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Capítulo 3: Devolver el alcohol

Adhara, completamente lista, comienza a posicionarse y cuando estaba por adentrarse en un camino sin retorno, su antigua ella la hizo estremecer por las consecuencias y el alcohol que había tomado como agua, comienza a sentirlo amargo, al punto de vomitar sobre el hombre que maldice, moviéndola a un lado. 

Por el movimiento rápido, ella sigue vomitando hasta que llega a la ventana del auto y termina expulsando toda la droga liquida, mientras el hombre comienza a maldecir por lo que había hecho.

Molesto, se subió la bragueta y saliendo del auto, de quitó la camisa, completamente para limpiarse mientras maldecir una y otra vez, por haberse regresado a salvar una extraña que solo pagó el favor vomitando sobre ella. 

 —Lo siento. — dice Adhara limpiando su boca con brusquedad. 

 —Este es mi maldito día de mala suerte. Definitivamente es este. — susurra el hombre con enojo.

 —No necesitas pensar en el lavado. Ahora mismo puedo darte una tarjeta ilimitada con el que podrías ir a limpiar el auto o mejor, comprar uno nuevo. — dice Adhara hipando.

 —Sal del auto.

 —No, mejor sube y terminemos lo que hemos comenzado.

 —No, gracias, no quiero ser nuevamente vomitado.

 —No necesitas preocuparte por eso, he dejado toda mi alma en el vómito que esta de mi lado. Mejor vámonos antes que alguien se dé cuenta y me haga pasar un mal rato.

 —No voy a ir en ese auto asqueroso.

 —Que mal, porque es muy bonito. Me gusta.

 —Era mi auto favorito, pero lo arruinaste.

 —No hagas drama, te aseguro que, si me llevas a mi destino, te voy a recompensar mucho.

 —Tengo miedo de tus recompensas.

 —Oye, si ibas a quejarte tanto, bien podrías haberme dejado con el hombre de antes, él no se quejaba tanto y sí que me hubiese hecho disfrutar más. Eso me pasa por irme con uno que tiene problemas. — se queja Adhara para después convertirse en lobo y salir del auto con su cola en alto y sin mirar al hombre que la miraba indignado.

 —¿Para donde rayos vas? — pregunta el hombre y Adhara no le responde si no que, tambaleándose, sigue su camino, rumbo a la carretera.

El hombre, mirando a todos lados y sabiendo que no puede dejarla sola, la sigue hasta un área oscura, donde transformándose en lobo, para no ser un loco sin camisa y con ropa vomitada.

‘¿Por qué estás haciendo esto Jareth? Nunca estas pendiente de lo que hacen los demás. No eres de los que se involucran en la vida de los demás. Así que, ¿Por qué estas escoltando a la loca que te excitó y vomitó en un tiempo récords?’ se pregunta el alfa mientras sigue a la loba que camina de un lado al otro. 

—Hoy es una noche de m****a. Primero casi no llego al aeropuerto: segundo, a mi familia le importa poco si llego o no: tercero, mi prometido se acuesta con mi hermana y me confiesa que no me ama: tercero, debo bendecirlos, aunque me dieron una puñalada por la espalda.

>> Y como si eso no fuera suficiente, cuando me prometo que no voy a ser la tonta Adhara, llega un idiota y me impide divertirme con alguien increíble. Y como si fuera poco, todo el alcohol tan costoso que tomé con dificultad, terminé vomitándolo. Hoy es un día de m****a — dice Adhara en su lenguaje como loba.

 —Entonces, yo también soy un malnacido que no la ha dejado descargar su enojo — dice Jareth saliendo de la oscuridad y Adhara, quien no sabía que era seguida, al ver los ojos rojos se asusta.

 —¿Quién eres? ¿Por qué me estas siguiendo? ¿Eres un asesino? — pregunta Adhara retrocediendo con miedo.

 —¿Crees que si fuera un asesino te habría hablado?

 —Sí, hay asesinos que disfrutan escuchar a sus víctimas suplicar antes de matarla. Así que, si pudieras ser un hombre malo que va a matarme — dice Adhara con miedo.

 —Si quisiera matarte, lo habría hecho cuando me vomitaste encima, pequeña loba — dice Jareth caminado hacia ella.

 —Entonces tú eres…

 —Sí, soy el que vomitaste hace poco — dice Jareth

 —El del problema de la disfunción… — responde Adhara y el lobo gruñe caminando con enojo hacia ella.

Las personas que pasaban por la carretera, no podían entender como dos lobos estarían en la ciudad y mucho menos sabían que eran en parte humanos, porque cuando los lobos se transformaban, hablaban su lengua que solo podían entender ellos. 

En pocas palabras, eran como los maullidos de los gatos, solo que sin tener que ronronear, saben cómo comunicarse sin hacer tanto ruido. Por lo que, los que veían a los lobos, solo veían uno mirando fijamente al otro, mientras avanzaba a ella. 

 —Estas ganándote un castigo que te impediría moverte por varios días — dice Jareth mirando fijamente a la loba ebria.

 —Lo siento, normalmente no hablo así sin filtros, pero el alcohol… sigue en mi sistema, lo siento. — susurra Adhara.

 —No acepto tus disculpas cuando claramente es eso lo que piensas

 —No necesita darle importancia a lo que una extraña dice. Que tenga buena noche — dice Adhara girándose y levantando una pata para detener un auto como si fuera una humana.

Jareth suspira profundo al notar que ella no se ha dado cuenta que está en su versión loba y que, al vomitar otra vez, no está bien.

 —Dime donde vives y te enviaré allí — dice Jareth acercándose a la loba y con cuidado, colocándole una pata en la espalda de ella, mientras continúa vomitando.

 —No quiero ir a esa casa. Allá están los perros infieles y no quiero volverlos a ver por hoy. — dice Adhara decidida

 —Debes ir a algún lugar y descansar un poco. — dice Jareth

 —Voy a dormir a un hotel, pero, los autos no paran y no sé porque no lo hacen — dice Adhara con vomito en el pelaje cerca de su boca. 

 —Nadie va a recibirte si estas en tu versión lobo. Mejor, caminemos a un área menos concurrida y esperemos que vengan por nosotros — dice Jareth y Adhara lo mira con los ojos entrecerrados.

 —¿Nosotros? ¿Por qué me llevarías contigo? — pregunta Adhara mirándolo mal.

 —Me está cansando que constantemente me veas como un sospechoso y otras como el hombre con quien quieres follar — murmura Jareth

 —Es que voy a follar hoy. Pero, no contigo — dice Adhara decidida.

 —Soy el único hombre que veo por aquí. Además, soy el único que no va a tocarte porque estas tan ebria que podría considerarse un abuso. Así que, deja de sospechar de mí y vamos donde te he dicho. Así, nos transformamos y esperamos que vengan por nosotros. — dice Jareth.

 —Lo hago si me cumples un deseo. — dice Adhara como una niña pequeña.

 —Te recuerdo que soy yo quien te está haciendo un favor al cuidar tu borrachera — dice Jareth serio.

 —Si no me dices que si a mi petición, no me marcharé contigo

 ‘Es tu momento, Jareth, déjala aquí y vete. Ella no es tu problema’ dice la mente de Jareth.

 —¿Qué es lo que quieres? — pregunta Jareth curioso.

 —Quiero que por esta noche me complazcas en todo lo que te pido. Desde que mi madre murió, no sé qué es ser complacida — dice Adhara con tristeza.

 —Está bien, te complaceré — dice Jareth.

‘¿Por qué te metes en un problema innecesario, Jareth? ¿Es tu vida demasiado aburrida para involucrarte con una omega?’ pregunta Jareth mentalmente.

La respuesta llegó de inmediato a su mente. Quería un poco de acción a su monótona y aburrida vida.

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