—PIng—Sono el sonido de la puerta abriéndose y cerrándose... Una puerta diferente de la que a ella y los demás habían entrado.

Si, él solo fue ...De nuevo. Su gran figura con hombros grandes y espalda recta desaparecieron y la tensión en el ambiente con él. El silencio entonces reino en el lugar pero Isadora no parecía consciente de esos detalles, pues sus pensamientos corrían demasiado rápidos, ni siquiera importa que estaba casi desnuda ya que la ropa se le pegaba al cuerpo como una segunda piel o que realmente había un monstro detrás de ella, tan solo esperando.

Isadora quiso reír...Todo el tiempo aquel señor pudo ayudarla pero en cambio la hizo ver; primero como una broma al ser su payaso personal, y segundo simplemente exponerla cuando claramente le pidió su ayuda.

¡Ella prábcticamente le rogo! Se esforzó en hacerse lo más pequeña posible para obedecer lo y aun así, una ves más fue traicionada.

¡Que irritante!

Ella solo fue una estupida, casi fue embrujada ante una apa