Los días fueron pasando de una manera muy rápida, cargados de trabajó, la misma rutina todo los días, del trabajo al departamento, del departamento a la casa de sandra.
Dos semanas exactamente han pasado desde entonces, llevo dos semanas trabajando en la "Arquitectura Allamand". Estas semanas han sido algo como decirlo... Las semanas más incómodas de mi vida. Una de las semanas más rápidas de mi vida. Desde hace unos días Matthew ha empezado a dejar la puerta de su oficina abierta y sólo me observa, me hace trabajar delante de él y a veces suele traer comida para ambos. Es súper incómodo estar todo él día bajó su atenta mirada, observa cada movimiento qué hago, es cómo si buscará algo. Pero sea lo que sea que busca no está en mí. Y me dirán hipócrita... pero a pesar de que es incomodo algo dentro de mí, me alegra de tener su atención. Jamás en mí vida me ha gustado ser el centro de atención, es algo que a la mayoría de las chicas les encanta, les encanta que las deseen, que las miren; pero no es lo mio. Y estas dos semanas he sido el centro de atención. Estás últimas dos semanas he compartido mucho con Sandra y Cloe, han sido los mejores días de mí vida en mucho tiempo, y a pesar de que Beatriz me ha rebozado de trabajo y no he tenido mucho tiempo hemos convivido más. Suspiró mientras recibo por última vez un contrató qué tengo qué entregar... aproximadamente en menos de veinte minutos. Un carraspeo me interrumpe de mí lectura obligándome a levantar la vista. Levantó la mirada y no puedo creer lo qué veo. Un chico de cabello castaño, ojos grises, un cuerpo perfectamente ejercitado, y casi idéntico a mí, está en frente de mí con una tierna sonrisa que hace que mí pecho se apretó. Sebastián, mí hermano gemelo está aquí, y yo no tengo palabras, me he quedado muda, es cómo si mí voz se la hubiese llevado el viento, mis piernas no quieren caminar, no puedo ponerme de pies, es cómo si hubiese perdido el control de mí cuerpo. Él se da cuenta de mi estado, rodea él escritorio, me levanta de la silla y me abraza, descansa su barbilla en mí cabeza. Mi mente trató de procesarlo todo, es él, Sebastián, mi gemelo, es imposible, joder como se enteró que estoy aquí,y una cosa pasa por mi mente. Ellos también pueden estar aquí. Ignoro ese hecho. Tardó en responder, pero cuándo lo hago me siento protegida en los brazos de mí hermano, aquél que me dobla él tamaño, que es fuerte y siempre me ha protegido, y pensar en éso también me hace sentir mal. El que siempre nos cuidó a pesar de no ser el mayor; siempre nos protegió y se qué también se siente culpable por no poder hacerlo aquella vez. —Te extrañaba morenaza—susurra con la voz entrecortada. —Y yo a ti, guapetón —digo con una hilo de voz y siento ganas de llorar, pero no puedo hacerlo, me he negado a derramar una lágrima desde aquel siete de octubre, el peor de mi vida, dónde lo perdí, y no sólo a él, si ni todo de mí. Me repito una y mil veces《 No llores, no llores, llorar es de débiles 》. Son mis palabras desde esa noche— ¿como supiste que regrese? —digo rompiendo él abrazó, porqué sí seguía de verdad comenzaría a llorar y eso es lo qué menos quiero. —Cloe —dice y río—me enseñó fotos de ti y ella... y sabes me sentí muy mal, cómo es posible que no le hayas avisado a tu hermano favorito— hace puchero, agarra mis mejillas y las pellizca. Golpeo su mano —Porque se supone era una sorpresa— ruedo los ojos. —No hagas eso en frente de tus mayores —dice serio. —Sólo por cinco minutos—digo y ahora es él quién rueda los ojos, estoy por responder pero la puerta de enfrente se abrió dejándome ver a un hermoso francés, acosador, pero éso no le quita lo hermoso. Veo a mi hermano que sonríe y empieza a caminar hasta Matthew quién también sonríe como si fueran mejores amigos. A lo mejor lo son. Pienso. Matthew y Sebastián se dan un abrazo de palmadas en la espalda para separarse. —Hermano tiempo sin verte—dice Sebastián ¿Hermano? ¿Qué m****a pasó todo éste tiempo? —Lo mismo digo ¿Qué haces aquí, cuándo llegaste?— pregunta aquél hombre con su acento francés moja bragas. —Vine a ver a mí hermana... estaba por invitarla a cenar —gira a verme— pero por qué no vamos los tres— propone mi querido hermano, que ahora lo odio, me quiero negar pero mi hermoso francés acosador se me adelanta. —Será un placer —mira su reloj— además sólo faltan cinco minutos para irnos. —Ya he terminado el contrato de Barcelona— intervengo por primera vez. —Perfecto —dice, camina hasta mí y sé lo entrego—.Bien podemos irnos —asentimos. ... Aburrida, excluida, olvidada, inquieta. Así me siento, solo puedo escuchar a mí hermano y a mí jefe hablar de fútbol, chicas y eso es incómodo, trabajó y muchas cosas aburridas. Después de quince minutos de andar en coche llegamos a un restaurante jodidamente costoso y elegante, suerte qué tengo todavía la ropa de la oficina. Al parecer Matthew y Sebastián son muy amigos desde hace años, algo qué me sorprendió, ya qué jamás había visto a Matthew, ni ir a casa, ni nada. La mesera llega con la comida y buenos mal porqué muero de hambre, cuándo ve a Matthew y Sebastián empieza a coquetearles, y no se por que coño siento que tengo que interrumpir ese coqueteó, me aclaró la garganta y todos fijan su mirada en mi. M****a. —Cariño creo que deberíamos empezar a comer —digo a Sebastián quién me mira confundido— y tu Matthew recuerda qué tú esposa embarazada te espera en casa– recalco la palabra "esposa". Matthew alza una ceja entendiendo perfectamente lo que hago, y ahora ambos me ven con diversión —por favor —suplico, la mesera se sonroja y se va avergonzada. Los dos chicos me miran con cara de ¿Qué coño? —¿Qué fue eso?— pregunta Sebastián con diversión, me encojo de hombros y veo a Matthew, que también me ve analizando cuidadosamente. —Solo quería comer y ella no se iba— digo y él ríe, Matthew sólo me ve y la comisura de su labio se alza en una sonrisa— además odió qué coqueteen con mis acompañantes enfrenté de mí—digo haciendo énfasis. —Bien, comamos— dice Matthew—tengo una esposa embarazada que me espera en casa— ostias tías. .... Después de una rica cena Matthew se ofreció a traernos, y mandar nuestros coches y ahora estamos en la sala de mí departamento viendo "El fin de los tiempos". En toda la cena Matthew no dejó de verme ni un segundo, y no sé en qué coño pensaba cuándo le guiñe un ojo. Estoy totalmente loca. Mí hermano tiene que madrugar. Mañana viernes veinticuatro de marzo cumple años mí madre Ángela ruíz, y les mentiría si les digo que no me siento inquieta o nerviosa de regresar a mi casa, con mi familia, estoy que muero de los nervios. Y ha sido un día tan largo llenos de emociones, qué mis párpados pesan y mis ojos empiezan a cerrarse solos, me recuesto del hombro de Sebastián y me he quedado completamente dormida. ... —Maldición — masculló entre dientes, cuándo suena la alarma, no me había dado cuenta qué estaba en la orilla de la cama hasta que caí. Se siente horrible, así tipo cuando te ilusionan y luego te las roban. Así me siento. Con mi mano apagó el despertador y vi la hora. Joder ya Sebastián sé fue. Me levantó me voy al baño, cepillo mis dientes, y me meto a bañar. ... Después de ducharme, salí a la sala dónde se encuentra una nota de Sebastián: "Cuídate mucho liza, te he dejado desayuno "lo hizo Juana", en la cocina (debés hacer compras, tu nevera está vacía... no puedes comer solo chocolate) bueno desayunamos y nos vemos más tarde. Te quiere tú alma gemela". Sonreí como idiota por la nota de mí hermano. Siempre con sus cosas locas. Después de desayunar me vine a trabajar, son aproximadamente las once y cincuenta y nueve, en la tarde no trabajaré, pero tendré que dejar todo arreglado hasta el lunes. Veo a Matthew aparecer en toda la mañana. Me muerdo el labio "inconscientemente" cuando veo su gran trasero, hasta que suena el teléfono. —Buenos días, Arquitectura Allam...— me cortan. —Venga a mi oficina — cuelga y maldigo. Ya me iba. Me levanté acomodando mi falda. Caminó a su oficina y tocó, escuchó un "Adelanté" de su parte y entró, miró al frente y no está. Pero no puedo dar un paso más cuando la puerta es cerrada detrás de mí haciendo que me sobresalte, y no pueda ni asimilar lo que pasa cuando ya estoy acorralada contra la pared por un Matthew de pupilas dilatadas viéndome directo a los labios para empezar a besarme desesperadamente. ¿Qué m****a está haciendo? Quería preguntar, pero volver a sentir ésos labios tan suaves sobre los míos hace que mí cuerpo reaccioné. Empiezo a seguirle el beso, sus manos empiezan a descender por mí cintura y quedar en mis caderas, pongo las manos sobre las suyas, su lengua rozó mis labios buscando pasó en mi boca para meterla, pero cuando no se lo doy baja su mano y aprieta mi trasero, haciendo qué suelte un gemido y aprovecha para enroscar su lengua con la mía. –¿Qué haces, vas a follarme en una oficina?— murmuró con la voz entrecortada. Me presiona más a la pared y puedo sentir lo duro que está, gimo y él vuelve a presionar, pongo una de mis manos en su cuello y la otra en su nuca para atraerlo más a mi y profundizar el besó. —¿Quieres?— jade. ¡Claro que quiero! Una de mis fantasías siempre ha sido follar en una oficina, sobre un escritorio y uffs... Su agarre en mis caderas se hace más fuerte, y de un momento a otro estoy con mis piernas alrededor de su cintura. Puedo sentir su erección dura contra mí intimida y eso hace que suelte un jadeo, nos separamos por falta de aire, por un momento pienso en reclamarle, abofetearle y luego irme pero él deseó y la excitación bloquean mi mente y no puedo pensar lo que hago. Vuelve al ataque contra mi boca, empiezo a desabotonar su camisa, mientras él sube mi falda y siento sus dedos fríos en el comienzo de mis bragas, pero antes de que algo más pueda pasar su teléfono suena. Y a regañadientes me deja en el suelo con la respiración agitada. —Esto no ha terminado—me susurra con voz ronca, asiento ¿Por qué carajos asiento? me dio la espalda para responder la llamada y aprovechó ese momento. Salgo de la oficina con mí respiración agitada, miró la hora y son las doce ¿pasó tanto tiempo? Es hora de irme, agarró mis cosas rápidamente y me fui. ¿Qué mierdas pasó? Sus palabras hacen eco en mí cabeza "Esto no ha terminado". M****a creo que tanto tiempo sin sexo me ha nublado la razón. Necesitaba dejar de pensar en éso, ¿pero cómo lo hago?. Llegó a mí apartamentos sacó una barra de chocolate y empiezo a comerla mientras agarró mi maleta y bajó al coche (que me prestó Clar) para irme. Río cuándo empiezo a manejar, parezco un criminal huyendo de la justicia.....—Esto no ha terminado.Esas palabras resuenan en mi mente una y otra vez, es como si me la huviese tatuado, quiero pensar en otra cosa olvidar eso, pero no, mi mente viaje a esa momento una y otra y otra vez, es una tortura que ni el chocolate me ah ayudado a calmar. Sus suaves y dulces labios sobre los míos, hace que quiera regresar a él; pero no puedo, es imposible. El deseo y la exitacion me nublaron la mente, bloquearon mi razon; al parecer tanto tiempo sin sexo te daña la mente.Aun no recuerdo cuando fue la ultima vez que tuve sexo ¿Hace 6 años? Más o menos; wuao es mucho tiempo, el mismo tiempo que tengo sin besar a alguien, bueno hasta ahora y lo peor de todo esto es que lo disfrute y si se volviera a dar la oportunidad lo volvería a besar o quizás más que eso.Sacudo la cabeza intentando alejar esos pensamientos porque me volveré loca y no quiero ir a donde mamá vuelta una loca. Venga ya, tengo que concentrarme en la carretera si no quiero tener un accidente. Vaya m
No sé como reaccionar, mí cuerpo está inmóvil, la saliva no me pasa y siento qué me voy a desmayar.Es imposible, él mundo conspira en mi contra. Por un momento tengo el impulso de salir corriendo y traspasar la ventana tipo película. Cinco años, cinco jodidos años sin verlo. Mí primer amor, mi primer hombre, pero sobre todo el que más me dolió, uno de los primeros en traicionarme, David Hernán... Es el chico más miserable y estupido que he podido conocer, pero también es muy bueno.-Hola David- digo sin darle importancia.-Así no se saluda liza-dice y me toma desprevenida cuándo me da un beso en la comisura de mis labios.-¿Qué haces aquí?-preguntó con molestia por su acto.-Tu madre me invitó-dice y veo a mamá encogerse de hombros. Suspiró.-Genial- digo- voy por un trago, con vuestro permiso - me voy. Esto es increíble primero mí mañana caliente con Matthew y ahora David. Esto no sé puede poner peor ¿o sí?. David y yo fuimos novios durante cuatro años, dónde me vio la cara cómo u
.Increíble.Esa palabra se queda corta para lo qué estoy viendo. En mis tiempos jamás había venido tanta gente, y no sólo eso, lo mejor es qué todo está tan cambiado.Antes la carretera era de tierra, ahora es de asfalto, no había luces que alumbraron el camino, sólo se alumbraba con la luz del celular, tampoco una caseta para los pases de los corredores, se anotaban en un cuaderno, no venían tantos adolescentes, sólo éramos unos cuantos corredores y unos que otros que venían a observar lo qué hacíamos.Pero esto es increíble, todo es hermoso y eso me alegra, algunas veces pensé en ver esté lugar así, pero con lo qué ganábamos en las carreras era imposible y ahora esto es un paraíso peligroso.-Todo lo que me perdí estos años- susurró todavía anonadada por la belleza de éste lugar.-Todo esto te lo debo a ti- lo miro con el entrecejo arrugado- recuerdas los vídeos, piruetas y carreras del canal de YouTube- asiento recordando todo eso- empezaron a tener visitas luego de un mes que te
Él sol pega en de golpe en mí cara, intentó alejarlo tapandome la cara con una almohada pero es algo imposible; intentó abrir los ojos pero no puedo, me duele la cabeza, no tengo resaca, algo extraño, pero tengo mucho sueño. Cuando abro los ojos veo una pequeña figura lanzarse sobre mí haciendo que jadee de dolor.—Cloe, calma matarás a tu tía —escuchó la voz de Sandra a lo lejos. Me pongo la almohada otra vez en la cara —no, no jovencita son las diez de la mañana— dice mientras me quita la almohada, bufo.—¡Tía, tía!—me llama Cloe en grandes exclamaciones y me veo obligada a entre-abrir un ojo para verla —vamos a la playa a jugar ¡Vamos a jugar a la playa! —arrugó el entrecejo—por favor —pide haciéndome ojitos.No puedo responderle, mi cuerpo tiene pereza y solo quiero dormir. De repente recuerdo que estoy molesta con Sebastián e Isabel por haberme ocultado que están en una relación, o lo que sea que tengan.Miro a Cloe cuando abro completamente mis ojos y sonrió, asiento. Sandra me
—Mierda— digo cuando veo la mancha de café en mí camisa.Son las cinco y cuarenta y cinco de la mañana, hace media hora qué me levanté y recibí un mensaje de Mí empoderado jefe. ¡En veinte minutos pasó por ti! Así no más, ni buenos días ni nada. Pero hay algo que me inquieta más, su presencia. Luego de tres dias sin verlo y después de aquel encuentro joder... es algo de locos que me pone tan nerviosa. Además como verlo a la cara luego de masturbarme en su nombre tantas veces.Perdóname dios, soy un alma en pena que cae en la tentación de la carne.Moriré en el pecado.¡Ayuida!No voy a decir que me da pena por el momento caliente del viernes, lo que me avergüenza es que estoy pensando en comprar un vibrador y volverme a masturbar en su nombre. Es algo que me asusta, pero no podré verlo a la cara si lo hago.Se preguntaran ¿Donde quedo la eliza segura? Pues no lo sé, tal vez en dónde pensé en masturbarme con un vubrsdor d 19 centímetro en su nombré y no lo quiero hacer, pero dios que
Deslizó mis manos expandiendo la crema de olor a chocolate en mi piel. Sí, ya le dije que amo el chocolate y forma parte de mí vida en cada momento; apenas llevaba puesto unas bragas de algodón y un sujetador, me terminó de aplicar la crema por mí piel y caminó hasta la cama. Me quejo cuando veo la ropa, quisiera quedarme en ropa interior todo el día pero no puedo. La típica frase "No Puedo" y como la odió pero que va siempre la digo y me identifico con ella en ocasiones.Agarró la ropa y caminó al baño, cuando entro me miro en el gigantescos espejo y me siento satisfecha de mí cuerpo... no tengo las mejores nalgas pero tengo, es lo importante ¿no? Cuándo terminó de vestirme miró la hora en mi teléfono y es mejor ir bajando. Salgo de mí habitación y veo a Matthew salir de su habitación, me indica que caminé y eso hago. Cuando llegamos a la recepción me doy tiempo de observar mejor, como verán soy malísima describiendo lugares, pero hago el intentó, todo el lugar es hermoso, mí famil
....La música retumba en mis oídos y siento una emoción repentina... veo a lo lejos a Tefi en la barra y caminó hasta ella. Caminó entre las personas que van a la pista de baile, cuando llegó a la barra le tapó los ojos a tefi y siento como se tensa. Empieza a tocar mis manos y mí cuerpo.—Joder tia me has asustado —se lleva una mano al pecho mientras gira a verme. Su mandíbula casi cae al suelo y sonrió—oh por los santos sustos que me das ¡JODER TÍA ERES UNA DIOSA ESCAPADA DEL OLIMPIO!—río ante tal comentario— te has puesto vestido—dice casi sin creerlo. Asiento y pido un chupito en la barra.—Tu estás monísima, eh—la envuelvo en mis brazos. Tefi es como otra hermana para mí, anteriormente ella vivía en Catana pero tuvo que mudarse a Barcelona hace unos años. siempre me ayudaba a convencer a Isabel de sumarse a nuestras escapadas, éramos el trío perfecto hasta que el destino giró en nuestra contra.Hablamos, hablamos y hablamos, dándonos pequeños resúmenes de lo que hemos hecho es
No sé en qué momento Matthew llegó a mí pero se lo agradezco. Matthew me sostiene de la cintura para evitar que me caiga. Estoy muy mareada y siento perder el conocimiento, soy un desastre lo se.—No quiero caminar —digo pegando mí espalda a su pecho —cargame —me volteó y alzó mis brazos —cargame o aquí pasaremos toda la noche —lo escucho reír y me cruzó de brazos —no pesó lo juro —levantó una mano para afirmar mi juramentó.No dice nada sólo me ve y de pronto estoy colgando de su hombro como un saco de papás, me río, me río locamente. Y empiezo a darle pequeños manotazos.—Oye éso no se hace, bajarme —me quejó— bajarme —me remuevo —mmm— empiezo a cantar canciones de Carla Morrison y de repente algo capta mi atención. Tengo la mejor vista del trasero de Matthew —Dios es injusto.—¿Qué? —pregunta.—Tienes más nalgas que yo —estiro mí mano y lo nalgueo— son muy duras —ríe— ¿a que gimnasio vas o que cirujano te opero, si es genética dime como vuelvo a nacer?—no responde. Me cabrea y lo m