El nerviosismo me invade al regresar a mi ciudad natal. Después de haber estudiado administración, regreso a mi preciada casa, para darme un buen baño y reunirme con mi prometido.
Aunque no me resulta emocionante regresar a casa, por mi madrastra viciosa, mi medio hermana igual de viciosa que su madre y mi sumiso padre. Sonrió, pensando que regreso a mi antigua casa donde mi madre y una cálida comida me recibe.— Hemos llegado a su destino — me dice el taxista y yo le pago bajándome del auto con mis dos maletas.Le había avisado a mi familia que regresaba hoy, pero, nadie me fue a recoger al aeropuerto. Por lo que, vine en taxi deseando que no me hayan recogido, porque mi padre o mi prometido me tuviera una sorpresa de bienvenida.Sonriendo, entro a la propiedad de mi familia y con cuidado, abro la puerta. Lo primero que aparece frente a mí, es una oscura y fría casa. Por lo que, enciendo las luces, deseando que me griten: ´sorpresa´, pero, ni siquiera el heno que aparece en las películas en una calle solitaria, se presenta.— No importa, no es que pasar siete años lejos de casa, sea algo demasiado importante para celebrar — susurro intentando darme ánimos, pero, eso me entristece más.Suspiro profundo y subo las escaleras, tocando todo a mi paso, mientras los recuerdos de mis padres en casa, alejan el frío y hacen cálido mi corazón. Cuando llego al segundo piso, veo a una mini yo, corriendo mientras sus padres la siguen.Ese recuerdo, hace que mi corazón duela y renuente a llorar, alejo mis pensamientos negando rápidamente, para después dirigirme hasta mi habitación, es allí cuando unos leves ruidos comienzan a escucharse.Preocupada de que sea un ladrón, porque todo está solo, miro a mi alrededor y con rapidez, tomo mi bolso como mi única arma, mientras me acerco a la fuente del ruido. Al caminar más, me doy cuenta de que el ruido se escucha en mi habitación.Por lo que, llevando mis manos al pomo de la puerta, abro la misma lista para golpear a quien sea que se atreva a entrar a mi habitación a robar. Sin embargo, lo que veo me deja sin ánimo de pelear.— Por favor, se mas gentil, no puedo seguirte el ritmo. — susurra mi medio hermana bajo el cuerpo de quien se supone es mi novio y prometido.— ¡¿Se puede saber que está pasando aquí?! — grito enojada.— ¡Adhara, ¿Qué haces aquí?! — pregunta Emma y yo respiro profundo.— Vaya que estamos conectadas, porque yo quería preguntarte lo mismo, ¿Qué haces en mi habitación y teniendo sexo con mi prometido? — pregunto enojada.— Hermana, yo…— ¿Cómo pueden los dos hacerme esto? Se supone que me amabas Blake, se supone que eso significa el anillo de compromiso que me diste en nuestro primer aniversario. Así que, ¿Por qué estas teniendo sexo con mi hermana?— Hermana, lamento que lo supieras así, pero, Blake y yo nos amamos mucho. Espero que nos entiendas — dice Emma, envolviéndose en las sábanas y acercándose a mí al punto de tomar mi mano.El enojo me invade al ver como con su mirada suplicante, cree que voy a perdonar una ofensa tan grande. Así que, con molestia, aparto su mano de la mía y la miro con enojo. —¿Qué lo entienda? ¡Yo he sido la traicionada por ambos y, ¿me pides que los entienda?! No entiendo cómo puedes tener la cara en su lugar, con lo descarada que has sido, deberías tenerla en el suelo, donde todos la pisoteen como has pisado mi confianza. —Adhara, deja de ser tan mala con tu hermana pequeña. ¿No te enseñaron a ser buena con tu hermana pequeña? — pregunta Blake abrazando a mi hermana con gentileza, mientras a mí me mira con enojo. —No, no supieron enseñarme eso, como tampoco enseñaron a mi hermana a no ser una zorra que se mete con el prometido de su hermana. —Cariño… —¡No te voy a permitir que trates a Emma así, si quieres descargar tu enojo, hazlo conmigo! Pero, que no se te olvide esto, es Emma y siempre la escogeré a ella. —Entonces, ¿Por qué me propusiste matrimonio? —Porque no sabía cuánto amaba a Emma, pero, cuando llegué aquí y la conocí, supe que me había equivocado y que la dueña de mi corazón era ella y no tú. —Que estúpida he sido al quererlos a ambos. —Adhara, por favor, no hagas esto grande. —No lo voy a hacer, ninguno de los dos me merece. Así que — digo controlando mi enojo y sonriéndoles — les doy mi bendición, son la pareja perfecta, un perro desleal con una perra que solo sabe arrastrarse a los juguetes del otro. —¡Adhara! —Los bendigo y que sean muy felices. ¡Larga felicidad a la pareja basura! — grito saliendo de la habitación y corriendo hacia la salida conteniendo las lágrimas en mis ojos. Rápidamente, corro y tomo un taxi ordenando ir al bar más costoso de la ciudad y bajando del auto, entro dispuesta a dejar a la ruina a mi familia. —Denme la botella más costosa ahora. — digo colocando sobre la barra la tarjeta de mi familia.A los pocos minutos llega la botella y sin intención de ser delicada, tomo directamente de la botella, sintiendo mi garganta quemar, pero, no es suficiente dolor en comparación a mi corazón.Las lágrimas brotan sin poder evitarlo y yo me limpio con brusquedad las mejillas para después con la botella en mi mano, caminar hasta la pista donde bailo, deseando ahogar mis penas con el alcohol y olvidar el recuerdo con la música.El tiempo pasa y tres botellas del mejor ron, ya están mezclados con mis ácidos estomacales y podría jugar que con mi sangre. Sin embargo, aún no puedo olvidar lo que he vivido. —Malnacidos y yo que venía lista para entregarme a él. Menos mal no perdí algo tan valioso con algo que vale tan poco. — susurro indignada. —¡Ah, como sea, ningún hombre vale tanto!‘No, no debo pensar en él con dolor. Lo que debo hacer es vengarme. Dejar de ser la dócil Adhara y ser toda una chica rebelde que no se va a dejar pisotear de nadie y para eso, debo de deshacerme de la tonta Adhara, incluyendo su virginidad’ digo decidida y con ello en mente, salgo de la multitud, buscando mi objetivo.Pero, mi vista borrosa lo complica todo y por ello, termino tambaleándome y chocando con alguien, que parece una pared de lo duro y alto que es. —Disculpe, ¿se encuentra bien? — pregunta una voz firme y muy varonil. —No estoy bien, necesito ayuda. —¿En qué podría ayudarla? —Tengamos sexo, ahora. — digo firme mientras los ojos verdes se ven doble, como el resto de sus facciones.‘No veo bien, pero, lo que veo se ve bien. Así que, que sea con este que la antigua Adhara muera.’ me digo mentalmenteNarrador omnipresente Su antigua ella, estaba negándose a tener un cambio tan drástico, por lo que, la regaña por lo que acaba de decir e incluso, le recuerda su error, al mostrarle como varias personas que la han escuchado, se están riendo.Sin embargo, deseando no ser la aplicada y estudiosa hija, hermana y novia, Adhara da un paso adelante y tomando la corbata del hombre, lo acerca a su rostro, para poder mirar mejor esos rasgos que ve borroso y verse decidida. —¿No quieres? —Creo que estas tan ebria que si me acuesto contigo podría considerarse necrofilia. Porque estoy seguro de que apenas toques una cama, quedaras profundamente dormida, que parecerás muerta. —No me subestimes, niño. Sé lo que estoy hablando y lo que quiero. Ahora — dice Adhara soltándolo de la corbata —Si no te sientes capacitado, porque te gusten los hombres o no seas capaz de llegar a mi nivel, mis disculpas. No sabía que estabas incapacitado. —Uy, eso podría considerarse un reto, ¿la vas a dejar ir, herma
Adhara, completamente lista, comienza a posicionarse y cuando estaba por adentrarse en un camino sin retorno, su antigua ella la hizo estremecer por las consecuencias y el alcohol que había tomado como agua, comienza a sentirlo amargo, al punto de vomitar sobre el hombre que maldice, moviéndola a un lado. Por el movimiento rápido, ella sigue vomitando hasta que llega a la ventana del auto y termina expulsando toda la droga liquida, mientras el hombre comienza a maldecir por lo que había hecho.Molesto, se subió la bragueta y saliendo del auto, de quitó la camisa, completamente para limpiarse mientras maldecir una y otra vez, por haberse regresado a salvar una extraña que solo pagó el favor vomitando sobre ella. —Lo siento. — dice Adhara limpiando su boca con brusquedad. —Este es mi maldito día de mala suerte. Definitivamente es este. — susurra el hombre con enojo. —No necesitas pensar en el lavado. Ahora mismo puedo darte una tarjeta ilimitada con el que podrías ir a limpiar el
No sabía porque actuaba así de despreocupado con una mujer que evidentemente no era su familia o alguien conocido. Pero, allí estaba, prometiendo algo a una omega que desde u principio pudo ignorar y seguir con su aburrida vida. —Seré buena e iré a donde me digas para transformarme. Pero, si intentas hacerme daño, gritaré y no me importa si con eso revelo que somos lobos — advierte Adhara —Como digas, vámonos — dice Jareth caminando hacia la esquina menos transitada y después de verificar que no hay nadie observándolos, se transforma en un hombre sin camisa y con olor a vomito. —Apestas a vomito, con razón ningún auto se detenía. Seguramente pensaban que era yo quien olía así. Estas muy grande para vomitarte encima, chico. — le regaña Adhara y Jareth tensa su mandíbula mientras toma su teléfono. —Esto debe ser una broma. —Está bien que no puedas controlar vomitar cuando te sientes muy mal, pero, por favor, intenta no vomitarte encima, porque eso es muy vergonzoso. —¡Tú me vomita
Adhara, estaba decidida. Aunque tenía sus propias razones, que no le parecían lógicas a Jareth, él no la empujaba, si no que, sin saber qué hacer con ella, la llevó a uno de los muebles, donde con fuerza, la alejó de su cuerpo.— Oye, cuando una mujer te besa, lo menos que puedes hacer es seguirle la corriente.— Estas ebria, no voy a tocarte así. Si quieres que tenga relaciones sexuales contigo, espera a estar sobria y que hablemos sobre esto.— Por eso acostarse con un alfa es frustrante, todo lo quieren tomar demasiado en serio y eso es aburrido. — se queja Adhara.— No es tomarse las cosas de forma aburrida, es que no es correcto. Si quieres sexo de una noche, deberías primero estar sobria y no vomitándote con cada esfuerzo que haces.— Si eso es lo que te preocupa, ya vomité todo lo que iba a vomitar y me lavé la boca cuatro veces. Así que…— No es eso, omega. Es que…— Entonces es eso, soy una simple omega indigna de ti. Ya lo he entendido.— No lo digo por eso.— Entonces, ¿Por
La razón de ambos ha quedado en un segundo plano, así que, dejándose llevar por la excitación, se besan con pasión, mientras con toques lujuriosos, la posibilidad de detenerse, se hace más pequeña.— Por favor… — susurra Adhara. — ¿Qué quieres?— Follame — pide en un gimoteo que le impide a Jareth controlarse. Por lo que, alejándose levemente, comienza con su miembro a realizar movimientos circulares en el botón de placer de Adhara, con el fin de estimularla más.Al no poder soportarlo más y ver como ella se retuerce deseando recibir más placer, él se posiciona en su entrada y antes de ingresar a ella, suspira profundo y deseando un no por respuesta pregunta una última vez.— ¿Deseas que me detenga?— Continua, por favor. No quiero que te detengas — dice Adhara y ello hace que Jareth se adentre en el canal de ella, causando que ella abra sus ojos y al sentir el dolor, lleve sus manos al abdomen bajo de Jareth.— Lo sé, estoy siendo suave.— Duele. — susurra Adhara y Jareth, se acomod
El nerviosismo invadía por competo a Adara por lo que había hecho, además, temía porque en su familia la regañaran por quedarse en la calle toda la noche y al no tener el teléfono, no sabía si habían intentado comunicarse con ella. Por eso, cuando Adhara bajó del auto, temió por ser regañada por dicha travesura que nunca había hecho, ni siquiera cuando vivía sola a kilómetros de allí. Con cuidado, toco a la puerta al comprobar que no tenía las llaves de su casa y fue el mayordomo quien abrió la puerta.— señorita Adhara, ¿Dónde pasó toda la noche? ¿Y esas marcas?La vergüenza invadió por completo a Adhara, cuando el mayordomo que básicamente la había criado, le señaló las marcas que Jareth le había dejado en un momento de extremo placer. — Lamento decirle esto, pero, ¿puede ayudarme a cambiarme antes de que mi padre me vea así?— Vaya por la puerta del servicio y deme unos minutos mientras le consigo ropa. — dice John, el mayordomo y Adhara agradece.Como habían acordado, Adhara e
Jareth se preparó para salir y apenas salió de la habitación, se dirigió al gerente quien, con mucho respeto y miedo, se acercó corriendo hacia el hombre con mirada roja y asesina. — ¿Dónde está mi gente?— El chofer no se fue desde que lo trajo y su asistente lo espera desde las ocho de la mañana en el vestíbulo.— ¿Qué hora es?— Son las dos de la tarde.Jareth maldice y rápidamente se marcha, con su asistente corriendo detrás de él, sin atreverse a decirle que van tarde por primera vez en más de cinco años siendo el presidente de su propia empresa. — Necesito que me consigas a alguien.— ¿Quién en especial?— La mujer con la que entre a este hotel. Quiero que averigües todo. Hasta cuantas veces se lava las manos. Quiero todo y para antes de las seis de la tarde de hoy. Su castigo no puede pasar de hoy. — dice Jareth molesto.Apenas llega a la empresa, todos se alejan de su camino al ver el enojo en su mirada y cuando llega a su oficina, ve a los dos amigos que dejó la noche anter
Mientras Adhara respiraba profundo preparándose para lo que, sin duda, sería la guerra más grande en su familia, Jareth, sonreía mirando la nota que le había dejado Adhara. Jareth, había regresado a la empresa con una sonrisa que daba miedo a todos.Alguien que no sonreía, estaba sonriendo sin haber un motivo y eso, angustiaba a los demás. Porque, básicamente no sabían cómo actuar. Todos en la empresa estaban a la espera de una explosión, mientras Jareth sacaba de sus bolsillos lo que Adhara se había atrevido a dejarle. — Esto es humillante, pero, gracioso. — susurra con voz gélida.Nadie que escuchara su tono de voz y viera su mirada asesina, diría que lo que veía era algo divertido para Jareth y realmente no lo era. Había sido tratado como un hombre de compañía al que le habían dado como pago, menos de lo que él se gana en un día.— Me las va a pagar. — susurra Jareth mientras llama a su secretaria que de inmediato, aparece al estar casi en la puerta.— ¿Me necesita, señor Every?—