— ¿Qué quieres que te diga Aron?— gritó Alice, sabiendo que estaba haciendo las cosas mal, en esto ella debía ser sincera y no lo estaba haciendo.— Quiero que seas feliz Alice y quería que lo hicieras conmigo, pero ahora me doy cuenta que eso no podrá ser.— espetó Aron, estaba enojado, no con Alice, si no con la vida en realidad, después de darle otra oportunidad al amor le ocurría esto.— Te elegí a ti, ya he sufrido mucho por amor y esperaba que tomando esta decisión dejaría de hacerlo.— dijo Alice, entendiendo lo horrible que se escuchaba esto al decirlo en voz alta.— Un matrimonio no es un acto de caridad Alice, pensé que habías aceptado casarte conmigo porque de verdad querías intentar que lo nuestro funcionara, pero veo que aún lo amas igual que él a ti.— expresó Aron, sintiéndose derrotado, no tenía ningún sentido seguir con esto adelante y tampoco sería nada justo.— Yo solo quiero…— intentó decir Alice, pero Aron colocó su dedo índice en los labios de la
Dos años pasaron desde el día en el que Alice y Francesco se unieron en ese beso realmente espectacular. Eso había sido suficiente para que después de pasar unas cuantas semanas de novios y citas, de interminables conversaciones también, para que empezaran a vivir juntos, dando un gran paso para pasar una vida llena de felicidad, progreso y amor. De Zia no se supo nada hasta casi un año después de que ella saliera huyendo, al parecer, logró sobornar a unos cuantos, seguramente con sexo, para que le dejaran el camino libre y pudiera salir del país sin ser detenida. De los cien millones que pidió, logró retirar solo cuatro, suficientes para llevar una vida tranquila en una isla del caribe, era millonaria entre muchas personas de escasos recursos. John, por su parte, recibió la mayor condena que se podía recibir por secuestro de menores, extorsión e incluso intentó de asesinato, serían muchos los años que pasaría tras las rejas. — Cariño, ¿Qué te parece este lugar para la boda?— preg
De algo podía estar segura Alice de su vida, había encontrado al mejor hombre del planeta y su amor crecía con cada día que pasaba como una planta bien cuidada que estaba siendo regada con ternura, comprensión y una pasión descontrolada. Ella no necesitaba nada más en la vida si estaba junto a él, y el último año de su vida, lo habían dedicado para amarse cada día más el uno al otro. ¿Después de una vida llena de miserias al fin podría ser feliz?Alice siempre creyó que la felicidad no estaba hecha para ella y sus padres se lo hicieron saber cada vez que podían, pero nunca se detuvo y luchó cada día por convertirse en una diseñadora de modas famosa en esta ciudad para así poder decir que ya no era pobre y miserable como ellos siempre le dijeron que sería toda su vida.A pesar de todo lo que vivió junto a ellos, no podía decir que los odiaba, pero dado que se encargaron de minimizarla cada que podían y desprestigiaron su trabajo, no sentía el amor que debía por ellos.Del otro lad
Mientras Alice lloraba desconsoladamente en la entrada del restaurante, Francesco tardó varios segundos en reaccionar, estaba solo sentado en la mesa donde se enteró de que sería padre y aunque definitivamente no estaba listo para serlo, empezó a sentirse muy mal por cómo la había tratado. Sintiéndose cómo un verdadero idiota se levantó para buscar a Alice, pero fue en vano, ya ella no estaba, ¿Acaso no podía ser un verdadero hombre y hacerse cargo de su hijo? Desesperado y sin saber cómo remediar está situación decidió volver al interior del restaurante, le daría algo de tiempo a Alice para que llegara a su casa y luego iría a buscarla para pedirle perdón de rodillas, decirle que sí la amaba con todo su corazón y que su reacción había sido de pánico sin saber el por qué. Mientras terminaba de tomarse la última copa de vino que le quedaba, no dejaba de pensar en que ella era una mujer increíble y aunque su madre nunca la aprobó a él no le importaba lo que ella pensara. Según Marlen
Los minutos se convirtieron en horas y Francesco nunca apareció, Alice tampoco recibió ningún mensaje ni ninguna llamada, era el fin de su relación, ya había pasado el tiempo suficiente para que él se arrepintiera de sus actos y definitivamente él si creía que lo único correcto era abortar al bebé.Al darse cuenta de eso Alice solo pudo seguir llorando con mucha más fuerza.Sin darse cuenta ella se quedó dormida, era tanta su tristeza que cayó inconsciente en algún momento de la madrugada y fue lo mejor, ya no podía seguir llorando de la forma en que lo estaba haciendo.—Amiga, ¿Estás bien?— pudo escuchar Alice al atender una llamada, aún estaba aturdida, ¿Quien llama tan temprano?—¿Quién habla?— atinó a preguntar, seguía somnolienta y parecía que esto era un sueño.—Alice soy Roxana.— gritó está otra en tono de contrariedad, en ese momento Alice terminó de abrir los ojos completamente.— ¿Estás bien?— volvió a preguntar Roxana, ella era la mejor y única amiga de Alice.—S
Habían pasado seis meses desde el día del accidente de Francesco, Alice aún no sabía nada de su estado, su familia al ser muy adinerada y poderosa, habían dispuesto toda un ala del hospital para atenderlo. Nadie podía pasar a esa área sin autorización y Marlene, al odiar tanto la relación entre ellos, pidió exclusivamente de que Alice no pudiera acercarse nunca a esa área. Cómo era de esperarse, los padres de Alice la botaron a la calle a su suerte, para ellos era una deshonra tener a una hija embarazada sin casarse y ahora sola. Ante este hecho, Roxana acogió a Alice en su casa en estos últimos seis meses, ella vivía sola y le parecía una injusticia lo que le ocurría a su querida amiga.El corazón de Alice se arrugaba cada vez que pensaba en que el padre de su hijo nunca despertaría, ya faltaban solo dos meses para el nacimiento de su bebé, sería una niña y con la ayuda de Roxana y al vender varias joyas que Francesco le había regalado pudo pagar todas sus consultas necesarias par
A las once y once de la mañana, pero del otro lado de la ciudad, algo ocurría en el ala oeste de la clínica más prestigiosa de todo el estado, un ruido se escuchó en la habitación donde dormía Francesco desde hacía varios meses.—Joven, ¿Se encuentra bien? Venga, con cuidado.— la enfermera con cara de asombro ayudaba a levantar a Francesco del suelo, despertó de la nada e intentó bajarse de la cama, pero cayó al suelo, seguramente por todos estos meses acostado no tenía fuerza en sus piernas.—¿Dónde estoy? ¿Quién es usted?— preguntaba Francesco totalmente desconcertado de lo que ocurría a su alrededor.—Recuéstese por favor, está en el hospital, quédese aquí, no intente caminar otra vez, buscaré al doctor y a su familia.— la enfermera salió a las carreras de la habitación, después de casi dar por muerto a Francesco, él despertó de la nada, un verdadero milagro.Solo en la habitación, Francesco estaba realmente desorientado, su mente estaba en blanco, no sabía qué hacía en un
Durante el camino a la casa de Aron, Alice solo tenía ojos para su pequeña bebé, le parecía la niña más hermosa de todo el planeta y estaba ansiosa en que conociera a su tía Roxana, empezaba a preocuparse por ella, nunca había desaparecido de esta forma y aunque con su empleo siempre tenía que salir de la ciudad, la forma en la que habían perdido el contacto empezaba a ser alarmante.Al llegar al apartamento del doctor Walker, lo primero que pensó Alice era que él también vivía en un lugar muy lujoso, esto dibujó una pequeña sonrisa en su cara y le parecía irónico que la madre de Francesco siempre la tildó de caza fortuna y ahora otro hombre adinerado se atravesaba en su camino.—Bien, te voy a mostrar la habitación de invitados, ahí podrán estar muy cómodas.— dijo Aron cuando entraron en su apartamento.— de este lado está la cocina y puedes tomar todo lo que necesites.—Gracias doctor Walker, es usted muy amable y atento, pero le recuerdo que no estaremos acá por mucho tiempo.—