Capitulo 4

—Eres basura, así que al menos no molestes a los demás e intenta ser útil—Su cabeza sangro, por las uñas que se le enterraron en su cabeza cuando fue agarrada duramente.

No dolió.

Isadora no supo cuanto tiempo estuvo con la cabeza agachada, ni siquiera en que momento en que las lágrimas bajaron por su rostro hasta caer silenciosamente al suelo. Sin duda prefería los castigos físicos de Ariana, los latigazos en su espalda y el acero de las palabras, que la indiferencia de la mujer que la crio.

Ella lo sabía, creer en ellas es como ir directo al infierno sin un boleto de regreso.

¿Pero? ¿Por qué? ¿Por qué le duele tanto?

Es tan estupido... ¿Por esperanza?

En ningún momento de su corta vida sitio el abrazo y el calor del amor, ni una sola mirada. Su vida había sido plagada de horror. Cuando tenía doce años, su padre adoptivo asesino a sangre fría a un pequeño niño que intento hablar con ella; un ser bueno y lleno de sueños que le fueron arrebatado a fuerza, solo porque se atrevió a compartir con ella un pedazo de pan... una sonrisa.

A los catorce años tuvo que soportar como su propia madre adoptiva la encerrara con un hombre rico y aunque no la violo si la marco ¿Por qué no lo termino? No, no fue por compasión, sino porque probablemente esperan casarla y obtener algo de ella, y pura vale más el precio.

A los diecesis tuvo que con sus propias manos asesinar a una loba madre moribunda que buscaba alimento para sus crías, a raíz que a su hermana le gusto la piel del animal ¿Qué hizo aquel animal para merecerlo? Nada, pero aun así tuvo que morir solo para satisfacer un deseo temporal.

Gracias al cielo pudo salvar los cachorros, pero sin madre o leche para sobrevivir ¿Acaso los salvo?

¿Soy humana en este mundo? Ella no lo sabe, quizá sea el azar o solo sea su destino conocer el lado frío y oscuro del mundo.

Su visión prontamente se volvió borrosa, fue entonces que sin notarlo entro al bosque del pueblo... Es solo que sintió unas necesidades excesivas de respirar... como si le faltara el aire. Los recuerdos horrorosos y los que le faltaban de su niñez feliz; si es que de verdad existieron con su familia antes de ellos fallecer y ser adoptada.

¿Fue real?

—Suéltame... Ayuda..—Los sonidos de resistencia de una joven a lo lejos suenan desesperados.

¿Quienes son? ¿Hay alguien más en el bosque? Ella los ignoro, sumergida en su propio dolor. 

Aire.

La sangre la persigue... Es una pecadora

—Nadie te va a escuchar niña tonta... En vez de resistirme deberías agradecerme porque me interese por una pueblerina sucia ¡En la capital las mujeres hacen fila! Portaste bien y puede que te haga una de mis amantes.

Bajo sus pies un charco de agua reflejo su rostro cansado y vacío.

La esperanza no es un mar interminable, el mundo es feo ¿Por qué debe existir?

Volver y vivir el infierno una y otra vez ¿Tendría fin? Si solo tuviera una caja donde guardar esas emociones; ese dolor y horror, ella juró que lo haría y no lo dejaría salir. Prefiere no sentir.

"Isadora quiero ser fuerte para un día no ser intimidado, quiero vivir para demostrar que puedo ser más de lo que los demás quieren de mí"

Aquel niño se hizo presencia en su mente con sus palabras. Su inocencia... Es tan asquerosa y a la vez tan pura.

Aquel niño que murió por ella.

Ella cierra los ojos y levanta el rostro al cielo.

M****a.

Tal vez, solo por una vez más.

Solo así, se enjuagó las lágrimas y corrió hacia la pareja que peleaba. El abusador tenía una mirada lujuriosa y desagradable, mientras la joven intenta con todas sus fuerzas deshacerse del hombre que intenta arrancar las ropas en medio de árboles interminables.

Sin ella ahí probablemente nadie la escucharía. A Isadora le entro unas terribles ganas de vomitar.

—Alto ahí...—Su voz sonó ronca y fuerte al volver a sentir esas memorias, volver a su mente.

Ambas personas quedan tiesas por un segundo. La mano del hombre se detiene y sin importarle dejar a la mujer medio desnuda, una que al perder la fuerza del hombre se derrumba como una ramita rota.

Sin embargo, Isadora no nota la mirada viciosa de la mujer en el suelo, solo al hombre furioso.

—¿Quién demonios eres tu niña mugrosa para detener mi diversión?—El hombre se fue directo hacia ella. Isadora se da cuenta de la peor manera que no calculo que haría al intervenir, ni siquiera tiene fuerza para resistir después de ser privada de alimentos por días.

El hombre con la cremallera suelta se acerca a ella. Probablemente, tiene unos veinte tantos años, con una piel desagradable y descuidada, parecía pálido. Tiene ojeras y desde donde ella estaba podía sentir un aroma a cigarrillo que le revolvió el estómago a Isadora.

Las ojeras en su rostro cuando bajo la mirada de manera viciosa, lo hizo lucir aterrador. Isadora no pudo evitar temblar.

El dolor de torturas mentales y físicas ya la tenía al límite, incluso se sorprendió que su cuerpo en el estado que se encontraba pudiera correr hasta llegar allí.

Isadora dio un paso atrás, mientras se alejaba del peligro.

¿Iba a morir? Después de todo como dijo el hombre, ellas son solo mujeres de pueblo y el tipo debe venir de la ciudad por lo cual enterrar a dos mujeres sería simple y fácil de ocultar.

¿Se arrepiente?

No lo sabe.

En ese momento ella quiso reír. El no saber la respuesta probablemente la haga una mala persona.

—Tks, al parecer este pueblo es igual de ruidoso que la ciudad.

¿Quién? ..

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