Permanecimos en silencio durante mucho tiempo hasta que desidimos ducharnos y alistarnos para el servicio funerario de Tamy. Incluso Miguel se levantó y se fue para estar listo a tiempo.Soria y yo caminamos para la iglesia sin decirnos ni una palabra.La luz tenue de la mañana se filtraba a través de los vitrales de la iglesia, proyectando patrones de colores sobre el suelo de piedra. Los murmullos de los miembros del pueblo llenaban el aire, mezclándose con el aroma del incienso que flotaba en el ambiente. Me encontraba sentada en un banco, entre Soria y John, con el corazón pesado, observando a mi alrededor. Cada rostro reflejaba una historia, un vínculo con la difunta que ahora yacía en silencio.La misa comenzó con la voz suave del sacerdote, resonando como un eco sagrado en las paredes. me sentía que cada palabra era una herida abierta, recordándome su pérdida. mi mente divagaba entre recuerdos: risas compartidas, secretos susurrados y esos momentos de complicidad que ahora pare
Me desperte abruptamente, el corazón latiéndome con fuerza, como si quisiera escapar de mi pecho. La oscuridad de mi habitación me envolvía, pero no era la oscuridad a la que estaba acostumbrada. Era densa, inquietante, como si los ecos de mis pesadillas aún danzaran en el aire. En mi mente, la imagen era clara: un lobo negro con ojos dorados, brillando como dos faros en la negrura. Cada vez que cerraba los ojos, ese lobo me acechaba, y cada vez que me despertaba, Tamy se desvanecía un poco más. Tamy había sido más que una amiga; en su último día habia sido su confidente, dando un poco de luz a lo oscuro que era el misterio de los Magic. Pero todo cambió aquella noche fatídica cuando Tamy fue atacada por un lobo en el local. Habíamos quedado en vernos al día siguiente para revisar los archivos que hablaban sobró mi magia pero eso ya no ocurriría, Tamy se llevó mi secreto a la tumba. Aquel día marcó el inicio de un tormento que no me dejaba descansar. Ya había pasado una semana desde s
A lo lejos escuché una voz profunda que me decía —Despierta—Desperté de aquel sueño, el corazón latiendo con fuerza mientras la luz del amanecer se filtraba a través de las cortinas. La pesadilla aún me perseguía, como un eco persistente que se negaba a desvanecerse. En ella, un gran lobo, me llamaba desde la oscuridad, sus ojos suplicantes para que lo siguiera. Era como si su espíritu intentara comunicarse conmigo, advirtiéndome de algo que yo no podía entender por completo. A medida que me incorporaba en la cama, la sensación de pérdida me golpeó con más fuerza. Tamy había sido más que una amiga. Todo parecía más sombrío. Había pasado más de una semana desde su muerte, y mi mente no podía dejar de dar vueltas en torno a Jackson. No lo había visto desde aquel fatídico día, y las dudas comenzaban a carcomer mi razón. Jackson siempre me había parecido un tipo complicado; su naturaleza enigmática y su forma de ser me intrigaban y asustaban a partes iguales.Soria siempre me había dic
Antes de que Jackson tuviera oportunidad de contestarme le dije—hablemos en otro lugar mejor. Veamonos en el bosque, debajo del gran pino, en mi lugar favorito, donde nos vimos una vez.— hablaba a prisa, sabía que Soria me estaría vigilando, esperando que Jackson apareciera para darle caza, lo más seguro era que ya estuvieran al tanto de su visita. Tendría que idear un plan para escabullirme sin que Soria me pudiera seguir. Él solo me quedo mirando algo confundido pero asintió y salió hasta su moto.Permaneci en el local un buen rato antes de salir. Dejando todo encendido como si aún estuviera abierto, solo le pase seguro a la puerta y me adentre al bosque por una calle muy poco concurrida la cual no tenia sendero, pero no lo necesitaba, me sabía bien el camino hacia mi pino.La brisa fresca de la tarde acariciaba mi rostro mientras caminaba hacia mi lugar habitual en el bosque. Las hojas crujían bajo mis pies y el aroma a tierra húmeda llenaba mis pulmones. Sabía que no podía perder
Jackson se encontraba en el borde del bosque, su refugio habitual, donde los árboles se alzaban como guardianes silenciosos. Desde allí, podía observar a Catarina. La luz del sol se filtraba entre las hojas, creando un juego de sombras que hacía que su figura pareciera aún más etérea. Ella reía con los animalitos que se le acercaban, ajena al peligro que acechaba en la oscuridad del bosque y a la realidad de quien estaba realmente a su lado. “Es increíble”, pensó Jackson con una mezcla de frustración y ternura. “¿Cómo puede ser tan ingenua?” Para todos en el pueblo, él era solo un chico normal, pero dentro de él ardía una lucha feroz: la dualidad de su existencia como hombre lobo. El Consejo lo había marcado como una amenaza, pero lo que nadie sabía era que él había dejado el pueblo ese mismo día cuando Tamy fue asesinada. Había estado intentando alejarse de Catarina y de los sentimientos primitivos que ella despertaba en él. La imagen de Tamy, caída en el suelo de la tienda, lo ato
Cuenta la leyenda que una noche de luna fría, cuando ésta estaba en su punto más alto congelada y encerrando su fuerza, una manada de hombres lobos decidió atacar a los Lancaster, una familia de humanos bendecidos por la luna con poderes semejantes a los de ella, control sobre las aguas, control sobre las cosechas y especialmente poder sobre los lobos, estos con la idea de arrebatarles este poder a través del ritual Absorptío que consistía en clavar las garras de un alfa en el corazón de uno de los magic's y reclamar el poder, masacraron a los miembros de la familia dejando a Anastasia Lancaster viva para llevar acabo el ritual en ella, sin saber que la joven era una hechicera experta en controlar los poderes lunares incluso en su punto más débil, Anastasia devastada por la pérdida de casi toda su familia, esperanzada con la idea de que algunos jóvenes lograrán escapar y con el deseo de venganza sobre los licántropos, levantó una bruma espesa segándoles, Greco Montego el Alfa de la man
La tarde estaba un poco fría, el cielo repleto de nubes negras que corrían de prisa y se juntaban unas con otras volviéndose más espesas amenazando con volverse tormenta en cualquier momento mientras el viento soplaba sin contemplación trayendo consigo las hojas sueltas de los árboles. Bajaba a paso seguro por una calle empedrada que daba a un pequeño bosquecillo en el cual la gente solía hacer picnic, pasear y acampar, a mí en particular me gustaba sentarme debajo de un gran pino para contemplar el atardecer y esperar la llegada de la luna. No podía contar las veces en que Soria una chica muy sobreprotectora la cual era mi mejor amiga desde hace muchos años, me había sermoneado con que aquello era peligroso, que una chica como yo no debería de andar sola en el bosque, pero mi alma ahí se sentía libre y en paz.Acabe de bajar la pendiente y me interne en aquel hermoso lugar maravillándome al igual que siempre con cada cosa que veía a mi alrededor, era mágico, como atravesar un portal y
Era Marzo y el sol de mediodía brillaba alto, estaba de buen humor atendiendo llenando el inventario, después de graduarme me las había arreglado para tener mi propio negocio, una pastelería donde pudiera hacer felices a los demás con algo dulce, encontré un buen lugar en la avenida 17 cerca de la escuela local y del distrito de comercio, así los niños y los comerciantes tendrían un lugar al cual acudir para alegrar sus días. La fachada de mi pastelería estaba pintada de rosa chicle y rosado bebe por dentro, con mesas de colores esparcidas por todo el lugar y unos bancos esparcidos por fuera, y las vitrinas rebosantes de dulces. En una de las paredes laterales había colocado una rocola antigua y difundía una suave música por todo el local.Estaba arreglando las tartas de zanahorias cuando de pronto me di cuenta que él estaba ahí, él chico del bosque, cuando lo vi, todo los recuerdos vinieron a mí de golpe que me provoco dolor de cabeza, no había dudas, traía el infierno en sus ojos, r