La tarde estaba un poco fría, el cielo repleto de nubes negras que corrían de prisa y se juntaban unas con otras volviéndose más espesas amenazando con volverse tormenta en cualquier momento mientras el viento soplaba sin contemplación trayendo consigo las hojas sueltas de los árboles. Bajaba a paso seguro por una calle empedrada que daba a un pequeño bosquecillo en el cual la gente solía hacer picnic, pasear y acampar, a mí en particular me gustaba sentarme debajo de un gran pino para contemplar el atardecer y esperar la llegada de la luna. No podía contar las veces en que Soria una chica muy sobreprotectora la cual era mi mejor amiga desde hace muchos años, me había sermoneado con que aquello era peligroso, que una chica como yo no debería de andar sola en el bosque, pero mi alma ahí se sentía libre y en paz.
Acabe de bajar la pendiente y me interne en aquel hermoso lugar maravillándome al igual que siempre con cada cosa que veía a mi alrededor, era mágico, como atravesar un portal y aparecer en una escena de un libro de cuentos de hadas, inmediatamente mis fosas nasales se llenaron con aquel característico olor de aire puro. Era impresionante habían flores silvestres de todos los colores e incluso algunas plantas venenosas, arbustos de bayas, una gran variedad de plantas medicinales, inspire con fuerza, cerré mis ojos y me llene de todo aquello que me rodeaba.Me tome mi tiempo antes de abrir mis ojos y cuando lo hice me encontré con un joven tendiéndome un folleto del lugar, di un respingón sobresaltándome por su aparición tan silenciosa, no lo había oído acercarse, pero había algo más en él, algo que alertaba mis sentidos de supervivencia y gritaba en mi interior ¡peligro!Mis ojos se abrieron de par en par mientras lo contemplaba, tenía piel oscura y un infierno en sus ojos, si, sus ojos eran diferentes, casi sobrenatural pensé, no podía apartar la mirada, tome el papel con manos temblorosas, Sonreí apunto de agradecerle pero él no me dio oportunidad ya se había ido dejándome ahí pasmada pensando en sus ojos. No sé cuánto tiempo transcurrió cuando salí de mi transe al sentir el revoloteo de un ave al pasar cerca de mi cara, las pequeñas se sentían tan en confianza en esta área que parecían no temerle a los humanos que rondábamos por el bosque. Meneando mi cabeza de lado a lado para disipar las telarañas reanude mi marcha, era increíble como siempre terminaba perdida en mis pensamientos cuando me rodeaba la hermosa naturaleza.Volví hacer una parada para contemplar el pequeño riachuelo que serpenteaba el lugar, me arrodille cerca de la orilla para acariciar el musgo y meter mis manos en el agua fría, esta se sentía como si tuviera vida propia y se abriera paso orgullosamente por donde pasaba. Salpique un poco de agua en mi cara y me levante sacudiendo las rodillas de mis pantalones, cruce el puente elevado hasta mi lugar favorito, el lugar más alejado del bosque y el que menos frecuentaban las personas, había un enorme pino cerca del borde de un risco desde ahí se podía contemplar el océano igual que un gran pedazo de cielo sin el bloqueo de los árboles, te daba la sensación de estar en la cima del mundo.Me senté recostada del árbol pensando en lo que haría al dejar la escuela, mientras esperaba a que sucediera la magia, pero no llego, no hubo atardecer como solía ser, el cielo lleno de amarillo y naranjas rojizos con destellos de purpura, en su lugar las nubes negras parecían haber ocupado lugar por todo el cielo, aun así me seguía pareciendo hermoso todo aquello hasta místico, sentí la primera gota de lluvia caer en mi cara por lo que me levante y me dispuse a salir del lugar, trate de hacer mi camino de vuelta lo más rápido posible ya que había oscurecido a gran velocidad, no parecía haber alguien más dentro del bosque, me pego un escalofrío repentino que me erizo los bellos de la nuca y vi una gran mancha negra moverse veloz entre los arboles por lo que apresure mis pasos.Iba casi a la carrera cuando me tropecé con la raíz de un gran árbol, me fui de bruces refrenando el golpe por poco con las palmas de mis manos, estas dolieron en gran medida por el impacto repentino, me tome un momento para calmarme y me levante siguiendo mi camino con mas cuidado, ya en la entrada me quede mirando hacia arriaba respirando con un poco de dificultad, sí que era empinada la calle, mas valía tener cuidado, con la lluvia la roca se pondría resbaladiza y podría caer.Camina lento a paso seguro ya iba a mitad de camino subiendo con cuidado de no resbalar o torcerme un tobillo cuando empezó a caer verdadero aguacero pinchándome con sus enormes gotas haciendo así que mi visión se volviera más borrosa mientras mi cuerpo se ponía pensado por estar empapada en agua helada, avance con el mismo paso cuidadoso un poco más y sentí mi pies resbalar en una roca, en esta ocasión no fui lo suficientemente rápida para interponer mis manos solo sentí el golpe fuerte en la cabeza y me deslice torpemente cuesta abajo, quede tendida sobre mi espalda, me dolía todo y no podía moverme, estaba perdiendo el conocimiento y lo vi, una mancha borrosa bajo la lluvia y unos ojos brillando con la intensidad del sol.Desperté horas después en el hospital local, me habían tomado ocho puntos en la parte trasera de mi cabeza y tres en la frente, mi cuerpo dolía una barbaridad, llame a Soria para que fuera a por mí. Sabía que me esperaba un gran sermón de su parte, pero no tenía a nadie más a quien llamar.Pase el resto del día soñando despierta con aquel joven cuyos ojos eran de color dorado tan brillantes como nunca jamás los había visto, trate de recordar algo más de él, pero no pude una vez que había visto sus ojos me había quedado hipnotizada en su brillar.Desde esa noche empecé a tener pesadillas cada noche con un infierno en llamas y unos ojos que decían mi nombre.Con el paso del tiempo ya que no volví a ver a aquel joven fui dejando su recuerdo y las pesadillas en el fondo de mi memoria.Era Marzo y el sol de mediodía brillaba alto, estaba de buen humor atendiendo llenando el inventario, después de graduarme me las había arreglado para tener mi propio negocio, una pastelería donde pudiera hacer felices a los demás con algo dulce, encontré un buen lugar en la avenida 17 cerca de la escuela local y del distrito de comercio, así los niños y los comerciantes tendrían un lugar al cual acudir para alegrar sus días. La fachada de mi pastelería estaba pintada de rosa chicle y rosado bebe por dentro, con mesas de colores esparcidas por todo el lugar y unos bancos esparcidos por fuera, y las vitrinas rebosantes de dulces. En una de las paredes laterales había colocado una rocola antigua y difundía una suave música por todo el local.Estaba arreglando las tartas de zanahorias cuando de pronto me di cuenta que él estaba ahí, él chico del bosque, cuando lo vi, todo los recuerdos vinieron a mí de golpe que me provoco dolor de cabeza, no había dudas, traía el infierno en sus ojos, r
Me levante con las músicas africanas, mi compañera no debía de estar de buen humor siempre que colocaba esas músicas o estaba de malas o algo le preocupaba, me levante pateando a un lado las sabanas y fui dando tras pies a la cocina donde la encontré extrañamente con el ceño fruncido preparando el desayuno, me senté en el taburete cruzando mis piernas y apoyando mis codos en el mostrador de forma que pudiera colocar mi cara entre las manos, la cabeza me dolía.–Y bien ¿cuál de las dos es?– le pregunte a modo de buenos días, ella se volvió y me sonrió– ¿a qué te refieres? Y buenos días para ti también– me dijo fingiendo tranquilidad de repente.–oh ya sabes, ¿molesta o preocupada? Lo digo por la música– hice ademan con una mano al equipo de música que colocábamos en la esquina de la cocina.–que observadora te has vuelto Cat– ríe pero no me responde mi pregunta en realidad, es común en ella que evada los temas que tienen que ver con su privacidad así que la dejo tranquila.–Me iré a pr
El resto del día transcurrió con su habitual normalidad, a medio dio los chiquillos que salían de sus clases venían por sus postrecitos y los adultos que habían salido para almorzar se sentaban en mi local a merendar antes de volver al trabajo. Tamy y John se despidieron de mí para irse a sus clases por la tarde.Me quede sola atendiendo a una que otra persona que venían eventualmente a comprar, pronto se hicieron las siete de la noche y me preparaba para cerrar el negocio.–Catarina– escuche mi nombre pero esta vez no solo en mi cabeza sino en mis oídos me di vuelta para encontrar en el marco de la entrada al hombre de piel oscura y poseedor de aquellos ojos maravillosos que para mí se habían vuelto aterradores, había algo en el que siempre me paralizaba no sabía decir si eran sus ojos o su sonrisa afilada, su sonrisa jamás era cálida, parecía haber algo más detrás de esos perfectos dientes blancos, los nervios se dispararon por mi cuerpo recordando lo que me había dicho Soria esa mañ
Me sentía exhausta la mañana siguiente cuando desperté, las pesadillas acabarían conmigo. Me quede tumbada en mi cama un largo rato, tratando de tomar una decisión. Después de un tiempo tome el móvil y le marque a Tamy. Atendió al tercer timbre.-Buenos días señorita Catarina, ya en unos minutos salgo, no se me ha hecho tarde o ¿sí?- Tamy solía ser una chica responsable. - No Tamy, todo bien, solo quería pedirles a ti y a John que se hicieran cargo hoy del local medio día, necesito hacer otras cosas.- le explique rápidamente y ella accedió con gusto. Colgué el teléfono, me duche y prepare un morral para Salir.Cuando llegue a la cocina me sorprendí de que Soria no estuviese pero eso hacia las cosas más fáciles, tome fruta envolviéndolas para llevármelas junto con mi termo de agua. Tenía un par de años que no iba a ese lugar, desde el incidente en el que pare en el hospital.Cuando llegue a la entrada del bosque mi corazón latía n mi pecho con una gran fuerza. Sentía que me faltaba el
—Aqui estas, sana y salva en tu pasteleria— Jackson me sonrió.—Gracias, no tenias porque traerme— aun me sentía apenada.—No iba a dejarte sola después de lo sucedido en el bosque— Jackson parecía preocupado y complacido a la vez, realmente era difícil adivinar que estaba pensando.—por favor, no lo menciones— le pedí —Hagamos como que no sucedió——Lo de las pesadillas o lo de nuestro encuentro— pregunto él sin ninguna intensión aparente de olvidar el tema.—Olvidalo— le dije dándome vuelta y entrando a mi local. Había un par de clientes en algunas mesas, y otros mas en la barra siendo atendidos por Tamny.Me fui directo al almacén para chequear que todo estuviera en orden, hice anotaciones de lo que faltaba para luego hacer el pedido, escuche correrce la cortina y levante la vista para ver a John entrando con una cesta de panes de coco en la mano, los dejo en el escritorio con una sonrisa.—tiene cara de no haber comido señorita——Gracias, que considerado eres— me reí y fui por los p
Me sentía desorientada cuando desperté, el cuerpo me dolía producto de los nervios, me quede tumbada tratando de empatar los fragmentos que se deslizaban en mi memoria, me di cuenta que no estaba en mi cama, esta era demasiado dura y el olor en la habitación no pertenecía al mio, mi cuerpo se tenso pero no había sensación de peligro ahí, decidi esperar un poco mas antes de levantarme, dejar que mi cuerpo se recuperara un poco mas para luego ir a ver donde estaba y que estaba pasando, no había manera de que lo ultimo que recordara fuera cierto, como podría haber un lobo de ese tamaño, es imposible me dije una y otra vez, pero algo en mi interior sabia que si era cierto, y el hecho de que intentara atacarme lo era aun mas, el tenia su vista fija en mi,y si fuera poco se había estado divirtiendo asustándose, jugando con su presa, aunque pensando bien si no fuera por ese hecho Soria no hubiese llegado a tiempo para salvarme, pero como lo hizo, como es que ella no le tuvo miedo. Pase un bue
—Estamos debajo de la biblioteca donde el consejo lleva acabo sus reuniones y algunos miembros residen— me iba explicando Soria —esta protegida contra hombres lobos y otros seres sobrenaturales malignos——o sea que todos los lobos son malos— le pregunte sin poder contenerme y ella me dio una mirada dudosa.—no exactamente, hay familias de lobos muy respetuosas que con los años se han domesticado por así decirlo, así como hay otras que aun permanecen salvajes——wao! Si que es mucho para procesar— ya la cabeza me dolía con todo aquello.Entramos en un salón donde había bancos claramente antiguos y bien conservados, estos estaban ocupados por un puñado de hombres y mujeres de la tribu de Soria, reconocí a algunos. El lugar era precioso, se podia sentir la magia imponente en aquel lugar. Había candelabros en las paredes a los lados del salón, pero estos no contenían vela, en su lugar había piedras preciosas que se iluminaron cuando entre.Se escucho un jadeo por parte de los miembros del
Las cartas que mi padre había dejado para mi eran como un vistazo al pasado, conforme iba leyendo sus historias, mi mente evocaba vivas imágenes, era mi historia, corría por mis venas. Mi padre había tenido también una visión de su accidente y por eso tomo sus previsiones para dejarme todas aquellas cartas."Mi preciosa luna, perdón por abandonarte tan temprano en esta vida, pero es necesario que entiendas que no puedo alterar el curso del tiempo, la madre lunar me mostró mi muerte no para que lo evitara, sino para que te preparará para tu futuro, en vista que aun eres una jovencita opté por dejar cartas para cuando llegue el momento así dejarte vivir una vida tranquila, confió que cuando llegue la hora estarás lista para enfrentar tu destino y tomar la mejor desicion, papá y mamá te aman cariño"Pequeñas gotas resbalaban por mi rostro callendo en las hojas blancas con tita roja, extrañaba tanto a mis padres y ahora mi mente los recordaba con mas claridad."Eres libre Cat, que nadie,