ALGO ESTÁ CAMBIANDO. Alana estaba en un estado de conmoción. Las palabras de Isabella retumbaban en su mente y algo no paraba de reproducirse en su cerebro.“Te está usando para vengarse de mí”Ella intentó pasar un trago, le dolía la garganta y se apresuró a limpiar sus mejillas, ante el vacío que sentía en su pecho, pero antes de que pudiera darse cuenta de alguna otra cosa, ella escuchó cómo la puerta del café se estrelló abriéndose y el hombre de seguridad que siempre la seguía la miró de forma agitada.—Señora Denaro… No debió haberse alejado de nosotros. El señor viene en camino…Alana parpadeó rápido y se levantó, mientras el hombre parecía apresurado a sacarla de aquel café, para llevarla rumbo a la salida.Y no caminaron mucho, cuando el hombre intentó sujetarla por el brazo para guiarla, Ángelo apareció, y de un empujón, apartó al hombre de seguridad, casi lanzándolo hacia un lado mientras su mandíbula estaba apretada, y sus ojos destellaban de rabia. Entonces Alana se pe
SIEMPRE LO SERÁ…El desayuno estaba más silencioso de lo habitual. Ivy miraba a Ángelo con los ojos achicados, mientras él comía con más energía de costumbre. —Debes entenderla.Ángelo levantó la vista lentamente, mientras sus ojos oscuros e impenetrables se posaron en Ivy, como si evaluara lo que estaba por decir.—Ella ha pasado por mucho. A veces es difícil procesar todo… —continuó Ivy, en un intento de excusar la confusión evidente en Alana—. Además, es evidente que no sabe a quién tiene por familia.Ángelo la miró con una mezcla de incomodidad y un leve toque de impaciencia, pero no dijo nada. En cambio, su mirada se desvió hacia Alana, que estaba apenas entrando al comedor principal.Ella llevaba un vestido color crema, que se ceñía a su figura, pero a diferencia de otros días, Ángelo no la detalló, sino que siguió comiendo.—Buenos días…—Buenos días, Alana —Ivy fue quien contestó—. Te ve ves muy bonita hoy.Alana pasó un trago sentándose y mirando a Ángelo, mientras Ivy desde
¿QUIÉN ES?Alana estaba nerviosa, tamborileando los dedos sobre la mesa mientras revisaba los documentos que sellarían el traspaso de la propiedad de su padre a los Denaro. Una propiedad que costaba millones, y sobre todo, que había conocido desde su existencia.Un nudo en su estómago no la dejaba concentrarse por completo. Sabía que este paso era inevitable, pero la culpa la ahogaba. Sentía que, de alguna manera, estaba traicionando su propio legado.En un momento Lisa entró para traerle unos documentos, y tomando la aspiración correspondiente se levantó para darle una carpeta.—Este trabajo está terminado —Lisa tomó la carpeta asintiendo y luego dijo:—La llevaré al piso de los abogados y personal jurídico, ellos lo revisarán.Alana asintió y cuando ella cerró la puerta, se dejó caer en la silla, para volver a ver la palabra traducida en una hoja de papel.Mirando la pantalla, lo siguiente serían las acciones del club. Y una lista que poco iba a desaparecer.Literalmente era un peso
INOCENTE.Alana estaba un poco escéptica, además de ansiosa por saber a dónde iría. Pero cuando el auto se salió un poco de la ciudad, y se detuvo en un edificio viejo y se giró hacia Ángelo con los ojos muy abiertos.—¿Qué es este lugar?Él no respondió, les dio unas instrucciones a sus hombres y le dijo a Alana que lo siguiera. De hecho, tuvieron que subir algunas escaleras, hasta que llegaron al cuarto piso, Y Ángelo abrió una puerta de salida de emergencia.El aire golpeó el rostro de Alana, y notó como el sol estaba comenzando a ocultarse. Estaban en una azotea llena de plantas, mientras el aire hacía danzar sus cabellos.Entonces ella se detuvo cuando Ángelo se recostó a la baranda de metal.—Este es el edificio, de donde no debimos salir cuando llegamos a Los Ángeles.Alana pasó un trago y lo miró.—¿Vivías aquí?Ángelo asintió con una sonrisa.—Así es… —Alana se giró alrededor observando con detalle, mientras Ángelo no quitaba los ojos de ella.—Tiene una buena vista —Y Ángelo
ACCIDENTEAlana tembló mientras las lágrimas cayeron de forma rápida por sus mejillas.Estaba lloviendo a cántaros y su ropa estaba empapada y pegada a su cuerpo cuando se bajó del auto y vio a la persona que había atropellado, tirada en el piso.Ella sacó su teléfono con urgencia, y se arrodilló para tomarle el pulso al hombre, mientras un sollozo escapó de su boca. La sangre se veía esparcida en el suelo, y él no se movía, y por más de que estaba tratando de retener su agonía, estaba desesperada.El tono del móvil repicando se escuchó en sus oídos, y su mano titiló mientras su boca no dejaba de moverse.—Por favor, por favor, contesta… —¿Alana?—¡Papá…! —ella soltó su primer gemido—. ¡Papá, necesito tu ayuda… he atropellado a un hombre…! Y creo… creo que él está muerto.Hubo un silencio muy largo. Alana sollozó mirando hacia todas partes, pero la calle estaba totalmente desierta.Un escenario realmente casi diseñado.—¡Por Dios santo, Alana! ¿Dónde estás? —Oliver preguntó con la vo
¿ESTÁS LOCA?Dos semanas después, Alana estaba sentada en un auto, con los ojos en blanco, preguntándose cuál sería su destino. Ella simplemente apretó una hoja de papel que decía que estaba libre, y que el juez había cerrado su caso por inconsistencias, mientras el auto se dirigía a la casa de su padre.La habían liberado de su condena, pero en su conciencia sabía que había matado a un hombre.Eso, sumado a todo este tiempo aislada de su familia, y totalmente de su alma.Ella tenía una lista larga en su cabeza, durante todo este tiempo, ese hombre misterioso le había dado instrucciones específicas y suficientes para seguir al pie de la letra, y ahora que estaba fuera de esa prisión, sabía que cualquier cosa, era mejor que estar detrás de las rejas.Sobre todo, porque, no la criaron para ser fuerte, era un montón de partículas hechas mierd@ y llenas de mucho miedo.El chofer manejó en silencio hasta la mansión de su padre, al que no había podido ver en dos largas semanas después del a
EL GRAN DÍAÁngelo Denaro volvió a ver las cámaras y hundió el botón para hundir el botón de pausar.Acercó el Zoom de la cámara y la vio.Estaba más incómodo de lo que pensaba. Lo último que recordaba de Alana, era una niña de apenas doce años. La niña consentida de la familia Duncan y realmente el motivo por el que Eliana Duncan se quedó más tiempo con su marido, tratando de aparentar un matrimonio fallido. Sin embargo, ahora ella era completamente una mujer, y aunque nunca pensó admitirlo, sí, era mucho más bella que Isabella.Él apretó la mandíbula y luego volvió a presionar el botón para verla salir de la cárcel y cuando la subieron a uno de sus autos. Se recostó en la silla e hizo un triángulo con sus manos, para fruncir su ceño. Encima de su mesa, estaba la invitación de boda que uno de sus hombres le había traído, y era realmente una burla para la prensa que una de las hijas del prestigioso Oliver Duncan, estuviera anunciando su matrimonio a solo cinco días, sin el nombre de
EL CAOSEl anuncio de Ángelo dejó a todos los presentes en la catedral atónitos. Alana sintió como si el mundo se detuviera en ese instante, y al mirar a su alrededor, solo vio el rostro sorprendido y confundido de los invitados.Ya sabía que sus firmas darían como resultado este matrimonio, pero solo hasta ahora se enteraba de que ya estaba casada. Entonces, ¿para qué esto?Su corazón latía con fuerza, y su mente luchaba por comprender lo que estaba sucediendo. Y en el momento en que su mirada se fue a su padre, su preocupación aumento, porque el rostro de su padre estaba completamente pálido, y sus ojos mostraban una mezcla de ira y confusión.«¿Lo conocía?»—Sí, es cierto que Alana y yo ya estamos casados. Pero no se preocupen, esta boda no ha sido en vano. Hoy estamos aquí para celebrar nuestra unión en este lugar sagrado —el hombre alto, que se movía galante como dando un espectáculo y condenadamente hermoso, se giró hacia la cruz colgada e hizo otra cruz en su rostro con sus ded