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Capítulo 6 Cualquier sacrificio por él

_Recoge todas las pertenencias de la señora, llévalas a la mansión, en dos semanas volvemos_ dió la directiva Federico a su asistente.

Ella estaba a su lado pero era como sino existiera, atinó a abrazarse de su tío como sino lo quisiera soltar.

_Lizy, solo deseo que seas feliz y no me odies_dijo llorando.

Ella miró alrededor, Federico se había alejado.

_tío te prometo que estaré bien, mientras tu estés bien, te veré en unos días. Le dió un beso y se marchó.

_adiós Victoria, quizás ahora estés un poco más feliz.

La aludida la miró con asombro pero no dijo nada

Como era característicoen Lizy ni siquiera miró atrás, subió al lujoso auto mientras el chófer le abría la puerta, agradeció al mismo y entró.

A su lado estaba él, su flamante esposo que la miraba de esa manera que a ella la incomodaba de sobre manera.

_Elizabeth querida, todo se ha hecho como pediste, estas feliz?

_señor Alvear, si algo se hubiese hecho como yo quería hoy no estaría casada con usted_ respondió firmemente.

De repente la mirada del hombre se heló, la atrajo hacia sí y la apretó contra él.

La tomó de la barbilla y la miró largamente, por alguna razón a pesar de la aversión que sentía por ese hombre, luchar contra él se le hacia difícil.

_eres mía y eso ya no puedes cambiar_ le dijo mientras la besaba_ ella trataba de mantener la boca cerrada pero el logró quebrarla.

_nunca la han besado_ pensó divertido. entonces.. ella jamás ha estado con un hombre"

Eso lo encendió más aún, no solo la belleza de Elizabeth le pertenecía sino que él sería el primer hombre en su vida.

Sus pensamientos nublaban tanto su mente que instintivamente bajó su mano por el hombro de la chica, y luego rozó su pecho, eso hizo que el cuerpo de ella se arqueara y el casi se avalanzara sobre ella.

_por favor señor_ suplicó Lizy _por favor no lo haga.

El se detuvo raudamente, la miró agitado. No sabía si era su belleza, sus ojos o las lágrimas que corrían por el rostro de Lizy que quedó paralizado.

El no era una persona que pidiera perdón o disculpa, tampoco consideraba que había obrado mal, después de todo era su esposa.

Se sintió terriblemente estúpido y eso lo enfureció.

_como quieras!! actúas como si esto fuese algo nuevo para ti! dijo con una furia exasperante.

Sabía que Elizabeth no había estado con nadie, sin embargo por alguna razón quería herirla, no soportaba su rechazo.

Lizy secó sus lágrimas y lo miró furiosa.

_ usted señor, es un ser despreciable!_ jamás, jamás lo amaré!!

Federico puso los ojos en blanco. Que mujer dramática e insufrible!

_te pedí que me amaras? por favor Elizabeth no seas ridícula, solo me importa tu cuerpo y eso, no podrás negarmelo. Eres y serás mi esposa hasta que yo quiera.

Elizabeth quedó impactada, con que clase de monstruo se había casado?

Camino al aeropuerto, todo fue silencio.

_donde vamos, señor Alvear?

_tengo negocios que arreglar en Beressia_ la miró despectivo_ pensabas que habría luna de miel?

En realidad había dispuesto todo en el piso que poseía en una torre exclusiva en la ciudad más cosmopolita del país. Pero la actitud huraña de ella de repente lo dejó furioso, ni el mismo entendía porque le surgía la necesidad de complacerla y sentirse terriblemente frustrado con el desprecio de Lizy.

Subieron al avión privado, sin mediar palabras.

Elizabeth miró a Federico, el miraba papeles, los leía detenidamente y seguía en ningún momento la volvió a mirar.

Llegaron al piso, Elizabeth quedó maravillada, todo era muy lujoso y pulcro, había un ventanal enorme y junto a él había un piano, Eloisa le había enseñado a tocar y luego Alfonso siguió pagando sus clases así que ella sabía tocar a la perfección.

_señor Alvear, la habitación de los señores está lista dijo el mayordomo.

_lleva todo y lo que necesite la señora dáselo.

El la tomó de la barbilla y le dijo:

_espero todo esté a tu gusto, por unos días este será tu hogar, lo que necesites pídelo, también ya tienes dispuesta una cuenta bancaria a tu nombre, aquí tienes tus tarjetas, úsalas como quieras.

Ella lo miraba sin entender nada.

_pero, usted se irá??

_ dije que tendría cosas que hacer, vendré eventualmente no sé cuando, no creo que eso te afecte, quedó bien claro que no te interesa estar conmigo.

Ella abrió sus ojos verdes mirándolo asombrada, este hombre tenía la capacidad de dejarla sin argumentos, lo cual era bastante difícil.

El no pudo resistirse y la apretó contra su cuerpo, bajó su cabeza y volvió a besarla, era como una necesidad, ella simplemente se quedó quieta sin emitir sonido, hasta que el la soltó.

_te quedas en tu casa señora Alvear, trata de no extrañarme.

_señor, lo conozco hace un par de días, nunca podría extrañarlo. respondió Elizabeth desdeñosamente.

Federico lanzó una mirada gélida, se inclinó dándole un leve beso en los labios.

_eso lo veremos_ dijo mientras le pasaba el dedo por su nariz.

Luego tomó sus cosas y se fue. Elizabeth recorrió todo el inmenso lugar, tocando al paso los lujosos objetos y mirando cuadros de artistas renombrados.

Cuando llegó a la habitación matrimonial no dejó de asombrarse, era grande, iluminada la ropa de cama era blanca, suave, todo era impecable. El vestidor de Federico tenía trajes de diseñador de diferentes colores, ni hablar de camisas, corbatas y zapatos. El que le correspondía a ella tenía algunos vestidos, joyas y lo básico que necesitara en ese momento, en una pequeña isla del mismo había una nota "compra todo lo que necesites señora Alvear " xxx.

Ella se cruzó de Brazos, buscó hasta que encontró varios pijamas de seda, eligió uno en color rosa y unas pantuflas a tono.

Luego preparó su baño, solo se sumergió en la tina, su piel blanca, tersa se amalgamaba con la espuma en la que estaba descansando.

_ y ahora, qué? _ se preguntó en voz alta.

_ este hombre, solo se limitará a besarme cuando aparezca y se irá? , será así? _ suspiró tranquila.

_si es así, puedo estar tranquila, el tiempo que el desee tenerme prisionera en este absurdo matrimonio.

Luego pensó en su querido tío, el único padre que tenía desde que ella recordara, el siempre había estado para ella y su madre, siempre las asistió, pagaba sus cuentas y su educación y al quedar huérfana el asumió el rol vacante.

_por él haría cualquier cosa, incluso someterme a este hombre despreciable_ asintió con su cabeza, mientras se le caían las lágrimas_ todo vale la pena por él.

Cerró sus ojos, si valía la pena cualquier sacrificio.

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