Sofia entra de nuevo a avisar a Ana que ya la esperan en la mesa. Otra de las criadas le puso un poco de maquillaje y luce hermosa, cosa que incomoda a sofia. — Ah, vaya, parece que le entusiasma esta ocasión señora Ana, digo, se ha puesto maquillaje — dice con expresión desdeñosa , apenas disimulada . Ana sintió una amarga sensación al verla dirigirse a ella con tanta falsedad . Hasta hace poco era su confidente. Casi la consideraba una amiga. Por más mal que su presencia la haga sentir sabe que en su situación es crucial mantener la calma y no dejarse llevar por sus impulsos. Enseguida sonríe forzado. No puede dejarse ver derrotada. Debe fingir lo más que pueda para mantenerse a salvo de estos dos rufianes. —Ah, si, Julie insistió en que necesitaba un poco de color— puede ver la molestia en el rostro de su mucama. Tal vez le preocupa que Pablo la vea asi. Hermosa esta noche, es comprensible que lo cele siendo su amante. —¿ Que sucede Sofia? De pronto se ha puesto pálida. ¿ Le m
Más tarde Ana está de vuelta en su habitación. Poco despué oye risas abajo en el jardín y asomándose por la ventana puede ver una escena escalofriante. Tom , Sofia y Pablo en el jardín, ellos parecen hablar muy entretenidos mientras el pequeño ríe muy divertido en el columpio. Un escalofrío la recorrió, su piel se erizó como la piel de gallina, sus sospechas se hacen cada vez más fuertes. Así que se aleja de la ventana y se va a su cama. Tratará de dormir. Sabe confiada que mientras no otorgue esa firma no intentarán hacerle daño, al menos eso espera. Ya sobre la cama Ana intenta dormir, pero sus pensamientos inquietantes la torturan. "¿Será posible que Pablo la haya estado engañando incluso antes de casarse con ella?" Se pregunta aterrada. Debe averiguarlo y rápido. ...Al otro día Ana entra a la habitación del pequeño. Cuando Sofia la miró entrar ella le dijo que quería cepillar los dientes de quien podría llegar a ser pronto su hijo, y además darle los buenos días. El propósito
Aprovechando que Sofía se apartó para hablar por teléfono, Ana, toma la bolsa con los cepillos de dientes. Su corazón late con fuerza, la tensión en el aire es palpable.—Por favor, guarda muy bien este paquete, Magda —le dice, su voz está temblando ligeramente.—¿Qué es?— pregunta Magda mirando la bolsa, entonces sube la mirada a su amiga. —¿Cómo estás? Es extraño el comportamiento de esa mujer. ¿Por qué no abrió la puerta? ¿Quién se ha creído? —pregunta con respiración agitada, su preocupación es muy evidente.—Ya tendremos tiempo de hablar de eso. Pero esto es la prueba de que Pablo es un imbécil y de que siempre me engañó. Estoy segura —dice Ana, con una determinación que oculta su vulnerabilidad. Magda asiente y guarda los cepillos en su bolso, sintiendo la angustia de su amiga. Sofía se acerca nerviosa, su expresión es tensa.—¿Qué pasa, Sofía? ¿Cómo te has atrevido a desafiarme? Magda es mi amiga. Fue una grosería no abrir la puerta.—Lo siento, señora, es que es una orden d
En su despacho, Pablo da vueltas, furioso. La intromisión de Magda lo consume. Desea estrangularla por haberlo desafiado. Con rabia, arroja una botella de cognac contra la pared, el cristal estalla en mil pedazos. Se lleva las manos a la cabeza, sintiendo una frustración abrumadora."Debo apoderarme de todo rápidamente para acabar con ella. Maldita sea, Ana, ¿por qué tuviste que traer a tu entrometida amiga a mi casa?" piensa, la impotencia está apoderándose de él. Nadie sabe que ha quedado en la ruina y Ana no le permite dirigir el imperio que le dejaron sus padres con total libertad. Aunque el poder que le da ser su esposo es bastante y le da muchísima influencia y autoridad, no se conforma con lo que él mismo llama :" migajas" Así que debe quitarla del camino y recuperar todo el poder y el prestigio que tanto ambiciona....Mientras tanto en el recibidor. —¿Viste su cara? Es obvio que está asustado. Se dio cuenta de que no estás sola, Ana, se siente acorralado —dice Magda, sentánd
Días después, Ana y Magda se encontraban en el jardín, susurrando un poco más sobre los próximos pasos de Ana. —Estoy realmente preocupada por ti, Ana —dijo Magda, su voz apenas era un susurro. —No sé cuánto tiempo más podrás vivir así, bajo el control de Pablo. Bajo amenaza de muerte, tenemos que tomar decisiones y no solo esperar que algo bueno pase—Ana miró al suelo, sintiendo cómo la amargura la invadía. Entonces alzó su mirada cristalizada. Mira a su alrededor nerviosa. —Tienes toda la razón en estar preocupada, Si llega a sospechar de mis planes y de que pienso arrebatarle una oportunidad con ese empresario , estoy segura de que podria reaccionar de forma violenta . —Su voz temblaba ligeramente.— ¿Y si llamaras a la policía? Ya te dije la otra vez, debes solicitar protección de tu marido. Oíste una conversación muy perturbadora. ¿Que más prueba que esa?.—Exacto. Será mi palabra contra la suya. Además, ¿De qué serviría? Pablo podría deshacerse de la responsabilidad tan r
Blackwood se reclinó en su silla, sus manos entrelazadas detrás de la cabeza. La luz del sol se filtraba a través de las ventanas de su oficina, iluminando las innumerables propuestas que yacían sobre la mesa para el nuevo resort de lujo que tiene en mente. Sin embargo, sus pensamientos estaban en otro lugar. Los diseños que había recibido eran decepcionantes; carecían de la audacia y el glamour que había imaginado para Eco futuro. Su nuevo proyecto. —¿Eso es todo? —preguntó, su voz sonaba cargada de frustración.—Sí, jefe —respondió su asistente, con una mezcla de nerviosismo y resignación.—Entonces preferiría no desarrollar esa área por el momento —declaró Blackwood con su mirada fija en los planos.—Pero, ¿cómo se lo explicarás a tu padre? —preguntó el asistente, consciente de la presión familiar que pesaba sobre Blackwood. Este alzó la mirada y le dedicó una risa mordaz. —Si no puedo hacer esto, entonces debo conseguir esposa y tener un heredero a cambio del apoyo de la junt
Mientras tanto, en la casa de Pablo, la atmósfera era tensa. Él no había ido a la empresa, prefiriendo quedarse en casa para desayunar y tratar algo que no termina de concretarse. La adopción de Tom. Todos están a la mesa. Ana, observando al niño, sintió una punzada de preocupación. La idea de que lo tuvieran presente para discutir su adopción la inquietaba. Se notaba que era urgente para Pablo que ella decidiera adoptarlo. El pequeño, inocente de todo, solo jugaba con los cubiertos mientras evitaba mirarla. —Ana, ¿cómo te has lleva con el niño estos días? —preguntó Pablo, con voz seria. —Necesito que me digas si estás de acuerdo en adoptarlo. Ya ves que este niño se porta muy bien y casi nunca causa problemas. Es hora de tomar una decisión, Ana— Pero Ana no puede evitar dejar salir su frustración por la presión que le ejerce su marido ante un tema tan delicado. Además, algo más la inquieta. El hecho de que Sofia esté siempre presente le causa mayor enojo. —¿Por qué está ella aq
Ana despertó lentamente, enseguida recordó los sucesos en el comedor del día anterior. Pablo muy enojado no pasó a verla durante todo el día y ella había permanecido el resto de la tarde encerrada en su habitación. Después del evento durante el desayuno Tom no ha querido despegarse de Sofía y eso ha convencido aún más a Ana de que debe darle largas a ese asunto. Está segura de que lo único que buscan esos dos es formar una familia con Tom, con su dinero y con ella bajo tierra. Debe ser muy inteligente y no parecer obstinada sino más bien objetiva. Pero esta mañana nada de eso la atormenta , esta mañana fue muy diferente a las demás . Durante la madrugada, Ana creyó sentir sus piernas , pero ahora que estaba completamente despierta se daba cuenta que no fue un sueño. Estaba sintiendo un leve cosquilleo en ellas. Era una sensación extraña, casi olvidada, que la llenó de esperanza. Ana mordió sus labios con cuidado ante la enorme emoción que estaba sintiendo. "¿ Será posible?” Se