Ya han pasado varios días desde que Alejandro había acordado reunirse con todos sus amigos de nuevo, querían celebrar algo de lo que Elisa no estaba enterada, pero de igual forma iría, ya que no tiene otra cosa que hacer en sus tiempos libres. Allí se encontraban de nuevo aquellos hombres que la hacían sentir perturbada, pero realmente no tenía tantos amigos como para perder la oportunidad de hacer más al principio la conversación fluía con tranquilidad, todos hablaban de cosas triviales, de pronto Richard comenzó a hablar de tecnología, Elisa no se fiaba de sus conocimientos en el tema así que se quedó callada. —¿Ira usted a la fiesta de los Armstrong? —preguntaba Uriel, el poeta. —Verá yo creo que es mi obligación. —¿Por qué lo dice de esa forma? — Creó que no me he presentado formalmente, yo soy Elisa Armstrong, así que debo estar presente en mi propia fiesta. —decía Elisa con una sonrisa formal ¡Ah!, no lo sabía, espero me disculpe, yo soy Uriel Collins, es un placer conocerl
—No sé por qué no puedo ser feliz, ayúdame, Estela, tú eres muy feliz.—Es viernes, deberías salir, no estar hablando conmigo sobre lo miserable de la vida, además la felicidad es algo distinto para cada persona, ¿qué crees que necesitas para ser feliz?—No estoy segura, en realidad necesito ser feliz primero para saber que necesito—Lucy, te complicas demasiado, pero si pudieras tener algo como acciones o personas, para tener felicidad ¿qué sería?Lucy no pudo responder a esa pregunta, pero pensó en sensaciones que quisiera sentir, como la calidez de un abrazó y la calma y la tranquilidad del silencio.Lunes por la mañana, Lucy va tarde camino al trabajo, quiere ver a su mejor amiga Estela. En la entrada se encuentra con un hombre muy atractivo, se quedó atónita un rato y no paro de sonreír y agradecer haberse levantado tarde. Se alejo de su mi mirada, entro al edificio y no dejó de pensar en mil formas de acercase a él si volvía a verlo, solo pensó en ello ignorando por completo a s
Al día siguiente, Lucy despertó en casa de Ryan, estaba en ropa interior, así que asumió haber dormido con Ryan el día anterior, mientras Lucy se hacía ideas de cómo lidiar en el trabajo con esto, Ryan apareció. —¿Cómo te gusta el café? —decía con tranquilidad. —americano, oye Ryan, no recuerdo lo que paso anoche, pero espero que no afecte en nuestro trabajo…—Ryan la interrumpió entre risas. —No paso nada entre nosotros, bueno en realidad, me vomitaste encima, también te vomitaste, así que comenzaste a quitarte la ropa y yo la puse en la lavadora—todo esto mientras Lucy se ponía extremadamente roja—no te preocupes ya está seca, levántate y desayunemos. Ryan se fue y Lucy fue a ponerse su ropa, algo decepcionada por lo que paso y lo que no; Lucy siguió su fin de semana con normalidad, en otras palabras, aburrida. El lunes en un receso de Lucy pudo ver a Liam, en una de las mesas del comedor, tenía días sin verlo, se quedó observándolo un momento. —oye, cierra la boca se te está sa
Lucy iba camino a espiar un poco a Liam, cuando Ryan apareció. —Lucy, ¿a dónde vas tan feliz? —Voy a la cafetería por un café. —Genial, yo voy hacia allá. —decía felizmente. Ambos fueron a pesar de que Lucy no quería tener a Ryan cerca. —Dime Lucy, ¿a qué vienes tanto a la cafetería? —Ah, yo—haciendo un silencio mientras ve a Liam en la lejanía—las galletas de miel, sabes no las conocí hasta que vi a otros comiéndolas, pensé que eran de dieta, pero son buenas. —Pues no son mis favoritas, pero no asumas que la comida de dieta sabe mal, te lo dice un experto. —A que te refieres—decía Lucy mostrando algo de interés, ya que sabía muy poco de Ryan. —Verás tengo 2 años de ir al gimnasio regularmente, además suelo comer alimentos adecuados para mis metas, no soy un experto, pero muchas comidas de ese tipo son de mi agrado. —¡Oh!, eres muy perseverante, yo nunca he podido ir al gimnasio por tanto tiempo —Quizá nunca tuviste verdadera razón que te impulsará a seguir—decía Ryan mient
Lucy durmió mal por no dejar de pensar en lo que sucedió ayer, pero ahora debe enfocarse en el trabajo y los problemas presentes. —¡Oye, Lucy no olvides lo de esta noche! —No te preocupes no lo olvide Ryan—decía calmada, pero realmente lo olvido. Mandaron a llamar a Lucy, algo un poco extraño para ella ya que no tenia problemas en su trabajo, siguió las ordenes de quien la busco, hasta llegar a la oficina de Elisa. —Disculpa por traerte de esa forma, no esta bien visto que los jefes se lleven tan bien con sus empleados. —Me alivia mucho que no me llames por algún problema conmigo y mi desempeño. —Tu desempeño es terrible, pero no tienes tanto tiempo en atención al cliente, de todas formas, somos una empresa de diseño, no me interesan esas cosas y creo que a los de más alto rango tampoco. —Jaja, eso es ofensivo sabes, pero también pienso lo mismo. —¡ah! No me di cuenta, no me guardes rencor no soy buena hablando. —No importa, dime que sucede. —Nada, termine mi trabajo tempran
Lucy ya no se acercó en lo que quedaba del día, pensaba en cómo fue una tonta, que cada cosa que vio de Liam era una mentira, de todas formas, él era un mujeriego pensó antes de irse a casa a perderse en sus propios pensamientos. La noche fue fría, «Liam y Elisa fornicando, mientras Lucy observaba afuera esperando palabras que arreglaran la confusión», al menos eso soñó Lucy toda la noche, no paro de despertar desesperada, sudando y sin encontrar comodidad en ninguna posición en su cama, estaba molesta y triste, confusa. A la mañana siguiente. Lucy volvía al trabajo cansada y de mal humor, no hablo con nadie, solo veía al frente del computador intentando no pensar en nada. Mientras tanto Liam estaba de muy buen humor, ya que ayer hablo con su mejor amiga sobre como acercarse a esta chica que despertó su interés y que intentaba tomar en serio; no paraba de pensar en como hablar con ella y como acercarse. (Aunque hablando en serio, Elisa no es tan buena dando consejos amorosos) Lia
Al día siguiente el padre de Liam lo detuvo para hablar con él acerca de la reunión del día anterior. —Escúchame, entre poco voy a retirarme y quiero que seas quien dirija la empresa, Elisa es un gran empleado, pero no quiero que la hija de Warren este a cargo de la empresa por la que tanto trabaje. —Deberías hacerlo, sabes que no me interesa, solo estoy aquí porque no me dejas alternativa y pronto me iré. —No seas idiota, ¿qué harás con tu vida si no trabajas aquí? —Eso no te incumbe, ya déjame en paz, tengo trabajo. Liam se alejo de su padre, se dirigía a la azotea, cuando una voz femenina lo detuvo. —Oye, Liam—Se acerco a él sin mencionar más y lo abrazo—Tranquilo, yo estaré a cargo y te dejare libre. Liam se sentía aliviado y un poco culpable. —No tienes que hacer eso Elisa. —Sabes que me encanta esta compañía y tú la odias, será lo mejor para ambos. Ambos se apartaron. —¿Mejor cuéntame cómo vas con tu novia? —¿Por qué hablas de eso ahora? —Es tu lugar feliz, ahora es
En el trabajo Liam se encontraba confundido por las palabras de Lucy, no quería trabajar y pensaba seriamente en irse por ese día, para dejar de sentirse incomodo por la situación, ni siquiera quiso acercarse a contarle a Elisa. Mientras tanto Lucy llego al trabajo muy molesta por lo que paso ayer, está muy desconcentrada como para darse cuenta de que estuvo a punto de destruir un documento importante.—¡Oye!, pero ¿qué haces? Ese es el informe semanal. —decía Dayana mientras le quitaba el papel de la mano a Lucy.—disculpa no me di cuenta.—Sabes que puedes confiar en mí, dime, ¿qué te pasa?—La verdad, es que ayer salí con alguien, pensé que él me declararía su amor, pero al parecer no, solo quería salir conmigo, él tiene reputación de ser un mujeriego, comienzo a pensar que solo me ve como una de esas chicas con las que ha estado antes.—¿alguna vez te ha pedido o insinuado que duermas con él?—La verdad no.—No te ha insistido en que duerman juntos quizá no te ve igual que a las