O estoy media tonta yo hoy, o no me estoy enterando de nada. Primero pienso que me reconoció por la media sonrisa que puso al verme, después pensé que no porque me preguntó mi nombre en la reunión y ahora dice que no me ha podido olvidar ¿Qué es esto?
– ¿No vas a decir nada? Sé que no soy tan impresionante como tú, pero, aunque sea te tengo que sonar conocido, además ¿Cómo puedes olvidar así de rápido a tu salvador?
Él continúa hablando ante mi total silencio. Debo parecer ahora mismo una tonta. Lo único que hago es mirarlo, sus ojos no me permiten hacer otra cosa, estoy como hipnotizada con ellos, diría hechizada, solo que no quiero parecer tan cursi ante mí misma. El contraste entre su tez tan blanca, el pelo oscuro y los ojos grises es perfecto. Me obligo a dejar de mirarlo como una loca y comienzo a articular palabr
A las siete en punto mi puerta estaba sonando. Ya se va anotando puntos a su favor, me gustan las personas puntuales.No sabía a dónde me iba a llevar, así que me decidí por un vestido color negro ajustado al cuerpo, pero no corto, lo acompañé con una chaqueta y unos zapatos de tacón, pero no tan altos, si el lugar no es muy elegante no quiero estar fuera de lugar.Cuando abrí la puerta los dos nos quedamos unos segundos mirándonos sin decir nada. Pero ¿qué me está pasando a mí con este chico? Es como si de buenas a primera fuera una adolescente con las hormonas revolucionadas a más no poder, soy incapaz de controlar mi mirada descarada. “Bien Cris, lo único que te falta es que se te salga la baba para completar”.Él estaba elegante, pero no de traje, tan diferente a Federico que siempre llevaba uno a donde fuera. Tenía unos pantalon
Es tan alto y tan robusto que para él mi peso es el mismo de una pluma. Me ha cargado con una facilidad enorme y eso que yo no soy tan delgada. Con una sola mano me sostiene mientras que, con la otra, agarra el pelo de la base de mi cuello sin dejar de besarme ni un solo momento.Comienza a caminar conmigo cargada hasta que llegamos a la que supongo que sea su habitación, es enorme y bastante oscura.Me dejó con los pies sobre el suelo parada justo de espaldas a la cama y se dirigió a la puerta para cerrarla ¿Hay alguien más aquí? De regreso tocó un botón que estaba incrustado en la pared y unas luces tenues de color amarillas alumbraron la habitación.– Ya sé lo que le estaba faltando a mi cuarto -me dice él de buenas a primeras– ¿Cómo?Le pregunto sin tener idea de lo que habla no sé en qué momento comenz&
Pone el coche en marcha y el auto se pasa todo el transcurso completamente en silencio. Ni él habló, ni yo me molesté en hacerlo tampoco ¿Para qué? No tiene sentido alguno. Los dichos populares están por algo y ahora mismo el de “el que calla otorga” no se me sale de la cabeza.Había pensado en este momento unas cuantas veces, pero nunca me imaginé que me fuera a molestar tanto. Sabía que iba a ser difícil que otro hombre se tomara mi situación de forma positiva y en cierta forma lo comprendo, la responsabilidad de un niño no es bobería, también, no sé por qué razón, pensé que Alan iba a reaccionar de forma distinta a como lo hizo.Estaba tan ensimismada en mis pensamientos que ni cuenta me di cuando el coche se detuvo porque ya habíamos llegado a mi departamento. Su voz fue la que me sacó de mi trance.&nd
No puede ser ¿Qué hace Federico aquí y por qué está con esa mala forma? Total, ha pasado tiempo desde la última vez que hablamos donde le dije que lo nuestro había terminado y no se ha inmutado por saber de su hijo, ni por quererlo ver.¿A qué se debe todo esto? Y lo más importe ¿cómo sabe que estoy en casa? Sus patadas comienzan a sonar como truenos contra la puerta y hacen que me estremezca. Nunca había visto esta parte de Federico, no estoy acostumbrada a escucharlo dando gritos, ni siquiera cuando le arruiné su fiesta de cumpleaños.Me levanto del regazo de Alan, pero este me agarra del brazo– Por tu cara de espanto, supongo que ese es tu ex ¿no?– Sí, es él, mejor le abro la puerta antes de que en verdad me la eche abajo a patadas– Nena, no tienes por qué hacerlo, él n
Por suerte la ambulancia llega enseguida y después de volver a pedirle a Lis que se quedara con Theo, una vez más, salí con Alan hacia el hospital más cercano.Cuantos sentimientos encontrados tengo mientras espero a tener noticias sobre él en esta sala de espera. Odio las salas de esperas y los hospitales, siempre me han dado malas espinas. Las peores noticias se dan en estos lugares.No puedo creer que justo cuando me encuentro de nuevo con Alan y cuando parece que todo al fin va a ir bien en mi vida, sucede esto. Hoy no es a mí a la que le van a dar una mala noticia, no puede ser, estoy cansada de recibirlas.Me preguntan si conozco a alguien de la familia de él a quien puedan llamar, pero la verdad es que no, no tengo ni idea a quien pudiera avisarle, así que les digo que yo voy a quedarme esta noche, ya mañana llamaré a la empresa para avisarles.Por la otra parte, no puedo sacarme a Feder
Estoy muerta de cansancio. No tenía idea de lo malo que es pasar toda una noche en un hospital. No siento mis piernas, tengo demasiado sueño y en lo único que pienso es en llegar a casa y ver a Theo, nunca había pasado tanto tiempo separado de él.En cambio, me reconforta en gran cantidad saber que Alan ya está completamente fuera de peligro. El transcurso de la noche lo pasó sin complicaciones y ya le dieron el alta.Es tan bueno, que incluso adolorido por los golpes de ayer, pasó la mayor parte del tiempo conversando conmigo porque sabía que en esa butaca no iba a poder pegar un ojo. Su misión fue tratar de ruborizarme la mayor cantidad de veces posibles, creo que se planteó un nuevo record.Su chofer me está llevando primero a la casa para luego dejar a Alan en la suya, le comenté que quería acompañarlo hasta ahí y asegurarme de dejarlo lo má
Ahí está parada con un aire de superioridad que me revuelve todo dentro de mí. Por un momento vacilo entre cerrarle la puerta en la cara de una vez o propinarle un buen golpe antes de hacerlo.Es que es demasiado para mi temperamento. Ha tenido la desfachatez de aparecerse en la puerta de mi casa después de todo lo que pasó, después de haber visto cómo yo sufrí aquel día por la falta de respeto de Federico y, aún así, aquí está, como si no le importase nada.Me decido por cerrarle la puerta de un tirón, quizás de esa manera logro cogerle un dedo con la puerta o estampársela en la cara, si lo hago con fuerza puede hasta que le golpee bastante fuerte.Pero fue como si ella estuviese adivinando mis pensamientos. Antes de que la puerta tuviera oportunidad de cerrarse ella llevó sus manos hacia al frente para detenerla ¡Aghhh! ¡Cuá
– ¿No me vas a decir nada? –me pregunta Elena sacándome de mis pensamientos– ¿Qué estás esperando que te diga? ¿Qué te pida una disculpa, que te cuente lo arrepentida que estoy por mi comportamiento? No pienso hacerlo. Si Federico hubiese sido sincero conmigo cien por ciento, nada de esto hubiera pasado. Se comportó como un niño de cinco años, probablemente Theo sea más maduro que él– ¿Y qué esperabas Cristel? ¿Que se quedara de brazos cruzados después de todo por lo que le hiciste pasar? ¿Pensaste que en ningún momento iba a reaccionar? No puedes ser tan dura con él– Perdón, pero él no me lo estaba poniendo nada fácil y lo entendía, de verdad que sí, yo acabé prácticamente con su vida y lo estaba pagando con la manera en la qu