Querid@s lectores, llegamos al final de esta hermosa novela. si les gustó, me encantaría que me lo hicieran saber con un comentario, muchas gracias llegar hasta aquí y nos vemos en una nueva historia.
De algo podía estar segura Alice de su vida, había encontrado al mejor hombre del planeta y su amor crecía con cada día que pasaba como una planta bien cuidada que estaba siendo regada con ternura, comprensión y una pasión descontrolada. Ella no necesitaba nada más en la vida si estaba junto a él, y el último año de su vida, lo habían dedicado para amarse cada día más el uno al otro. ¿Después de una vida llena de miserias al fin podría ser feliz?Alice siempre creyó que la felicidad no estaba hecha para ella y sus padres se lo hicieron saber cada vez que podían, pero nunca se detuvo y luchó cada día por convertirse en una diseñadora de modas famosa en esta ciudad para así poder decir que ya no era pobre y miserable como ellos siempre le dijeron que sería toda su vida.A pesar de todo lo que vivió junto a ellos, no podía decir que los odiaba, pero dado que se encargaron de minimizarla cada que podían y desprestigiaron su trabajo, no sentía el amor que debía por ellos.Del otro lad
Mientras Alice lloraba desconsoladamente en la entrada del restaurante, Francesco tardó varios segundos en reaccionar, estaba solo sentado en la mesa donde se enteró de que sería padre y aunque definitivamente no estaba listo para serlo, empezó a sentirse muy mal por cómo la había tratado. Sintiéndose cómo un verdadero idiota se levantó para buscar a Alice, pero fue en vano, ya ella no estaba, ¿Acaso no podía ser un verdadero hombre y hacerse cargo de su hijo? Desesperado y sin saber cómo remediar está situación decidió volver al interior del restaurante, le daría algo de tiempo a Alice para que llegara a su casa y luego iría a buscarla para pedirle perdón de rodillas, decirle que sí la amaba con todo su corazón y que su reacción había sido de pánico sin saber el por qué. Mientras terminaba de tomarse la última copa de vino que le quedaba, no dejaba de pensar en que ella era una mujer increíble y aunque su madre nunca la aprobó a él no le importaba lo que ella pensara. Según Marlen
Los minutos se convirtieron en horas y Francesco nunca apareció, Alice tampoco recibió ningún mensaje ni ninguna llamada, era el fin de su relación, ya había pasado el tiempo suficiente para que él se arrepintiera de sus actos y definitivamente él si creía que lo único correcto era abortar al bebé.Al darse cuenta de eso Alice solo pudo seguir llorando con mucha más fuerza.Sin darse cuenta ella se quedó dormida, era tanta su tristeza que cayó inconsciente en algún momento de la madrugada y fue lo mejor, ya no podía seguir llorando de la forma en que lo estaba haciendo.—Amiga, ¿Estás bien?— pudo escuchar Alice al atender una llamada, aún estaba aturdida, ¿Quien llama tan temprano?—¿Quién habla?— atinó a preguntar, seguía somnolienta y parecía que esto era un sueño.—Alice soy Roxana.— gritó está otra en tono de contrariedad, en ese momento Alice terminó de abrir los ojos completamente.— ¿Estás bien?— volvió a preguntar Roxana, ella era la mejor y única amiga de Alice.—S
Habían pasado seis meses desde el día del accidente de Francesco, Alice aún no sabía nada de su estado, su familia al ser muy adinerada y poderosa, habían dispuesto toda un ala del hospital para atenderlo. Nadie podía pasar a esa área sin autorización y Marlene, al odiar tanto la relación entre ellos, pidió exclusivamente de que Alice no pudiera acercarse nunca a esa área. Cómo era de esperarse, los padres de Alice la botaron a la calle a su suerte, para ellos era una deshonra tener a una hija embarazada sin casarse y ahora sola. Ante este hecho, Roxana acogió a Alice en su casa en estos últimos seis meses, ella vivía sola y le parecía una injusticia lo que le ocurría a su querida amiga.El corazón de Alice se arrugaba cada vez que pensaba en que el padre de su hijo nunca despertaría, ya faltaban solo dos meses para el nacimiento de su bebé, sería una niña y con la ayuda de Roxana y al vender varias joyas que Francesco le había regalado pudo pagar todas sus consultas necesarias par
A las once y once de la mañana, pero del otro lado de la ciudad, algo ocurría en el ala oeste de la clínica más prestigiosa de todo el estado, un ruido se escuchó en la habitación donde dormía Francesco desde hacía varios meses.—Joven, ¿Se encuentra bien? Venga, con cuidado.— la enfermera con cara de asombro ayudaba a levantar a Francesco del suelo, despertó de la nada e intentó bajarse de la cama, pero cayó al suelo, seguramente por todos estos meses acostado no tenía fuerza en sus piernas.—¿Dónde estoy? ¿Quién es usted?— preguntaba Francesco totalmente desconcertado de lo que ocurría a su alrededor.—Recuéstese por favor, está en el hospital, quédese aquí, no intente caminar otra vez, buscaré al doctor y a su familia.— la enfermera salió a las carreras de la habitación, después de casi dar por muerto a Francesco, él despertó de la nada, un verdadero milagro.Solo en la habitación, Francesco estaba realmente desorientado, su mente estaba en blanco, no sabía qué hacía en un
Durante el camino a la casa de Aron, Alice solo tenía ojos para su pequeña bebé, le parecía la niña más hermosa de todo el planeta y estaba ansiosa en que conociera a su tía Roxana, empezaba a preocuparse por ella, nunca había desaparecido de esta forma y aunque con su empleo siempre tenía que salir de la ciudad, la forma en la que habían perdido el contacto empezaba a ser alarmante.Al llegar al apartamento del doctor Walker, lo primero que pensó Alice era que él también vivía en un lugar muy lujoso, esto dibujó una pequeña sonrisa en su cara y le parecía irónico que la madre de Francesco siempre la tildó de caza fortuna y ahora otro hombre adinerado se atravesaba en su camino.—Bien, te voy a mostrar la habitación de invitados, ahí podrán estar muy cómodas.— dijo Aron cuando entraron en su apartamento.— de este lado está la cocina y puedes tomar todo lo que necesites.—Gracias doctor Walker, es usted muy amable y atento, pero le recuerdo que no estaremos acá por mucho tiempo.—
Alice despertaba muy temprano por los sollozos de la pequeña Caroline. Después de darle de comer y calmarla ya no tenía sueño, así que salió a la cocina para prepararse un té. Ser madre era algo nuevo y extraño para ella y no sabía como haría para dejarla tan pequeña a cargo de otra persona e irse a trabajar, pero en algún momento no muy lejano eso iba a pasar, necesitaba tener un sustento para poder mantenerse.Con cada amanecer sus esperanzas de recibir un mensaje o una llamada de Francesco se renovaban, ¿Hasta cuándo esto ocurriría? Alice no tenía idea, pero su corazón seguía sin estar listo para dejarlo ir así como si nada, él era el padre de su hija y su gran amor. —Alice, despertaste temprano, ¿Estás bien?— preguntó el doctor Walker al ver a Alice entrar en la cocina, ya estaba listo para irse a trabajar, vestido de traje, muy elegante.—Si, Caroline despertó muy temprano hoy, aún debo acostumbrarme a esto de ser madre.— respondió ella sorprendiéndose al no percatarse ante
Solo en la habitación, Francesco tenía la oportunidad de seguir meditando y procesando todo lo que entraba en su mente, toda esa información sobre su pasado, que aunque estaba oculta en lo más profundo de su ser, él seguía sin recordar.Eran tanto Los esfuerzos que hacía por recordar la más mínima cosa sobre su vida, que los dolores de cabeza llegaban cómo espasmos, cortos, pero lo siguientemente molestos como para estar en una constante tortura. Sintiendo la necesidad de tomar aire fresco, decidió subirse a su silla de ruedas y salir de la habitación, quizás esto también ayudaría a su mente para tratar de recordar algo.—Hermanito, al fin te vuelvo a ver la cara, pensé que te quedarías encerrado por el resto de tu vida en la habitación.— era uno de los hermanos de Francesco, que aunque le había dicho su nombre antes, él lo había olvidado por completo.—Hola hermano, salí a tomar algo de aire fresco.— respondió Francesco algo dubitativo, quiso decir su nombre, pero no tenía ni