– ¿Qué hace él aquí?
Me preguntó Federico sin quitarle los ojos de encima a medida que avanzaba hacia nosotros. Su voz era casi un susurro, pero un susurro gutural, muy ronco y grueso. – No lo sé la verdad, salí sin decirle a dónde iba, estaba dormido, no pudo saberlo – ¡¿Dormiste con él anoche?! Esta vez su voz sonó mucho más molesta y amenazante ¿Cómo puedo ser tan estúpida y haber soltado eso? No me di cuenta de la gravedad de mis palabras hasta que escuché su pregunta – Lo siento, yo no pretendía que esto fuera así. Quería hablar contigo a solas y tratar de comprender toda la situación en la que estamos metidos. Mi intención nunca fue buscar problemas¡Oh por Dios! Esos labios, siempre han sido mi perdición. No es lo mismo recordar la forma en la que él me besaba que lo haga realmente. Había intentado tanto bloquear los recuerdos de Federico, meterlos en el fondo del baúl de los recuerdos, que ahora parece casi increíble que él me esté besando.Es exactamente igual a la primera vez que lo hizo, sus labios firmes y gruesos, pero a la vez delicados, su lengua sin clemencia recorriendo cada cavidad de mi boca, el cosquilleo en la boca de mi estómago por la emoción.Espera ¿emoción? No ¿Qué estoy haciendo aquí? Esto no se supone que tenía que pasar. Mi objetivo al venir aquí era poder hablar con tranquilidad, sin que nadie más nos molestara ¿Por qué soy tan débil en cuanto a él se refiere?Cristel despierta, te hizo pasar un calvario, estuviste semanas tirada en
Comencé a besarlo como si no hubiese un mañana, entrelazando mis dedos por su pelo rebelde. Como extrañaba esa combinación de olores suya, canela y madera, la combinación perfecta para mí en estos momentos, para sucumbir entre sus brazos.Estoy embriagada de él, es la muerte que me da vida, el infierno en el que quiero bailar. Puede que sea un poco masoquista, no lo niego, pero qué le voy a hacer. El amor no se escoge, aunque me empeñe en hacerlo, no puedo, no puedo eliminar a alguien por el que podría arriesgar mi vida si hace falta.Sus manos cálidas recorren todo mi cuerpo con ansias, como si fuera la primera vez que lo hace, como si me fuera a esfumar, como si su vida dependiera de ello. Siento que lo está haciendo hoy con más cuidado que nunca, sé que está tratando de brindarme todo su amor, quiere que sepa con seguridad que sus palabras son verdaderas.
La forma en la que Federico se comportó conmigo hoy fue increíble. Es como si hubiese madurado más su carácter, aunque, tengo que aceptar que yo también me supe comportar. En otros momentos me hubiese puesto como loca cuando me lo contó todo. Ahora sé que tengo que ser más paciente con él, no pensar mal desde el inicio y darle el beneficio de la duda. Quizás esa es la clave para que lo nuestro funcione, para que todo esté bien, quizás tenemos solución.Por más que lo pienso, sé que eso no quiere decir que tenga razón. Han pasado muchas cosas desastrosas entre nosotros, lo digo demasiado, lo sé, pero es que tengo que tengo que convencerme a mí misma de que las cosas no son tan simples entre nosotros, nunca lo han sido y no van a comenzar a serlo de la noche a la mañana.Para comprobarlo, necesita transcurrir el tiempo, solo él puede
– ¿Qué más tengo que decirte? No entiendo, no entiendo nada ¿Cómo es posible que hasta anoche estuviéramos bien y en cuanto decides verlo todo cambia? No te he dado ni una sola razón para que desconfíes de mí, desde el primer momento lo único que he hecho es tratarte con gentileza, la forma en la que se debe tratar a una chica– Alan, no es porque haya ido a verlo, es simplemente que he pensado las cosas y me parece que es demasiado. Hasta una cuna compraste solo para que me quedara anoche contigo– Explícame cómo eso puede ser algo malo. No fue hasta que lo viste hoy y hablaste con él que todas esas cosas que he hecho por ti te parecen malas– Ya te acabo de decir que eso no es así– ¿Ah no? ¿entonces por qué ayer no me dijiste nada? ¿Por qué ayer no te pareci&oacu
Gracias a que uno de los mayores de Theo son las maratones de sueño que hecha, pude descansar yo también. Después de tantos días agitados, lo necesitaba y mucho. Soñé con todo, con Alan, con Federico, con cómo pudiera ser mi vida con cada uno de ellos. Los sueños son una de las cosas más raras que poseemos los humanos. Ellos nos llevan a lugares que nosotros nunca nos atreveríamos a ir. En los sueños somos más valientes, más atrevidos, más intrépidos y eso me encanta. A pesar de todo lo que me ha sucedido, todavía creo en el amor. Creo que un amor verdadero es capaz de hacer que se olviden los problemas más graves por su efecto embriagador. El amor ha logrado que muchos enfrentes sus peores temores porque es como una inyección de valor. Hace que se perdone hasta lo imperdonable, a personas que alguna vez han herido como ha hecho Federico conmigo y viceversa. Tengo que creer en el amor porque es el único que en mis momentos más oscuros me ha devuelto el
Me acosté a su lado y acercándose a mí continuó con su cadena de besos. Esos besos suaves pero decididos a subirme el color rojo a mis mejillas. Su lengua, una vez más, comenzó a indagar dentro de mi boca, pidiendo una respuesta de la mía. Mis manos no pueden parar de tocarlo, de abrazarlo, tengo la necesidad de aprovechar este momento, no sé si vuelva a suceder, si nos tengamos que arrepentir de esto después, así que necesito disfrutar cada segundo. Entrelazo mis dedos por su pelo, está más corto de lo que lo recordaba, supongo que se peló hace poco, pero no afeitó su barba, los pelos de su bigote incipiente me acarician, me cosquillean en mi labio superior, me gusta. – ¿Ahora te dejas la barba? – No he tenido tiempo de afeitarla ¿te molesta? – Para nada –le digo sonriendo y retomando el beso, no sé qué me está pasando hoy que soy incapaz de separarme de sus labios, no quiero que se vaya Se incorpora sobre uno de sus brazos
Permanecimos así acostados bastante rato. Él es como una especie de almohada personalizada para mí porque me siento tan cómoda con la cabeza apoyada en su pecho y recostada sobre su cuerpo que los párpados comienzan a pesarme.El calor que emana su cuerpo es muy agradable, su mano acariciando la mía que descansa sobre él. Esto es amor, ya no hay forma de negarlo, es que no puedo hacerlo. Estar tanto tiempo sin verlo, sin estar así con él, ha hecho que me de cuenta realmente de que lo necesito en mi vida y después de las palabras tan hermosas que me acaba de decir, no puedo negarme.Soy consciente de que Lis va a ser la primera en meterme la bronca, decirme que soy una inconsciente, que siempre se me olvida por todo lo que me ha hecho pasar con solo unas palabritas que me diga, y tiene razón, en parte es verdad. Solo es cierto la parte en la que hemos sufrido mucho, pero los demás no lo
Cierro la puerta un poco choqueada. No puedo creer que yo misma haya dicho esas palabras, sabía que estaba enamorada de él, pero no sabía hasta qué punto exactamente.En cuanto se va Alan lamento haberlo tratado de esa manera, estaba un poco fuera de lugar con sus comentarios, pero era lógico, estaba dolido. Si hubiera sido yo, ver algo así me hubiera lastimado enormemente y, en cierta parte, es verdad lo que le dije, técnicamente no estamos juntos, no llegamos a ser pareja, pero él sí lo quería y sé que mantuvo las esperanzas hasta el último momento.Parte de eso es culpa mía. No debí haberme acostado con él. mis intenciones nunca fueron hacerle daño. Él apareció en un momento donde yo necesitaba de alguien así, alguien que volviera a levantarme el ánimo y eso fue exactamente lo que él hizo.No había ten