Pablo Mendoza estaba tratando de arreglar todo y viajar cuanto antes a Cabo Verde e interiorizarse bien del apresurado matrimonio de Liz.Mientras hacía sus maletas en su cabeza resonaban las palabras que había en la mañana mientras desayunaba: Se sentía desolado no podía entender que alguien tan puro como Lizy haya unido a ese hombre que tenía una reputación de ser cruel e inescrupuloso.La explicación de Lucía había sido bastante escueta y poco creíble, se negaba a creer que Elizabeth se haya casado por dinero, no lo aceptaba.Se sentó en la cama y afirmó su barbilla sobre sus pulgares, no pudo evocar los recuerdos que lo apegaban a Liz, nunca había dudado de los sentimientos que tenía hacia ella, la amaba profundamente.El día que Lucía la llevó a la mansión, el se asombró de la belleza de esa niña, lo que más le llamó la atención fueron sus ojos, eran verdes muy profu
Elizabeth estaba impaciente, de pronto sintió un dolor en el pecho, como una angustia aplastante quería correr a su casa con Alfonso, Lucía y sí fuera posible verlo a Pablo, siempre se sentía segura cuando el la abrazaba. No se dió cuenta de cuanto lo extrañaba como en ese momento, recordó el día cuando el la rescató y la defendió en esa fiesta y sintió una terrible nostalgia.Lo que más le dolía era no poder seguir hablando con él. Apretó los labios amargamente.Era mejor así. Siempre lo iba a cuidar, porque lo quería y porque siempre sería especial para ella.Federico la miró frunciendo el ceño como si adivinara los pensamientos de ella._Estamos llegando- dijo para sacarla de ese ostracismo. El avión aterrizó en la pista del haras, ella miró hacia afuera, como no queriendo bajar. El le tomó la mano._venga señora Alvear, bienvenida a Río Grande - le dijo ayudándola a bajar. Miró a su alrededor y se percibía un lindo paisaje, aire puro y mucha tranquilidad. Dos camionetas negras
Una vez que estuvo lista bajó para comer algo, Federico la esperaba. _oh se ve todo muy rico! Melesia es una muy buena cocinera. _Vengo muy poco por aquí, de niño solía venir con mis abuelos, cuando mi madre se fue...Elizabeth soltó el tenedor y el de repente se detuvo._sii? dijo ella interesada._olvídalo, son cosas pasadas, quieres ir a conocer los establos después?Ella se quedó estupefacta se dió cuenta que era muy difícil lograr que ese hombre hablara de sí mismo._Oh sí! me gustaría- dijo como si nada hubiese pasado. Prefirió no seguir preguntando, parecía que el no se sentía cómodo hablando de eso, pero al menos una cosa supo de él, su madre se había ido o quizás había muerto? El no especificó, pero ella sabía el dolor que significaba quedarse sin madre.Más tarde, atravesaron un gran parque, decidieron ir caminando hasta los establos en vez de usar algún vehículo, era septiembre el clima era inmejorable para caminar bajo la arboleda.De pronto Lizy soltó_mi madre murió h
Luego de cenar, los sirvientes limpiaron todo y se fueron. Antes cuando la casa era frecuentada por sus dueños, los sirvientes permanecían en la residencia en los cuartos de servicio. Ahora cuando terminaban sus labores se retiraban a sus respectivas casas ubicadas dentro de la propiedad. Tenían la orden de Federico de volver después de las 9 am._estoy cansada, me iré a dormir._Ve pequeña, trabajaré un rato en la biblioteca e iré después.Ella asintió y se retiró, mientras se ponía su camisolin se preguntaba hasta cuando Federico aguantaría sin tener relaciones. Ella no sabía si en los días que el la dejó sola en Beressia había estado con otras mujeres notaba que era un hombre que era muy sexual. De solo pensar que el estuvo con alguna se le revolvió el estómago pero no podía hacer nada, ella conocía bien su posición en este matrimonio.Se acostó en la cómoda cama y se durmió profundamente, despertó cuando sintió que acariciaban sus senos suavemente y de inmediato sintió el cuerpo d
Ella salió en bata tratando de mantener la compostura y sonreír como lo había hecho antes que el se fuera. Federico la miró y notó una cierta sombra en sus ojos, Elizabeth no sabía mentir sus ojos eran tan transparentes que decían todo y nada a la vez._sucede algo? preguntó él _oh no! en absoluto! me quedé leyendo y mis ojos se han cansado bastante! El frunció el ceño. Pequeña y hermosa mentirosa.Fue hasta ella y la besó, ella recibió su beso como hacia últimamente pero no atinó a tocarlo como había hecho en la noche ni en la mañana, se quedó con sus brazos caídos. El sintió una leve decepción y furia, debía contenerse o la espantaria. _vístete, ponte algo cómodo y vayamos a tomar algo en el parque.. quieres? _dijo pellizcando su mejilla._claro, bajo enseguida.Federico bajó furioso la escalera._Maria! Hector apareció enseguida _llama a tu hija, necesito hablar con ella que vaya inmediatamente al despacho._si señor! Hector salió angustiado pensando en que su hija atolondra
Habían pasado Varios días, los aprovechaban yendo a cabalgar, usando la piscina, mirando películas, leyendo... pero más que nada el se había dedicado a darle todo el placer posible a Elizabeth. Esa mañana mientras se duchaba el se metió con ella, la empezó a besar hasta que ella se excitó, el comenzó a acariciar su vulva hasta que notó que humedecia, la puso contra la pared y mientras besaba su cuello, introdujo sus dedos en la vagina, Elizabeth trataba de aguantar sus gemidos ya que podrían estar los sirvientes, pero como siempre el la hacia olvidar de todo y cuando llegó al clímax, soltó un gemido profundo._ya no puedo contra usted- dijo acariciándole el pecho...El presionaba su miembro erecto contra ella, no sabia como eran los de los demás hombres pero a ella le parecía que el de él era muy grande._te toca darle un poco de placer a mí> dijo llevándole la mano a su pene, acaricialo lentamente.Ella lo hizo obedientemente._Ahora comienza a hacer este movimiento> le mostró con s
Ella lo abrazaba llorando!_oye, oye- sonrió Federico _estoy convaleciente aún!_perdóname, es que estoy demasiado feliz de verte despierto. El se dió cuenta que ya no lo trataba de usted, pero no dijo nada, aún se sentía mareado. _pequeña recuestate a mi lado, quizás me recupere más rápido. A pesar de sus molestias, tenerla así a su lado era un triunfo, el se dió cuenta que ella sentía algo por él, le parecía recordar su voz rogándole que no la dejara. Afuera seguía lloviendo y la temperatura había bajado considerablemente, ella se levantó y buscó una manta para taparlo._Quizás deberías regresar a casa y dormir más cómoda, yo estoy bien- le dijo comprensivo _Claro que no! de aquí no me iré! solo me iré cuando tu también lo hagas.- lo miró frunciendo el ceño._no seas dramática mujer, solo fue un pequeño golpe-dijo tosiendo un poco._ además aquí hay lindas enfermeras que me cuidarán muy bien..Ella adivinó su tono, pero no le contestó._Señor, soy su esposa y mi deber es estar aq
Melesia había enviado la cena para los dos, de ninguna manera iba a permitir que coman la comida horrible del hospital, por más elegante que fuera.Luego de la cena, caminaron por el pasillo y fueron hasta un parquecito vidriado que había en el lugar, luego entraron porque él seguía con tos, más temprano el médico había pasado y le había recomendado un medicamento, pero en líneas generales estaba bien.Como le costaba dormir y Elizabeth parecía padecer la misma situación, de pronto el le dijo:_cuéntame de ti. Sonreía._oh, que quieres que te cuente, que tu no hayas investigado? Preguntó divertida.El hizo un ademán de vergüenza._algo que no sepa, porqué te llamas así...cuál es tu sueño?? ..o lo que quieras.Ella se sorprendió, jamás pensó que un hombre como él quisiera saber cosas de ella._Como te conté, mi madre Eloisa enseñaba música y literatura, creo que hemos leído docena de veces las obras de Jean Austen, me llamó Elizabeth por una de las protagonistas de sus novelas- Sonrió