Ahí está parada con un aire de superioridad que me revuelve todo dentro de mí. Por un momento vacilo entre cerrarle la puerta en la cara de una vez o propinarle un buen golpe antes de hacerlo.
Es que es demasiado para mi temperamento. Ha tenido la desfachatez de aparecerse en la puerta de mi casa después de todo lo que pasó, después de haber visto cómo yo sufrí aquel día por la falta de respeto de Federico y, aún así, aquí está, como si no le importase nada.
Me decido por cerrarle la puerta de un tirón, quizás de esa manera logro cogerle un dedo con la puerta o estampársela en la cara, si lo hago con fuerza puede hasta que le golpee bastante fuerte.
Pero fue como si ella estuviese adivinando mis pensamientos. Antes de que la puerta tuviera oportunidad de cerrarse ella llevó sus manos hacia al frente para detenerla ¡Aghhh! ¡Cuá
– ¿No me vas a decir nada? –me pregunta Elena sacándome de mis pensamientos– ¿Qué estás esperando que te diga? ¿Qué te pida una disculpa, que te cuente lo arrepentida que estoy por mi comportamiento? No pienso hacerlo. Si Federico hubiese sido sincero conmigo cien por ciento, nada de esto hubiera pasado. Se comportó como un niño de cinco años, probablemente Theo sea más maduro que él– ¿Y qué esperabas Cristel? ¿Que se quedara de brazos cruzados después de todo por lo que le hiciste pasar? ¿Pensaste que en ningún momento iba a reaccionar? No puedes ser tan dura con él– Perdón, pero él no me lo estaba poniendo nada fácil y lo entendía, de verdad que sí, yo acabé prácticamente con su vida y lo estaba pagando con la manera en la qu
La cena fue genial. La madre de Alan es un dulce, tal y como me lo imaginaba. Es extremadamente cuidadosa a la hora de escoger sus palabras, delicada en todos los sentidos, muy amable y dulce, hasta en el tono de su voz se nota.Con todos los problemas que había tenido con mi antigua suegra, ya estaba predispuesta, pero para nada. Me siento tan feliz.Es que, de este lado de la moneda, las cosas me resultan muy fáciles. No tengo que estar luchando constantemente, ni con los demás, ni conmigo misma, no tengo que castigarme por lo que pienso que es mi culpa cuando resulta que no lo es, no tengo que desgastarme pensando si me están mintiendo o no.Alan es la pareja que se animaría a bailar conmigo, aunque no tenga idea de cómo hacerlo. Pensé que desde que Federico me había matado, no iba a querer morir por alguien nuevamente, pero es que me lo está poniendo jodidamente fácil, tanto que hasta tien
Para que esto fluya correctamente, tengo que relajarme yo también y tratar de no hablarle de forma tan seca como lo estoy haciendo. Me tiene que ver calmada, vengo en son de paz, no quiero buscar más problemas, solo necesito que él aclare mis dudas.Por más molesta que haya estado aquella noche y dijera lo primero que se me viniera a la cabeza, no quiero que Theo crezca sin conocer a su padre, pero para eso tengo la necesidad de saber con certeza de que va a estar a salvo con él.He tenido un poco de tiempo para pensar mejor las cosas. Como mismo le estuve contando a Alan, creo que Federico explotó aquella noche porque me vio con otro chico. La idea de que yo esté saliendo con alguien más no le gustó, no se le puede culpar, ¿a quién le gustaría ver a la persona que ama con alguien más? Eso es universal.Vernos juntos fue un gran golpe, pero, además, escuchar la form
– ¿Qué hace él aquí?Me preguntó Federico sin quitarle los ojos de encima a medida que avanzaba hacia nosotros. Su voz era casi un susurro, pero un susurro gutural, muy ronco y grueso. – No lo sé la verdad, salí sin decirle a dónde iba, estaba dormido, no pudo saberlo – ¡¿Dormiste con él anoche?!Esta vez su voz sonó mucho más molesta y amenazante ¿Cómo puedo ser tan estúpida y haber soltado eso? No me di cuenta de la gravedad de mis palabras hasta que escuché su pregunta – Lo siento, yo no pretendía que esto fuera así. Quería hablar contigo a solas y tratar de comprender toda la situación en la que estamos metidos. Mi intención nunca fue buscar problemas
¡Oh por Dios! Esos labios, siempre han sido mi perdición. No es lo mismo recordar la forma en la que él me besaba que lo haga realmente. Había intentado tanto bloquear los recuerdos de Federico, meterlos en el fondo del baúl de los recuerdos, que ahora parece casi increíble que él me esté besando.Es exactamente igual a la primera vez que lo hizo, sus labios firmes y gruesos, pero a la vez delicados, su lengua sin clemencia recorriendo cada cavidad de mi boca, el cosquilleo en la boca de mi estómago por la emoción.Espera ¿emoción? No ¿Qué estoy haciendo aquí? Esto no se supone que tenía que pasar. Mi objetivo al venir aquí era poder hablar con tranquilidad, sin que nadie más nos molestara ¿Por qué soy tan débil en cuanto a él se refiere?Cristel despierta, te hizo pasar un calvario, estuviste semanas tirada en
Comencé a besarlo como si no hubiese un mañana, entrelazando mis dedos por su pelo rebelde. Como extrañaba esa combinación de olores suya, canela y madera, la combinación perfecta para mí en estos momentos, para sucumbir entre sus brazos.Estoy embriagada de él, es la muerte que me da vida, el infierno en el que quiero bailar. Puede que sea un poco masoquista, no lo niego, pero qué le voy a hacer. El amor no se escoge, aunque me empeñe en hacerlo, no puedo, no puedo eliminar a alguien por el que podría arriesgar mi vida si hace falta.Sus manos cálidas recorren todo mi cuerpo con ansias, como si fuera la primera vez que lo hace, como si me fuera a esfumar, como si su vida dependiera de ello. Siento que lo está haciendo hoy con más cuidado que nunca, sé que está tratando de brindarme todo su amor, quiere que sepa con seguridad que sus palabras son verdaderas.
La forma en la que Federico se comportó conmigo hoy fue increíble. Es como si hubiese madurado más su carácter, aunque, tengo que aceptar que yo también me supe comportar. En otros momentos me hubiese puesto como loca cuando me lo contó todo. Ahora sé que tengo que ser más paciente con él, no pensar mal desde el inicio y darle el beneficio de la duda. Quizás esa es la clave para que lo nuestro funcione, para que todo esté bien, quizás tenemos solución.Por más que lo pienso, sé que eso no quiere decir que tenga razón. Han pasado muchas cosas desastrosas entre nosotros, lo digo demasiado, lo sé, pero es que tengo que tengo que convencerme a mí misma de que las cosas no son tan simples entre nosotros, nunca lo han sido y no van a comenzar a serlo de la noche a la mañana.Para comprobarlo, necesita transcurrir el tiempo, solo él puede
– ¿Qué más tengo que decirte? No entiendo, no entiendo nada ¿Cómo es posible que hasta anoche estuviéramos bien y en cuanto decides verlo todo cambia? No te he dado ni una sola razón para que desconfíes de mí, desde el primer momento lo único que he hecho es tratarte con gentileza, la forma en la que se debe tratar a una chica– Alan, no es porque haya ido a verlo, es simplemente que he pensado las cosas y me parece que es demasiado. Hasta una cuna compraste solo para que me quedara anoche contigo– Explícame cómo eso puede ser algo malo. No fue hasta que lo viste hoy y hablaste con él que todas esas cosas que he hecho por ti te parecen malas– Ya te acabo de decir que eso no es así– ¿Ah no? ¿entonces por qué ayer no me dijiste nada? ¿Por qué ayer no te pareci&oacu