Sera imposible... estar ahí y no recordar. Dolera, dolera como el demonio. Pero sabia que no podia huir para siempre. Sabia que este dia llegaria. El dia de regresar a ese lugar donde fui tan feliz... pero tambien fui infeliz. *Acompañame a leer esta historia*
Leer másUn cambio, dos cambios, tres cambios, cuatro cambios, miles de cambios y nose deciden por ninguno, siempre salen con el "No me gusta", "Me hace ver más gorda", "Otro por favor", "Ese no te pega". Joder. Quiero matarlas, juro que quiero matarlas. Me están volviendo loca y no paran de llorar, una llora y hace llorar a la otra, quisiera agarrar la silla donde estan sentada y romperla en sus cabezas. Me desesperan y me hacen querer golpearlas, están insoportables. Aún no entiendo que tanto escogen y buscan, si solo lo usará una vez. No paran de comer y medirse vestidos, y tratar obligarme hacerlo. Sandra e Isabel, nos tienen locas a tefi y a mí, y ahora podría decir que comprendo a los hombres cuando dicen que las mujeres somos desesperadamente cuando estamos embarazadas y tenemos tantos cambios de humor. Sandra no ha dejado que Isabel escoja ningún vestido porque no son "adecuados". Los únicos vestidos que le han gustado son los completamente cerrados y sin nada de escote. Por una pa
A la mañana siguiente cuando llego a la oficina Matthew no está, ni Clar, Beatriz y la nueva secretaria. Y como no tenía nada que hacer baje a la cafetería y mientras revisaba un contrato alguien se sentó a mi lado, sorprendiendome con su presencia. El amante de Beatriz se sentó a mi lado y me sacaba conversación, realmente es un chico muy agradable y divertido, se me hizo muy fácil llevarme con el, y reír mucho ante sus ocurrencias e ideas tan locas como las mías. Fue una excelente mañana y hasta numero intercambiamos. Pero todo se fue a la mierda incluso mi sonrisa cuando Matthew entró por la puerta de la cafetería con Beatriz, Clar, su secretaria y otros ejecutivos.Sus ojos conectaron con los míos y en ese mismo instante los aparte volviendo a la conversación que tenía con Edgar y Alberto, por un momento sentí curiosidad de donde se sentarian y todo mi cuerpo se tensó cuando se sentaron en frente de nosotros, y él, justo el quedo mirando hacia donde estoy yo. Trataba de ocultar
15/07/20"Todos sufriremos, unos más que otros pero lo haremos".Realmente nunca comprendía los dichos de papá, eran tan confusos pero tan claros... me confundían pero me hacían sentir que tenían razón. El siempre ah sido tan sabio y sus palabras siempre eran las correctas, es el mejor consejero que pude haber tenido, tan compresivo y agradable. Siempre sabía que decir y que no decir en cada momento. Siempre me ayudaba a tomar decisiones, me abrazaba cuando me equivocaba y no sabía como solucionar un problema. Lastima que ahora no esté aquí conmigo.Aun no entiendo como los propios seres humanos nos lastimamos, y luego queremos arreglar las cosas como si nunca hubiesen pasado. Eso pasa conmigo, Matthew no ha dejado de escribirme, llamarme y es tan insistente. Pero no quiero contestarle. Ni lo haré.Hace seis días que no lo veo ni escucho su voz, y me duele, me quema... Hace seis días que salió aquella mujer de su habitación y lo besaba, mientras el cerraba su
Después de una noche movitida con Matthew, entre la oscuridad del pasillo el se fue a la habitación donde se queda y yo me quede rendida, después de ese maratón que me da. A primero hora cuando me levanto y bajo a la cocina, todos esta dormidos y eso me da más libertad de relajarme y hacer un poco de desastre. Bajo en silenció las escaleras mientras mi estómago ruge reclamando comida... pero mi gran sorpresa es encontrarme con la chica rubia que llego con Matthew y no hablo no dijo nada, era poco lo que decía, incluso luego se alejó de todos y evadia a todos los que se acercaban. Ella me mira y esos ojos azules tan idénticos a los de mi francés conectan con los míos, pero apenas lo hace baja la cabeza. Camino hasta la nevera y la abro, saco de ella una caja de leche y la sirvo en una taza para luego hechar el cereal "Azucaritas" y sentarme en frente de ella.—Hola— saludo con una sonrisa y ella levanta apenas la cabeza se su libro y me sonríe tímidamente—. Soy Eliza— ella no dice
Cuando el reloj de mi mano marca cinco para las seis, suspiró mientras lanzo la última carta a Miguel. Suspiro y lo miro mal. Anoche luego de haberme escapado de casa fui a las carreras y corrí, luego me encontré a Miguel y a mis antiguos compañeros de colegio y decidimos hacer algo para celebrar nuestro "Encuentro". Comillas porque jamás fuimos unidos ni muchos menos amigos. Luego empezamos a jugar cartas y el que perdiera tendría que beberse un vaso de vodka o besar a alguien. Apenas llevó tres y ya estoy un poco mareada.—¡Gané!— exclamó cuando lanzó las últimas cartas y Miguel me ve mal— siempre has sido muy malo en este juego— río y le doy la mano para que se levante y beba. Me abraza y le correspondo el abrazo sintiendo la seguridad y el calor de su cuerpo cubrirme.Corto el abrazo y le ofrezco el vaso, todos empiezan a animarlo y yo no me quedo atrás. Gritan su nombre y esto me recuerda tanto a aquellos tiempos cuándo estaba de fiesta en fiesta con ellos.Después de que Migue
Mis pies arden y queman, el sol se ha puesto más caliente y el calor me está matando. Estoy cansada, tengo hambre, sed y un dolor en los pies insoportable, siento que pronto llegaremos al pueblo, el camino parece volverse más largo. Al parecer no quiere dejarnos llegar y seguir torturandonos.Todo mi cuerpo está mojado, como si me hubiese echado un balde de agua encima... llevamos máximo como una hora intentando que alguien se detenga, pero las pocas que lo hacían venían en familia e iban llenos. El último coche que paso no se detuvo y hace media hora que no pasa ninguno. Caminos por la orilla de la carretera y poco a poco vamos, nos detenemos un momento y seguimos. Parecemos perdidas en el desierto. Sandra me mira cansada y eso me preocupa. Sandra esta muy débil todavía y me ha contado que el doctor que la atendió le pidió reposo y eso es lo meno que está haciendo. Varias veces nos detuvimos y ella solo se apoyaba de mi mientras pasaba uno que otro mareo.Veo un coche venir y me pon
Ignacio me mira y sonríe con un misterio y mira de Matthew a mí. Me siento como una individua, invadiendo su privacidad y comida de amigos. Por un momento me relajo cuando el se levanta y me abraza pero otra vez me tensó cuando empieza a jugar con mi cabello... me remuevo incómoda y me separó de el para mirarlo y sonreír. Matthew se mantiene con la postura de siempre, y aunque se que es como su mejor amigo esta con ese aura dominante... suspiro en un incómodo silencio cuando ninguno de los dos habla y se miran. Hasta que Ignacio mira a Matthew de una manera muy rara diría yo y este sonrie de lado. Joder estoy rodeada de locos.—Perdon Eliza es solo que me ha extraño mucho el que Matthew haya dicho "Estamos"— asiento—. Mayormente el suele referirse a si solo y con las chicas que anda son para divertirnos — eso me confunde. Frunco el ceño y lo pienso repetidamente, hasta que... oh joder por Dios. El nota que ya lo deduce y sonríe—. Ah no te creas, a Matthew no le gusta compartir mujer
Lo primero que siento es la luz del sol pegar en mi cara escandalizandome, mientras siento algo suave hacer movimientos en mi mejilla dándome cosquillas. Suelto un manotazo la cual lo hace desaparecer pero la vuelvo a sentir y cuando me quejo escucho es la risa de Matthew. Abro los ojos y lo veo a él, ahí todo sonriente y sexy también. Me siento en la cama y estrugo mis ojos para aclarar la vista y verlo. Bostezo y hablo:—¿Que hora es?— pego mi cara a mis rodillas.Matthew mira el reloj y habla:—Las ocho con veinte minutos de la mañana— se acerca a mí e intenta darme un beso pero niego y me alejó de el para ver su expresión herida.—Mi boca está sucia— señaló mi boca y el sonríe—. Me voy a duchar— lo miro y asiente.Diez minutos más tarde estoy envuelta en una franela azul claro, unos short playeros amarillos y unas sandalias. Matthew me esperó pacientemente mientras me duchaba y hacia el aseo personal para irnos desayunar.Ya abajo desayunamos unas empanadas de pollo y un vaso de
Las calles de Cancún están muy pobladas a estas horas, luces, vendedores y por todos lado se escuchan músicas muy alegres, por todos lados se ven parejas, agarras de la mano y sonrientes... me siento contenta, y si esto es un sueño no quiero despertar. Hace mucho tiempo no me sentía tan contenta, con ganas de vivir la vida y ser feliz nuevamente. Matthew se a dedicado a seguirme en todo lo que hago, ríe conmigo, parecemos mejores amigos disfrutando de unas vacaciones. Jamás había venido a Cancún y aun que fue mi sueño lo había perdido hace mucho tiempo atrás. Hemos caminamos como tres cuadras desde que salimos el hotel, buscando un buen restaurante, según Matthew. Algo que me estaba volviendo loca.Matthew a insistido en comer en un restaurante elegante, pero al final lo e convencido de hacerlo al aire libre, en la playa, una comida humilde y deliciosa, al principio puso muchos peros y que podíamos enfermar, que comer en las calles traía muchas infecciones estomacales. Ignore por c