura. No soy solo un idiota, no estudié porque los estudios no son lo mío. Tampoco me importa lo que piensen de mí. Siempre ayudé a mi padre en el taller, fui bueno promocionando el salón de belleza de mi madre y, en cambio, me dejan ser yo. No me puedo quejar de mis padres, son los mejores. No les mentiré, un angelito nunca he sido, siempre les di corajes. Me castigaron bastante, pero eso no me detiene y ellos lo saben. Me aman como soy, por eso los admiro. Cuando sea padre (eso puede ser cuando nos invadan los extraterrestres) seré un padre cool y los comprenderé. Estoy sentado viendo como Fabian reventó la piscina, muerto de la risa. La piscina es rectangular de aire y pequeña. Estábamos lanzando a nuestros amigos y la pobre piscina no soportó. La parte del aire está desinflándose, por consiguiente el agua está derramándose. Tenemos música a todo volumen y tengo mi cerveza en mano. Somos siete en total, siempre unidos en la pandilla rebelde, así nos llamamos. Nunca cambió nuestra amistad. Hemos sido iguales, porque somos hermanos y vivimos al máximo. Tenemos dieciocho años, a excepción de Pito, tiene diecisiete, el bebé entre nosotros. En eso sale de la casa con cámara en mano la tía, parece una leona y apaga la radio. Me observa intensamente, casi estoy seguro de que me lanzó cuchillos a mi cabeza. Ella debe tener cuarenta y tantos. Es de piel trigueña, con su pelo oscuro corte militar y su carácter del demonio. Me recuesto en la silla, doy un sorbo de mi cerveza y espero la escena de la tía leona.
—¡No puedo creer esto Fabian! —la leona escanea el área—. ¡Si este joven está en mi casa, ya lo creo! —me señala y sonrío de oreja a oreja.
Esto es muy divertido, sin apenas haber actuado. No me defenderé. Acepto la culpa, siempre me han inventado bochinches y uno más no afecta. Todo sea por los amigos, como quiera todos somos culpables al fin y al cabo.
—No pasó nada titi, no hagas tanta bulla —dijo Fabian con su voz tan calmada, tan particular en él.
En eso sale una sirena de la casa, me siento derecho y casi se me cae la cerveza de las manos. Es increíble su belleza única, salió en un traje de baño de dos piezas oro. La chica tiene el pelo suelto oscuro y es bajita. Pasa por mi lado sin mirarme, menos juzgarme y entra en la piscina. Se acercó Fabian a ella, le dio un beso en la cabeza y le salpicó agua. Veo que la loca tía la aprieta por el brazo. Me levanté furioso, no quiero que la lastime con sus garras y solté la cerveza. Me encamino hacia ellos y estoy frente a la piscina. Los chicos están babeando por ella y me entran celos.
—¡Sal, ahora Tiara! —indicó con su dedo índice el suelo—. ¡Muévete! —le da un jalón y la chica se pone sonrojada.
Al fin posa sus ojos gigantes en mí, son de un oscuro marrón y se cruzan nuestras miradas. Demonios, ha sonreído, es a medias, pero fue para mí. Se zafa de la loca, se acerca a Pito, y lo empuja en su pecho. Todos estamos pasmados, hasta Fabian que nada lo sorprende. En eso abre su boca, su voz es tan suave y a la vez musical.
—¿Quién ha roto la piscina? —caminó hacia mi otro amigo —. ¿Tal vez tú? —señaló a mi otro—. ¿Quizás este? —Se dirigió a cada uno de ellos.
—¡Tiara, sal del agua! —bramó la leona.
Me gusta su nombre, es perfecto como ella y sonrío cuando la ignora. En eso se da cuenta de que sonreí, se acerca chapoteando el agua y sin pensar entré en la piscina. Quiero sentir su olor, su tacto y quiero su completa atención. Ella se acerca cada vez más, estamos de frente y queda al nivel de mi pecho. Su rostro alzado para poder mirarme y mientras mi visión hacia abajo es divina.
—Fuiste tú —colocó su pequeña mano en mi pecho desnudo y poder apreciar su sonrojo de cerca es agradable—. Eres el culpable —afirmó.
Es toda un tomate viviente, jugoso y apetitoso. Siento unas ganas inmensas de probar sus labios, no soy de reflexionar y con una mano agarré su cabeza. Ella no lucha, agarré su cintura y unimos las bocas. El beso es lento, explorando su boca y saboreando a su paso. Se mantiene fluido, nuestras lenguas bailando y escucho a la loca gritando.
—¡Suéltala, suelta a mi hija, degenerado!
Siento un flash, pero no me importa. Por primera vez deseo ser portada con ella. Disfruté un poco más el beso, escuché a mis amigos gritar y con un gran esfuerzo la suelto. Al abrir mis ojos, pude ver su piel tan pálida y delicada. Es real, acaricio su mejilla y recorro con mi dedo índice su sonrojo. La madre leona la apartó de mi lado, pero sus ojos siempre están con los míos. En eso me percaté de un fotógrafo en el patio. Tendré mi portada del beso, pero nunca fueron de la obsesiva leona.
—¡Esas fotos no sirven! ¡Es mi hija, váyanse de mi propiedad! —En medio de sus aullidos se llevó a la sirena arrastrada y ella sonrió.
Nunca veo miedo, esa chica será mía. Es todo lo que deseo. Le saqué el dedo malo al fotógrafo y me sacó la foto. Se acercan mis amigos, vislumbré a Fabian pasmado y le doy un cantazo en su mandíbula.
—Fabi, cierra la boca. ¿Por qué nunca mencionaste a esa hermosa prima?
Todos salimos de la piscina toda hecha ruina, encendemos el radio y buscamos más cervezas.
—Es más que prima, es mi hermana y ella no es el tipo de las que frecuentas. ¡Te lo advierto! —Su voz es seria.
Los chicos saben que no deben meterse, se apartan y nos dan privacidad.
—Ese beso para mí fue algo más. Hermano, sabes quién soy, no pienso jugar con ella —chocamos nuestras cervezas y tomamos en silencio.
Nada se tiene que explicar, él entiende que ese beso fue más grande y significó mucho para mí.
—Todo claro, hermano —se quedó pensativo y prosigue—. Aunque es mayor que tú, tiene diecinueve. Es muy seria y su madre está metida en todo.
—La edad no importa, además, un año más —alcé un dedo—. Necesito verla, ayúdame con tu tía.
—Cuando entres pasa el pasillo, la primera puerta a la izquierda. No tardes, es loca mi tía y lo sabes.
En eso sale la tía, apaga el radio y empuja a su sobrino. Me escabullo, Fabi me tira una guiñada y me marcho. Al entrar veo la sala, me dirigí al pasillo y encontré la puerta. La abro sin tocar, la veo acostada en su cama y envuelta con una toalla boca abajo.
—¡Mamá, lárgate y déjame en paz! —Empezó a gritar sin mirar en mi dirección, suena tan molesta y dolida.
Se voltea por mi silencio, al encontrarse conmigo se le escapó un grito y abrió sus ojos más grandes. Me acerco rápido, no puedo perder más tiempo y rápidamente se sonroja.
—No me podía ir sin saber cómo estabas. No debí besarte con tu madre leona presente, pero nunca pensé que fueras su hija. Es más, nunca pienso las consecuencias, pero no me arrepiento de ese beso y tenías que saberlo —con cada palabra me acerqué a su cama.
—Todo fue para molestar a mi madre leona, me gusta el apodo —asintió—. No te preocupes, eres el Ken de la isla, solo fui una más de tu harén.
Sus manos las mueve mucho en la toalla, su mirada está pendiente a la puerta y veo su miedo a ser encontrada conmigo.
—No creas todos los chismes, tú mejor que nadie siendo hija de una periodista; debes saber que no todo es lo que parece. Ese beso fue mucho más, no lo niegues y sé que lo sentiste al igual que yo.
Escucho a Fabian hablando duro, se escucha cerca y me marcho para no causar más problemas. Al salir caminé hasta la sala, me encuentro de frente a la leona y Fabi detrás nervioso.
—¿Qué haces dentro de mi casa? Estabas con mi hija… —la corto y alego.
—Estaba buscando el baño, pero como no lo encuentro me voy. Qué modales, Sra. Leona, acuérdate que la acosadora siempre has sido tú. En mi vida siempre has metido las narices, inventado chismes y a tu gusto.
La esquivo, Fabian me siguió. Los chicos han recogido y nos marchamos. Nos vamos en mi jeep anaranjado, me coloco mi camisa y nos adentramos al tráfico. Terminamos en casa, nos metimos en mi piscina y mi madre nos trajo pizza. Ella nos acompañó también y cuando llegó mi padre se unió a la bulla.
…La semana transcurrió normal, lo único fue la nota de la revista. La foto del beso está en mi estudio colgada en un cuadro. La veo siempre, es perfecta. Mis amigos se han sorprendido por ese detalle. Esa chica es especial, es la adrenalina que me falta probar. Estoy terminando los detalles del juego de guerra creado por mí y Oscar lo está probando. Mi amigo es el más experto en videojuegos de la pandilla. Se encuentra peleando con el juego y moviéndose agitado. El juego tiene dificultad, adrenalina y guerra.—¡Demonios! —aplaudió Oscar—. Es criminal, adictivo, este juego hará tu inicio en este mundo —me abraza y nos damos palmadas. —Mi primer bebé, ¡wao!En eso entra a mi estudio mi padre, lo llamé para que llevara el demo al mercado y le hagan las pruebas. Mis padres siempre me han apoyado en todo, tanto en mis locuras como en los negocios y siempre toman en cuenta mi palabra. —¿Qué tal Oscar?—Se saludaron.Le entregué el demo a papá.—Estoy bien, pero este juego es criminal. Tie
TiaraUna semana ha pasado desde que lo vi en el parque y de pensar en mi vida. Hoy quiero empezar mi lucha. Quiero poder tomar el control de mi salud y de mis decisiones. Hasta puse el despertador a las 6:00 am. Para tomarme la pastilla de la tiroides, junto con la del hierro. Mi madre fielmente se levanta y me vigila hasta que las trago. No me creía cuando entró al cuarto, pero fui fuerte con ella y se marchó. Les cuento que tengo hipotiroidismo, sé que soy flaca y esa es la que engorda. Mi metabolismo está activo, me mantengo haciendo ejercicios y mi madre obsesiva detrás ayuda. Si me descuido llegará una edad que aumente de peso, lo fácil es subirlo y lo malo bajar de peso. Todo ser humano tiene la glándula tiroidea, regula todo el sistema del cuerpo y produce las hormonas. Sin embargo, la mía no produce, tiene una disminución de la producción de hormonas tiroideas. Me tienen que evaluar esporádicamente cada mes o tres meses si está controlado el TSH. El tratamiento es medicamento
En eso veo que entra al local mi primo Fabian, se acerca con su caminar sexy y seguro. Saluda a Manolo con un abrazo, luego me besa en la cabeza como siempre y se sienta al frente. —Viejo, por favor, trae lo mismo, pero incluido panqueque —señala mi comida y al percatarse del jugo reclama —. Espera, jugo, no, “Coca Cola”.—¡Claro que sí, mi niño, enseguida! —Le da unas palmadas en la espalda y se marcha con su caminar lento.Mi primo es guapo, siempre en la escuela las compañeras me pedían su número e información. Su pelo es oscuro, no es largo ni corto y sus mechones caen en su frente. Sus ojos son marrones oscuros, al punto que se ven negros maníacos. Su nariz respingada y tiene muchos tatuajes en sus brazos, incluso en la cabeza. Me mira serio por un momento y me está leyendo. Siempre somos así. —Antes que preguntes, jugo de uva para empezar a cuidar mi salud un poco. Hoy me enfrenté con mi madre y le dije que tomaría el control de mi salud.—No puedo creerlo, ¿en serio? —Se impu
«¡Oh, Dios!», exclamé en mi mente. No permitas que sea grave. Las noticias exageran, Ken te dijo que inventan tantas cosas por vender. Tranquila Tiara, eso debe ser inventos y si fuera algo grave estuvieras al tanto. Las noticias malas son las primeras en volar, pero no tengo su número. Me arrepiento de no apuntarlo. ¿Qué hago? Llamaré a Fabi, él debe saber. Pero está trabajando, además, él no tiene una alerta de su amigo. No importa, lo llamaré, suena y suena, pero no contesta. Debe estar limpiando un carro, bueno, pues, a comer y luego ver que sucede. La comida huele bien, pero mi apetito está perdido. «Así quieres cuidar tu salud, vamos a comer», me sermoneé a mi misma. La comida no tiene culpa, al probar esta delicia fue fácil comer. En eso entra Raúl, el encargado de entregar la ropa y se sienta conmigo en la mesa. Terminé de comer, dejé bien poco y estoy tomando agua. Lo observo, esperando sus estúpidos comentarios. Siempre está tirando labia, invitándome a comer y salir.—¡Hola
Al terminar la película, me despido y veo la hora, son las 9:00 de la noche. Estoy en el carro, pongo seguro y verifico mi celular. No quise interrumpir mi momento en familia, tengo diez llamadas perdidas de mi madre. Dos de mi hermano, una de Fabi y un mensaje de voz. Le doy a escuchar el mensaje y dice:Así quieres que confié en ti, no contestas las llamadas y menos avisas. ¿Dónde estás?Mi madre histérica, no estoy para ti y peleas. Abrí los mensajes de texto, uno de mi hermano y otro de Fabi.Te llamé, comunícate con mamá. Me ha llamado tres veces. No me importa si estás de fiesta, pero llámala. ¡Besos, Rodri!Prima, le contesté a la loca de titi. Le dije que estás en casa y habló pestes. Pero nada raro en ella. ¡Tqm! Tu primo, salva tu culito.Me empiezo a reír, le envié un texto a Fabi.¿Dónde te encuentras? Salí ahora de tu casa.En vez de enviar texto, me llamó y rápido contesté.—Fabi, tan mal estás que no puedes escribir.—No soy Fabi, pero es mejor escuchar tu voz que escri
Kendrick Estoy acostado de lado debido a las heridas en el sofá cama del estudio. Viendo la foto de nuestro primer beso, en donde comenzó todo. Los chicos están dormidos entre el sofá cama y el futón. Obligué a Fabi que se fuera con Tiara. La idea era que todos dormiríamos en el estudio, disfrutando la noche. Sin embargo, no quería que Tiara enfrentará sola a la Leona. Al estar Fabi con ella, será mejor su tortura. Además, era tarde para irse sola. Aceptó sin pelear, ellos son muy unidos y eso me alegra. Estoy releyendo el mensaje de texto que envió Tiara. Llegamos ahora mismo. ¡Gracias por la bonita noche! Te dejo que vamos a enfrentar a la Leona y no será nada fácil. Le respondí enseguida: De nada. Descansa, te aconsejo que pongas de escudo a Fabi. Él puede manejar mejor a la Leona y sobrevivir al ataque. Esta noche fue especial para mí, nunca lo olvides. Esperé, pero no recibí mensaje de vuelta. Asumí que están bregando con la Leona y nada fácil es la felina. Suelto mi celular
Me marcho, iré a darme una ducha y llamaré a mi Sirena. Si les quedaba alguna duda sobre mis sentimientos a los chicos y en especial a Fabi, lo aclaré. Al llegar a mi cuarto voy hacia la mesita de noche y conecto mi celular. Lo enciendo, vuelve a la vida y entran las notificaciones. Me voy hacia el baño, necesito espabilarme por completo y tener cuidado con mis heridas. Mi sirena estuvo feliz, bloqueó toda la mierda y aun así pensó en mí. Me lavo la cabeza, el chorro me masajea y terminé de asearme. Me salí de la ducha y me seco con cuidado. Al salir con la toalla, busco en el armario mi traje de baño azul cielo, saqué calzoncillos y una camisa sin mangas. Dejé caer la toalla, me visto a las millas y rápido fui hacia el celular. Tengo un mensaje de Tiara, enseguida lo abro. ¡Buenos días! Es temprano, las 7:25 de la mañana, pero la Leona rugió y despertó a todos. Fabian pagó todos los platos rotos, pero nada quitó mi sonrisa. Mi sonrisa es enorme, mi Sirena me dio los buenos días y s
—Por último prima, el que está pegado al culo de Ken. Es Oscar, así todo intimidante, con piercing y tatuajes es muy llorón. Por otro lado, su carácter es cañón, así que huye de él. Es experto en videojuegos, el mejor después de Ken, por supuesto. Oscar serio como siempre, asesina con la mirada a Fabi y le saca el dedo malo. Se despega de mí, camina hacia Tiara y ella juega con su pelo. —¡Bienvenida a la pandilla! Si soportas a Fabi, créeme que me amarás a mí y mi jodido carácter. Porque tu primo es un asno, lo aguantamos, porque en la familia no hay excepción.Tiara lo mira con miedo, asiente y lo saluda con la mano. Oscar me sonríe con sarcasmo y se marcha al jeep. Me sorprende, se sienta atrás, siempre va de copiloto conmigo, no cede el asiento a nadie. Está dejando el asiento para mi chica, me acerco hacia ella y estamos frente a frente.—Ya conoce a todos. No hace falta presentarme Fabian, ya nos saltamos la presentación y el destino fue la ayuda.—No pensaba presentarte, si co