El resto del día transcurrió con su habitual normalidad, a medio dio los chiquillos que salían de sus clases venían por sus postrecitos y los adultos que habían salido para almorzar se sentaban en mi local a merendar antes de volver al trabajo. Tamy y John se despidieron de mí para irse a sus clases por la tarde.
Me quede sola atendiendo a una que otra persona que venían eventualmente a comprar, pronto se hicieron las siete de la noche y me preparaba para cerrar el negocio.–Catarina– escuche mi nombre pero esta vez no solo en mi cabeza sino en mis oídos me di vuelta para encontrar en el marco de la entrada al hombre de piel oscura y poseedor de aquellos ojos maravillosos que para mí se habían vuelto aterradores, había algo en el que siempre me paralizaba no sabía decir si eran sus ojos o su sonrisa afilada, su sonrisa jamás era cálida, parecía haber algo más detrás de esos perfectos dientes blancos, los nervios se dispararon por mi cuerpo recordando lo que me había dicho Soria esa mañana.–Ya estamos cerrando– le dije lo más controlada que pude, el ladeó un poco su cabeza y su sonrisa se agrando.–ya lo veo, esperaba tener suerte hoy y comer algo dulce– algo brillo en su mirada cuando dijo aquellas palabras y un escalofrío mie recorrió la espalda, empecé a sentir como se helaba mi cuerpo, con cada paso que él daba adentrándose en el local sin permiso, sentí que mi corazón se aceleraba y me temblaban las manos, no podía pronunciar palabra me miraba directo a los ojos, mi cerebro nuevamente me gritaba peligro pero yo no podía moverme.–una torta de chocolate quizás Catarina– dijo manteniendo aun la magnífica sonrisa tan segadora y señalando las que estaban en el mostrador. Tenía que moverme él sólo era un cliente y tenía que atenderlo, conté mentalmente hasta tres, suspire, sonreí y le serví una rebana de torta en una cajita para llevar–Que la disfrute– le dije poniendo mi mejor sonrisa–Jackson Montego– me tendió la mano presentándose.–Catarina Lancaster– el apretón fue rápido pero sentí una descarga eléctrica viajar hasta mi hombro. El pareció darse cuenta porque pregunto en seguida ¿Te encuentras bien?- en sus ojos parecía haber genuina preocupación.-Sí, perfectamente- mentí tratando de mantener la sonrisa en vano. - te has puesto pálida niña- su voz seguía igual pero vi en sus ojos que se había arrepentido inmediatamente después de haber pronunciado aquellas palabras. no es asunto mío- dijo volviéndose de repente y salió de prisa de mi local. Una vez más me dejaba con las palabras en la boca sin oportunidad de responderle. No supe con exactitud cuánto tiempo había transcurrido cuando al fin me moví para terminar de cerrar. Estaba en la cera frente a la pastelería, sí que estaba oscuro a parte de mi había una pareja que iba del otro lado de la calle tomado de las manos, a mis dieciocho años no me había gustado jamás un chico lo suficiente como salir con él, sonreí para mis adentros, debía de ser algo lindo, parecían reír, la chica era más pequeña y levantaba la cabeza para decirle algo con un brillo tan intenso, lleno de amor, parecía algo intimo por lo que sentí que estaba mal mirarlos y aparte rápidamente la mirada. Me debatía internamente si contarle lo ocurrido ese día a Soria, no era necesario preocuparla más, pero como iba a ocultarle aquello, a veces creía que ella podía leer las mentes, se me escapo una risa al pensar aquello, tenía buena imaginación. Escuche el ruido de una moto y esta a su vez se detuvo a mi lado, di un respingo y pensé que me robarían, el chico levanto su casco y lo primo que mire fue sus ojos de color miel tan brillante que parecían pequeños solecitos en su cara. ¿Te llevo a algún lado?- sonreía igual que antes. No, estoy bien gracias.- le dije tajante. Siento mucho haberte dejado así hace un rato en la tienda, he pensado que te estaba molestando así que preferí dejarte sola, y ahora te he visto y decidí disculparme- parecía realmente arrepentido. La voz de Soria vino a mi mente. Gracias pero estoy bien, de veras- y empecé a caminar, había avanzado solo unos pasos cuando escuche nuevamente aquel ronroneo en mi cabeza, esta vez el ronroneo se convirtió en risa, me gire bruscamente aterrorizada, Jackson me miraba con expresión seria. ¿Has cambiado de parecer?- pregunto esperanzado. Dime que has escuchado eso- fue lo que pronuncie y rápidamente me lleve las manos a la boca, si seguía así la gente terminaría creyendo que perdí la cordura, era evidente que solo yo escuchaba esas voces. Se bajó de la moto a una velocidad impresionante y me alcanzo al tiempo que me estaba cayendo, no me había dado cuenta que gracias al terror que sentía había perdido la fuerza de mi cuerpo. Me sujeto gentil mente con una mano en mi espalda y otra en mi brazo, me miraba con expresión alarmada. Te llevare al hospital- dijo guiándome con cuidado hacia la moto, proteste recobrando la compostura y soltándome de su agarre, lo vi fruncir el ceño pero no dijo nada, solo me miraba de la cabeza a los pies intensamente, me abrace, incomoda por la situación, él pareció entenderlo bastante bien porque suspiro y se subió otra vez a su moto. está bien, perdón por asustarte- en sus voz había un mínimo de dolor cuando dijo esas palabras, pero antes de que bajara su casco en sus ojos vi diversión.Vi la moto alejarse rápidamente y las lágrimas empezaron a llenar mis ojos, ocurriría de nuevo me pregunte en el interior, tendría un problema interno en mi memoria y así como la había perdido en una ocasión cuando era una chiquilla ahora me estaba enloqueciendo. Doblaba la esquina de la casa, iba tan distraída que no vi a Soria hasta que estuvo en frente de mí Ya iba a buscarte- dijo aquello con voz alarmada lo cual me trajo a la realidad.- ¿Qué ha sucedido?- mi voz me delato, mi amiga abrió mucho los ojos. Has estado llorando- no era una pregunta por su puesto ya lo había pillado. estoy bien- le dije, me estaba cansado de repetir esa palabra y esta vez salió con amargura, Soria retrocedió ante esto y solo se hizo a un lado haciendo gesto con la cabeza para que siguiera caminando, suspire y pase a su lado sin mirarla, me dolía pensar que la había herido pero yo ya no tenía ganas de hablar nada, caminamos en silencio hasta la casa. Te guarde cena- dijo la africana sin ningún atisbo de resentimiento en su voz. Gracias no comeré- sabía que esto lo empeoraría todo pero no creía poder comer algo, necesitaba descansar y esperar que mi mente se acomodara. Ella solo asintió, me sorprendió que no me reprendiera, a veces actuaba como una mamá.Entre a mi cuarto y me tumbe en la cama boca abajo. Me dije a mi misma que no lloraría, que todo estaba bien con mi cabeza, que solo era cansancio. No me quedo dormida así que desidia bañarme, tal vez el agua fría me ayudaría, estuve un tiempo realmente largo debajo de la regadera hasta que empecé a sentir el relajamiento, me envolví en la toalla y así mismo me fui a la cama y me quede dormida.Esa noche así como la noche que la precedió, soñé con él, me llamaba con la misma voz que había oído en mi cabeza.Me sentía exhausta la mañana siguiente cuando desperté, las pesadillas acabarían conmigo. Me quede tumbada en mi cama un largo rato, tratando de tomar una decisión. Después de un tiempo tome el móvil y le marque a Tamy. Atendió al tercer timbre.-Buenos días señorita Catarina, ya en unos minutos salgo, no se me ha hecho tarde o ¿sí?- Tamy solía ser una chica responsable. - No Tamy, todo bien, solo quería pedirles a ti y a John que se hicieran cargo hoy del local medio día, necesito hacer otras cosas.- le explique rápidamente y ella accedió con gusto. Colgué el teléfono, me duche y prepare un morral para Salir.Cuando llegue a la cocina me sorprendí de que Soria no estuviese pero eso hacia las cosas más fáciles, tome fruta envolviéndolas para llevármelas junto con mi termo de agua. Tenía un par de años que no iba a ese lugar, desde el incidente en el que pare en el hospital.Cuando llegue a la entrada del bosque mi corazón latía n mi pecho con una gran fuerza. Sentía que me faltaba el
—Aqui estas, sana y salva en tu pasteleria— Jackson me sonrió.—Gracias, no tenias porque traerme— aun me sentía apenada.—No iba a dejarte sola después de lo sucedido en el bosque— Jackson parecía preocupado y complacido a la vez, realmente era difícil adivinar que estaba pensando.—por favor, no lo menciones— le pedí —Hagamos como que no sucedió——Lo de las pesadillas o lo de nuestro encuentro— pregunto él sin ninguna intensión aparente de olvidar el tema.—Olvidalo— le dije dándome vuelta y entrando a mi local. Había un par de clientes en algunas mesas, y otros mas en la barra siendo atendidos por Tamny.Me fui directo al almacén para chequear que todo estuviera en orden, hice anotaciones de lo que faltaba para luego hacer el pedido, escuche correrce la cortina y levante la vista para ver a John entrando con una cesta de panes de coco en la mano, los dejo en el escritorio con una sonrisa.—tiene cara de no haber comido señorita——Gracias, que considerado eres— me reí y fui por los p
Me sentía desorientada cuando desperté, el cuerpo me dolía producto de los nervios, me quede tumbada tratando de empatar los fragmentos que se deslizaban en mi memoria, me di cuenta que no estaba en mi cama, esta era demasiado dura y el olor en la habitación no pertenecía al mio, mi cuerpo se tenso pero no había sensación de peligro ahí, decidi esperar un poco mas antes de levantarme, dejar que mi cuerpo se recuperara un poco mas para luego ir a ver donde estaba y que estaba pasando, no había manera de que lo ultimo que recordara fuera cierto, como podría haber un lobo de ese tamaño, es imposible me dije una y otra vez, pero algo en mi interior sabia que si era cierto, y el hecho de que intentara atacarme lo era aun mas, el tenia su vista fija en mi,y si fuera poco se había estado divirtiendo asustándose, jugando con su presa, aunque pensando bien si no fuera por ese hecho Soria no hubiese llegado a tiempo para salvarme, pero como lo hizo, como es que ella no le tuvo miedo. Pase un bue
—Estamos debajo de la biblioteca donde el consejo lleva acabo sus reuniones y algunos miembros residen— me iba explicando Soria —esta protegida contra hombres lobos y otros seres sobrenaturales malignos——o sea que todos los lobos son malos— le pregunte sin poder contenerme y ella me dio una mirada dudosa.—no exactamente, hay familias de lobos muy respetuosas que con los años se han domesticado por así decirlo, así como hay otras que aun permanecen salvajes——wao! Si que es mucho para procesar— ya la cabeza me dolía con todo aquello.Entramos en un salón donde había bancos claramente antiguos y bien conservados, estos estaban ocupados por un puñado de hombres y mujeres de la tribu de Soria, reconocí a algunos. El lugar era precioso, se podia sentir la magia imponente en aquel lugar. Había candelabros en las paredes a los lados del salón, pero estos no contenían vela, en su lugar había piedras preciosas que se iluminaron cuando entre.Se escucho un jadeo por parte de los miembros del
Las cartas que mi padre había dejado para mi eran como un vistazo al pasado, conforme iba leyendo sus historias, mi mente evocaba vivas imágenes, era mi historia, corría por mis venas. Mi padre había tenido también una visión de su accidente y por eso tomo sus previsiones para dejarme todas aquellas cartas."Mi preciosa luna, perdón por abandonarte tan temprano en esta vida, pero es necesario que entiendas que no puedo alterar el curso del tiempo, la madre lunar me mostró mi muerte no para que lo evitara, sino para que te preparará para tu futuro, en vista que aun eres una jovencita opté por dejar cartas para cuando llegue el momento así dejarte vivir una vida tranquila, confió que cuando llegue la hora estarás lista para enfrentar tu destino y tomar la mejor desicion, papá y mamá te aman cariño"Pequeñas gotas resbalaban por mi rostro callendo en las hojas blancas con tita roja, extrañaba tanto a mis padres y ahora mi mente los recordaba con mas claridad."Eres libre Cat, que nadie,
Eran las seis con quince de la mañana cuando estábamos ya cerca de la pastelería, cuando sentí el impulso de ir al bosque, algo me decía que ahí podría encontrar a Jackson y tenia que verlo, tenia que buscar mis propias respuestas, después de todo tenia el polvo que me había dado Soria, podría protegerme a mi misma esta vez si es que el era quien el jefe del consejo decía quien era, aunque si lo fuera, no me haría daño hasta la próxima luna fría.—Tamy, ten las llaves, por favor abre y hasta cargo del local un rato esta mañana mientras resuelvo un asunto personal.— le dije a la joven tan rápido como pude mientras rebuscaba en mi bolso en busca del juego de llaves.—esta bien, no hay problemas señorita, Catarina— me respondió siempre tan amable y dispuesta a ayudar. —Cuidese mucho— culmino.—Gracias, lo hare— le dije mientras me apresuraba a cambiar mi ruta.Iba caminando tan de prisa que sentía que casi corría. Llegue a la entrada del bosquesillo y era como ver un paisaje nuevo, un lu
Cuenta la leyenda que una noche de luna fría, cuando ésta estaba en su punto más alto congelada y encerrando su fuerza, una manada de hombres lobos decidió atacar a los Lancaster, una familia de humanos bendecidos por la luna con poderes semejantes a los de ella, control sobre las aguas, control sobre las cosechas y especialmente poder sobre los lobos, estos con la idea de arrebatarles este poder a través del ritual Absorptío que consistía en clavar las garras de un alfa en el corazón de uno de los magic's y reclamar el poder, masacraron a los miembros de la familia dejando a Anastasia Lancaster viva para llevar acabo el ritual en ella, sin saber que la joven era una hechicera experta en controlar los poderes lunares incluso en su punto más débil, Anastasia devastada por la pérdida de casi toda su familia, esperanzada con la idea de que algunos jóvenes lograrán escapar y con el deseo de venganza sobre los licántropos, levantó una bruma espesa segándoles, Greco Montego el Alfa de la man
La tarde estaba un poco fría, el cielo repleto de nubes negras que corrían de prisa y se juntaban unas con otras volviéndose más espesas amenazando con volverse tormenta en cualquier momento mientras el viento soplaba sin contemplación trayendo consigo las hojas sueltas de los árboles. Bajaba a paso seguro por una calle empedrada que daba a un pequeño bosquecillo en el cual la gente solía hacer picnic, pasear y acampar, a mí en particular me gustaba sentarme debajo de un gran pino para contemplar el atardecer y esperar la llegada de la luna. No podía contar las veces en que Soria una chica muy sobreprotectora la cual era mi mejor amiga desde hace muchos años, me había sermoneado con que aquello era peligroso, que una chica como yo no debería de andar sola en el bosque, pero mi alma ahí se sentía libre y en paz.Acabe de bajar la pendiente y me interne en aquel hermoso lugar maravillándome al igual que siempre con cada cosa que veía a mi alrededor, era mágico, como atravesar un portal y