La habitación queda en silencio y yo siento que debo salir de la habitación para que tengan la privacidad que necesitan, pero, los dos se giran hacia mí cuando me muevo solo un paso, por lo que, me quedo en mi lugar.
—Allison…——No necesitan mostrarse tristes. No me molesta que sea su hijo. — Dice Allison sonriendo.—Pero…——No es un hombre valiente y eso es molesto, pero, ello no importa ya. Menos, porque estoy enamorada de él, decepcionada, es claro, pero, enamorada de él y saber que tengo la mitad del hombre que amo en mi hijo, es lindo. — Dice Allison sonriendo.Asiento sabiendo que ella sabrá como manejarlo y espero que Jareth hable con Allison sobre la ayuda que noches antes habíamos hablado si el bebé no era suyo.Nos habíamos preparado para ello. Teníamos claro que la posibilidad era alta. Por lo que, todo lo que ibEl nerviosismo me invade al regresar a mi ciudad natal. Después de haber estudiado administración, regreso a mi preciada casa, para darme un buen baño y reunirme con mi prometido.Aunque no me resulta emocionante regresar a casa, por mi madrastra viciosa, mi medio hermana igual de viciosa que su madre y mi sumiso padre. Sonrió, pensando que regreso a mi antigua casa donde mi madre y una cálida comida me recibe.— Hemos llegado a su destino — me dice el taxista y yo le pago bajándome del auto con mis dos maletas.Le había avisado a mi familia que regresaba hoy, pero, nadie me fue a recoger al aeropuerto. Por lo que, vine en taxi deseando que no me hayan recogido, porque mi padre o mi prometido me tuviera una sorpresa de bienvenida.Sonriendo, entro a la propiedad de mi familia y con cuidado, abro la puerta. Lo primero que aparece frente a mí, es una oscura y fría casa. Por lo que, enciendo las luces, deseando que me griten: ´sorpresa´, pero, ni siquiera el heno que aparece en las pelíc
Narrador omnipresente Su antigua ella, estaba negándose a tener un cambio tan drástico, por lo que, la regaña por lo que acaba de decir e incluso, le recuerda su error, al mostrarle como varias personas que la han escuchado, se están riendo.Sin embargo, deseando no ser la aplicada y estudiosa hija, hermana y novia, Adhara da un paso adelante y tomando la corbata del hombre, lo acerca a su rostro, para poder mirar mejor esos rasgos que ve borroso y verse decidida. —¿No quieres? —Creo que estas tan ebria que si me acuesto contigo podría considerarse necrofilia. Porque estoy seguro de que apenas toques una cama, quedaras profundamente dormida, que parecerás muerta. —No me subestimes, niño. Sé lo que estoy hablando y lo que quiero. Ahora — dice Adhara soltándolo de la corbata —Si no te sientes capacitado, porque te gusten los hombres o no seas capaz de llegar a mi nivel, mis disculpas. No sabía que estabas incapacitado. —Uy, eso podría considerarse un reto, ¿la vas a dejar ir, herma
Adhara, completamente lista, comienza a posicionarse y cuando estaba por adentrarse en un camino sin retorno, su antigua ella la hizo estremecer por las consecuencias y el alcohol que había tomado como agua, comienza a sentirlo amargo, al punto de vomitar sobre el hombre que maldice, moviéndola a un lado. Por el movimiento rápido, ella sigue vomitando hasta que llega a la ventana del auto y termina expulsando toda la droga liquida, mientras el hombre comienza a maldecir por lo que había hecho.Molesto, se subió la bragueta y saliendo del auto, de quitó la camisa, completamente para limpiarse mientras maldecir una y otra vez, por haberse regresado a salvar una extraña que solo pagó el favor vomitando sobre ella. —Lo siento. — dice Adhara limpiando su boca con brusquedad. —Este es mi maldito día de mala suerte. Definitivamente es este. — susurra el hombre con enojo. —No necesitas pensar en el lavado. Ahora mismo puedo darte una tarjeta ilimitada con el que podrías ir a limpiar el
No sabía porque actuaba así de despreocupado con una mujer que evidentemente no era su familia o alguien conocido. Pero, allí estaba, prometiendo algo a una omega que desde u principio pudo ignorar y seguir con su aburrida vida. —Seré buena e iré a donde me digas para transformarme. Pero, si intentas hacerme daño, gritaré y no me importa si con eso revelo que somos lobos — advierte Adhara —Como digas, vámonos — dice Jareth caminando hacia la esquina menos transitada y después de verificar que no hay nadie observándolos, se transforma en un hombre sin camisa y con olor a vomito. —Apestas a vomito, con razón ningún auto se detenía. Seguramente pensaban que era yo quien olía así. Estas muy grande para vomitarte encima, chico. — le regaña Adhara y Jareth tensa su mandíbula mientras toma su teléfono. —Esto debe ser una broma. —Está bien que no puedas controlar vomitar cuando te sientes muy mal, pero, por favor, intenta no vomitarte encima, porque eso es muy vergonzoso. —¡Tú me vomita
Adhara, estaba decidida. Aunque tenía sus propias razones, que no le parecían lógicas a Jareth, él no la empujaba, si no que, sin saber qué hacer con ella, la llevó a uno de los muebles, donde con fuerza, la alejó de su cuerpo.— Oye, cuando una mujer te besa, lo menos que puedes hacer es seguirle la corriente.— Estas ebria, no voy a tocarte así. Si quieres que tenga relaciones sexuales contigo, espera a estar sobria y que hablemos sobre esto.— Por eso acostarse con un alfa es frustrante, todo lo quieren tomar demasiado en serio y eso es aburrido. — se queja Adhara.— No es tomarse las cosas de forma aburrida, es que no es correcto. Si quieres sexo de una noche, deberías primero estar sobria y no vomitándote con cada esfuerzo que haces.— Si eso es lo que te preocupa, ya vomité todo lo que iba a vomitar y me lavé la boca cuatro veces. Así que…— No es eso, omega. Es que…— Entonces es eso, soy una simple omega indigna de ti. Ya lo he entendido.— No lo digo por eso.— Entonces, ¿Por
La razón de ambos ha quedado en un segundo plano, así que, dejándose llevar por la excitación, se besan con pasión, mientras con toques lujuriosos, la posibilidad de detenerse, se hace más pequeña.— Por favor… — susurra Adhara. — ¿Qué quieres?— Follame — pide en un gimoteo que le impide a Jareth controlarse. Por lo que, alejándose levemente, comienza con su miembro a realizar movimientos circulares en el botón de placer de Adhara, con el fin de estimularla más.Al no poder soportarlo más y ver como ella se retuerce deseando recibir más placer, él se posiciona en su entrada y antes de ingresar a ella, suspira profundo y deseando un no por respuesta pregunta una última vez.— ¿Deseas que me detenga?— Continua, por favor. No quiero que te detengas — dice Adhara y ello hace que Jareth se adentre en el canal de ella, causando que ella abra sus ojos y al sentir el dolor, lleve sus manos al abdomen bajo de Jareth.— Lo sé, estoy siendo suave.— Duele. — susurra Adhara y Jareth, se acomod
El nerviosismo invadía por competo a Adara por lo que había hecho, además, temía porque en su familia la regañaran por quedarse en la calle toda la noche y al no tener el teléfono, no sabía si habían intentado comunicarse con ella. Por eso, cuando Adhara bajó del auto, temió por ser regañada por dicha travesura que nunca había hecho, ni siquiera cuando vivía sola a kilómetros de allí. Con cuidado, toco a la puerta al comprobar que no tenía las llaves de su casa y fue el mayordomo quien abrió la puerta.— señorita Adhara, ¿Dónde pasó toda la noche? ¿Y esas marcas?La vergüenza invadió por completo a Adhara, cuando el mayordomo que básicamente la había criado, le señaló las marcas que Jareth le había dejado en un momento de extremo placer. — Lamento decirle esto, pero, ¿puede ayudarme a cambiarme antes de que mi padre me vea así?— Vaya por la puerta del servicio y deme unos minutos mientras le consigo ropa. — dice John, el mayordomo y Adhara agradece.Como habían acordado, Adhara e
Jareth se preparó para salir y apenas salió de la habitación, se dirigió al gerente quien, con mucho respeto y miedo, se acercó corriendo hacia el hombre con mirada roja y asesina. — ¿Dónde está mi gente?— El chofer no se fue desde que lo trajo y su asistente lo espera desde las ocho de la mañana en el vestíbulo.— ¿Qué hora es?— Son las dos de la tarde.Jareth maldice y rápidamente se marcha, con su asistente corriendo detrás de él, sin atreverse a decirle que van tarde por primera vez en más de cinco años siendo el presidente de su propia empresa. — Necesito que me consigas a alguien.— ¿Quién en especial?— La mujer con la que entre a este hotel. Quiero que averigües todo. Hasta cuantas veces se lava las manos. Quiero todo y para antes de las seis de la tarde de hoy. Su castigo no puede pasar de hoy. — dice Jareth molesto.Apenas llega a la empresa, todos se alejan de su camino al ver el enojo en su mirada y cuando llega a su oficina, ve a los dos amigos que dejó la noche anter