Burka Arslam Andrew llega con las cosas y las busco en la puerta, mientras que Savannah se queda en la cama comiendo Sushi, sabía que tenía que ser cuidadoso y me deje llevar, mi intención no era lastimarla, pero la deseo tanto que no me pude controlar. Mi puto teléfono está tirado en el suelo de la cocina, al salir por agua, entraban llamadas de Liébana y mi madre, quien se unió a la causa de mi esposa para evitar el divorcio. Con la idea más estúpida que pude escuchar, terapia de parejas y control prenatal, para engendrar un futuro heredero, como si eso alguna vez fuera a pasar, no con ella. Aprieto las cosas con fuerza, cada vez que me viene a la mente la ocurrencia, se me congela la sangre, Pero respiro profundamente antes de entrar con las cosas a la habitación, la sonrisa que me muestra Savannah me relaja, ya sus mejillas tienen color de nuevo. —Ven a comer o me los comeré todos — sonríe y enciende la tv — ¿Quieres ver una película? —¿Cómo te sientes? — gira sus
Savannah Pérez Mi alarma suena implacable a la misma hora de siempre, el sol no ha salido del todo, siento como si hubiera corrido el maratón de mi vida, lo primero que hago es revisar mi toalla y no he manchado más, ya no me duele, solo siento como un cosquilleo leo. Me doy un baño con agua caliente, me tomo mi tiempo como siempre en colocarme loción en toda la extensión de mi piel, estás cosas ya estaban aquí cuando Burka me dio el departamento, todo huele delicioso y el perfume se mantiene todo el dia, además deja mi piel aterciopelda. Mi Cabello lo seco con el secador, no del todo, Pero lo suficiente para no refriarme al salir. Me coloco un jeans azul ajustado y una franela de algodón encima me coloco un suéter, de estoy dando un toque de maquillaje cuando llega un potente olor a tocino a mi habitación.Me coloco el brillo y salgo para ver de dónde viene ese olor, me consigo con Burka en la cocina, lo que me extraña aun más es verlo con la misma ropa de ayer.—Buenos días… — s
Burka Arslam Dejo a Savannah en el restaurante, no he dormido nada, no sé si aceptar el trato de Liébana, dos años es demasiado tiempo, en realidad no me veo con ella intentado una relación de nuevo, solo de pensar en tener sexo con ella una vez más, se me revuelve todo. Ella se ganó a pulso ese asco inmensurable, aún éramos jóvenes, y todo fue para el beneficio de nuestras familias y empresas, estaba claro, asi fuimos criados, sin sentimientos de por medio, solo negocios, seguir generando capital, que haya estados con otros hombres para mí no fue la gota que derramó el vaso, si no que haya abortado a mi primogénito. Lo oculto por un tiempo y siguio como si nada, cuando me enteré su defensa fue decir que era su vida, su cuerpo y aún no estaba preparada para tener un hijo, nuestras madres jamás hicieron gran trabajo, para eso le pagaron a señoras que se encargaron de nuestras crianzas, el aborto fue innecesario. Pero fue su decisión y la respeto, solo que ahora debe acarrear con la
Savannah Pérez Me entristecí un poco cuando Burka me anuncio el cambio de Andrew, Pero no le veía falla a su lógica, El había sido su chófer por muchos años, si alguien notaba que trabajaba para una chica y para el, atarian cabos y descubrirían que yo soy su amante, los paparazis no se pierden de una y el siendo un hombre adinerado está constantemente en el foco. Pero el que mi hermana esté por llegar, aunque tenga nuevo chófer, es aún más viejo que Andrew, Pero es muy amable, que mi hermana ya hay aterrizado, me tiene eufórica, la estoy esperando en el aeropuerto con un gran arreglo de globos y una pancarta, las personas me miran extraño, pero me da igual, tal vez no haya pasado mucho tiempo, Pero estás semanas han sido una auténtica montaña rusa de experiencias traumáticas y placenteras para mí. La veo a lo lejos y comienzo a brincar como niña pequeña, me río cuando ella hace lo mismo, sale corriendo hacia mi y nos fundimos en un abrazo — ¡Hermanita!—¡Hermanota! — le respondo yo
Savannah Pérez Trago y veo a mi hermana quien se queda viendo boquiabierta al hombre que acaba de llegar, el por lo contrario ve a mi hermana con sorpresa, aunque yo le había dicho, por lo visto se le olvidó. —Buenas tardes — saluda y se desabrocha la corbata, se la quita y la coloca en el mueble, mientras que mi ahora chófer, Tamar, coloca todo en la mesa de comedor. —Buenas tardes Sr Burka — el asiente al saludo respuesta de mi hermana y me hace señas para que vaya a la habitación, el camina hacia allá. —Ya vuelvo… — me levanto y lo sigo. —Hola — sonrío y cierro detrás de mi, se acerca y me da un beso en los labios. —Había olvidado por completo la visita de tu hermana, disculpa. —No te preocupes — me siento en la cama — ¿Qué es todo eso que trajiste? —Esta noche necesito que vayas conmigo a un lugar… Ahora la sorprendida soy yo, No hemos salido mas desde que comenzamos a tener relaciones, y no me lo esperaba, puesto que no deben vernos en lugares públicos. —¿A dónde? — l
SAVANNAH La lluvia, el barro y los truenos dificultaban mi respiración, los gritos de la persona cayendo, resbalando por el borde hacia el rio crecido que se llevaba todo consigo, hacia que me aferrara a mi vida con toda mi fuerza.El llanto de ver cómo se llevaba la gente sin importar edad, color o nacionalidad…—Savannah! Savannah! Despierta ya, debes aprovechar el día y mientras más temprano salgas, más posibilidades tienes de conseguir trabajo.No lo pienso dos veces, asiento y corro al baño a ducharme, cepillarme y vestirme, busco entre las cosas de mi hermana a ver que puede quedarme y consigo unos jeans y un suéter tejido grueso que me cubre lo suficiente para este frío intenso al que no estoy acostumbrada.Ella me extiende un gorro, unos guantes y una bufanda. —Aquí no podemos andar exquisitas, lo que consigas por hacer es suficiente para empezar. —Lo se hermana… Salgo junto con ella que ya tiene un trabajo en una panadería en dónde es repostera, a diferencia de mi ella e
SAVANNAH Mi respiración se atasca y mi mente se confunde al sentir todo lo que me embarca en sentimientos contradictorios y nuevos para mí.Para mi suerte su mirada me libera y camina hacia al rincón, el sr Lucio es quien lo atiende.Se sienta en la silla de la equina y de allí saa su teléfono y no ve otra cosas por n rato, toma su café, come su desayuno y sale de allí solo asintiendo al señor lucio y la señora catalina. A mi ni me depara.Para el almuerzo me sirven un plato de asado negro en lo que la clientela merma, me sorprende ver la cantidad de personas qur llegan al lugar, la mayoría empleados de las grandes empresas que hay alrededor.Mi felicidad es plena al terminar oficialmente mi primer día de trabajo, llegó a casa con un agotamiento físico lleno de suficiencia por lo bien en que lo hice.Cuento todo a mi hermana quien solo sonríe a escuchar parlotear.Los siguientes días pasan de la misma forma, establezco un rutina confortable para mí, salgo temprano, llegó de noche y p
SAVANNAH La preocupación se ve reflejada en mi rostro los siguientes días, lo ahorrado lo tuve que mandar a mi madre ya que vienen solo contando con nosotras, ni si quiera dejaron que me estableciera para comenzar a joder.-Savannah, ¿estás bien? Últimamente te veo muy cansada.Procedo a descargarme con la señora Catalina, y lloro descargando todo lo que siento, porque no puedo evitarlo, siento muchísima rabia, me abraza y me escucha como haría una verdadera madre.La hora de aperturar llega y me limpio las lágrimas respiro profundo y muestro mi mejor sonrisa para los clientes que comienzan a llegar.El perfume es lo primero que me llega y juro por Dios que mis sentidos se ponen alerta, pero disimulo en no buscarlo de inmediato, sin embargo la cara de las caras de las chicas me indica que en definitiva es el.Se siente en el mismo lugar y en vista de que el sr Lucio no sale para atenderlo, voy yo con el asentimiento de la señora Catalina.-Buenos días, dígame en que le puedo servir.