Horas antes.Lyon ingreso a su casa, no bajaba el fuego que corría por sus venas, nunca antes había estado en una situación que lo pusiera contra la espada y la pared, tener que aceptar a Aysel como pareja había sido lo más difícil a pesar que muy dentro de él, se manifestaba una extraña sensación. —Creo que has tomado la decisión correcta —dijo Uzziel que entró detrás de él.—Yo no estoy seguro del todo —replico molesto Lyon —pero no podía permitir perder mi lugar que por derecho es mío, menos con sabes quién queriendo mi lugar… —Yo creo que has ganado mucho con Aysel como compañera —dijo sinceramente Uzziel que recibió una mirada dura por parte de Lyon —tú solo veías a su prima, pero Aysel tiene mejores cualidades como Luna que Dilay. Lyon gruño al escuchar ese nombre, miró a su amigo con mucho coraje, parecía que no había entendido que no quería volver a oír ese nombre. —Te dije que no volvieras a decir ese maldito nombre —su voz denotaba el odio que había dentro de él —y ¿A q
Las palabras de Lyon dejaron helada a Emel, que desvió la mirada a Aysel que permanecía en el mismo lugar.—¿Cómo es posible que ella tome el lugar de su hermana? —preguntó molesta y desconcertada —ella no puede ser tu Luna, no lo merece, es fea, por esa horrible marca en su rostro, no es digna de ti, tú mereces una mejor loba, piensa las cosas y toma otra que si… —de poco se acercó a Lyon, pero este la detuvo antes que pudiera tocarlo. —Ya está decidido, y no pienso ir en contra de los designios de la Diosa —anunció Lyon con voz fuerte y gruesa —ahora vete a tu casa, ya mi hermana no te necesita…—Pero Lyon, yo vivo aquí, soy la niñera de tu hermana, ella me necesita…—Desde esta noche Aysel vivirá aquí, y ella puede hacerse cargo de Feray, ahora vete y no me llames Lyon, soy el Alfa Lyon… —ordenó ya sin mirarla y subiendo a su habitación. Emel le hablo a su espalda, pero Lyon ya no la escucho, ni le prestó atención, lo único que quería era que se acabara ese maldito día. Emel inte
Los días se fueron volando, Aysel no había vuelto a cruzar palabra con Lyon desde que había llegado a vivir a su casa, cuando amanecía, él ya había salido de casa, y por la noche llegaba muy tarde, parecía que la quería evitar a toda costa, pero ella no se iba a dar por vencida, no era así, le haría saber que siempre la tendría. —Hoy es el gran día —dijo su madre cuando ingreso a su habitación —desde esta noche oficialmente serás la Luna de la manda luna azul. Aysel sonrió al espejo, su sueño se estaba haciendo realidad, desde el amanecer comenzó a escuchar las tradicionales competencias que eran en honor del Alfa, mientras las lobas elevaban canticos a la luna debajo de la ventana de la futura compañera, en ellos deseaban felicidad y fertilidad a la pareja que nacía ese día. —¿Cómo está mi padre? —preguntó Aysel, desde esa noche que Uzziel había ido por ella, no había salido de la casa de Lyon, por orden suya, así que no sabía nada de ellos. —Esta muy triste, por culpa de Dilay,
En la manada todo era fiesta, jubilo por la ceremonia de Luna que se llevaría a cabo en cuanto la primera luna llena del mes saliera de entre las montañas. Aysel estaba rodeada por las lobas de la manada que le hacía cantos mientras le adornaba el cabello con pequeñas flores. Ella miró un momento al otro lado, donde Lyon había sido rodeado por los lobos de la manada que danzaban, como parte de la tradición de los antepasados. Era el lobo más hermoso que pudiera tener como compañero. Cuando los primeros rayos de la Diosa de la luna comenzaron a bañar el valle, los lobos y lobas comenzaron avanzar por el camino que llevaba a la gran piedra que estaba por fuera del árbol llorón, los canticos deseaban la felicidad de la pareja destinada y los aullidos que hacían los lobos machos eran de júbilo por su alfa. Cuando llegaron ante el lugar donde los esperaba la sacerdotisa del templo con una flor dorada en sus manos, la luna ya estaba en el punto alto del cielo, el momento de la unión habí
En las salas de café no se hablaba de otra cosa de la eminente llegada de Lyon, el alfa de la manada y su ceremonia donde tomaría como su Luna a la hija adoptiva del enlace de manada, a la más bella del lugar Dilay Chao. —No estás feliz Dilay, se dice que la próxima semana regresa Lyon y al fin te convertirás en su Luna— le decía una mujer que estaba de frente tomando una taza de té. —Si, muy feliz— contesto sin mucho animó, algo que fue notorio para todas las mujeres presentes.—Pues no se nota querida —respondió una de las mujeres con una sonrisa burlona —Está nerviosa, además extraña a Lyon, han sido tantos meses sin verlo —intervino Tara al ver la cara de su hija, le apretó la mano con disimulo para que cambiara su rostro y mostrará una sonrisa —¿Verdad cariño?—Si mamá, es la nostalgia —respondió Dilay con una mueca en el rostro. —Casi todo está listo —intervino Tara llamando la atención de las mujeres —Aysel y yo la estamos ayudando en todo, para que sea la mejor ceremonia d
Aysel no pudo aguantar más, que entró gritando a la cabaña. —¡Están locos! ¡Dilay tú no puedes hacerle eso a Lyon!—Aysel ¿Qué haces aquí? —cuestionó alarmada Dilay que se cubría su cuerpo con el de Joram que solo llevaba sus pantalones. Detrás de ella vieron a Berk que mantenía la cabeza en el suelo. —Evitando que cometas el mayor error de tu vida —respondió Aysel que avanzó por el lugar para tomar la blusa de Dilay que estaba en el suelo —ahora vístete, nos vamos de aquí —apunto a Joram en el pecho —y tú lárgate de aquí junto con Berk antes que llegue Lyon, porque si sabe que tu tocaste a su luna ya debes saber lo que te pasara ¿verdad? —Si me voy a ir, pero con ella —tomo la mano de Dilay —no pienso dejarla aquí sola a afrentar las consecuencias de nuestro amor…—¿Qué consecuencias? ¿de qué hablas? —cuestionó Aysel mirando a los dos, Dilay se había refugiado en sus brazos y Joram la sostenía con amor y protección.—Aysel hay algo que nadie sabe y si no me voy esta misma noche, m
Dos grandes lobos corrían entre los árboles, uno iba más rápido que él otro, así que le llevaba una gran ventaja. “Lyon espera, hay que detenernos para descansar” Dijo su amigo Uzziel a través de la conexión mental.“No, ya casi llegamos a la manada”Lyon ansiaba llegar, ver a Dilay era su mayor motivación, habían sido tantos días sin verla, sin escuchar su voz, que nunca imaginó que la extrañaría tanto, desde el momento que se convirtiera en su luna no se apartaría de ella nunca más. “Aunque lleguemos en media hora, no podrás verla, porque ella debe estar dormida”Lyon lo sabía, que no la vería en cuanto llegará, pero si a primera hora, porque estaría en casa de Asael cuando salieran los primeros rayos del sol. “¿Avisaste a Asael que llegaremos mañana?”“Por supuesto, seguí al pie de la letra, le dije que no le avisara a Dilay para que fuera una sorpresa”Internamente Lyon sonrió, ya podía imaginar su rostro iluminado al verlo a primera hora en su casa. Había sido el año más larg
Todos voltearon al escuchar la voz gruesa y dura de Lyon, sus ojos fríos habían cambiado de color, de miel a rojo, demostrando un profundo odio, pero también un gran dolor, como si su corazón se hubiera partido en mil pedazos. Sin que Tara lo previera, Lyon le arrebato la hoja que sostenía en sus manos, ella hizo un intento vano por quitársela, pero fue inútil, él uso el comando alfa para que no se moviera ni ella, ni ninguno de los presentes en la habitación. —¡Querido Lyon no leas esto! ¡Es mentira! ¡Mi hija fue secuestrada! —trato de explicar Tara, pero la cayó con su voz. —¡SILENCIO!Su vista estaba solo puesta en las letras que anunciaban la traición de su luna, la que había nacido para él. “Querida madre Tara, quiero agradecer todo lo has hecho por mí desde que me acogiste como tu hija cuando mi madre murió en el parto, perdóname por esto que te hago, pero yo no puedo unirme a Lyon, porque no soy su luna y nunca lo seré, conocí a mi verdadera alma destinada, y aunque luché e