Narrador omnipresente
Su antigua ella, estaba negándose a tener un cambio tan drástico, por lo que, la regaña por lo que acaba de decir e incluso, le recuerda su error, al mostrarle como varias personas que la han escuchado, se están riendo.Sin embargo, deseando no ser la aplicada y estudiosa hija, hermana y novia, Adhara da un paso adelante y tomando la corbata del hombre, lo acerca a su rostro, para poder mirar mejor esos rasgos que ve borroso y verse decidida. —¿No quieres? —Creo que estas tan ebria que si me acuesto contigo podría considerarse necrofilia. Porque estoy seguro de que apenas toques una cama, quedaras profundamente dormida, que parecerás muerta. —No me subestimes, niño. Sé lo que estoy hablando y lo que quiero. Ahora — dice Adhara soltándolo de la corbata —Si no te sientes capacitado, porque te gusten los hombres o no seas capaz de llegar a mi nivel, mis disculpas. No sabía que estabas incapacitado. —Uy, eso podría considerarse un reto, ¿la vas a dejar ir, hermano? — dice uno de los chicos llevando su brazo al hombro del hombre borroso. —Son palabras de una ebria, no hay que tomarlo en serio. —Y yo que pensé que encontraría suerte esta noche. Bueno, iré a buscar alguien que no me huya. Que tenga buena noche, señor. — dice Adhara caminando hacia la multitud donde se acerca a un chico con muchos tatuajes y perforaciones. —Qué lástima que la hayas rechazado, tenía un cuerpo demasiado bueno. Sin duda, con quien se acueste, tendrá una noche increíble. — dice uno de los chicos, mientras él camina hacia la mujer. —Si se va con ese chico, va a estar en graves problemas. Pero, claramente eso no nos importa. Bien, sigamos en lo que estábamos — dice el chico de cabello rojo, abrazando a sus dos amigos.Desde la distancia, él ve como el chico tatuado y fornido, asiente y coloca su mano en el trasero de Adhara. Por lo que, alejando el abrazo de su amigo, se acerca más a ella. —Sigan adelante, yo ya los alcanzo —Pero… acabo de llegar. Esta es mi celebración de bienvenida y me dolería que no estes en ella. —Vuelvo en seguida. Además, Charlie sin duda tiene mucho entretenimiento, por lo que, no te darás cuenta de que no estoy —Sí, déjalo que disfrute un poco antes de unirse a nosotros. — dice Charlie llevándose a su amigo de cabello rojo.El hombre, aun con traje porque fue arrastrado desde la oficina hasta la discoteca, mira fijamente a la mujer que, con osadía, toma la mano del hombre extraño y lo lleva a las escaleras. Justo cuando cree que va a detenerse al estar cerca de ella, Adhara pasa a su lado como si nunca lo hubiese visto. Por lo que, él se gira y con una mano firme, la toma del brazo y la atrae a su pecho. —Pero, ¿Qué demonios? — pregunta Adhara molesta. —Fuera. — ordena el hombre con voz fría. —Deja a mi novia en paz. —¿Novia? — pregunta él en tono burlón e incrédulo —Sí. Ella es mi novia y si fuera tú, alejaría mis manos de ella. —¿Sabes cómo se llama? — pregunta él y el hombre duda — me lo imaginé, lárgate antes que llamé a seguridad. —¿Quién te crees que eres? —Tu peor pesadilla si llegas a molestarme — dice él, para después cargar a la mujer —dice él mientras sus ojos se tornan rojos.De inmediato, el hombre retrocede al reconocer que no puede meterse con él y por ello, tiembla. —Tranquilo, señor. No necesita pelear conmigo. Es toda suya. — dice el hombre marchándose. —Oye, no sé supone que íbamos a tener una noche ardiente, ¿Por qué te vas, cobarde? — pregunta Adhara molesta.El hombre se marcha sin mirar atrás y el chico de saco y corbata, toma a Adhara de sus piernas y la sube a su hombro, para después salir de la discoteca y dirigirse a su auto, ignorando las risas de Adhara.Solo cuando la baja, ve que ella está hipando y que ni siquiera puede mantenerse en pie. Adhara tiembla por la brisa fría y él se quita su saco para colocárselo encima y con cuidado, la lleva al interior del auto. —Por favor, dime que si vas a ser divertido. Le he pedido a dos hombres que se acuesten conmigo y no han querido, ¿será que soy muy fea? —No sabía que había una manada con una loba tan incorregible. —Oye, ¿Cómo sabes que soy una loba? — pregunta Adhara confundida. —Dime algo, ¿no me escogiste porque sabes que soy un alfa? —¿Eres un alfa? — pregunta Adhara decepcionada. —Sí, soy un alfa. —Detén el auto que voy a bajarme. — ordena Adhara arrastrando las palabras. —Aún no he encendido el auto. — dice el alfa y ella hace una o con su boca. —Mejor, adiós. — dice Adhara lista para irse. —¿Por qué te vas ahora? —Los alfas son muy complicados y lo que quiero es lo contrario. Así que, mejor no nos involucremos. Después de todo, yo soy una omega que quiere ser libre y jamás lo seria al conectarme con un alfa. —Entiendo, ahora la que tiene miedo eres tú. —No es miedo. Sé lo que quiero y por eso, sé que no eres tú. —Y yo que ya me había convencido a comprobarte que no te tengo miedo o me quedas grande. —Yo no he dicho eso… oh, eres el que sufre de disfunción eréctil. — dice Adhara y el hombre, siente como una flecha atraviesa su pecho, causando que su boca sangre. —¿Qué acabas de decirme? —Ya sabes que significa. Ahora, no nos crucemos más en el camino del otro, que yo tengo muchos problemas en mi vida, como para tener sexo con usted. —Eres tú quien hace poco se me ofreció. — le recuerda. —Sí, pero no sabias que eras un alfa con disfunción eréctil. — dice Adhara hipando.De inmediato, el hombre la toma del cuello y dándole un beso con fuerzas, comienza a descargar el enojo de su ofensa. Sin embargo, Adhara no lo ve como un castigo, sino que, se acerca más al hombre.Al punto de pasarse a su puesto y colocándose a horcajadas, continúa besándolo, mientras toca cada parte de su cuerpo.El poco interés, queda en el olvido, cuando la excitación aparece en el cuerpo de ambos y por ello, antes de siquiera pensar lo que estaban haciendo, una mirada roja, se conecta con una azul.La pregunta pidiendo permiso, se realizó con la mirada y cuando Adhara asintió, el alfa bajo su cuerpo, movió su asiento, mientras Adhara bajaba la cremallera del pantalón de él. El alcohol que había consumido, estaba en su cabeza, pero, no llenaban sus pensamientos como deseaba.Por lo que, el recuerdo de su hermana y su prometido estando juntos, hace que ella gruña y cuando el alfa besa su cuello, ella deja salir su enojo, rompiendo la ropa interior de él y levantando su falda, lista para enterrar la mujer inocente, virgen y sumisa.‘Es momento de dejarte ir, tonta Adhara’ dice Adhara mentalmente.Adhara, completamente lista, comienza a posicionarse y cuando estaba por adentrarse en un camino sin retorno, su antigua ella la hizo estremecer por las consecuencias y el alcohol que había tomado como agua, comienza a sentirlo amargo, al punto de vomitar sobre el hombre que maldice, moviéndola a un lado. Por el movimiento rápido, ella sigue vomitando hasta que llega a la ventana del auto y termina expulsando toda la droga liquida, mientras el hombre comienza a maldecir por lo que había hecho.Molesto, se subió la bragueta y saliendo del auto, de quitó la camisa, completamente para limpiarse mientras maldecir una y otra vez, por haberse regresado a salvar una extraña que solo pagó el favor vomitando sobre ella. —Lo siento. — dice Adhara limpiando su boca con brusquedad. —Este es mi maldito día de mala suerte. Definitivamente es este. — susurra el hombre con enojo. —No necesitas pensar en el lavado. Ahora mismo puedo darte una tarjeta ilimitada con el que podrías ir a limpiar el
No sabía porque actuaba así de despreocupado con una mujer que evidentemente no era su familia o alguien conocido. Pero, allí estaba, prometiendo algo a una omega que desde u principio pudo ignorar y seguir con su aburrida vida. —Seré buena e iré a donde me digas para transformarme. Pero, si intentas hacerme daño, gritaré y no me importa si con eso revelo que somos lobos — advierte Adhara —Como digas, vámonos — dice Jareth caminando hacia la esquina menos transitada y después de verificar que no hay nadie observándolos, se transforma en un hombre sin camisa y con olor a vomito. —Apestas a vomito, con razón ningún auto se detenía. Seguramente pensaban que era yo quien olía así. Estas muy grande para vomitarte encima, chico. — le regaña Adhara y Jareth tensa su mandíbula mientras toma su teléfono. —Esto debe ser una broma. —Está bien que no puedas controlar vomitar cuando te sientes muy mal, pero, por favor, intenta no vomitarte encima, porque eso es muy vergonzoso. —¡Tú me vomita
Adhara, estaba decidida. Aunque tenía sus propias razones, que no le parecían lógicas a Jareth, él no la empujaba, si no que, sin saber qué hacer con ella, la llevó a uno de los muebles, donde con fuerza, la alejó de su cuerpo.— Oye, cuando una mujer te besa, lo menos que puedes hacer es seguirle la corriente.— Estas ebria, no voy a tocarte así. Si quieres que tenga relaciones sexuales contigo, espera a estar sobria y que hablemos sobre esto.— Por eso acostarse con un alfa es frustrante, todo lo quieren tomar demasiado en serio y eso es aburrido. — se queja Adhara.— No es tomarse las cosas de forma aburrida, es que no es correcto. Si quieres sexo de una noche, deberías primero estar sobria y no vomitándote con cada esfuerzo que haces.— Si eso es lo que te preocupa, ya vomité todo lo que iba a vomitar y me lavé la boca cuatro veces. Así que…— No es eso, omega. Es que…— Entonces es eso, soy una simple omega indigna de ti. Ya lo he entendido.— No lo digo por eso.— Entonces, ¿Por
La razón de ambos ha quedado en un segundo plano, así que, dejándose llevar por la excitación, se besan con pasión, mientras con toques lujuriosos, la posibilidad de detenerse, se hace más pequeña.— Por favor… — susurra Adhara. — ¿Qué quieres?— Follame — pide en un gimoteo que le impide a Jareth controlarse. Por lo que, alejándose levemente, comienza con su miembro a realizar movimientos circulares en el botón de placer de Adhara, con el fin de estimularla más.Al no poder soportarlo más y ver como ella se retuerce deseando recibir más placer, él se posiciona en su entrada y antes de ingresar a ella, suspira profundo y deseando un no por respuesta pregunta una última vez.— ¿Deseas que me detenga?— Continua, por favor. No quiero que te detengas — dice Adhara y ello hace que Jareth se adentre en el canal de ella, causando que ella abra sus ojos y al sentir el dolor, lleve sus manos al abdomen bajo de Jareth.— Lo sé, estoy siendo suave.— Duele. — susurra Adhara y Jareth, se acomod
El nerviosismo invadía por competo a Adara por lo que había hecho, además, temía porque en su familia la regañaran por quedarse en la calle toda la noche y al no tener el teléfono, no sabía si habían intentado comunicarse con ella. Por eso, cuando Adhara bajó del auto, temió por ser regañada por dicha travesura que nunca había hecho, ni siquiera cuando vivía sola a kilómetros de allí. Con cuidado, toco a la puerta al comprobar que no tenía las llaves de su casa y fue el mayordomo quien abrió la puerta.— señorita Adhara, ¿Dónde pasó toda la noche? ¿Y esas marcas?La vergüenza invadió por completo a Adhara, cuando el mayordomo que básicamente la había criado, le señaló las marcas que Jareth le había dejado en un momento de extremo placer. — Lamento decirle esto, pero, ¿puede ayudarme a cambiarme antes de que mi padre me vea así?— Vaya por la puerta del servicio y deme unos minutos mientras le consigo ropa. — dice John, el mayordomo y Adhara agradece.Como habían acordado, Adhara e
Jareth se preparó para salir y apenas salió de la habitación, se dirigió al gerente quien, con mucho respeto y miedo, se acercó corriendo hacia el hombre con mirada roja y asesina. — ¿Dónde está mi gente?— El chofer no se fue desde que lo trajo y su asistente lo espera desde las ocho de la mañana en el vestíbulo.— ¿Qué hora es?— Son las dos de la tarde.Jareth maldice y rápidamente se marcha, con su asistente corriendo detrás de él, sin atreverse a decirle que van tarde por primera vez en más de cinco años siendo el presidente de su propia empresa. — Necesito que me consigas a alguien.— ¿Quién en especial?— La mujer con la que entre a este hotel. Quiero que averigües todo. Hasta cuantas veces se lava las manos. Quiero todo y para antes de las seis de la tarde de hoy. Su castigo no puede pasar de hoy. — dice Jareth molesto.Apenas llega a la empresa, todos se alejan de su camino al ver el enojo en su mirada y cuando llega a su oficina, ve a los dos amigos que dejó la noche anter
Mientras Adhara respiraba profundo preparándose para lo que, sin duda, sería la guerra más grande en su familia, Jareth, sonreía mirando la nota que le había dejado Adhara. Jareth, había regresado a la empresa con una sonrisa que daba miedo a todos.Alguien que no sonreía, estaba sonriendo sin haber un motivo y eso, angustiaba a los demás. Porque, básicamente no sabían cómo actuar. Todos en la empresa estaban a la espera de una explosión, mientras Jareth sacaba de sus bolsillos lo que Adhara se había atrevido a dejarle. — Esto es humillante, pero, gracioso. — susurra con voz gélida.Nadie que escuchara su tono de voz y viera su mirada asesina, diría que lo que veía era algo divertido para Jareth y realmente no lo era. Había sido tratado como un hombre de compañía al que le habían dado como pago, menos de lo que él se gana en un día.— Me las va a pagar. — susurra Jareth mientras llama a su secretaria que de inmediato, aparece al estar casi en la puerta.— ¿Me necesita, señor Every?—
El informante de Eda, recién llegaba a la propiedad de los Simpson, cuando escuchó la disputa. Se había infiltrado en las grabaciones de las cámaras de seguridad y eso era lo que veía Eda en la comodidad de su casa, con mucha diversión.Meneando su copa de vino, disfrutaba de lo que veía al punto que su esposo le hablaba y ella le ignoraba por lo emocionante que era lo que veía. Algo que preocupaba mucho a su esposo, quien sabia el alcance de su mujer.— ¿Qué es lo que ves que te resulta tan divertido? — pregunta su esposo por tercera vez y es en ese momento que Eda reacciona.— Oh, lo siento, querido. Estoy viendo una nueva novela y esta emocionante. — susurra Eda mientras se emociona por la futura nuera que ve a través de la pantalla.Su esposo asiente con preocupación y entra a la ducha, mientras su esposa, se adentra tanto en lo que ve, que siente que está sentada en los muebles de color café de la sala. Adhara sigue llorando de manera desconsolada y eso solo hace que Emma se leva