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Capítulo 3: Amistad complicada

Lucy iba camino a espiar un poco a Liam, cuando Ryan apareció.

—Lucy, ¿a dónde vas tan feliz?

—Voy a la cafetería por un café.

—Genial, yo voy hacia allá. —decía felizmente.

Ambos fueron a pesar de que Lucy no quería tener a Ryan cerca.

—Dime Lucy, ¿a qué vienes tanto a la cafetería?

—Ah, yo—haciendo un silencio mientras ve a Liam en la lejanía—las galletas de miel, sabes no las conocí hasta que vi a otros comiéndolas, pensé que eran de dieta, pero son buenas.

—Pues no son mis favoritas, pero no asumas que la comida de dieta sabe mal, te lo dice un experto.

—A que te refieres—decía Lucy mostrando algo de interés, ya que sabía muy poco de Ryan.

—Verás tengo 2 años de ir al gimnasio regularmente, además suelo comer alimentos adecuados para mis metas, no soy un experto, pero muchas comidas de ese tipo son de mi agrado.

—¡Oh!, eres muy perseverante, yo nunca he podido ir al gimnasio por tanto tiempo

—Quizá nunca tuviste verdadera razón que te impulsará a seguir—decía Ryan mientras un suave rostro venía a su mente.

—¿Y cuál era tu meta?

—No es algo de lo que quiera hablar, pero ya que tenemos algo de confianza así que te diré, la verdad es que al terminar una relación me sentía muy decepcionado y triste, luego un amigo me invito a ir y desde entonces no deje de ir, mi meta fue dejar de sentir ese vacío y concentrarme en mí.

—No tenía ni idea lo siento.

—Eso paso hace años, la verdad me siento feliz de que eso haya pasado, ahora soy un mejor hombre.

—Bueno, me alegro mucho por ti, gracias por tener la confianza de contarme algo como eso.

Se acabo el tiempo de receso y ambos debían volver al trabajo, así que lo hicieron, Lucy pensaba que no sentía la suficiente confianza que Ryan le tenía, cuando se desocupo y tuvo un rato libre buscaba un lugar donde reflexionar.

—Oye Dayana, ¿sabes de algún lugar solitario?

—Claro, ve a la azotea, nunca hay nadie ahí, ni siquiera los fumadores van a esa área.

—Gracias

Lucy fue rápidamente a la azotea, se sentó un rato, había una hermosa vista, así que no entendía porque nadie iba a esa zona, ya que era un lugar muy agradable, mientras disfrutaba de la vista y el viento un golpe en la puerta la asusto mucho, Liam entro de repente a la azotea, a la que se supone que nadie iba.

—Hola jefe, no sabía que alguien vendría a este lugar…— decía Lucy un poco nerviosa, cuando noto que Liam estaba sollozando, así que se quedó callada.

—No importa, no es un lugar privado, puedes quedarte. —decía sin alzar la mirada.

—Es una linda vista ¿verdad?

—Eso creo—decía seriamente.

Elisa entra a entregar un documento

Una chica, muy atractiva, de cabello castaño claro, delgada, pero con proporciones delicadas, pequeña, pero bonita, tez blanca y fina, entró tranquilamente a los cubículos donde estaban Lucy, Ryan y sus demás amigos.

—Buen día, vengo a entregarles un memorándum, pensaba leérselos, pero tengo algo que hacer, así que me retiro, pasen lindo día. —decía tranquilamente antes de irse.

—¿Quién es ella? —pregunto Lucy curiosamente.

—Ella es la gerente, es la jefa de Liam, además de ser considerada la chica más atractiva de este departamento—decía Dayana desinteresadamente.

Lucy por alguna razón hasta ese día no se había dado cuenta de esa chica, pero es muy bella, así que al saber que ella supervisa a Liam sentía la necesidad de conocerla más. Así que hoy Lucy intento buscarla en la cafetería, pero no la encontró, después de ir a los lugares concurridos se cansó y vio a Ryan, así que sin más opciones decidió preguntarle.

—Oye, disculpa, sabes ¿dónde está Elisa?

—Ella normalmente está en su oficina, no come en la cafetería, pero ¿Por qué la buscas?

—Solo es una duda sobre el memorándum, nos vemos luego—decía Lucy sin dudar, pero ni siquiera leyó el papel.

Ella no conocía donde estaba su oficina, así que pregunto un poco más, hasta que por fin encontró el lugar correcto, entro sin dudar, pero sin pensar en nada.

—¿Necesitas algo importante? Justo ahora me disponía a almorzar—decía Elisa con voz molesta.

—Yo, no realmente.

—Bueno, puedes irte.

Lucy estaba por salir, pero antes pensó en que debía seguir con la idea que tenía en mente.

—¿Le gustaría comer en la cafetería mañana?

—¡Eh! No sé quién crees que eres o que tratas de hacer, pero no me interesa, así que retírate.

Fue un fallo rotundo, pero Lucy no se dio por vencida, así que al siguiente día se acercó de nuevo a su oficina, como el día anterior pasar por la secretaria era fácil, pero hoy sí tenía un plan, porque investigo lo que los otros sabían acerca de Elisa, cuando ella la vio entrar se veía muy disgustada, así que Lucy intento hacer su jugada rápidamente.

—Hola, buen día, sé que no he sido cortes, ni agradable, me disculpo por ello, le traje esto. —decía Lucy alegremente mientras le entregaba una carta.

Apreciada señorita Elisa, entiendo que le agrada mucho la cortesía y la limpieza, así que decidí decir directamente mis intenciones, me parece una mujer impresionante y me gustaría poder interactuar más con usted, sin ningún interés de por medio, únicamente una amistad. Por cierto, no conozco su apellido, por eso use su nombre al inicio, espero pueda disculparme.

La oficina se quedó en silencio un momento.

—Sabes, debería despedir a la chica de afuera, le pago por varias cosas y una de ellas es no dejar pasar a personas molestas e inoportunas.

—Por favor no haga eso…

—A pesar de eso, respecto a tu carta aceptare, pero tengo mi propia comida, solo pediré unas galletas y una bebida

—Me parece perfecto, muchas gracias.

Lucy se fue a seguir con su rutina diaria, mientras Elisa continuaba con su trabajo.

El tiempo paso rápido, así que al ser la hora del almuerzo Lucy se apresuró para comprar comida y obtener un lugar cómodo para comer, luego apareció Elisa con un pequeño contenedor para comida.

—Dame un momento, quiero un jugo. —decía Elisa mientras se levantaba e iba a obtener uno.

Lucy observaba cada movimiento de Elisa y recordaba muchos comentarios negativos de las demás chicas como: ella se cree mucho, es muy molesta, simplemente es una zorra; será que esta mujer es como me lo dijeron. En eso Elisa regresa.

—¿Qué me ves? —decía seriamente, con voz grave.

—Ah, disculpa, veía que bebida comprabas.

—Eso es raro, deberías evitar decir esas cosas creo. —decía tranquilamente.

—No quería sonar rara, disculpa. —Lucy estaba un poco apenada y olvido como seguir la conversación.

—Pero bueno, dijiste que quieres ser mi amiga, ¿eso que significa?

—Bueno, tengo pocos amigos y me pareces agradable.

—Mmm—Elisa pensaba que Lucy no la conocía para nada, pero no era la primera vez que le decían algo similar—está bien.

 —¿cómo estas hoy?

—Aburrida, mira tengo una foto de mi gato, tiene 6 meses, lo adopte de la calle…

Lucy entendió que Elisa simplemente no sabía cómo relacionarse con amigas, ya que nunca dijo algo que normalmente dice una amiga a otra, además olvido devolverle la pregunta de cómo estas.

—Ya veo, ¿Por qué almuerzas sola?

—Creo que ya lo sabes, pensé querías ser mi amiga no obtener más información para inventar chismes, debo irme—Elisa un poco aburrida se levantó con lo que quedaba de su comida y se fue.

Paso tan rápido para Lucy que no reacciono, empezó a pensar en porque invito a esa mujer extraña en primer lugar. El día siguió normal, de repente Lucy ve a Liam y a Elisa juntos en el pasillo riendo tranquilamente, ella estaba casi segura era la primera vez que veía a Liam sonreír genuinamente, sintió una sensación diferente, como aquella vez que supo de quien era la chica.

—Lucy ¿Por qué estás viendo la puerta? Tienes un rato haciendo eso.

—Dayana, perdón, estaba distraída.

—Solo estás celosa.

—No puede ser, no siento nada por ese hombre, a penas lo conozco, espera de donde salió eso.

—Estás viendo la puerta donde esta Liam y su jefa, quizá no estás celosa, de cualquier manera, ten cuidado, Ana si está obsesionada con él, no cometas sus errores, ni te metas en su camino.

—Esta bien, por cierto ¿dónde está Ana?

—La despidieron, ya la habían cambiado de área una vez por mal comportamiento, era su última oportunidad.

Lucy se quedó callada y entendió que ella también fue advertida, no fue fácil encontrar un empleo para ella así que debe calmarse, siguió trabajando, al día siguiente no sabía que hacer en su tiempo libre, así que solo camino por los pasillos de la oficina.

—Hola, ¿qué haces aquí? —pregunto curiosa Elisa, quien vio como Lucy caminaba con mirada perdida.

—No sé qué hacer, estoy confundida, así que solo pienso en el trabajo y camino.

—Eso suena muy aburrido, no deberías enfocarte solo en el trabajo, ni siquiera yo quien no hace nada interesante y no tiene amigos hace eso.

Lucy la veía sin saber que decir, sin embargo, ahora Elisa era su amiga, así que no estaba mal si era sincera con lo que sentía.

—Bueno, veras hay un hombre que me distrae mucho, es de este departamento, intento alejarme de él, pero siempre lo encuentro muy interesante y aparece en momentos en los que no pensaba en él, tengo miedo a enamorarme o a provocar algún problema y que me despidan.

—Ah, si lo dices por tu compañera de equipo, ella renuncio, nadie la despidió, con lo otro, puedes enamorarte de quien sea, menos de hombres comprometidos o casados, eso sería un problema horrible, si no es alguien así no te preocupes.

—Verás la verdad no sé si él sienta algo por mí, a veces simplemente me ignora, en algunas ocasiones me ha mostrado un poco de interés.

—Pues actúa indiferente también, si te busca sabrás que es interés mutuo y puedes seguir avanzando.

—Creo que lo intentare.

—Entonces busca a ese hombre e ignóralo y deja de merodear en los pasillos, ese es mi trabajo. —decía Elisa sonriente mientras se alejaba.

Lucy siguió trabajando y al tener nuevamente tiempo libre busco un poco a Liam, pero al recordar las palabras de Elisa decidió parar su búsqueda, simplemente se sentó en un lugar que era visible para la mesa donde Liam se acostumbraba a sentar, paso todo su receso ahí, pero no lo vio, luego regreso a su puesto.

—Oye Lucy, desapareciste de nuevo, tengo días sin saber de ti —decía Ryan con el ceño fruncido.

—No estoy de humor Ryan, mejor regresa a tu lugar—decía Lucy muy desanimada por no poder ver a Liam.

—Nunca estas de humor, siempre que podríamos conversar desapareces y solo me usas para tener información.

—No sabía que te hacia eso, disculpa. —decía Lucy confundida, ya que no sabia de toda esa situación.

—Esta bien, te perdonare si aceptas salir a cenar mañana en la noche.

Lucy no pensó tanto y acepto, luego iba camino a su casa pensando en si solo perdió su tiempo tratando de ignorar a Liam, dentro de si sabia que no era mujer suficiente para tentarlo de la forma en que ella quisiera.

 —¿Dónde estabas?

—¡Ah! —Lucy estaba aterrada, Liam estaba frente a ella.

—No grites, pensaran que estoy haciéndote algo extraño.

—Disculpa, es solo que… espera, ¿qué haces aquí?

—Estamos frente a la empresa, voy de salida y tú también, no eres dueña de la calle.

—Déjame en paz, pero ¿de qué hablas?

—No entiendo que quieres que haga, ¿Dónde estuviste en tu hora de almuerzo?

Lucy se puso roja y se quedo callada por lo que pasaba, quería hablar, pero las palabras no salían, Elisa le dijo que si él la buscaba significaba que él estaba interesado en ella. Liam un poco molesto tomo su brazo e insistió.

—Te estoy hablando.

—Eso no te incumbe—decía seria mientras pensaba para si misma que no entendía que pasaba, pero no quería que parara.

—Claro que me incumbe, eres mi empleada, debo saber dónde estás.

Lucy cambio su rostro, estaba molesta, confundida y avergonzada, pensó que Liam si se interesaba en ella, pero solo es un jefe molesto.

—Estaba en la mesa mas alejada de la cafetería, todos mis compañeros me vieron, déjame en paz ya no es hora de trabajar.

—La próxima vez trata de no alejarte mucho de mi vista, no quiero pensar que almorzabas con alguien más—decía seriamente, después se fue rápidamente.

Lucy se quedo en la calle confusa por esas últimas palabras que Liam le dijo.

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