SAVANNAH
La preocupación se ve reflejada en mi rostro los siguientes días, lo ahorrado lo tuve que mandar a mi madre ya que vienen solo contando con nosotras, ni si quiera dejaron que me estableciera para comenzar a joder. -Savannah, ¿estás bien? Últimamente te veo muy cansada. Procedo a descargarme con la señora Catalina, y lloro descargando todo lo que siento, porque no puedo evitarlo, siento muchísima rabia, me abraza y me escucha como haría una verdadera madre. La hora de aperturar llega y me limpio las lágrimas respiro profundo y muestro mi mejor sonrisa para los clientes que comienzan a llegar. El perfume es lo primero que me llega y juro por Dios que mis sentidos se ponen alerta, pero disimulo en no buscarlo de inmediato, sin embargo la cara de las caras de las chicas me indica que en definitiva es el. Se siente en el mismo lugar y en vista de que el sr Lucio no sale para atenderlo, voy yo con el asentimiento de la señora Catalina. -Buenos días, dígame en que le puedo servir. Su mirada suelta al teléfono y me atrapa a mí, coloca el teléfono en la mesa y uno sus dos manos observando con detenimiento mi rostro, el tic de mi pierna izquierda comienza y muerdo mi labio inferior nerviosa. -Mi nombre es Burka, puedes llamarme señor Burka y voy a querer lo mismo de siempre, si vas a ser quien me atienda de ahora en adelante, no debes preguntarme que quiero, solo tráeme lo de siempre y ya ¿te parece? -Si señor… Su ceja izquierda se alza inquisitiva y entiendo de inmediato. -Si señor Burka. Camino directamente a la barra y la señora Catalina espera con la bandeja lista. Respiro profundamente y camino las cosas hacia el, pasando por la mesas de las chicas, pero de un momento a otro estoy cayendo al suelo. Me quedo en el suelo sin saber como reaccionar, escucho las risas de las chicas y reaccione. -Lo siento – digo a nadie en particular, primer accidente que tengo desde que estoy trabajando y siento ganas de llorar. -Deberías de ver por donde caminas. Por suerte no ensuciaste a nadie. Veo a quien me habla y es una chica rubia con traje de empleada, me mira con sorna y la otras se ríen entre ellas. -Savannah, no te preocupes hija, son cosas que pasan – aparece la señora con escoba y pala para recoger el desastre. -No se preocupe yo lo recojo. Tomo las cosas y para mi alivio el sr Lucio pasa con otra bandeja y las cosas del sr Burka. -Deberían contratar a alguien más competente. No entiendo el porque lo dice, anteriormente han venido y han comprado y comido normal como todos lo clientes. -Solo fue un accidente señorita, estoy segura de que no volverá a pasar – habla el sr Lucio Termino de limpiar y recoger dejando todo impecable, no vuelvo a ver hacia la mesa de Burka de nuevo, que vergüenza. Pero su voz me sorprende cuando se levanta – Savannah – levanta un billete en alto y lo coloca en la mesa, asiento, se va de la misma manera que siempre sin despedirse. Tomo el billete que dejo y abro mi boca sorprendida, es un billete de 100$ Siempre me dejan una que otra propina, pero jamás me habían dado tanto. Al salir me dirijo a centro comercial mas cercano y compro mi teléfono, uno inteligente, una marca que no tengo idea de donde viene, pero estoy feliz. Llamo a mi hermana, y como siempre la paso buscando por su trabajo, desde hace dos mama no llama, así que la preocupación es mayor. Me distraigo con juegos en mi celular y música mientras voy de camino ida y vuelta. Para alegrarme los siguientes días, el sr Burka aparece varios seguidos, no hay más allá de un buenos días entre ambos, pero a la tercera vez ya me siento incomoda al recibir una propina nuevamente de 100$ Así que decido no aceptarlo. -Lo siento sr Burka, pero no puedo seguir aceptándolo, estoy muy agradecida, pero es demasiado. -¿disculpa? -Estoy muy agradecida pero…. Es demasiado. -No para mí… -sí pero… -Se nota a leguas que lo necesitas, así que no te preocupes. -gracias – susurro, su mano se acerca y toca la punta de mi cabello sutilmente, me da la espalda y sale. Suelto el aire que no note tenia contenido. -Savannah – se acera Cata (ahora le digo asi por cariño) – es mejor aprovechar los gestos de Burka como ángel, el demonio no es igual de bueno. Trago y asiento. -¿Qué quiere decir con eso? - Mejor seguimos trabajando, es temprano y aún quedan muchas cosas por hacer. Decido guardar el dinero, incluso sin decirle a mi hermana, no pienso mandarle más dinero a la plaga que viene en camino, y además mi meta es estudiar, mientras más reúna mejor. Gasto exactamente en lo esencial, los días pasan y entre propinas he reunido los 1000$ Mama apareció y ya se encuentra en México. No quiero estar aquí para cuando lleguen. Es medio día cuando un sr mayor, entra al local, muy bien vestido, jamás lo había visto, no se sienta, si no que se acerca a la barra para hablar directamente con el Sr Lucio y vuelve a salir, atiendo el resto de mesas hasta que me llama la sra Catalina. -Hija, aquí no hacemos pedidos para llevar, este es un especial, así que necesito que tu realices la entrega, debes llevar este almuerzo a Arslan Entertainer, aquí tienes la dirección anotada, llegas y dices que vas de parte del caffe y es un pedido para Burka. Su nombre me deja estoica. Pero aun así asiento leyendo la dirección. Queda a un par de cuadras, lo que hace que sea fácil el trayecto, me sorprendo al ver el enorme edificio de cristal, con letras gigantes en 3D en el medio de una fuente. Decenas de personas salen y entran, todas bien vestidas, como profesionales. Y yo vengo en jeans, franela y tenis, respiro profundo y entro. Adentro es mucho mas majestuoso, con aires de cultura árabe, lo que me indica que las raíces de Burka deben ser de algún país arábico. -Buenas tarde, vengo del café mama bella, y tengo un pedido para el sr Burka, Una señora quien es la que está encargada de la casilla de información me sonríe amablemente – ¿su nombre es? -Me llamo Savannah López – coloco la comida en la barra, pensando que ella se encargara de hacérsela llegar pero… -Aquí tienes un pase, camina hacia donde dice torre A, y vas a subir hasta el piso 97, allí en la entrada di que llevas un pedio para el Sr Burka Arslan – habla bajito – él es el presidente y dueño de todo esto. Mis ojos se explayan y asiento guiándome por donde me indico. Me siento súper incomoda al tomar es ascensor con tanta gente profesional a mi alrededor, huele a perfume caro y yo voy perfumada, pero de la comida del café.BurkaColoco los codos en el escritorio y las manos en mi cabeza, el cansancio me pesa, no físico, es agotamiento mental. Suspiro mirando a la ventana cuando ese par de ojos café vuelven a mi mente, es preciosa y no tiene ni la mas remota idea de eso. Pero me he propuesto a solo verla, no es un pecado para una persona como yo el solo ver, porque si la tomo, se que no la voy a soltar y no estoy en condiciones en apoderarme de alguien cuando ya tengo a alguien a mi lado. Es lo que piensa mi lado racional. El irracional me recuerda que mi matrimonio con Liébana a sido por conveniencia y tengo derecho de disfrutar de alguien que si me guste. En su momento Liébana me gustó, pero su actitud caprichosa me agotó rápidamente el gusto y ahora solo me estorba. —Sr Burka, ha llegado su pedido del café Mamá Bella.—Por favor dile que pase adelante. Un sonrisa se dibuja en mi rostro, Savannah pasa a mi oficina con su mirada de confusión, aún así sonríe al verme. —Buenas tardes. Aquí tiene s
SAVANNAH —Necesitamos ropa urgente, y cosas, el último iPhone, necesito uno de esos.Veo a mi madre, llegaron ayer y creen que cagamos dinero aquí. —Mama, ni Savannah., ni yo, tenemos un teléfono de alta gama como ese.—Pero ya tienen aquí meses, soy su madre, es lo menos que merezco y Rogelio también, ya que el se ha encargado de mi porque ustedes nos estaban. —No te preocupes madre, trabajen y en medio año ya podrás tener uno…—Yo no voy a trabajar, puedo ayudarle en la casa… —¿Qué? No madre, ustedes deben buscar a donde irse, trabajar y mantenerse a si mismos — les digo sin contenerme. —Eres una malagradecida.—y tu una mala madre.—Savannah! — me reprende mi hermana.—De mi no van a tener un céntimo más, ya les mandé todo lo que tenía para que sobrevivieran — miento, ni loca les voy a dar lo que he reunido — Así que mentalicen en que tienen trabajar si van vivir en este país.Rogelio me ve con mala cara, más no dice nada, aquí contamos con solo dos habitaciones, ahora yo dorm
BURKABebo mi sexto trago y me dedico a contemplar un poco más de tiempo los cuerpos danzantes que saltan al ritmo de la música, no soy de beber, tampoco de bailar, pero últimamente es lo que me cansa la suficiente como para caer rendido al tocar la cama. Todo para abstenerme de ir corriendo al café a solo verla, seguirla a su casa tal vez…Mi chófer me espera a la salida y me lleva a casa a la afueras de la ciudad, mientras más lejos mejor.El ver el auto rojo chicle estacionado en la entrada me descompone el cuerpo, ni recordaba su existencia, aún siendo la culpable de mi abstinencia. Me debato entre si devolverme al departamento o quedarme, pero estoy lo suficiente cansado como para solo entrar y dormir. —Amor! — odio su estúpida voz chillona, combinada con su falso amor, es insoportable. —Hablamos mañana, estoy cansado — camino a mi habitación. —Pero si tienes más de tres meses que no me ves! —Déjame en paz, puedes irte con el resto del año si te apetece. Desaparezco por el
Savannah LópezMi corazón retumba en mi caja torácica de manera tan acelerada que siento mi cuerpo vibrar al ritmo alocado que lo maneja. Entretanto mi cerebro me reclama la osadía de haber aceptado en primer lugar ir a un lugar a solas con el, más allá de lo hermoso de su apariencia no se absolutamente nada de el. Mi boca se abre al ver el lugar en el que entramos, no se porque me imaginé que habría una cama en el medio de todo, sin embargo esto parace solo un recibidor, pero no cualquiera recibidor claro está, es uno enorme y elegante, podría jurar que el apartamento en el que vivo con mi hermana es la mitad de este lugar, y me refiero a solo está estancia. —Sientate — mi espalda se yergue al escuchar su orden, trago saliva y asiento, lo veo y su mano me indica la dirección a un juego me muebles azules oscuros . Camino aún indecisa y confundida del porque estoy aquí, pero me siento y espero a lo siguiente que dirá, para mí alivio se sienta en otro mueble alejado de mi, solo que
La revisión para mi suerte es bastante rápida, debido al tiempo que ha pasado desde la paliza que me dieron mi madre y su marido, los moretones ahora solo son un amarillento borroso, aun asi me receta una pomada.—Listo señorita López, no se que ocurrió, pero trate de que no pase nuevo, es usted muy hermosa para que su cuerpo reciba ese tipo de trato. Siento como sube el calor hasta mis mejillas de inmediato.—Bu, bueno, yo no, yo no me lo esperaba, su, supongo que no volverá pasar — suspiro apenada.—¿De dónde conociste a Burka? Y me disculpa mi intromisión, es solo que me causa curiosidad. No respondo de inmediato, la verdad no sé si deba decirle, Pero suspiro y decido contarle —Bueno, trabajo en un restaurante que el visita seguido. Asiente varias veces — ok, entonces eres mesera — sonríe irónico o tal vez burlón, el caso es que me molesta. —¿Es todo? — pregunto para ya librarme de el e irme al departamento a dormir otro rato.—Si, te haré llegar de inmediato la pomada, tengo e
Savannah López Llegó justo a tiempo, Catalina sonríe al verme. —Definitivamente te hacía falta un día para descansar! —Si, muchas gracias, la verdad no fue mi idea, Pero me hacía falta, además no solo fue todo descanso, también me consentí un poco. —Se te nota hija, luces radiante. Sonrío y me pongo hacer mi trabajo, limpiar el área de atención al público, los baños, organizar la barra y los utensilios. Mi ánimo está por las nubes. Ojalá Burka venga a comer algo o que pida para llevar, no se, solo me gustaría agradecerle todo. La mañana pasa rápido y el no aparece, cuando el teléfono suena cerca de la hora de almuerzo, juro que mis bellos se erizan y siento una emoción burbujeando en mi estómago. —Savannah — disimulo la sonrisa antes de voltear a ver al esposo de Cata — por favor ve hacer una entrega para Burka.Asiento y voy por el pedido, el local está lleno, deberían contratar a alguien más para estos casos.Voy al baño antes y me veo bien, hoy me arregle un poco más, suelt
Burka Arslan Estoy al tanto de absolutamente todo lo que Savannah hace en el hotel, me encargo de que solo sean chicas quienes la atiendan y hago que compren lo mejor para ella. Los Abogados de Liébana están pidiendo que las ganancias que he trabajado sean divididas por partes iguales. No pienso darle el gusto. Ofrezco el 10% y no pienso acceder a más.Mi día pasa entre reuniones y demás. Dejo el divorcio en mano de mis abogados, pensar el Liébana me enferma. Savannah tiene el efecto contrario, no sé porque, Pero calo dentro de mi, sin necesidad de un contacto físico, solo con su mirada y sonrisa sincera. Al llegar el día siguiente hago que venga a mi. Me encargo de que mi secretaria se vaya a comer su almuerzo, no quiero interrupciones para cuando la tenga a aquí. Se que estoy jugando con fuego, pero muero maldita mente por quemarme. Su cabello cae como cascada y sus ojos brillan al verme, su sonrisa combina perfectamente con sus mejillas sonrojadas. El olor a comida no opa
Savannah López Soy una zorra, soy una zorra, acabo de meterme con un hombre casadoLos pensamientos me atormentan mientras camino a toda prisa de vuelta al trabajo. Que vergüenza, debe estar pensando que soy una fácil, porque me regaló un para de noches bonitas en un excelente hotel, cree que estoy a su disposición. Niego una y otra vez. No puedo creer lo que hice, en mi defensa solo diré que no lo sabía, no trae anillo de casado. Claro, si eso te hace sentir mejor…¿Qué voy hacer? Entro a la cafetería y plasmo una sonrisa en mi rostro, el sr Lucio me ve con una mirada extraña, joder, sabe que soy una zorra.—¿Está todo bien Savannah?—Si señor Lucio, es solo que, vine caminando rápido y me sofoque un poco. Obviamente no me cree, pero solo lo ignoro y me pongo hacer mi trabajo, La sra Cata no está a la vista, recojo las mesas, limpio el suelo, organizo la barra, atiendo las personas que entran. Eso me ayuda un poco, me distrae de mis pensamientos y hace que el tiempo pase rápid