Unas imponentes rejas cedían el paso a un amplio jardín, el cual contenía una exuberante vegetación. En el centro, una cascada con forma indescifrable concedía un aire regio al lugar.
Gianluca percibió el asombramiento que esta sentía ante lo contemplado._ No es tan impresionante como esto. _ Expresó con entusiasmo, dirigiéndola a lo que parecía ser una gran cochera con docenas de vehículos adentro. Distintos colores y marcas lo conformaban. Estos se hallaban aparcados en numerosas filas._ Woow. ¿En serio le das uso a todos?. _ Murmuró ella, bajándose del coche._ Por supuesto, es como cambiarse de ropa para mí. _ Respondió tranquilamente. _ Además, no todos los que ves me pertenecen, muchos de ellos son propiedad de mis otros hermanos. _ Dijo mientras se estacionaba en su respectivo espacio.Adeline salió del trance atónito en el que se encontraba, rodando los ojos ante la respuesta de él._ Muy bien, ahora a buscar. _ Expresó con osadía, para luego adentrarse a un Ferrari F8 Tributo de color rojo intenso.Lo mencionado provocó a que ella arrugara el entrecejo, no comprendía a qué se refería._ ¿Qué tenemos que buscar?. _ Manifestó con una tangible confusión en su voz.Gianluca asomó su cabeza para mirarla._ Cómo verás, intento de dar con algunos papeles que por alguna extraña razón perdí en alguno de estos coches. _ Rascando su nuca, sonrió. _ Me atrevo a decir que soy sumamente desordenado.Con esto último causó que una risa saliera de ella. La posición en la que él se encontraba era bastante cómica, solo se le podía apreciar la cabeza, ya que su cuerpo estaba tendido en el asiento trasero del auto._ De acuerdo. _ Afirmó divertida, encaminándose en dirección a él. _ ¿Por dónde empiezo?._ Aprecio tu ayuda Adeline Strange pero tú buscarás otra cosa. _ Respondió con una encantadora sonrisa. _ Tea te dirigirá hacia la biblioteca. Ahí podrás hallar información que ayudará con nuestra investigación. _ Precisó.Adeline asintió, encaminándose en dirección a la salida.Una mujer la recibió, su moño desordenado y repleto de canas evidenció que se encontraba haciendo oficio._ Por aquí Srta. _ Hizo un ademán con sus manos para que la siguiera.Cabía mencionar que cada detalle de la mansión era completamente fastuoso. Cuadros de diferentes pintores famosos se hallaban adheridos en las paredes. Otorgándole al sitio un semblante intrigante.La criada la condujo por una serie de pasillos con gran amplitud, para posteriormente subir por unos escalones con forma de espiral que finalmente las llevaron al corredor correcto._ En la tercera puerta al lado izquierdo. _ Culminó, para luego descender por las escaleras.Al ver cómo la mujer se iba, Adeline empezó a entrar en pánico. ¿Y si se perdía?. Existía una gran posibilidad de que la situación se presentara. No había prestado atención al modo en que llegó al punto en el que estaba ahora, solo sabía que era una infinidad de direcciones confusas. Tan confusas que la misma criada se había perdido un par de veces antes de llevarla ahí.Avanzó hasta llegar a la tercera puerta, pero justo en ese instante decidió no ingresar.El impedimento que había causado a que tomara esa decisión fue una insólita melodía que provenía de la dirección contraria a la qué se encontraba ella.La curiosidad la carcomía por dentro, el deseo por averiguar quién era el causante de aquella fascinante melodía denotada por el piano era más potente que cualquier otra cosa.Siguiendo la música, halló el lugar. La puerta entreabierta propició a qué Adeline pudiera dar con el responsable, un hombre.Sus manos posicionadas en las teclas del piano se desplazaban con destreza, creando una perfecta sincronía entre estas.Había sido la primera vez que la dejaban sin palabra alguna. El acto presenciado ante ella le resultaba completamente embriagador.Admiró como el cabello azabache del joven se movía al compás del movimiento que efectuaba al tocar.Necesitaba más, quería ver más. Abriendo la puerta, tropezó hasta caer al suelo. Llevándose consigo una escultura de piedra.El estruendo captó la atención absoluta del segundo hermano Sonobe, quién desvío su mirada de las teclas a ella.La profundidad que contenían aquellos ojos dorados, le producían escalofríos. Por lo cual Adeline sonrojándose, se levantó torpemente del pavimento para huir del lugar.Corrió tan rápido como pudo, en un intento de poner toda la distancia posible.Al estar tan absorta en su fuga, chocó contra un pecho. Lo cual provocó a que esta dirigiera su mirada en dirección al obstáculo que le impidió seguir con su escabullida._ ¿De quién estamos escapando Adeline Strange?. _ Haciendo una mueca divertida, susurró.Gianluca apareció en su campo de visión, ocasionando que por alguna extraña razón esta se relajara._ Mmm de nadie. _ Balbuceó con nerviosismo. _ De hecho te buscaba a ti. _ Dijo, intentando de cambiar el tema._ Me halagas. Siempre supe que mi presencia para ti era indispensable, a pesar de que te hicieras la difícil. _ Expresó con una exagerada dramatización en su voz.A lo cual ella volteó los ojos, dándole un empujón en su hombro._ Andando, tenemos trabajo que hacer. _ Concluyó, encaminándose hacia la biblioteca con Gianluca siguiéndole el paso....Estaba oscureciendo, y ya estaban por finalizar el trabajo.El recuerdo de aquel hombre tocando aún seguía presente en su mente, dificultando en momentos su concentración. Por lo cual pensar en otra cosa que no fuera eso era la mejor opción._ Creo que la profesora Katrina nos amará. _ Expresó ella con felicidad, desviando la mirada en dirección a él._ Yo creo que eres hermosa. _ Respondió con un tono genuino en su voz.Le era imposible dejar de admirarla, todo de ella lo atraía por completo, siendo aquello una peligrosa tentación.La respuesta ocurrente por parte de él ocasionó que Adeline retirara la mirada._ Ya es muy tarde, debería irme. _ Anunció levantándose.Él la sujetó, impidiendo cualquier movimiento departe de esta._ Quédate a cenar. _ Propuso sin dejar de contemplarla. _ Merry es una excelente cocinera, te encantará. _ Persuadiéndola, se inclinó a ella._ ¿Quieres qué me quede por Merry o por ti?. _ Le respondió, encarándolo._ Por ambos. _ Su aliento rosó con el de ella. _ A ambos nos complacerá tenerte aquí. _ Musitó con tono seductor, cerca de su oído._ Entre mis deseos no está decepcionar a Merry, por lo que aceptaré la invitación. _ Alejándose de él, rompió por completo la tensión que había surgido en la habitación.Gianluca sonrió, remojándose los labios._ ¿No vienes?. _ Dijo Adeline ya estando en la puerta.A lo cual él ladeó la cabeza para luego dirigirse hacia ella.El sonido del celular lo detuvo._ Debo atender esta llamada. _ Mencionó retrocediendo. _ Así que espérame en el comedor Adeline Strange, estaré contigo en un par de minutos. _ Finalizó contestando la llamada.Ella se marchó junto a la criada que estaba esperando en la puerta, dando aviso de que la cena ya estaba lista.Siguió a la mujer, hasta llegar al comedor.El salón era bastante extenso, compuesto por una amplia mesa y sillas en el medio. Un tapiz afelpado de color vino se hallaba sobre estas. La luz que otorgaba el candelabro de cristal iluminaba cada rincón de la estancia.Un conjunto de criadas hicieron aparición en el salón. Ubicando tres platos en la mesa con sus respectivas copas y cubiertos.La confusión de Adeline era evidente, se suponía que solo ella y Gianluca cenarían, entonces. ¿Para quién era el tercer plato?. Se preguntó ella absorta en la incógnita.La cuál fue respondida de inmediato. Un hombre con traje descendió por las escaleras, su cabello oscuro y muy bien peinado le concedía un aura elegante.El mayor de los hermanos Sonobe había hecho acto de presencia. Sus ojos de color avellana la admiraban desde lejos, con una patente chispa indescifrable en ellos...Adeline presenció el acercamiento del hombre._ ¿Con quién tengo el placer?. _ Avanzando lentamente a ella, pronunció con una patente formalidad en su voz._ Adeline Strange. _ Respondió un tanto incómoda por como la miraba._ Srta. Strange, soy Jean Paul Sonobe. _ Se presentó, elevando su palma para que esta la estrechara.Tal gesto fue aceptado por ella.Sus manos entrelazadas se mantuvieron de ese modo por más tiempo del previsto, ya que él no se dignaba a dejarla ir.Aquel encuentro fue interrumpido por el menor de los Sonobe, quien se adentraba al comedor._ Mira a quién tenemos aquí. Haz llegado justo a tiempo hermanito. _ Expresó Gianluca con recelo._ Conocía a tu nueva amiga. _ Respondió Jean Paul, ignorando lo dicho anteriormente por su hermano. _ Es bastante agradable. _ Dirigió nuevamente su atención a ella.Adeline percibió un sentimiento de antipatía mutuo. Era evidente que los hermanos no se llevaban del todo bien.El suceso presenciado por Gianluca hace un rato, no fue
Suspiros agonizantes brotaban de ella.Sus intentos desesperados por recuperar el aliento, aumentaban el precio. Cada vez que procuraba atrapar bocanadas de aire para poder respirar, el dolor la sometía nuevamente a la asfixia.La sangre fluía a través de su herida, cubriéndola como un manto.El cansancio la doblegaba, provocando que sus ojos grisáceos se fueran cerrando lentamente._ Resiste por favor, quédate conmigo. _ La voz suplicante de él se escuchaba lejana para Adeline, quien aún así resistió a la tentación de caer ante la extenuación que sentía....La estancia se encontraba compuesta por un conjunto de médicos, los cuales al verla llegar se encaminaron rápidamente a atenderla.Si no lo hacemos ahora, morirá. _ Sentenció una mujer rugosa, examinando la herida. _ Esto le dolerá, así que tendrá que sujetarla para que no realice ningún movimiento. _ Concluyó ubicando los instrumentos quirúrgicos en la mesa.Asintió Jean Paul aterrado ante lo dicho por la mujer.El miedo se refle
En la mansión Sonobe, Gianluca descargaba su ira contra un saco de boxeo. Su definido torso desnudo desprendía sudor al propinar golpes en secuencia dirigidos al saco, el cual se zarandeaba con fuerza hacia delante para después volver nuevamente a su posición inicial.Su furioso comportamiento se debía a solamente una razón, Adeline. No había contestado ninguna llamada ni mensaje de texto suyo y eso lo ponía de muy mal humor. No tener respuesta de ella, lo enloquecía por completo.Después del suceso trascurrido en la cena, él fue a su búsqueda. Tal acto fue en vano cuando no dio con ella. Intuyó que posiblemente esta ya se encontraba rumbo a su casa. Por lo que vio como mejor opción concederle algo de espacio.El segundo hermano de los Sonobe hizo presencia en la estancia. Inclinando su cuerpo en el umbral de la puerta, entrelazó sus brazos._ Alguien amaneció de mal humor. _ Mencionó desviando sus ojos dorados del saco, hasta posicionarlos en su hermano menor.Al no captar su atenció
Ya era medio día. Todos los empleados comenzaron a salir de sus respectivas oficinas dirigiéndose al mismo destino, la cafetería. Tras la reunión, Jean Paul condujo a Adeline hacia la salida._ Quiero que trabajes aquí. _ Sus ojos avellana la contemplaron suplicantes. _ Así que por eso aceptarás la pasantía en administración que te concederé. _ Sentenció, aflojando su corbata._ Supongo que todavía no podré deshacerme de ti. _ Rodando sus ojos, ella sonrió. _ Será grandioso trabajar aquí, tendré que acostumbrarme a ti pero por lo demás creo que estaré bien.Una auténtica sonrisa se asomó en el rostro de él. Su apariencia impecable de hace un rato, había cambiado por completo. Las faldas de su camisa blanca se encontraban por fuera otorgándole un semblante despreocupado. _ No podré llevarte a casa, debo solucionar algunos asuntos de trabajo, así que Adler te llevará. _ Explicó, abriéndole la puerta de la limusina. _ Nos volveremos a ver Srta. Strange. _ Advirtió, admirando aquellos e
Cegado por el deseo, Gianluca se encaminó con paso determinante hacia ella. Sus ojos esmeraldas fulguraban con intensidad mientras la miraba.La desesperación se adueñó de él cuando un grupo de personas interceptaron su campo de visión, provocando que este la perdiera de vista.Estaba enloqueciendo...Su necesidad por saber cómo se encontraba, lo carcomía por dentro.Ya habían pasado tres días desde aquel incidente. Tres días sin saber de ella, lo cual justificaba su histérico comportamiento. Así que sin más se adentró con osadía a la mansión, en busca de Adeline....La presentación era en una hora así que para agotar el tiempo Adeline se dispuso a caminar por el Gran salón, el cual se hallaba atestado de personas adineradas. Todos estos aristócratas lucían atuendos sumamente extravagantes que eran presumidos al merodear con aire de superioridad por el sitio. Mantenían risas falsas junto a conversaciones poco interesantes con respecto a la cantidad de dinero que poseían o al partido
Al apretar el gatillo, vislumbró como la sangre se impregnaba a su rostro manchando el pavimento del líquido rojo que se escabullía de su mentón al bajar como hilos desenfrenados por este.Todavía retumbaba el ensordecedor sonido de la bala al disparar en sus oídos. A pesar de que en aquel instante se encontraba tocando las cuerdas frontales del violín ante una infinidad de espectadores, no podía librarse de aquellos oscuros recuerdos que tanto se había empeñado en ocultar.El arco en compañía de sus dedos se desplazaban con destreza por el violín, innovando melodías jamás escuchadas por la audiencia. Pero su enfoque no estaba en todos esos aristócratas que la admiraban tocar. Más bien se sentía atrapada en aquel cuerpo danzante que se movía con gracia al compás de la música, mientras que su mente se hallaba abismada en un tormentoso viaje a su pasado.Las huellas de sangre que dejaba al correr por el escarpado camino, produjeron que el dolor se acentuara en sus plantillas al pisar l
_ Si sabes que esto es aburrido no?. _ Gianluca estiró sus brazos, soltando un sonoro bostezo.Mientras que Adeline ladeó su cabeza aún contemplando con meticulosidad el techo de color gris azabache del aposento de Gianluca.Habían trascurrido tres semanas desde que se hospedó en la mansión. Posteriormente de la misteriosa explosión que arrasó con su hogar y de la cual fue salvada por Jean Pierre, quien sufrió quemaduras por adentrarse con osadía al edificio en llamas solo para rescatarla.Después del suceso no tuvo oportunidad de agradecerle, dado a que Jean Pierre, la evadía siempre que podía, así que desistió y decidió apartarse de él como este lo quería.Por otro lado, se volvió más unida al menor de los Sonobe. Tanto que esta empezaba a disfrutar de su compañía sin fastidiarle tanto su presencia._ Y tú crees qué para mí no lo es?. Tu hermano tiene rodeada esta mansión como si fuera una maldita cárcel. _ Liberando un exasperado bufido, entrelazó sus brazos. _ Lo único que me fal
La École Normale Supériere se encontraba colmada de estudiantes ricachones que merodeaban por los vastos pasillos de la facultad. _ ¿Cuál es nuestro destino Adeline Strange?. _ Desplazándose con placidez, Adeline presenció como todas las universitarias se volteaban para ver al chico carismático junto a ella.Tornando los ojos, volvió a sumir sus ojos grisáceos en el horario._ Sería mas sencillo si me ayudaras a buscar. _ Quejándose, le señaló la infinidad de salones que se hallaban en distintos puntos del mapa._ No estoy preguntando por el salón sino la materia._ Despojando de su rostro sus gafas cafés, las colgó en el cuello de su camisa negra._ ¿Bromeas?. ¿Acaso no te sabes el horario?. _ Mirándolo incrédula, negó con la cabeza. _ Y ¿Por qué lo haría?. Ya existen personas como tú que se preocupan por guardar esa ridícula información en el cerebro, así que los tipos como yo se aprovechan y la extraen de tipos como tú. _ Explicó, doblando las mangas de su chaqueta de piel café. _