—Oye Jane ¿seguiremos viéndonos en la universidad?—Claro que sí, eres mi mejor amigo siempre nos veremos, además nuestros padres también son buenos amigos.Bernard estaba muy feliz porque amaba mucho a su amiga, aunque pensaba más en que un día su amada Jane dejara de ser su amiga y se convirtiera en su pareja.Unos meses después…Bernard casi no había visto a Jane, la noto distante cuando su familia visito su casa y en la Universidad a penas lo había saludado, su único consuelo era que se había vuelto más cercano a uno de sus compañeros de piso.—¿Iras a la biblioteca después de clases?—No puedo, he estado saliendo con una chica y hoy iremos a comer.—Bueno diviértete.—Claro—decía sonriente Warren.Bernard no podía dejar de pensar en Jane, tenía casi dos meses de no verla, tampoco había respondido el último correo que le envío, ya no podía concentrarse, olvidó que Warren mencionó que saldría con su novia, así que luego de intentar estudiar en la biblioteca fue a buscarlo a su habi
Lucy estaba ansiosa, pensaba que de alguna forma Liam la odiaba, que posiblemente se sintió forzado por lo que ella le dijo, también se sentía mal porque una emergencia hizo que Liam se marchara, no sabia nada de lo que pasaba. El día pasaba, Lucy no tuvo el valor de contactar a Liam, así que espero al día siguiente, aunque seguía muy ansiosa intento seguir el consejo de su amiga y relajarse y hacer el trabajo que le correspondía, cuando le llego un memorándum un poco extraño, la llamaba a la azotea. Lucy subió, al entrar la puerta se cerró sola.—Lucy, ¿quieres ser mi novia? —decía Liam sonriente mientras aparecía por detrás.—Sí dijo Lucy—muy entusiasmada.Liam abrazo a Lucy.—No sé nada sobre el amor, pero me gustaría amarte con todo mi corazón.Lucy se ruborizo al instante—Yo también, no quiero que te vayas nunca.Estuvieron así por un rato, hasta que Lucy recordó que transpira y como adolescente asustada se apartó de él.—Liam, ¿cuál fue la emergencia por la que te fuiste?—Mi p
Bernard para sí mismo:—Mi vida es horrible, no importa el cariño que le haya tomado a mi esposa, paso mis días odiando esta vida, al menos espero que mi hijo quiera seguir con el negocio que tengo con Warren…Bernard no dejaba de pensar en su vida hasta que apareció Warren.—¿Oye, estas bien?—Claro, ¿por qué? ¿ha pasado algo?—No, solo has estado en la azotea durante una hora, no fumas así que pensé que pasaba algo.—Este edificio no es tan grande, es el único lugar solo en la empresa.—Vamos, ya pronto será mas grande, nos va muy bien—Warren estaba sonriendo mientras miraba al vacío—quería contarte que voy a casarme con Jane.—Felicidades—decía con una sonrisa incomoda.—Gracias, quiero que seas mi padrino… sé que me tarde mucho, pero quería que mi empresa creciera más para casarme.—Entiendo, si seré tu padrino, pero ya debo volver al trabajo—decía mientras se iba.Bernard se sintió muy triste, estaba en su lugar seguro, calmando su dolor y viene su supuesto mejor amigo a arruinar
Lucy trato de no alterarse frente a Liam, no quería perderlo, pero estaba comenzando a desesperarse pensando en todas las cosas que no sabía de Liam, quería gritarle y decirle que no se acercara mas a esa mujer si alguna vez se enamoró de ella.Al día siguiente Lucy llego muy cansada a su trabajo, tuvo pesadillas sobre la idea de que la amiga de infancia de Liam haya tenido algo romántico con él. Mientras Lucy estaba ida en sus ideas, llego Elisa.—Hola, tengo mucho tiempo de no verte, así que vine a visitarte aquí.—Hola El... —decía hasta que se dio cuenta de que Elisa era la amiga de la infancia de la que hablo ayer Liam—espera Elisa, ¿eres amiga de Liam?—Claro lo conozco desde que éramos niños.Lucy se quedó callada un momento, pensando en que los vio en una habitación juntos, pero ya había descartado eso.—¿A qué viene eso? ¿dijo algo de mí?—No, no es eso, solo tenía dudas.—Ah, pues hace tiempo te hable de ello, que ese es el amigo con el que piensan que duermo, pero es obvio
Ya han pasado varios días desde que Alejandro había acordado reunirse con todos sus amigos de nuevo, querían celebrar algo de lo que Elisa no estaba enterada, pero de igual forma iría, ya que no tiene otra cosa que hacer en sus tiempos libres. Allí se encontraban de nuevo aquellos hombres que la hacían sentir perturbada, pero realmente no tenía tantos amigos como para perder la oportunidad de hacer más al principio la conversación fluía con tranquilidad, todos hablaban de cosas triviales, de pronto Richard comenzó a hablar de tecnología, Elisa no se fiaba de sus conocimientos en el tema así que se quedó callada. —¿Ira usted a la fiesta de los Armstrong? —preguntaba Uriel, el poeta. —Verá yo creo que es mi obligación. —¿Por qué lo dice de esa forma? — Creó que no me he presentado formalmente, yo soy Elisa Armstrong, así que debo estar presente en mi propia fiesta. —decía Elisa con una sonrisa formal ¡Ah!, no lo sabía, espero me disculpe, yo soy Uriel Collins, es un placer conocerl
—No sé por qué no puedo ser feliz, ayúdame, Estela, tú eres muy feliz.—Es viernes, deberías salir, no estar hablando conmigo sobre lo miserable de la vida, además la felicidad es algo distinto para cada persona, ¿qué crees que necesitas para ser feliz?—No estoy segura, en realidad necesito ser feliz primero para saber que necesito—Lucy, te complicas demasiado, pero si pudieras tener algo como acciones o personas, para tener felicidad ¿qué sería?Lucy no pudo responder a esa pregunta, pero pensó en sensaciones que quisiera sentir, como la calidez de un abrazó y la calma y la tranquilidad del silencio.Lunes por la mañana, Lucy va tarde camino al trabajo, quiere ver a su mejor amiga Estela. En la entrada se encuentra con un hombre muy atractivo, se quedó atónita un rato y no paro de sonreír y agradecer haberse levantado tarde. Se alejo de su mi mirada, entro al edificio y no dejó de pensar en mil formas de acercase a él si volvía a verlo, solo pensó en ello ignorando por completo a s
Al día siguiente, Lucy despertó en casa de Ryan, estaba en ropa interior, así que asumió haber dormido con Ryan el día anterior, mientras Lucy se hacía ideas de cómo lidiar en el trabajo con esto, Ryan apareció. —¿Cómo te gusta el café? —decía con tranquilidad. —americano, oye Ryan, no recuerdo lo que paso anoche, pero espero que no afecte en nuestro trabajo…—Ryan la interrumpió entre risas. —No paso nada entre nosotros, bueno en realidad, me vomitaste encima, también te vomitaste, así que comenzaste a quitarte la ropa y yo la puse en la lavadora—todo esto mientras Lucy se ponía extremadamente roja—no te preocupes ya está seca, levántate y desayunemos. Ryan se fue y Lucy fue a ponerse su ropa, algo decepcionada por lo que paso y lo que no; Lucy siguió su fin de semana con normalidad, en otras palabras, aburrida. El lunes en un receso de Lucy pudo ver a Liam, en una de las mesas del comedor, tenía días sin verlo, se quedó observándolo un momento. —oye, cierra la boca se te está sa
Lucy iba camino a espiar un poco a Liam, cuando Ryan apareció. —Lucy, ¿a dónde vas tan feliz? —Voy a la cafetería por un café. —Genial, yo voy hacia allá. —decía felizmente. Ambos fueron a pesar de que Lucy no quería tener a Ryan cerca. —Dime Lucy, ¿a qué vienes tanto a la cafetería? —Ah, yo—haciendo un silencio mientras ve a Liam en la lejanía—las galletas de miel, sabes no las conocí hasta que vi a otros comiéndolas, pensé que eran de dieta, pero son buenas. —Pues no son mis favoritas, pero no asumas que la comida de dieta sabe mal, te lo dice un experto. —A que te refieres—decía Lucy mostrando algo de interés, ya que sabía muy poco de Ryan. —Verás tengo 2 años de ir al gimnasio regularmente, además suelo comer alimentos adecuados para mis metas, no soy un experto, pero muchas comidas de ese tipo son de mi agrado. —¡Oh!, eres muy perseverante, yo nunca he podido ir al gimnasio por tanto tiempo —Quizá nunca tuviste verdadera razón que te impulsará a seguir—decía Ryan mient