Los minutos se convirtieron en horas y Francesco nunca apareció, Alice tampoco recibió ningún mensaje ni ninguna llamada, era el fin de su relación, ya había pasado el tiempo suficiente para que él se arrepintiera de sus actos y definitivamente él si creía que lo único correcto era abortar al bebé.
Al darse cuenta de eso Alice solo pudo seguir llorando con mucha más fuerza.Sin darse cuenta ella se quedó dormida, era tanta su tristeza que cayó inconsciente en algún momento de la madrugada y fue lo mejor, ya no podía seguir llorando de la forma en que lo estaba haciendo.— Amiga, ¿Estás bien?— pudo escuchar Alice al atender una llamada, aún estaba aturdida, ¿Quien llama tan temprano?— ¿Quién habla?— atinó a preguntar, seguía somnolienta y parecía que esto era un sueño.— Alice soy Roxana.— gritó está otra en tono de contrariedad, en ese momento Alice terminó de abrir los ojos completamente.— ¿Estás bien?— volvió a preguntar Roxana, ella era la mejor y única amiga de Alice.— Sí, estoy bien, ¿Qué ocurre? ¿Por qué estás tan airada?— preguntó Alice, en ese momento se dio cuenta que algo no está bien y sintió un vacío en su pecho sin saber el por qué.— ¿Estuviste anoche con Francesco? ¿Ayer no era su aniversario?— preguntó Roxana rápidamente.— Si amiga, tengo mucho que contarte al respecto de eso.— respondió Alice alicaída, volvía a sentir mucha tristeza al recordar lo que había ocurrido la noche anterior.— Alice, Francesco esta en estos momentos luchando por sobrevivir.—sentenció Roxana, mientras que Alice al escuchar esto sintió cómo si alguien le hubiera atravesado un puñal en el pecho, al mismo tiempo que sus piernas perdieron toda su fuerza, cayendo arrodillada al piso.— Alice, ¿Sigues ahí?— ¿Cuándo ocurrió eso? ¿Dónde esta Francesco?— Estoy saliendo para tu casa, no tengo más noticias sobre lo que ocurrió, solo sé que está internado en la clínica donde trabaja mi mamá, estoy en tu casa en cinco minutos.Alice duró varios segundos paralizada en el piso de su habitación, temblaba descontroladamente, había pasado toda la noche recriminando a Francesco, esperando que él fuese a buscarla y ahora estaba internado luchando entre la vida y la muerte. No sabía lo que hacía, caminaba de un lado a otro buscando cualquier cosa que ponerse y en eso llegó Roxana, Alice corrió hasta su auto y sin mediar palabra arrancó el motor hacía la clínica donde Francesco estaba.— Alice, ¿Qué ocurrió?— preguntó Roxana luego de unos minutos en la carretera.— No te puedo contar nada por ahora, necesito saber cómo está Francesco primero.— Roxana había entendido la situación y siguió manejando para llegar lo más rápido posible a la clínica.El auto no había terminado de detenerse y Alice se lanzó al pavimento, parecía ser experta en hacer eso dado que apenas y perdió un poco el equilibrio.— Por tu culpa m*****a sanguijuela.— se oyó retumbar en la sala de espera de emergencias, al entrar Alice la madre de Francesco se puso de pie de inmediato.— ¿Cómo te atreves a venir hasta acá?— Madre déjala, no es momento para discusiones.— intervino Luke, uno de los hermanos de Francesco y el único de la familia Rucci que no trataba siempre con hostilidad a Alice.— ¿Cómo la voy a dejar tranquila?— preguntó Marlene en otro gran grito.— por su culpa mi Francesco esta en cuidados intensivos, te fue a dejar a tu horrible casa y de regreso sufrió un accidente. Tú debiste estar en ese auto y morir, no mi Francesco que ahora está al borde de la muerte, por tu culpa cazafortunas inmunda.— Señora yo no tengo la culpa de lo que.— Calla, aléjate de mi hijo, olvídate de él y de que algún día lo conociste.— sentenció Marlene, su cara se había vuelto roja como un tomate.Alice permanecía inmóvil pensando que ella no era la culpable de lo que le ocurrió a Francesco, pero sin importar lo que ella dijera Marlene no le creería.— No puedo alejarme de él, yo lo amo con toda mi alma, además de que es el padre de mi futuro bebé.— estas palabras paralizaron a la madre de Francesco por completo, ella era malvada y aunque decía que todo lo hacía por el bien de su familia Alice sabía que no era así.Este accidente era la oportunidad de Marlene para tratar de alejar a Alice de Francesco para siempre.— ¿Qué acabas de decir?— preguntóMarlene después de unos segundos, se sostenía del brazo de Luke para no perder el equilibrio.— ¿Crees que te creeré que estás embarazada de Francesco? ¿Con cuántos tipos millonarios te acuestas al mismo tiempo?— El bebé que llevo en mi vientre es de su hijo, es el único hombre con el que he tenido relaciones en mi vida y no necesito que usted me crea, él sabe quién soy yo y también me ama.— Alice, mejor salgamos de aquí, no es el momento de dar ninguna explicación.— intervino Roxana tomándola del brazo, Alice siempre era muy calmada, pero que la tildaran de una cualquiera la estaba sacando de sus casillas.— Sí, mejor váyanse y ya sabes no te quiero volver a ver por acá ni en ningún lugar buscando a Francesco.Sin más remedio Alice salió de la clínica con Roxana, por más que quisiera confrontar a Marlene, ella no le creería nunca y ahora tenía otro motivo para odiar de su relación. Para Alice esto no era importante en estos momentos, solo necesitaba estar cerca de Francesco y saber en primera persona como evolucionaba luego de su accidente.— Si quieres podemos ir a mi casa y pasas el día ahí, hoy no tengo trabajo y así podemos hablar todo lo que ocurrió.—rompió el silencio Roxana cuando llegaron al auto y Alice solo asintió, Roxana era una de las personas que mejor la conocía y entendió de inmediato todo lo que estaba sufriendo y que no era el momento para hablar de lo que había ocurrido hasta estar en otro lugar.Camino a la casa de Roxana, Alice no dejaba de pensar que si el accidente había sido cerca de su casa eso significaba que Francesco había querido ir a hablar con ella.Esto convertía a Alice en la culpable, o al menos eso era lo que empezaba a atormentarla y sus lagrimas empezaban a caer sin para ante la mirada confundida de Roxana.— Bien Alice, necesito que me expliques que fue lo que ocurrió.— sentenció Roxana cuando entraron en su casa, ella vivía sola en la que era la casa de sus abuelos, era su única nieta y ellos le heredaron casi todas sus pertenencias.— Ayer le dije a Francesco que estoy embarazada.— respondió Alice simplemente con la mirada perdida, sentándose en el sofá.— Entonces si estás embarazada, no era la forma en la que me hubiera gustado enterarme.— interrumpió Roxana tomando asiento a su lado.— Él no lo tomó de buena manera, entró en pánico, dijo que no era el momento de tener un bebé.— Alice hizo una pausa al recordar la noche de ayer y la petición de Francesco de abortar a su bebé.— no entendí su reacción, además, insinuó en que debía abortar.— decir esto terminó de quebrarla.— Ay amiga.— susurró Roxana y la abrazó muy fuerte por varios segundos.— entonces supongo que te fuiste del restaurante en ese momento.— Si, me dolió mucho su actitud, yo lo amo y esperaba que con una noticia como está él estuviera feliz de consumar nuestro amor, pero ahora veo que cometí un gran error al irme, él se arrepintió de inmediato y quiso ir por mí, su madre tiene razón, por mi culpa está al borde de la muerte.— No permitiré que digas eso, no tienes la culpa de nada, fue un accidente, tú solo hiciste lo que debiste hacer e irte de ahí. Estoy segura de que Francesco también te ama. Así que te volveré a repetir, no fue tu culpa, estas cosas ocurren y te aseguro de que cuando él despierte te buscará y volverán a ser la pareja que han sido en este último año.Alice se dejó caer en el hombro de su amiga nuevamente, agradeciendo enormemente el poder tenerla en estos momentos.Ahora tocaba una de las cosas más difíciles para Alice, darle la noticia a sus padres de que sería madre y sin tener noticia de Francesco aún, debía confesarles que muy probablemente sea una madre soltera. Con una noticia como esta ellos la echarían a la calle, Alice no era su hija predilecta, en realidad su hermana Alison tampoco, pero al ser Alice la hija mayor le tenían un especial resentimiento.Habían pasado seis meses desde el día del accidente de Francesco, Alice aún no sabía nada de su estado, su familia al ser muy adinerada y poderosa, habían dispuesto toda un ala del hospital para atenderlo. Nadie podía pasar a esa área sin autorización y Marlene, al odiar tanto la relación entre ellos, pidió exclusivamente de que Alice no pudiera acercarse nunca a esa área. Cómo era de esperarse, los padres de Alice la botaron a la calle a su suerte, para ellos era una deshonra tener a una hija embarazada sin casarse y ahora sola. Ante este hecho, Roxana acogió a Alice en su casa en estos últimos seis meses, ella vivía sola y le parecía una injusticia lo que le ocurría a su querida amiga.El corazón de Alice se arrugaba cada vez que pensaba en que el padre de su hijo nunca despertaría, ya faltaban solo dos meses para el nacimiento de su bebé, sería una niña y con la ayuda de Roxana y al vender varias joyas que Francesco le había regalado pudo pagar todas sus consultas necesarias par
A las once y once de la mañana, pero del otro lado de la ciudad, algo ocurría en el ala oeste de la clínica más prestigiosa de todo el estado, un ruido se escuchó en la habitación donde dormía Francesco desde hacía varios meses.—Joven, ¿Se encuentra bien? Venga, con cuidado.— la enfermera con cara de asombro ayudaba a levantar a Francesco del suelo, despertó de la nada e intentó bajarse de la cama, pero cayó al suelo, seguramente por todos estos meses acostado no tenía fuerza en sus piernas.—¿Dónde estoy? ¿Quién es usted?— preguntaba Francesco totalmente desconcertado de lo que ocurría a su alrededor.—Recuéstese por favor, está en el hospital, quédese aquí, no intente caminar otra vez, buscaré al doctor y a su familia.— la enfermera salió a las carreras de la habitación, después de casi dar por muerto a Francesco, él despertó de la nada, un verdadero milagro.Solo en la habitación, Francesco estaba realmente desorientado, su mente estaba en blanco, no sabía qué hacía en un
Durante el camino a la casa de Aron, Alice solo tenía ojos para su pequeña bebé, le parecía la niña más hermosa de todo el planeta y estaba ansiosa en que conociera a su tía Roxana, empezaba a preocuparse por ella, nunca había desaparecido de esta forma y aunque con su empleo siempre tenía que salir de la ciudad, la forma en la que habían perdido el contacto empezaba a ser alarmante.Al llegar al apartamento del doctor Walker, lo primero que pensó Alice era que él también vivía en un lugar muy lujoso, esto dibujó una pequeña sonrisa en su cara y le parecía irónico que la madre de Francesco siempre la tildó de caza fortuna y ahora otro hombre adinerado se atravesaba en su camino.—Bien, te voy a mostrar la habitación de invitados, ahí podrán estar muy cómodas.— dijo Aron cuando entraron en su apartamento.— de este lado está la cocina y puedes tomar todo lo que necesites.—Gracias doctor Walker, es usted muy amable y atento, pero le recuerdo que no estaremos acá por mucho tiempo.—
Alice despertaba muy temprano por los sollozos de la pequeña Caroline. Después de darle de comer y calmarla ya no tenía sueño, así que salió a la cocina para prepararse un té. Ser madre era algo nuevo y extraño para ella y no sabía como haría para dejarla tan pequeña a cargo de otra persona e irse a trabajar, pero en algún momento no muy lejano eso iba a pasar, necesitaba tener un sustento para poder mantenerse.Con cada amanecer sus esperanzas de recibir un mensaje o una llamada de Francesco se renovaban, ¿Hasta cuándo esto ocurriría? Alice no tenía idea, pero su corazón seguía sin estar listo para dejarlo ir así como si nada, él era el padre de su hija y su gran amor. —Alice, despertaste temprano, ¿Estás bien?— preguntó el doctor Walker al ver a Alice entrar en la cocina, ya estaba listo para irse a trabajar, vestido de traje, muy elegante.—Si, Caroline despertó muy temprano hoy, aún debo acostumbrarme a esto de ser madre.— respondió ella sorprendiéndose al no percatarse ante
Solo en la habitación, Francesco tenía la oportunidad de seguir meditando y procesando todo lo que entraba en su mente, toda esa información sobre su pasado, que aunque estaba oculta en lo más profundo de su ser, él seguía sin recordar.Eran tanto Los esfuerzos que hacía por recordar la más mínima cosa sobre su vida, que los dolores de cabeza llegaban cómo espasmos, cortos, pero lo siguientemente molestos como para estar en una constante tortura. Sintiendo la necesidad de tomar aire fresco, decidió subirse a su silla de ruedas y salir de la habitación, quizás esto también ayudaría a su mente para tratar de recordar algo.—Hermanito, al fin te vuelvo a ver la cara, pensé que te quedarías encerrado por el resto de tu vida en la habitación.— era uno de los hermanos de Francesco, que aunque le había dicho su nombre antes, él lo había olvidado por completo.—Hola hermano, salí a tomar algo de aire fresco.— respondió Francesco algo dubitativo, quiso decir su nombre, pero no tenía ni
Dos años después.—Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños querida Caroline, feliz cumpleaños a ti.— decían al unísono Alice, Roxana y Aron.Alice mantenía el mismo círculo de amigos, reducido, pero muy afectivo.—Debo dejarlas, revisaré a un paciente en el hospital de última hora.— le dijo Aron a Alice, Roxana cortaba una rebanada de pastel con Caroline en brazos, observaba todo desde la distancia.—Está bien, gracias por venir a pesar de tener una agenda tan ocupada.— se despidió Alice, Roxana seguía sin comprender cómo después de dos años Alice seguía tan distante del doctor más hermoso que ella había visto jamás.—Adiós Roxana, adiós Caroline.— terminó de despedirse Aron, recibiendo su rebanada de pastel y el saludo de ambas desde la cocina.Todos podían juzgarla, pero en esta fecha Alice no podía dejar pasar por alto todo lo que había ocurrido en su pasado. Ella también odiaba sentirse así, solo no podía evitarlo, Francesco seguía siendo el padr
Todo estaba listo, el evento era sumamente exclusivo y solo eran unos cuantos aparte de la familia los que asistirían. Por primera vez en casi dos décadas estaban bajo un mismo techo Berlusconi y Rucci sin estar todos gritándose entre si. Francesco no se sentía nada cómodo con todo lo que ocurría a su alrededor, pero que más daba, ya todo estaba listo, esta noche anunciaría su compromiso y en un mes estaría frente a la mujer que amaba en un altar dándose el sí que los uniría hasta que la muerte los separe.—Estás hermoso hijo, eres el hombre más guapo del planeta.— alagó Marlene a Francesco, sin importarle que Mike estaba cerca de ella.—Gracias.— respondió sin más Francesco, tanto favoritismo de su madre lo aturdía demasiado.—Bien, ya es la hora, si de algo debemos estar orgulloso los Rucci, es de nuestra puntualidad.— dijo Marlene apresurada.Todos salieron de la habitación camino hacia el salón principal de la casa, pero Mike no podía dejar pasar toda su molestia y ataj
Francesco dejó a su prometida y a todos los invitados del gran evento de esta noche para salir de la casa y hacerle una pregunta al doctor Walker.Eso pensarían todos, pero en el fondo Francesco no permitiría que esa mujer que vio con tanta intensidad hace un rato se fuera sin siquiera presentarse ante ella.Afortunadamente corrió lo suficientemente rápido para alcanzar a la adorable pareja que se iban muy temprano de su fiesta de anunció de compromiso.—Disculpe doctor Walker, sé que nos veremos la semana entrante, pero quería preguntarle, ¿Cómo puedo lidiar con mis dolores de cabeza en estos días?— mintió Francesco, estos dolores no existían ya, habían desaparecido hace muchos meses atrás.—No tienes de qué disculparte, por ahora solo puedo aconsejarte que no sobre pienses las cosas y trates de dejar tu mente despejada.— respondió Aron amablemente.— oh, discúlpame ahora tú a mí, ella es Alice, mi acompañante de hoy.—Un gusto Alice, soy Francesco, el futuro esposo.— se prese