Capitulo Dos

Lían, mi hermoso novio, estaba llamando y yo no sabía que hacer o decir, porque decir la verdad era lo último, qué haría.

Decidí ignorar la llamada, el teléfono en mis manos comenzó a temblar hasta caer al suelo y Gabriel lo tomo a un con la llamada activa

El teléfono dejó de sonar, pero antes de que pudiera tomarlo de las manos de Gabriel el nombre de Lían que tenía como contacto más la foto de nosotros juntos abrazados se puedo ver claramente.

Sin saber por qué quise explicarle quién era Lían, pero recordé con quién estaba y quién era él, así que preferí observar de igual manera y aparentar una calma y tranquilidad que en realidad no tenía

—Si es un novio o un amigo especial, lo que sea que tengas con este chico que te pone tan nerviosa con solo llamarte, no está bien, sabes que eso nos puede traer muchos problemas — Su rostro estaba en una total serenidad — tanto con tu padre, como con mi padre.

La forma de actuar de Gabriel me hacía creer que todo esto para él era tan normal, es más, creo que él ya estaba al tanto, porque cuando en la mesa dijeron sobre realizar la boda él estaba tan tranquilo, la única estúpida sin saber lo que estaba pasando fui yo misma.

Por eso, papá me dijo que llegara un poco tarde y se inventó esa patética excusa sobre mí, siendo una chica que le gusta salir siempre bien arreglada y llegar tarde por perder el tiempo.

Ellos todo este tiempo en el restaurante mientras yo llegaba estaban ideando la manera de como joder mi vida en un matrimonio sin amor.

Valla, papá y mamá se ha ganado el premio gordo como los mejores padres del mundo.

—Ana, el matrimonio no se basa en el amor, es una negocio donde las dos partes ganan, y tus padres la verdad están ganando mucho, digas lo que digas y lo que yo diga o haga mis padres ellos nos van a casar igualmente, no estoy en condiciones de oponerme a la boda porque voy a perder mucho Ana, sé que va a ser difícil para los dos, pero entonces tenemos que llevarnos bien, convivir — Gabriel lo decía y lo hacía ver tan fácil— Ana con el tiempo podremos ser amigo y sé que podrás sobrellevar lo que de ahora en adelante será nuestra nueva vida — Una de sus manos se posó sobre las mías y dejando caer el teléfono — Ana no te oponga a esto porque si no soy yo será otro hombre con quién te casen tus padres.

—¿Amigo? - Lo dije en un tono burlón — Gabriel, yo no quiero casarme con un hombre para ser solo su amiga, siempre pensé que me casaría con el hombre que amaría y me amaría por igual y viviría feliz y tranquila así como en los cuentos de princesas, tú y yo sabemos si nos casamos lo más seguro es que en menos de cinco meses quiera separarme de ti porque vamos a estar claro que vamos a odiar estar uno junto al otro lo sé porque somos desconocidos.

—Solo tenemos que prepararnos Ana, esto es algo de lo que no vamos a escapar y lo sabe muy bien, tus padres son como los mío y nadie los vas a detener, quiero que tomes esto con calma, no te preocupes, solo debemos soportarlo por dos años y entonces tú podrás ser libre.

Cómo podría estar segura de que serían dos años, cómo podría asegurarme que luego no se iba a echar para atrás, porque esperar tanto tiempo, mi cabeza se llenó de tantas preguntas sin respuesta que comenzó a doler.

-Me juras que me darás el divorcio en dos años.

—Lo prometo Ana, por ahora ve y termina con quien sea que tengas una relación y yo tengo cosas que hacer, porque te entiendo, no solo tú estás paralizando tu vida con esto —su mano dio un leve apretón en mi hombro y luego se levantó alejándose del parque como si contara los pasos.

Llegué a pensar que estaba perdido igual que yo o solo es mi imaginación.

Pasear por la ciudad no me ayudo en nada a distraerme, menos después de la tarde que tuve escondiéndome de Lían sin responder sus llamadas y mensajes, porque no tenía caso evitar la tragedia, daba lo mismo si le dejaba hoy o mañana, mi mente constantemente me recordaba una y otra vez lo que papa y mamá me había hecho y es que no podía entender cómo dos personas que dicen amar a sus hijos los dejaban en mano de cualquiera y todo por dinero.

Quería pensar que mamá no estaba de acuerdo con esto, que quizás el miedo de llevarle la contraria a papá la tenía sumisa y de que en cualquier momento mamá iba a reaccionar y suplicar a papá que no hiciera esta monstruosidad conmigo.

Decidí volver a casa por mi propia cuenta sin usar el chofer, por lo que tomé un taxi a casa. Al verme en la puerta de entrada, mi madre, que estaba sentada en el sofá, levantó rápidamente y se acercó a mí con una leve sonrisa que escondía horas de preocupación porque sé que ella a pesar de todo nos quiere, estoy segura de que lo hace, nuestra mirada conecto por unos segundo cuando alargó su brazo y me rodeo con ellos mientras acariciaba mi cabello.

No quería odiarla a ella porque no tenía la culpa de nada. Quería irme lejos, muy lejos a los brazos de una sola persona.

Lían.

Él me odiará para toda la vida.

Mi amor bonito

El único refugio que al igual que mi hermano encontré el amor y el cariño que nos hizo falta.

—Ana – la voz de mi padre llegó desde el interior del salón, me separe de mamá y limpie mis lágrimas las cuales deje fluir al pensar en todo este estrés, pero para mí, sorpresa junto a papá, se encontraba Gabriel.

Qué carajos hace en mi casa.

—Mmm – alce mi mirada hacia ambos hombres.

—Qué bueno que has llegado hija, Gabriel, vino con nosotros, sus padres estaban preocupados por su futura yerna y le pidieron que viniera con nosotros a casa – Suspire pesadamente este hombre sería mi sombra y sé que no es su culpa ni mía solo de nuestros padres - ¿Dónde estabas?

—Fui a caminar y me distraje - Con una forzada sonrisa posé mis ojos en mi futuro marido.

Papá me observó con sus penetrantes ojos y sé que no me cree nada.

—Fui a casa de Natalia, quería mirar unas cosas con ella y darle la noticia de la boda – fingí sonreír

Sé que no me cree papá sabe fingir muy bien cuando le conviene y no va a crear un escándalo frente a Gabriel porque no le conviene quedar mal frente a su nuevo socio.

-Debería llamarla para que nos ayude con la boda, segura estaría encantada – dijo mamá emocionada como si lleváramos años planeando esta bendita boda.

-No – rápidamente negué, si le había dicho que me casaba, pero no cuando y mucho menos las razones.

-¿Por qué no Ana? – dijo papá – no creo que sea malo, que Natalia ayude a tu mamá y a ti, esa chica ama, las fiestas sean grandes o pequeñas, además tu madre solo invitara a tu amiga y unos cuantos conocidos, los demás invitado son de parte de Gabriel, no hay tiempo para hacer muchas cosas en 2 semanas y sería de ayuda para tu madre.

-Tienes razón padre, pero Natalia va a hacer preguntas de este matrimonio tan sorpresivo y yo no sabré que decirle mucho, hice con decirle que me casaba, pero no le dije cuando– dije por qué tenía esperanza de llegar hoy a casa y que todo esto no fuera verdad.

Está bien, yo misma le contaré lo de la boda, pero... puedes decirle la verdad, ella es tu amiga Ana, esa chica nos cae bien — Dijo mamá - ella es una buena chica y no dirá nada malo ni creará rumores que perjudique a Gabriel.

Es que solo importa este tipo y yo qué mamá, no te preocupa que la gente hablé mal de mí o de este matrimonio tan apresurado, pueden hasta pensar que estoy embarazada, dios porque todo esto tiene que pasar así.

-Tu madre se encargará – dijo padre finalmente — además la organizadora de boda vendrá mañana para la prueba del vestido de novia.

Ellos estaban tomando las decisiones de mi vida, estaban haciendo de mis opiniones una m****a y era como él quería.

Papa

Te estaba comenzando a odiar.

Por una media hora escuché a papá y Gabriel hablar de negocio y de finanzas, cosas aburridas que no entendía para nada, muchas veces me hacía la interesada en el tema y otra mamá cambiaba de tema.

Nana

entró al comedor con una mirada preocupada que activaron mis alarmas que más podría pasar esta noche.

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