Capítulo 116
Los dos espectadores de la escena quedaron perplejos en el lugar, temblando de miedo simultáneamente.

No fue sino hasta que Jimena ató al tercer individuo que exhalaron un suspiro de alivio. Se apoyó brevemente en la pared antes de desgarrar la cinta adhesiva que sellaba las bocas de los tres.

—¿Quién los envió a atacarme? ¿Qué incentivos les ofrecieron? ¿Cuál era su objetivo exacto?

Inquirió Jimena mientras blandía el bate de béisbol que había usado contra Ismael. En este momento, los tres matones sintieron que la mujer frente a ellos parecía más intimidante que ellos mismos.

—Nosotros... solo pensamos que eras atractiva, así que tuvimos malas ideas. Además, no te hemos causado ningún daño real, ¡no puedes hacernos nada! —balbucearon los rufianes al unísono.

Al verlos así, Jimena extrajo con calma una porra eléctrica de detrás de ella.

—Este es un estacionamiento privado, se necesita una contraseña para entrar. ¿Piensan que soy tan fácil de engañar? —dijo con firmeza.

Elevó el bate de
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo