NO NECESITAS DECIRLO.Alana pensó que el trayecto los llevaría a la mansión de Ángelo, pero el auto giró en dirección contraria, alejándose de la ruta familiar. Había sido demasiado estúpida en darle este aviso, pero creía que ya no había más que decir entre ellos, y no era tonta. Miró a Ángelo de reojo, pero él permanecía en silencio, con una mirada penetrante mientras respondía a su teléfono.No sabía con quién hablaba, pero como siempre, daba instrucciones y órdenes.El coche se detuvo frente a un hotel lujoso después de unos minutos, y Alana parpadeó pasando un trago sin decir una sola palabra. La tensión entre ellos era palpable, cargada de un deseo avasallador que los envolvía, y más cuando Ángelo se bajó y tomó su mano.Era como si le pasara sus descargas y esa electricidad pasara por toda ella, jodiéndola y metiéndola más en este lío. Caminó con Ángelo dentro del edificio. El silencio entre ellos estaba cargado de algo más que simple expectativa; era una mezcla de deseo y ten
CADENAS…La habitación estaba envuelta en silencio, solo interrumpido por la respiración entrecortada de Alana. Su cuerpo aún temblaba bajo el peso de lo que acababa de suceder, y sus ojos estaban puestos, en el rostro de Ángelo, cerca del suyo, pegado a su frente, mientras aún y cuando todo había acabado, solo la miraba a los ojos, mostrando una mezcla de deseo y posesión.Su respiración era pesada, podía incluso sentir sus gotas caer sobre su cuerpo, y ese desliz de piel, que se friccionaba con ella. No había palabras entre ellos, solo de sus respiraciones entrecortadas y la mirada penetrante de Ángelo como si estuviera pensando en muchas cosas mientras la miraba.De forma lenta, apoyándose en sus brazos, él salió de ella, mientras Alana se arrimó un poco consternada, y estaba a punto de tomar las sábanas para cubrirse, cuando sintió la humedad en sus piernas, y la prueba en la pelvis de Ángelo, el testimonio visible de lo irreversible.No pudo evitar sentirse avergonzada, su boca s
ENEMIGOS.Al día siguiente, Alana se despertó completamente desorientada, y se sentó en la cama de golpe para saber que estaba sola. Se quedó parpadeando rápido para mirar a su alrededor y luego vio una nota, con una rosa encima de la mesa.“Il mio amore, debí irme, hay reuniones importantes que me esperan y eres una dormilona. Un chofer te espera abajo para llevarte a la oficina, tu ropa nueva estará en la habitación cuando despiertes. Un beso delicioso… A.D.”Alana dejó la nota y se giró en dirección a un sillón al fondo, donde si, como lo había dicho Ángelo, estaba su ropa nueva para ir a la oficina, pero en vez de levantarse, volvió su cabeza a la almohada mientras miró el techo.—¿Qué has hecho, Alana? —sintió todo el peso de la noche anterior.Incluso agradeció por este espacio sola, porque necesitaba tiempo para recuperar el control sobre sus pensamientos y emociones.***Ángelo se sentó en silla y comenzó a teclear en su computadora, y luego su asistente principal, Diana, entr
TU ME AYUDARÁS.Alana se masajeó la sien cuando se recostó en el asiento, al ver su primera acción. En una semana o más, estaría despojando a su familia de su primera propiedad.La mansión Duncan.Cerró los ojos y soltó el aire para negar. De alguna forma se le nublaban los ojos, porque forma ella había tenido su niñez allí, su vida. Abriendo los ojos se puso de pie y se cruzó de brazos para ver la ciudad.Aún se sentía lastimada en su cuerpo, y las imágenes de lo que había vivido anoche, solo pasaban como rayos por su mente, creando una electricidad en su cuerpo abismal.Escuchaba la respiración de Ángelo, su respiración, como se unieron, las cosas que le dijo y se agarró el cabello, un poco desesperada.No sabía cómo procesar lo que había sucedido entre ellos, ni lo que vendría después, y mirando su reloj, decidió que esto era todo por hoy. Tomó su bolso y se despidió de Lisa.Bajó por el ascensor y tecleó a su conductor que ahora siempre podía contactar por un mensaje.“Cinco minut
ALGO ESTÁ CAMBIANDO. Alana estaba en un estado de conmoción. Las palabras de Isabella retumbaban en su mente y algo no paraba de reproducirse en su cerebro.“Te está usando para vengarse de mí”Ella intentó pasar un trago, le dolía la garganta y se apresuró a limpiar sus mejillas, ante el vacío que sentía en su pecho, pero antes de que pudiera darse cuenta de alguna otra cosa, ella escuchó cómo la puerta del café se estrelló abriéndose y el hombre de seguridad que siempre la seguía la miró de forma agitada.—Señora Denaro… No debió haberse alejado de nosotros. El señor viene en camino…Alana parpadeó rápido y se levantó, mientras el hombre parecía apresurado a sacarla de aquel café, para llevarla rumbo a la salida.Y no caminaron mucho, cuando el hombre intentó sujetarla por el brazo para guiarla, Ángelo apareció, y de un empujón, apartó al hombre de seguridad, casi lanzándolo hacia un lado mientras su mandíbula estaba apretada, y sus ojos destellaban de rabia. Entonces Alana se pe
SIEMPRE LO SERÁ…El desayuno estaba más silencioso de lo habitual. Ivy miraba a Ángelo con los ojos achicados, mientras él comía con más energía de costumbre. —Debes entenderla.Ángelo levantó la vista lentamente, mientras sus ojos oscuros e impenetrables se posaron en Ivy, como si evaluara lo que estaba por decir.—Ella ha pasado por mucho. A veces es difícil procesar todo… —continuó Ivy, en un intento de excusar la confusión evidente en Alana—. Además, es evidente que no sabe a quién tiene por familia.Ángelo la miró con una mezcla de incomodidad y un leve toque de impaciencia, pero no dijo nada. En cambio, su mirada se desvió hacia Alana, que estaba apenas entrando al comedor principal.Ella llevaba un vestido color crema, que se ceñía a su figura, pero a diferencia de otros días, Ángelo no la detalló, sino que siguió comiendo.—Buenos días…—Buenos días, Alana —Ivy fue quien contestó—. Te ve ves muy bonita hoy.Alana pasó un trago sentándose y mirando a Ángelo, mientras Ivy desde
¿QUIÉN ES?Alana estaba nerviosa, tamborileando los dedos sobre la mesa mientras revisaba los documentos que sellarían el traspaso de la propiedad de su padre a los Denaro. Una propiedad que costaba millones, y sobre todo, que había conocido desde su existencia.Un nudo en su estómago no la dejaba concentrarse por completo. Sabía que este paso era inevitable, pero la culpa la ahogaba. Sentía que, de alguna manera, estaba traicionando su propio legado.En un momento Lisa entró para traerle unos documentos, y tomando la aspiración correspondiente se levantó para darle una carpeta.—Este trabajo está terminado —Lisa tomó la carpeta asintiendo y luego dijo:—La llevaré al piso de los abogados y personal jurídico, ellos lo revisarán.Alana asintió y cuando ella cerró la puerta, se dejó caer en la silla, para volver a ver la palabra traducida en una hoja de papel.Mirando la pantalla, lo siguiente serían las acciones del club. Y una lista que poco iba a desaparecer.Literalmente era un peso
INOCENTE.Alana estaba un poco escéptica, además de ansiosa por saber a dónde iría. Pero cuando el auto se salió un poco de la ciudad, y se detuvo en un edificio viejo y se giró hacia Ángelo con los ojos muy abiertos.—¿Qué es este lugar?Él no respondió, les dio unas instrucciones a sus hombres y le dijo a Alana que lo siguiera. De hecho, tuvieron que subir algunas escaleras, hasta que llegaron al cuarto piso, Y Ángelo abrió una puerta de salida de emergencia.El aire golpeó el rostro de Alana, y notó como el sol estaba comenzando a ocultarse. Estaban en una azotea llena de plantas, mientras el aire hacía danzar sus cabellos.Entonces ella se detuvo cuando Ángelo se recostó a la baranda de metal.—Este es el edificio, de donde no debimos salir cuando llegamos a Los Ángeles.Alana pasó un trago y lo miró.—¿Vivías aquí?Ángelo asintió con una sonrisa.—Así es… —Alana se giró alrededor observando con detalle, mientras Ángelo no quitaba los ojos de ella.—Tiene una buena vista —Y Ángelo