Aquella asistente malvada casi se va para atrás de los nervios que sintió, asustada, se arrodilló en el suelo y le suplicó a Karely.
—Por favor, no me despidas, por favor. Te lo suplico, perdóname. No sabía que eras la esposa del jefe, te prometo que me portaré bien de ahora en adelante. Te respetaré como lo respeto a él. Te lo suplico, no me votes, por favor. Quiero seguir trabajando, necesito el dinero, soy pobre. Ahora entiendo que la que debería estar en la calle soy yo, por favor, permíteme seguir trabajando para ustedes. —suplicó la asistente malvada.
Karely observó a Tristán, ella siente que no es la persona adecuada para tomar decisiones en una empresa de la cual no es dueña, así que mejor se quedó en silencio.
—Cariño, estamos esperando tu respuesta. —habló Tristán, sacándola de sus pensamientos.
—Estaré de acuerdo con lo que tú digas. —dijo ella.
—No, te estoy dando la oportunidad para que hagas lo que quieras con la mujer que te causó molestias.
—En ese caso, creo que todos merecemos una segunda oportunidad, lo que quiero decir es que puedes quedarte, pero si vuelves a fallar no tendré piedad contigo.
También dile a tus colegas que en el futuro se abstengan de ofenderme porque no les irá nada bien teniendo ya una advertencia.
—Está bien, señora Morotova, prometo que de ahora en adelante me portaré bien y pediré a mis compañeras el debido respeto para su persona.
—Puedes salir. —ordenó Karely.
—Ves que no es nada complicado ser jefe. —comentó Tristán.
—No me vuelves a poner en aprietos, por favor, no estoy calificada para tomar decisiones que solo te competen a ti. —Contraatacó ella.
Luego de ese pequeño incidente, todo transcurrió con normalidad en la empresa. A la hora de salir, Tristán dijo que irían a cenar a un restaurante, el cual era su favorito. Solo pasaron por su casa cambiándose de traje de oficina a ropa casual y se fueron a comer para celebrar que su matrimonio se había convertido en algo real.
Decidieron beber un par de copas, sus intenciones no eran de emborracharse, sino solo divertirse; sin embargo, la no costumbre de Karely hizo que con dos copas se les subiera la locura a la cabeza y comenzara a hablar incoherencias y a actuar de una manera que no es su estilo.
—Amor, vámonos a casa. —dijo Tristán.
—No. Quiero continuar. —insistió.
Por favor, mesero, traiga otra botella. —pidió.
—He dicho que no. Ya basta, hazme caso. —le reprochó el esposo.
—¿Qué tiene de malo? Tú has bebido y, ¿por qué no puedo hacerlo yo también? —se quejó ella, enojada.
—Por la razón de que yo ya estoy acostumbrado a hacerlo y no me emborracharé tan fácil, mientras que tú, imagino que es la primera vez que pruebas el alcohol y no te estás sentando nada bien.
—No, no quiero ir a casa. Vete tú y déjame aquí.
Ella se negó, el hombre no tuvo más opción que tomarla en brazos y llevarla hasta el auto donde los estaba esperando el chofer. En todo el camino ella iba renegando porque la habían sacado de un lugar bonito en el cual se sentía a gusto según ella.
Como una niña regañada, no quería bajar del auto cuando llegaron a casa, hasta que el esposo la tomó en brazos nuevamente y la llevó hasta la habitación.
—Te daré un baño. —le dijo.
—No, no quiero eso. Solo quiero besarte, acariciarte y ser tuya. —expresó quitándose la ropa en mitad de la habitación para luego acercarse a él y de puntillas besarlo hasta colgarse de su cuello, enredando sus piernas en la cintura de él.
—Karely esto no está bien. Estás borracha, no quiero que mañana me acuses de haberte tomado sin tu consentimiento.
—Hazme tuya, por favor, te necesito. —le repitió a ella.
Teniendo la aprobación de ella, quiso probar suerte. Aunque él sabe que está inconsciente, pero no se la podía quitar de encima, ella lo estaba provocando al grado de que ya le ha quitado la camisa y va por su pantalón. Él no se puede resistir, su pene ya se ha despertado y anhela convertirla en su mujer.—Quiero que esta noche nuestro matrimonio tenga el mejor inicio. —le susurró al oído.Tristán no esperó más. La tendió sobre la cama y la besó desesperadamente.—Oh Dios, cuánto tiempo he deseado tenerte así. —dijo en voz baja y provocativa. Para su mala suerte, minutos después y antes de hacer el amor, ella se quedó dormida.En lugar de sentirse frustrado Tristán agradeció que fuera así, pues tenía miedo de que en el futuro ella lo acusara de haberse aprovechado en un momento donde ella estaba vulnerable él quiere que las cosas sucedan, pero cuando ambos estén de acuerdo esa es una promesa que le hizo a ella cuando decidieron hacer funcionar realmente su relación.Lo más gracioso fu
Karely secó las lágrimas, hizo como si nada hubiera pasado… como si no hubiera visto o escuchado nada… como si no la hubiesen amenazado hace unos minutos. Tomó los papeles y los llevó a que su marido los firmara, se comportó de una manera tan natural que ni siquiera dio indicios de que estaba lastimada.—Cariño, ¿Sabes lo que necesito en este momento? —dijo Tristán.—No lo sé. —respondió ella.—Lo que más necesito es un abrazo y un beso de mi esposa. Eso es todo lo que necesito para continuar trabajando durante el día. —mencionó él. Ella dejó que la abrazara, pero en su corazón sentía el dolor de la traición… de la mentira… y, del engaño que no merecía sufrir.—¿Puedo irme a casa? El trabajo que tenía pendiente para este día ya lo he terminado. Quiero dormir un poco, me duele la cabeza y descansar será lo mejor. —mintió.—Está bien, puedes irte. Espera, yo también me iré contigo, llevaré el trabajo a casa, no quiero dejarte sola cuando estás enferma.—No es necesario que lo hagas, car
Durante la comida charlaron de algunas cosas con respecto al viaje que está haciendo su familia. Ya que, estos le han informado que no vendrán por algún tiempo.—Siempre agradeceré a la vida por haber puesto en mi camino a una mujer tan especial como tú, por favor. Nunca dejes de sonreír, quiero que siempre seas feliz. Me encargaré de que nada te haga falta y que nada te lastime. —prometió el esposo. Algo que a la chica no le tomó importancia.Terminaron de cenar y para cerrar con broche de oro esa despedida, ella le pidió que vieran una película romántica. Bueno, en realidad se trata de una adaptación del libro Casados por una trampa de la autora Lorena Rodríguez.—Hiciste buena elección. —le comentó él. —Me ha gustado porque al inicio ellos no estaban listos para entrar en un matrimonio, sin embargo, con el desarrollo de los eventos se fueron enamorando y finalmente terminaron juntos.Me ha parecido que esa historia tiene una similitud con la nuestra. Espero que nuestro final tambié
Al ver que la esposa se ha puesto nerviosa, el marido la abrazó.—No te preocupes, mi amor. Lo han vuelto a capturar y esta vez le han puesto doble seguridad, así me lo hizo saber el oficial.Karely lamentó haberlo juzgado mal, creyendo que era con la amante que hablaba.—Pequeña, déjame decirte que ese pijama no te queda nada bien. Será mejor que lo cambies.—¿Ah? —cuestionó confundida, preguntándose qué de malo tiene y desde cuándo él le reclama por algo.—Te queda perfecta. Pero tu piel luce mejor sin eso. —le susurró. Al mismo tiempo la provocó besando el cuello hasta que pasó a su boca. Ella sonrió y se fue mojando casi de inmediato.Tristán metió la mano por debajo del pijama y acarició la vagina por encima de la prenda interior. Apartó con delicadeza la tela y con un dedo jugó con el clítoris; ella ya estaba demasiado excitada.—No tienes idea de lo loco que me pongo cuando estoy cerca de ti y no te puedo tocar. —Susurró.Él se sentó en la cama y la colocó a ella por encima de
La semana transcurre y Karely ni siquiera le dirige la palabra a su marido. Por más que él trata de llevarse bien con ella, le pide que hablen para aclarar cualquier malentendido. Él no puede aceptar que ella no esté enamorada de él.La única noche que hicieron el amor, ella le demostró que lo amaba. Ahora él no entiende qué pudo haber pasado para que ella tenga ese cambio radical de la noche a la mañana.—Tristán, he encontrado un nuevo lugar donde vivir. Iré a tu casa y sacaré mi ropa. —Le informó.—Karely, por favor, no te vayas. Prometí que te protegería y quiero cumplir mi palabra.—Ya lo has hecho, no te preocupes. Estoy tan agradecida que no podría seguir dándote problemas si me quedo a tu lado.—Pequeña…—Por favor, agiliza el trámite para nuestro divorcio. Si no lo haces tú, lo haré yo con un abogado particular.—¿Estás segura de que me quieres dejar?—Sí, estoy segura. No te quiero como hombre, solo seamos jefe y empleada.—Está bien. Si ya lo has decidido, no me interpondré
Más tarde, Karely escuchó como si alguien estuviera tocando la puerta. Ella se asustó, pues, a su mente vino que podría ser aquel hombre que le había insinuado pagarle mucho más dinero del que Tristán le pagaba. Se llenó de miedo, pero harta de que no dejaran de molestar, ella se levantó para ir a averiguar de quién se trata.—Soy yo. Déjame entrar, por favor, estoy herido. —dijo Tristán. Ella, de inmediato, al reconocer la voz, abrió la puerta.—¿Qué te pasó? —preguntó ella cuando vio que por el rostro corría un hilo de líquido rojo.—Tuve un accidente, ¿podrías dejar que me quede aquí esta noche, por favor? Y si no es tanta molestia, ¿podrías curarme también? Karely recordó haberlo visto que se fue con la amante.—No creo que hayas tenido un accidente. Dime qué te pasó, ¿de dónde vienes? —cuestionó con seriedad, no dispuesta a curarle como él le pide.—Mañana te lo contaré todo, es una larga historia. Por favor, no me dejes solo esta noche, prometo que mañana iremos al registro civi
La sonrisa en el rostro de Tristán desapareció. ¿Cómo es posible que los análisis hayan fallado cuando su madre lo acompañó a realizar el chequeo?—¿Qué estás diciendo, muñeca?—Ves, por eso no te lo quería decir hasta estar segura. No me crees en este momento y si se confirma dirás que me he acostado con otro hombre, pero no es así, Tristán, solo hicimos el amor una noche y entonces sucedió. No es mi culpa, tú no quisiste usar protección.—Tranquila, mi vida. No te estoy echando la culpa. Estoy feliz y deseo que tus sospechas sean reales. Lo que me preocupa es que el niño de esa mujer sí sea mío entonces. —Dijo con el rostro cabizbajo.—Te amo, preciosa. Por favor, no me pidas que me separe de ti, no lo voy a soportar, yo me convertiré en una basura si tú no estás a mi lado. —Suplica.—Te vi cuando te fuiste del bar con ella. ¿Qué sucedió?—No te voy a mentir, me llevó a su habitación. Pero te juro que ni siquiera la besé. Siempre pensaba salirme de allí y venir a dormir contigo, por
Todo pasó a ser una anécdota, dos años han pasado desde que Tristán fue cobarde y se desmayó tras escuchar la noticia de que sería papá. La emoción no pudo con él y lo traicionó.Para entonces se enteraron de que un angelito venía a este mundo, lo confirmaron horas después cuando la clínica les entregó los resultados oficiales. Tristán se volvió loco… toda la familia Morotova enloqueció al saber que sí habría un heredero por parte del miembro que, se suponía, era estéril.Finalmente, la prueba de paternidad con el bebé de la otra mujer involucrada resultó ser 0% compatible con Tristán, eso fue una gran felicidad para él, ya que no quería que otra persona fuera la madre de sus hijos, solo Karely, ella es el amor de su vida y ahora también la madre de su primer hijoTristán hizo justicia para su padre, las empresas de aquel hombre quebraron y todo quedó en la calle. El señor Brandon Morotova al enterarse, le llamó la atención, pues no quería que sus hijos quedaran involucrados en los pr