Inicio / Hombre lobo / Luna De Reemplazo / Capítulo 3: Dilay Me Ha Traicionado...
Capítulo 3: Dilay Me Ha Traicionado...

Dos grandes lobos corrían entre los árboles, uno iba más rápido que él otro, así que le llevaba una gran ventaja.

“Lyon espera, hay que detenernos para descansar”

Dijo su amigo Uzziel a través de la conexión mental.

“No, ya casi llegamos a la manada”

Lyon ansiaba llegar, ver a Dilay era su mayor motivación, habían sido tantos días sin verla, sin escuchar su voz, que nunca imaginó que la extrañaría tanto, desde el momento que se convirtiera en su luna no se apartaría de ella nunca más.

“Aunque lleguemos en media hora, no podrás verla, porque ella debe estar dormida”

Lyon lo sabía, que no la vería en cuanto llegará, pero si a primera hora, porque estaría en casa de Asael cuando salieran los primeros rayos del sol.

“¿Avisaste a Asael que llegaremos mañana?”

“Por supuesto, seguí al pie de la letra, le dije que no le avisara a Dilay para que fuera una sorpresa”

Internamente Lyon sonrió, ya podía imaginar su rostro iluminado al verlo a primera hora en su casa. Había sido el año más largo de su vida, no verla había sido su peor tortura, pero como el Alfa tenía la obligación de hacer ese entrenamiento antes de tomar a su Luna.

Había tenido muy pocas ocasiones para conversar con ella por medio del enlace y las veces que lo había hecho en las últimas fechas la había sentido un poco fría.

De pronto el lobo negro que iba delante del lobo café pardo se detuvo de golpe al percibir un dulce aroma a flores, que conocía a la perfección, pero se mezclaba con otro fuerte y seco como si fueran uno.

“¿Qué sucede? ¿Por qué te detienes?” cuestionó Uzziel al detenerse junto a él.

“Percibí su aroma, como si hubiera pasado por aquí hace poco, pero debo estar equivocado, porque su perfume tiene un tinte diferente, de seguro son mis ganas de verla”

“Tal vez, o puede ser que se fugó con su amante” dijo en forma de broma, una que a Lyon no le gusto, porque de inmediato salto sobre su amigo gruñendo, sus ojos dorados se convirtieron en dos bolas de fuego “Es solo una m*****a broma”

“No vuelvas a bromear con algo así, respeta, estás hablando de tu futura Luna, ella es mía, desde nacimiento es mía”

“Si, lo tengo claro, lamento lo que dije, pero tú mismo piensas que algo raro está pasando con ella, las últimas conversaciones que han tenido por medio del enlace, la has sentido extraña contigo, como fría.”

Uzziel era más que su amigo, era su hermano, con él no tenía secretos, confiaba tanto que podía dejar su vida en sus manos. Lyon le contó sus inquietudes de las últimas semanas, la forma tan distante que le había hablado Dilay, ya no existía la chispa de la emoción que siempre había sentido en ella, y su corazón era muy frio.

“Puede que solo sea mi imaginación, por eso quise acelerar mi regreso, mañana que la vea volveré a sentir su amor como siempre” contestó Lyon “hay que seguir nuestro viaje, quiero estar en casa antes que amanezca”

Con esas últimas palabras reanudaron su marcha para llegar a la manada luna azul.

***********

Aysel había dado vueltas en su cama toda la noche, imaginando miles de escenarios cuando Lyon supiera lo que había hecho Dilay, en ninguno era favorecedor para ellos.

Poco a poco la oscuridad dio paso a la luz, con los primeros rayos del sol, el corazón de Aysel comenzó a latir fuerte y rápido, hacía horas había sentido la llegada de Lyon, ahora podía sentir como se acercaba a la casa, pronto todos los de la manada se darían cuenta de la traición de Dilay.

El silencio que reinaba en la casa, fue interrumpido por el grito de su mamá, había miedo, desconcierto y sobre todo alarma por no ver a su hija en la cama.

La puerta de su habitación se abrió de golpe, los gritos de su madre llenaron el espacio, que Aysel no pudo permanecer mucho tiempo sin levantarse de su cama, cuando Tara la tuvo al alcance la tomo de los brazos.

—¡Aysel! ¡Aysel! ¡Despierta niña! ¡despierta! —la zarandeó con desesperación, la bomba había estallado en la cara de su madre, su hija favorita le iba a causar la mayor decepción del mundo.

—Ya estoy despierta ¿Qué pasa mamá? —preguntó Aysel fingiendo que no sabía el alboroto que había en casa.

—Aysel por favor dime que sabes dónde está Dilay, que te dijo que saldría… —dijo suplicante Tara, tratando de mantener una supuesta calma, pero su vena de la frente saltaba como loca como cuando estaba por estallar en la histeria y locura.

—No me dijo nada —respondió, su madre la soltó bajo la cabeza y comenzó a decir algo que ella no alcanzaba a entender —¿mamá que sucede?

—¡Dilay! ¡Dilay no está en su habitación! —dijo a gritos —y Lyon está ahí abajo —miró a su hija, ella se había vuelto su única esperanza —sal por la ventana y ve a buscarla, mientras yo distraigo a Lyon, hasta que regresen, pero cuando la tenga de nuevo te juro que la castigare, no puede hacernos esto.

Aysel no movió ni un solo musculo, ella sabía mejor que nadie que no tendría caso salir a buscar a su hermana, ella debía estar muy lejos con Joram y Berk.

—Niña que esperas, sal de la cama y busca a Dilay, no puede hacer esperar a Lyon —Tara estaba quitando las mantas que cubrían a Aysel cuando entró Asael su compañero y padre de su hija.

—Aysel no podrá encontrarla —dijo en voz baja, sabiendo que abajo estaba Lyon y podría escuchar el alboroto que había en las habitaciones.

—¿Por qué dices eso Asael? —pregunto alarmada Tara, fijo la vista en la hoja que traía en sus manos —¿Qué es eso? —le arrebató la hoja de sus manos y comenzó a leerla, al terminar soltó un grito que fue silenciado por la mano de su compañero.

—No grites Lyon te puede escuchar —le susurro Asael —está muy ansioso esperándola, quiere verla y entregarle un presente ¿Qué vamos hacer?

—No tengo m*****a idea —respondió en susurro bajo —la idiota ha rechazado al alfa de la manada, se ha ido, alguien debería intentar alcanzarla y hacerla entrar en razón….

Los dos miraron a Aysel que ya había salido de la cama, ella podría ser su única esperanza, Asael fue quien se acercó a ella, usando las palabras correctas sabía que no encontraría negativa en ir a buscarla.

—No puede ir tan lejos, Aysel mi niña ve en busca de Dilay, tráela antes que Lyon se entere que su Luna se ha ido con otro…

—¿Qué ha dicho? —la voz gruesa de Lyon se escuchó a sus espaldas —¡Dilay me ha traicionado!

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP