Adhara, estaba decidida. Aunque tenía sus propias razones, que no le parecían lógicas a Jareth, él no la empujaba, si no que, sin saber qué hacer con ella, la llevó a uno de los muebles, donde con fuerza, la alejó de su cuerpo.
— Oye, cuando una mujer te besa, lo menos que puedes hacer es seguirle la corriente.— Estas ebria, no voy a tocarte así. Si quieres que tenga relaciones sexuales contigo, espera a estar sobria y que hablemos sobre esto.— Por eso acostarse con un alfa es frustrante, todo lo quieren tomar demasiado en serio y eso es aburrido. — se queja Adhara.— No es tomarse las cosas de forma aburrida, es que no es correcto. Si quieres sexo de una noche, deberías primero estar sobria y no vomitándote con cada esfuerzo que haces.— Si eso es lo que te preocupa, ya vomité todo lo que iba a vomitar y me lavé la boca cuatro veces. Así que…— No es eso, omega. Es que…— Entonces es eso, soy una simple omega indigna de ti. Ya lo he entendido.— No lo digo por eso.— Entonces, ¿Por qué me llamas omega?— Porque no sé tu nombre, ¿Cómo voy a llamarte si no solo sé que eres una omega?— Oh, es eso. — murmura Adhara al comprender que no se han presentado — Es mejor así, que no sepamos nuestro nombre, para que no haya la más mínima pista de quienes somos.— Siguen pensando que perder tu virginidad es una venganza para tu ex, pero, no es así. Si quieres tener una venganza, destrúyelos y se feliz con alguien más que va a atesorarte y valorarte como mujer y no perdiendo tu virginidad cuando estas demasiado ebria para recordarlo.— Lo voy a recordar y si no es así, vamos a grabarnos.— Lo siento, pero, no quiero ser parte de la pornografía. Ahora, fuera, debo ir a cambiarme e ir a mi casa. Tú puedes quedarte en el hotel e ir a tu casa cuando te sientas lista. — dice Jareth, marchándose al interior de su habitación, en busca de ropa.Pero, antes de siquiera quitarse la toalla que cubría su desnudez, Adhara dispuesta a obtener lo que quiere, se quita su bata del hotel y completamente desnuda, entra a la habitación donde Jareth solo suspira profundo.— Esta es tu última oportunidad, si no lo hago contigo, lo haré con alguien más. Así que, escoge, ¿vas a buscar excusas o vas a tomarme de una vez? — pregunta Adhara seria.Jareth, suspira profundo y cuando se gira, ve a la mujer completamente desnuda, sorprendiéndose al pensar que no sería capaz de ello. La sorpresa, causa satisfacción en Adhara, quien se acerca peligrosamente al hombre que retrocede, pero, no lo suficientemente rápido.Adhara, con un leve movimiento, lo empuja y él cae sentado en lo cama, con la ropa interior aun en su bolsa. Ella, sabiendo que no podía ceder, sube a las piernas de él, sentándose a horcajadas, sin alguna vergüenza de estar desnuda.— Entonces, mi querido alfa, ¿no estoy a tu altura? ¿no tengo un buen cuerpo?— Lo t-tienes… — susurra Jareth y al ver que ha tartamudeado, aclara su garganta — te ves bien. Pero…— Soy una mujer nueva y esta mujer que he decidido ser, no va a retroceder si quiere algo y yo lo quiero a usted y ahora. Por una noche, no piense en lo que puede pasar y mejor disfruta un poco.— Cada cosa que haces tiene una consecuencia, debes aprender ello, omega.— Hace rato te estoy tentando y no veo una consecuencia. Así que, ¿vas a hacer algo o realmente la disfunción no te lo permite?— Vuelves a decir eso y te voy a dar una nalgada.— ¿Mientras estas dentro de mí o mientras te sigues quejando de que no es correcto? — dice Adhara moviendo su pelvis de manera circular. Causando que Jareth coloque sus manos sobre la cadera de ella para que se detenga. Por ello, Adhara ejerce presión sobre él y se mueve lentamente, de una manera imperceptible para cualquiera, menos para ellos.Es allí cuando comienza a sentir como algo se endurece cada vez más, Jareth, suspira profundo, mientras sus ojos comienzan a tornarse rojos y Adhara gimotea al sentir la dureza completamente. El gemido sale de la boca de Adhara cuando la dureza presiona su botón de placer y es por ello por lo que, comienza a humedecer esa delgada tela que cubre la desnudez de Jareth. Él, al sentir la humedad, gruñe, mientras Adhara aleja las manos de él de su cadera, para moverse como ella desea y esta vez, él no se opone.Sonriente por lograr lo que deseaba, lleva su boca a los labios de él y en un beso pasional, se deja caer sobre el pecho de Jareth, mientras él cae en la cama. Los movimientos no se detienen, mientras Adhara toca toco el torso del hombre que poco a poco se deja llevar. Justo cuando cree que lo tiene en sus manos y que ambos no pueden alargarlo más, el hombre bajo su cuerpo, se gira velozmente, posicionándose sobre ella. Su mirada roja, su respiración agitada y sus labios hinchados, mostraban cuanto estaba disfrutando ello.— ¿Y ahora qué vas a hacer? ¿Vas a huir porque según tú no es correcto?— No. Ya te di varias oportunidades para escapar. Ya no puedes culparme porque te folle. — Entonces, ¿vas a hacerlo? — pregunta Adhara con renovado interés y Jareth se aleja causando que ella cambie su rostro feliz por uno indignado. Sin embargo, antes de siquiera ella hablar, Jareth abre un cajón de la mesa cerca de la cama y tomando más de cinco preservativos, le lanza los mismos a Adhara y tomando uno que rasga con los dientes, se desata la toalla que libera su polla.La sorpresa invade a Adhara al ver toda su magnitud. Su interior se calienta aún más y cuando arrastra su mirada por todo el cuerpo de él, notando el musculoso y escultural cuerpo, confirma que había tomado una buena decisión.— ¿Te gusta lo que ves?— Me siento indignada de que me hayan robado el protagonismo, pero, no puedo quejarme. — susurra Adhara y Jareth sonríe.— Esto será solo algo que olvidaremos. — dice Jareth y Adhara asiente.— Solo será una noche y después fingiremos no conocernos. — dice y cuando ella intenta acercarse a él. Jareth la aleja y colocándose el preservativo, se acerca a su cuerpo, dejando un rastro de besos desde su pelvis, hasta hacer círculos en los pezones de Adhara, subir al cuello y besarla, mientras rodeaba con un brazo el cuerpo de Adhara y la llevaba al centro de la cama.El recorrido de sus labios, había dejado un camino ardiente, como si fuera gasolina y fuego, por lo que, se sentía más que estimulada para finalmente perder la virginidad.— ¿Estas lista? — pregunta Jareth con tono bajo y ronco — ¿Quieres esto?— Sí, lo quiero. — dice Adhara decidida.La razón de ambos ha quedado en un segundo plano, así que, dejándose llevar por la excitación, se besan con pasión, mientras con toques lujuriosos, la posibilidad de detenerse, se hace más pequeña.— Por favor… — susurra Adhara. — ¿Qué quieres?— Follame — pide en un gimoteo que le impide a Jareth controlarse. Por lo que, alejándose levemente, comienza con su miembro a realizar movimientos circulares en el botón de placer de Adhara, con el fin de estimularla más.Al no poder soportarlo más y ver como ella se retuerce deseando recibir más placer, él se posiciona en su entrada y antes de ingresar a ella, suspira profundo y deseando un no por respuesta pregunta una última vez.— ¿Deseas que me detenga?— Continua, por favor. No quiero que te detengas — dice Adhara y ello hace que Jareth se adentre en el canal de ella, causando que ella abra sus ojos y al sentir el dolor, lleve sus manos al abdomen bajo de Jareth.— Lo sé, estoy siendo suave.— Duele. — susurra Adhara y Jareth, se acomod
El nerviosismo invadía por competo a Adara por lo que había hecho, además, temía porque en su familia la regañaran por quedarse en la calle toda la noche y al no tener el teléfono, no sabía si habían intentado comunicarse con ella. Por eso, cuando Adhara bajó del auto, temió por ser regañada por dicha travesura que nunca había hecho, ni siquiera cuando vivía sola a kilómetros de allí. Con cuidado, toco a la puerta al comprobar que no tenía las llaves de su casa y fue el mayordomo quien abrió la puerta.— señorita Adhara, ¿Dónde pasó toda la noche? ¿Y esas marcas?La vergüenza invadió por completo a Adhara, cuando el mayordomo que básicamente la había criado, le señaló las marcas que Jareth le había dejado en un momento de extremo placer. — Lamento decirle esto, pero, ¿puede ayudarme a cambiarme antes de que mi padre me vea así?— Vaya por la puerta del servicio y deme unos minutos mientras le consigo ropa. — dice John, el mayordomo y Adhara agradece.Como habían acordado, Adhara e
Jareth se preparó para salir y apenas salió de la habitación, se dirigió al gerente quien, con mucho respeto y miedo, se acercó corriendo hacia el hombre con mirada roja y asesina. — ¿Dónde está mi gente?— El chofer no se fue desde que lo trajo y su asistente lo espera desde las ocho de la mañana en el vestíbulo.— ¿Qué hora es?— Son las dos de la tarde.Jareth maldice y rápidamente se marcha, con su asistente corriendo detrás de él, sin atreverse a decirle que van tarde por primera vez en más de cinco años siendo el presidente de su propia empresa. — Necesito que me consigas a alguien.— ¿Quién en especial?— La mujer con la que entre a este hotel. Quiero que averigües todo. Hasta cuantas veces se lava las manos. Quiero todo y para antes de las seis de la tarde de hoy. Su castigo no puede pasar de hoy. — dice Jareth molesto.Apenas llega a la empresa, todos se alejan de su camino al ver el enojo en su mirada y cuando llega a su oficina, ve a los dos amigos que dejó la noche anter
Mientras Adhara respiraba profundo preparándose para lo que, sin duda, sería la guerra más grande en su familia, Jareth, sonreía mirando la nota que le había dejado Adhara. Jareth, había regresado a la empresa con una sonrisa que daba miedo a todos.Alguien que no sonreía, estaba sonriendo sin haber un motivo y eso, angustiaba a los demás. Porque, básicamente no sabían cómo actuar. Todos en la empresa estaban a la espera de una explosión, mientras Jareth sacaba de sus bolsillos lo que Adhara se había atrevido a dejarle. — Esto es humillante, pero, gracioso. — susurra con voz gélida.Nadie que escuchara su tono de voz y viera su mirada asesina, diría que lo que veía era algo divertido para Jareth y realmente no lo era. Había sido tratado como un hombre de compañía al que le habían dado como pago, menos de lo que él se gana en un día.— Me las va a pagar. — susurra Jareth mientras llama a su secretaria que de inmediato, aparece al estar casi en la puerta.— ¿Me necesita, señor Every?—
El informante de Eda, recién llegaba a la propiedad de los Simpson, cuando escuchó la disputa. Se había infiltrado en las grabaciones de las cámaras de seguridad y eso era lo que veía Eda en la comodidad de su casa, con mucha diversión.Meneando su copa de vino, disfrutaba de lo que veía al punto que su esposo le hablaba y ella le ignoraba por lo emocionante que era lo que veía. Algo que preocupaba mucho a su esposo, quien sabia el alcance de su mujer.— ¿Qué es lo que ves que te resulta tan divertido? — pregunta su esposo por tercera vez y es en ese momento que Eda reacciona.— Oh, lo siento, querido. Estoy viendo una nueva novela y esta emocionante. — susurra Eda mientras se emociona por la futura nuera que ve a través de la pantalla.Su esposo asiente con preocupación y entra a la ducha, mientras su esposa, se adentra tanto en lo que ve, que siente que está sentada en los muebles de color café de la sala. Adhara sigue llorando de manera desconsolada y eso solo hace que Emma se leva
La noticia había bajado varios centígrados en la temperatura de la sala. Todo se sentía helado, aunque la mirada asesina de Blad Simpson podía asemejarse al calor del mismísimo infierno.— ¡¿Qué acabas de decir?! — grita Blad, mientras Adhara procesa lo que acaba de escuchar.Adhara no podía negar que le había dolido la traición, después de todo, había sido una chica que no había recibido mucho amor de su padre y su madrastra básicamente la había tenido como un estorbo a su vida perfecta.Por eso, cuando un hombre atento como Blake se había acercado a ella y le habría dado un poco de calidez, cayó en su encanto y se imaginó una vida lejos de los tormentos que su familia le había causado. Pero, ahora todo había cambiado de una manera drásticaY la sonrisa de su hermana, cuando Blake mencionó su embarazo, solo era una prueba de cuanto estaba ella disfrutando quitar a su hermana, la pareja que estaba destinada para ella. Por lo que, Adhara tragó duro y fingió que no le importaba, mientra
La respuesta había confundido a la mujer que aún no sabía si era la nuera que necesitaba y lo peor es que, por el enojo, había desactivado los audífonos y lo que estaba escuchando, ahora también lo escuchaba su esposo, quien se había quedado mirando lo que su esposa veía.— Adhara, ¿Qué acabas de decir?— Estoy cansada de malos tratos, padre. Siempre me han tratado como una invitada no deseada, cuando todo lo que tu esposa e hija disfrutan, son cosas que mi madre dejó para mí, su única hija.— Adhara, no seas egoísta con tu propio padre. — dice Blad.— A ti, padre, aunque no hayas sido el padre que quería y necesitaba, no puedo negarte nada. Pero, no es mi obligación tomar la responsabilidad de una chica malcriada que no conoce la vergüenza y una mujer que solo me toma como algo desagradable de la que quieren deshacerse. — dice Adhara firme— Entiendo que esto lo haya dejado tu madre, pero, si no fuera por la administración de nosotros, estarías sin nada. No hubieses podido tener la v
La noche había llegado y nadie había dormido bien. Blake, se había ido preocupado porque su plan había resultado un completo desastre, mientras Emma comprendía cuan perdida estaba al nunca tener algo que heredar.Su madre, quien solo la miraba mal, se mordía las uñas al ver que toda la vida a la que ya estaba acostumbrada, podía esfumarse por completo. Las dos mujeres, habían tenido que pasar la noche en un hotel, mientras Blad, quien no sabía cómo hablar con su hija, se quedaba en la casa esperando que amaneciera.Ni siquiera sabía por dónde comenzar y cada vez que lo pensaba, se hacía más complicado todo, porque notaba que había fallado de muchas maneras y el tiempo que le quedaba, no era suficiente para arreglar todo.La mañana llegó y Adhara salió de su casa, para buscar trabajo. La venganza de su expareja, ya la había t