Capitulo cincuenta y cinco
-Anoche, él estaba bien, ¿cómo se lastimó? — Pregunta mi hermano y lo ignoro para entrar en la cocina por un poco de hielo y agua fría que vierto en tazón para poder ponerle paños fríos a Gabriel.

—No sé — Evito la pregunta— ¿Dónde está Clara?

—En la escuela

—¿Tu esposo?

—Trabajando, Ana deja de evitar responder — Me sigue hasta el piso de arriba y cuando entro en la recámara mi suegra está desvistiendo a Gabriel.

—¿Tuvieron sexo?

—Karina — Estoy apenada y más que lo diga de esa manera —

—Ana, sabes lo peligroso que es si su herida de infecta — es la primera vez que la veo molesta conmigo— Esto es muy irresponsable de tu parte, tu deber como es esposa es cuidarlo, no aceptar su capricho de calentura.

—Suegra, no sé qué le está pasando hoy, pero Gabriel es muy terco y si asumo que lo deje ir muy lejos anoche y no me arrepiento no hay señales de infección en su pierna y en cuanto mire el sangrado le hice la cura le di sus medicamentos — Le explico aunque no debería de darle explicacione
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