Laila Smith.
—¿Laila, pero estás bien?— papá estaba delante de mi cama con una gran cara de preocupación.
—Si papá, estoy bien— aseguré en un susurró entrecortado que logré gesticular, me sentía bien aunque no lo pareciera en ese momento.
—¿Qué te pasó?— preguntó una vez más pasando su mano por mi pelo para acariciarme, pero yo no podía dejar de mirar mis manos y mi ropa llena de sangre.
—No… No, no sé papá— niegue con la cabeza.
Sus ojos examinaban todo mi cuerpo, pero yo solo miraba mis manos que tenían sangre seca y mi ropa que estaba igual o peor, ya que olía muy mal y estaba regada por varias partes.
—Intenta recordar cariño, necesito que recuerdes algo por favor— estaba intentando ser paciente y no perder la calma delante de mí, lo podía oler.
—No… No recuerdo nada— lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas sin parar.
Por un largo rato solo estuvimos en silencio intentando tranquilizarme, papá me pedía una y ot
Laila SmithTodos estábamos reunidos en la sala de la casa, Miguel estaba a mi lado en el sofá mientras que Mario, Melody y la señora María estaban sentadas en diferentes sillones, hasta el chico Caleb estaba presente.—¿Estás segura de que quieres escuchar la historia Laila?— preguntó la señora María una vez más.Yo solté una larga respiración y me acomodó en el sofá para mirarla fijamente— Estoy segura de que quiero saber por qué maté a una persona inocente antes de que la culpa no me deje dormir.—Bueno Laila escucha bien— ella recogió su pelo en una pequeña coleta y se puso de pies para comenzar a hablar— Tú perteneces a una familia poco común, ustedes son personas muy extrañas que nacen para matar a sangre fría sin pensarlo y nosotros somos sus protectores— hizo una pausa y se detuvo a observar mi semblante que estaba serio intentando procesar todo lo que me estaba contado— ¿Estás bien?—Sí, estoy bien. Por favor continúa.
Laila Smith. Llegué a casa de los Brown después de una larga discusión con mis padres de mentira, Andrea se quedó jurando que no sabía nada de lo que estaba hablando, según ella me estaban lavando el cerebro y yo estaba entregándome fácilmente a los hijos del Caído.—¿Estás bien?— preguntó Caleb que había llegado a mi lado con una taza de té y unas galletas de chocolate.Suspire y pase una mano por mi cabello frustrada— Todo esto me confunde, es que muchas cosas me encajan, pero otras no las entiendo.—Es cuestión de tiempo hermana— mi piel se erizó al escuchar la última palabra de la oración y él se dio cuenta por qué rápidamente se disculpó— No era mi intención incomodarte, lo siento mucho.—No pasa nada Caleb, soy tu hermana y tengo que adaptarme a eso— di unos golpes en el asiento que estaba a mi lado para que él se sentará— Cuéntame todo. ¿Puedes?Asiente y pone la taza de té en mis manos— Venimos de una familia no muy
Monstruos.Cuando escuchas esa palabra de seguro piensas en algún animal grande, que te ataca en la noche en medio de la oscuridad o simplemente piensas en esos que salen en las películas y cuentos.Pero no todos tenemos la misma definición de esa palabra, yo antes estaba de acuerdo con ustedes... se los puedo asegurar, pero cuando llegó él a mi vida me demostró que no tengo razón, cambió todas mis expectativas dejándome llena de dudas y queriendo encontrar respuestas.Y si me preguntan si los monstruos existen, yo digo que si, que viven muy dentro de nosotros y cuando salen a la luz pueden llevarse todo a su paso dejando a tu alrededor una capa de oscuridad que te lleva a caminar en la sombra de la noche.¿Qué se siente ser uno de ellos?Tengan por seguro que no es nada agradable ver como tus manos se llenan de sangre y como tus días se vuelven oscuros
"Quien con monstruos lucha cuide de no convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti".23 de marzo, 20219:00 amHospital Psiquiátrico De Luz—Buenos días Laila— saluda mi psicóloga tomando asiento en su escritorio— Ya veo que madrugaste hoy.—Buenos días, señorita Morgan— me limito a contestar sin despegar la mirada del suelo.La oficina de mi psicóloga es algo pequeña, pero acogedora, sus paredes tiene un color azul cielo que le aportan tranquilidad a mi mente, el suelo tiene lozas de c
Laila Smith—¡Mamá tenemos vecinos nuevos y no me habías contado!— exclamé bajando las escaleras para quedar petrificada al ver la familia que estaba sentada en el gran sofá de sala.Cada uno de ellos lucían como modelos de revista, hasta la mujer que me parecía un poco mayor era toda una diva. Y perdonen el vocabulario, pero es que estaban hermosos y diciendo eso me quedé corta.—Disculpen a mi hija, ella es la menor— se disculpó mamá y me invitó a presentarme con cada uno de ellos.—Mucho gusto, mi nombre es Mario Brown— el primero en extender sus manos fue el chico que estaba frente a mamá con una camiseta blanca que llevaba dibujado algo de una banda de música(que no tenía idea de cuál era) y unos pantalones holgados que combinaban con sus zapatillas negras.«Si señor, lo observé de arriba abajo»Mario
Laila SmithLlevaba más de media hora parada delante del espejo convenciéndome de que iba correctamente vestida para visitar la casa de los nuevos vecinos, nunca había salido de casa a menos que fuera para ir a la iglesia los domingos o para ir a la universidad los días que tenía clases.—Laila, puedes bajar ya— llamó mamá por decimoquinta vez— Te estamos esperando.—Ya voy mamá, dame un momento.Mire una vez más mi atuendo en el espejo el cual no me convencía del todo aunque algo dentro de mí me decía que estaba perfecta así.—Tok, Tok. ¿Puedo pasar?— papá dejó pequeños golpecitos en la puerta para llamar mi atención y entró con una gran sonrisa hasta ponerse a mi lado— Ya vamos tarde cariño.—Lo lamento papá—, baje la mirada al suelo un poco apenada por la demora.—Discúlpate con mamá que está que hecha fuego con las orejas— bromeo y ambos comenzamos a reír.—Lo haré nada más que baje— le aseguro entre risas.<
Laila SmithEra domingo en la mañana y llevaba un par de horas en el cementerio del pueblo despidiendo al niño Jesús que con solo trece años había perdido su vida. Los resultados de la autopsia determinaron que el chico murió ahogado con su propia saliva en medio de la noche.Yo en el fondo presentía que ahí había gato escondido y eso no me encaja del todo, era algo muy extraño que un niño a su edad se ahogara con su propia saliva, pero en Brocklyn no era normal que ocurran cosas fuera de lo común así que si los resultados decían eso, todos creían en eso.—… No encontró palabra de consuelo que pueda calmar el dolor de los padres, era un niño lleno de vida que aún le quedaba mucho por andar, pero solo el Supremo sabe lo que hace y porque lo hace, Amén— concluyó el Padre David la misa.—Que el Supremo lo tenga en la Gloria, Amén— agregó la multitud.La mayoría del pueblo se encontraba presente vestida de negro y con rosas blancas en
Laila Smith —¿Qué haces en mi habitación?— pregunté desde mi cama.—Vine a visitarte porque quiero hacer amigas nuevas, pero tú estás castigada así que supongo que no puedes salir. Y yo vine a hablar contigo porque estoy muy aburrido en una casa tan grande y vacía— respondió con un tono neutro como si fuera mi amigo de toda una vida.—¿Sabes por qué estoy castigada?— le miré con mala cara alzando una ceja y cruzándome de brazo.—Claro, ya te dije esta mañana que yo sé todo sobre ti Laila— hablo con ese aire de intriga que rodeaba esas palabras— Mami Andrea no te quiere cerca de los nuevos, ¿no es así?—¿Cómo lo sabes Miguel?— él no era adivino, para ser sincera ya no tenía seguro que creer sobre su persona.—Laila no me subestimes que ya te dije, lo sé todo— puso esa sonrisa de medio lado y bajo de la venta para quedar en el piso de mi recámara.—¿Todo?, bueno la palabra todo tiene un gran significado.—Ese sign