Norte de México.
—¿Me mandó a llamar, señor?— el chico aparece en la oficina, sus manos detrás de su espalda y con una postura rígida.—Toma asiento, Peter— el hombre gira su silla encarando al joven, sus ojos azules analizan al chico y luego juega un poco con su trago de whisky para después: —. Quiero a mi hija. Ya.El chico asiente y se levanta para agregar:— La tendrá, Diablo.Capitulo 1Hasley.Arrastro mis pies por el frio pavimento y siento mis heridas palpitar, el ardor en mi cara me agobia, suelto un quejido de dolor y llevo una mano a mi estomago. Puedo ver como los hematomas aparecen en mi piel—¡Mierda!— mascullo, al no poder seguir con mi camino.El sabor a sangre se mezcla con mi saliva, hago una mueca de asco mientras limpió la herida de mi labio. Suspire con el último aliento que me quede y seguí mi camino.Unas horas antes:—¡Hasley Williams!— llamó Arianny; mi mejor amiga —. No quiero escuchar a mi hermano. Otra vez—suspira.Bufé frustrada por sus quejidos y acomode mi “uniforme” rodeé los ojos por como llamo a estar desnuda. Me di otra mirada en el enorme espejo y asentí.«Todo estará bien» — me animé.—¡Hasley Williams!— volvió a gritar, aris.—¡Ya voy!— devuelvo.Mi amiga me dio una mala mirada, me tomo de la muñeca y me arrastró al pequeño escenario.— … Señoras y Señores, es un gusto volver a verlos por aquí, me agrada ver caras nuevas, eh — Dylan hace una pausa y le sonríe al público —. Con ustedes los angeles de la noche.La lujuria del público se notaba en el ambiente, le di una mirada de aprobación a mis compañeras. Los aplausos y los silbidos retumbaron todo el salón, todos nos acomodamos en nuestro lugar esperando a que la música diera nuestra entrada. Escuché a lo lejos la melodía y empecé a mover mis caderas sobre el tubo de metal frente a mi. Los silbidos y los aplausos siguieron pero ahora eran acompañados por algunos billetes pegados a nuestros sudorosos cuerpos, intenté tomar algunos pero mi baile lo impidió. Suspire frustrada y seguí moviendo mis caderas, rodeé la barra y me apoyo a ella hasta estar completamente pegada. Subí y baje en movimientos lentos, apoyándome fuerte para no caerme.Mi culo quedó frente al público y sobre la música podía escuchar los sucios comentarios de los hombres. Me apoyo a la barra y baje de ella, volviendola a rodear para dar un pequeño giro sujetándome. La música dejo de sonar y da espacio a los aplausos y silbidos de la multitud, les dedicó una sonrisa y tomo algunos billetes del suelo para guardarlos en mi tanga.Me doy paso entre la multitud y me adentro a el pequeño camerino. Limpio las gotas de sudor que registran mi cuerpo y lo cubro con mi abrigo marrón.—¡Eso estuvo espectacular!— Dylan entra y me da una mirada —. ¿Ya te vas?Jalo el maletín de sus manos y le hago una seña de despedida. El pago es bueno no puedo quejarme.Vuelvo a darme lado entre la multitud y dirijo mi cuerpo hacia la salida. El frio choca contra mi cuerpo y frotó un poco mis antebrazos para darme un poco de calor.—¿Por qué tan solita, nena?— un hombre vestido completamente de negro aparece en mi campo de visión. Ignoró su pregunta y retrocedo pero mi cuerpo choca contra algo, o más bien alguién más —. ¿Dónde crees que vas? — su aliento choca contra mi cara, hago una mueca de asco.—¿Acaso no conoces la higiene bucal? — mi voz sale fría pero con un toque burlón.Una carcajada resuena a mi espalda, mi cuerpo se tensa al sentir el tacto de un mano sobre mi hombro.—Me gustaría jugar— el primer hombre acaricia mi brazo y de acerca a mi.Ignoró completamente sus palabras y trato de retroceder pero el segundo hombre me toma por los hombros y me lanza contra la pared.—¡Mierda!— chillo por el dolor.El primer hombre se acerca y levanta mi cuerpo, y lo acerca al suyo. Su sonrisa en su rostro me repugna, hago una mueca.—Me gustaría que repitiera lo que hiciste allá dentro— acerca su rostro y sus labios empiezan a recorrer mi cuello.Hago una mueca e impacto mi rodilla en sus entre piernas, el hombre me suelta y emite un sonido de dolor y suelta varias maldiciones. Le sonrió y trato de huir pero el segundo hombre me toma por el cabello y tira de mi cuerpo al suelo. Sube a mi, y empieza a golpear mi rostro. Suelto gemidos de dolor y trato de bajarlo pero él es más rápido y toma de mi cuello y me levanta.Trato de moverme pero mis pies no alcanzan al suelo, empiezo a balbucear por ayuda.El oxígeno me empieza a faltar, y localizo a el primer hombre dirigiéndose hacia mí con cara de pocos amigos, cuando llega a mí, impacta su puño en mi cara y luego en mi estómago, suplico para que se detengan, pero no lo hacen, mi cuerpo se desploma en el suelo. Dolorido y sin fuerzas.—Vámonos hermano, la policía puede llegar.—¡Púdrete!— el hombre me lanza una lata de cerveza. Trato de esquivarla pero me da en la cabeza.Cuando levanto mi vista, los localizo de espaldas ya marchandose.Cobardes.«No me dieron otra opción» — me digo.Me levanto, y me apoyo en la única pierna que no está herida, escupo la sangre en mi boca.Llevo una mano a mi espalda, acaricio el arma y en un movimiento rápido la saco, mis ojos van hasta esto y recuerdo la vez que mi psicólogo dijo que había una posibilidad de ser una sicópata. Sonrío por el recuerdo y cargo, para después apuntarles.—Quieren seguir jugando — mi voz suena más ronca de lo normal, los hombres se destacan y giran, el animal que me golpeó, me mira con el ceño fruncido.—Baja el arma, nena— él se acerca con pasos lentos.Niego y dedicó una de mis mejores sonrisas.—Dije que quiero jugar— repito y después apunto su cabeza —. Y nadie me dice que noAl terminar la oración suelta el gatillo. La pequeña bala atraviesa su cráneo, y lentamente veo como su cuerpo se desploma sin vida en el suelo.Mmm, que lástima, dije que pararán.El otro hombre me mira con temor y trata de huir, pero tropieza con los tanques de basuraLadeo la cabeza y trato de reprimir la sonrisa, se ve tan inútil.—No me hagas daño— súplica, y juro que puedo ver como trata de no llorar—. T-tengo familia.Niego con una sonrisa plasmada en mi rostro.—Eso debiste pensarlo antes de golpearme—, y disparó.ChristopherUna ráfaga de viento azotó mi cuerpo, froto mis brazos buscando un poco de calor. La oscuridad me abraza y no deja que pueda ver nada. Sigo transitando, pero está vez no fue el viendo que choco contra mi cuerpo, fueron las gotas de lluvia. Maldigo por mi suerte. Mi piel se eriza, frotó mis manos y levanto mi vista. Mi cuerpo se tensa y una electricidad sube a mi pecho. Hay una silueta a pocos pasos de mi, creo que trata de levantarse, doy un paso hacia atrás hasta que me percató que es una chica. Dudo unos segundos hasta que me acerco cuidadosamente. Su rostro está cubierto por varios mechones negros, no la alcanzo a ver. La pelinegra suelta un gemido de dolor y allí me doy cuenta de que está herida. Me tomo unos minutos hasta ponerme a su altura, pongo una mano en su espalda y siento como se tensa y musita: —Suéltame— la frialdad en qué pronuncia sus palabras ocasiones que mi piel se erice, retrocedo obediente y ella gira de una manera brusca hasta caer de culo —. ¡Mal
Hasley.La ancha espalda del chico es lo único que puedo notar cuando su cuerpo se detiene y toma el pomo de la puerta, está sale disparada de golpe junto con el chico. Dos hombres con armas cada uno apuntandole a cada rincón de la casa entran, me tumbó al suelo por instinto y me arrastro hacia dónde tenía el arma, pero dos fuertes manos me toman y me levantan. En mi campo de visión aparece Christopher con una cara de asco, sujetado por un hombre quien tiene un pasamontañas. Apuntandole.Mierda, jodida mierda.Analizo mi entorno y busco la manera de liberarme del agarre y liberar a ese idiota.¿Cómo carajos me metí en esto?Doy un cabezazo hacia atrás y le golpeó la nariz a el hombre que hace unos minutos me sujetaba.—¡Perra!— exclama del dolor, soltando el arma. Le doy una sonrisa y me abalanzo hacia donde se encontraba el arma, el sigue sobando su nariz pero el sonido de mi arma cargándose lo pone atento, le sonrio y apunto—. Eres buena — levanta sus manos.Hago un mohín restándole
Peter.— ¿Está todo listo? — suelto apenas me acerco a Bred.El pelirrojo me mira malhumorado y luego suelta:—Hay un motel a 3 km de aquí— anuncia—. La noche está a 40 dólares.Asiento.—¿Dónde está Will?—Salió a calentar la polla— responde cortante.Suelto un suspiro, y me veo de malhumor de nuevo—Joder Bred, son las diez de la mañana.El se encoge de hombros y luego me ve, sus ojos verdes están sin expresión alguna. ¿Cómo diablos puede ser menor que yo? Se ve más viejo.—Dicelo a el, sabes que el no pierde el tiempo — revisa su celular—. Hay que irnos — ordena y me da la espalda para marcharse.— ¡Oye idiota! — lo llamo — Las órdenes las doy yo — anuncio y tomo camino a la tienda.Una ruidosa y horrible música se adentra a mi sistema auditorio, hago una mueca, ¿Qué diablos escuchan los jóvenes hoy en día? Sigo mi camino. Detengo mis pasos frente a una chica, la rubia atiende a una fila de personas.Me acerco a ella sin hacer la fila, escucho muchos reclamos, volteo y me encuentro
Christopher.Aspiro las frías ráfagas de aire que golpean mi rostro, con una sonrisa débil veo a mi alrededor, ¿Esto es libertad?¿Qué era libertad? Yo me había acostumbrado a estar en soledad, no me quejaba tenía todo, pero que había del amor? Yo me encontraba de muchas formas buscándolo, pero nunca lo encontré, solo una falsedad eterna y sin límites.Nadie puso límite incluso en mi escuela, todos querían estar conmigo, y no era por alardear, pero ninguno me interesaba. Nadie podía comprender lo que se sentía, al principio me costó que todos estuvieran sobre mi, y detrás de mi, al principio mi fobia social no la podía controlar.Me encerraba casi todas las tarde en el baño de mi escuela por miedo, miedo a los chicos que se acercaban para preguntar por mi papá, miedo a las chica que se me insinuaban, miedo a mis maestros, miedo a todos. Llegué a un punto de mi vida que casi me pierdo por completo, mi respiración era un caos luego de presentar un trabajo, mi corazón bombeó tanta sangre
Christopher.La pesadez en mi cuerpo no me permite mover ni el más mínimo órgano, el dolor se esparce desde mi hombro hasta mi muñeca adormeciendo mi brazo, al intentar moverlo el dolor se hace aún más presente es… inexplicable. Los rayos de luz se filtran por la ventana y caen sobre mi rostro afectando mis ojos. En un intento fallido muevo un poco mi cuerpo entumido, entre abro mi boca y no llego a formular una palabra por la carencia de saliva en mi garganta. Muevo de nuevo mi cuerpo y siento unas fuertes punzadas en mi brazo. Suelto un gruñido apretando mis ojos por el dolor palpitante.—¡Ey! — escucho la voz de Hasley cerca de mí —. ¿Te duele?Entre abro mis labios y paso la lengua por ellos, trago un poco de saliva y siento como mi corazón empieza a palpitar más rápido.—Luz — alcanzo a formular —. Estorba — no puedo ver a la pelinegra pero puedo percibir como se aleja, un sonido haciendo click me indica que hizo lo que pedí o lo que intente.—¿Puedes abrir los ojos? — pregunt
Christopher. El cuerpo húmedo de Hasley reposaba en mi regazo, sus pálidos labios entre abiertos con tonos morado podía escuchar pequeños suspiros. Su cuerpo se extreme ante la fría brisa que se cola por la ventana del auto. Retiro el grueso abrigo de mi cuerpo y lo reposo en el suyo. —¡¿Cómo carajos nos encontraron?!—exclama Bred, exaltado. —¿Qué crees que soy?—indaga Peter, la vena en su frente se hace más notoria—¡¿Dios o que?! —¡¿Pueden calmarse?!—grita Will, su expresión de horror pintada en su rostro. —¡Jodete!—exclama Bred y Peter al unirismo, el moreno rueda los ojos y se concentra en la carretera, sigue con el ceño muy fruncido. Ignoro la discusión entre Bred y Peter y sigo observando el rostro de Hasley, puedo verla más detalladamente; sus grandes pestañas descansan sobre sus lindos ojos, sus labios tienen un tono demasiado pálido, sus mejillas tienen un color rosa pastel. Ante mis ojos se volvió perfecta, y tal vez no quise aceptarlo pero una parte de mi sabía que yo q
Peter.Ya se hacía de tarde, la oscuridad se apoderaba del día, habíamos parado para hacer unas compras, Will había estacionado el auto y yo había bajado para comprar algo de comida.Todo parecía absurdo, el beso, el comportamiento de los chicos, Christopher e incluso yo cuando me di cuenta que pensaba en los labios de la chica.Nunca había sentido culpa, pero algo tenía reprimido, y era que tal vez ese beso implicaba la decepción de alguien importante para mí.Hasley era impulsiva y yo lo sabía desde la primera vez que la vi, ella había logrado arrebatarle el arma a Will incluso a mí. Pero había algo que no entendía, ¿Qué hacía ese chico esa noche? ¿Qué tenía que ver Christopher con Hasley para desear venir con ella? ¿Le gustaba tanto que arriesgó su vida?Ignore las preguntas que me hacía y seguí con la compra, pero ese beso se reprodujo en mi cabeza como un maldito CD rayado.—¿Te gusta tanto la chica?— Will aparece de la nada y pone su mano en mi hombro.Solté una carcajada por lo
Christopher.Después de unos minutos mi cuerpo seguía estático, Peter seguía con un sonrisa luego de tomar a la chica y atarla a un Stan.—¿Cómo?— solté sin poder asimilar nada aún.—Son vendedores de órganos— soltó Peter, y me lanzó otro bate—. Ten, cuidado aquí todos te conocen.—¿Cómo es que supiste que estaba aquí?Peter soltó una carcajada, sostuvo su estómago y limpio una lágrima falsa:—No te creas importante niño, estoy aquí porque casi me matan también —lo dijo tan tranquilo que me dio escalofrío.Habíamos salido de aquella tienda, Peter aún tenía una sonrisa de arrogante plasmada en su cara. No habíamos tocado más el tema, solo buscábamos a los demás para de nuevo tomar un rumbo desconocido para mí, yo no tenía fuerzas; estaba cansado y con hambre. Mi estómago rugía y creo que Peter lo noto:—¿Quieres comer algo?— lo miré sorprendido por lo amable que estaba siendo —. No es que me interese tu salud niño.Asentí y nos sumergimos por un callejón, al fondo pude reconocer un pue