Estaba furiosa. Decidí entrar en la oficina de Ryan para hablar con él, pero lo que encontré en ese momento fue inesperado. Ryan tenía a Alaska contra su escritorio, besándola de forma apasionada. La sostenía de los hombros sin dejar de besarla, mientras mi amiga intentaba empujarlo.—¡Suéltame! —gritaba Alaska, mientras él no dejaba de besarla y la mantenía atrapada en el escritorio.Molesta, pegué un portazo y Ryan se alejó de ella al verme. Alaska no dijo nada y se marchó. Yo lo sostuve del brazo.—¿Qué rayos haces, hermano? La estabas forzando.— Espeté —Solo fue un beso, Regina. Jamás le haría daño a la mujer que amo. Necesito tu ayuda. Ahora que está soltera, necesito que la convenzas de que me dé una oportunidad.— Confiesa.—Alaska está vulnerable. Ryan, se acaba de enterar de algo terrible: Mauricio se quedó sin trabajo y necesita tiempo para sanar.— Le recordé —Alaska me necesita a mí solamente. Yo podré hacerla feliz y darle una familia a esos niños. Sabes que siempre la h
Cuando me desperté, él seguía durmiendo boca abajo y me di cuenta de que no tenía el pasamontañas. Lo abracé por la cintura y dejé varias mordidas en su hombro. Mis manos bajaron a su miembro, amasándolo.—Volteate juguetona o tú me lo bajarás —dijo él, medio dormido.—Sí, señor Alacrán —le respondí, riendo mientras me volteaba.—No seas graciosa. Para ti soy "Amor" o "Mi vida" —añadió mientras se colocaba su pasamontañas.—Lo sé, mi vida —respondí con una sonrisa.[...]—Deberías ponerte ajo, pero temo que ni así te dejará tranquila cuando no obtiene lo que quiere, se encapricha —rió Grace, refiriéndose a Simón mientras las dos desayunábamos en una cafetería.—Pues yo no cederé a sus caprichos nunca —afirmé con determinación.—Ya veo —dijo ella, señalando mi cuello con marcas visibles.—Ya hablé con él y me aseguró que sales con su amigo —confesé.—Yo no me confío en ellos. Llámame desconfiada, pero no creo en los hombres. Tal vez usa lentes de contacto diferentes —replicó Grace con
ReginaDecidí a visitar a Grace en su casa porque tengo que hablar algunos asuntos del proyecto con ella y más que nada, aclararle que sé del tatuaje del Águila por razones diferentes a las cuales ella cree.No quisiera arruinar la relación de mi primo con ella por un malentendido. Aún me cuesta demasiado trabajo procesar que el Águila y Beto son la misma persona. Si alguien me lo hubiera dicho nunca le hubiera creído.Sin embargo, más que la identidad oculta de mi primo lo que más me perturba es el hecho de que el alacrán me oculta algo con respecto a su pasado y yo debo descubrir que es. Es increíble que esté enamorada de un completo enigma.—¿No me estás mintiendo?— Pregunta Grace preocupada Negué con la cabeza —No puedo decirte quien es, solamente que es mi amigo, pero nunca hemos tenido nadaElla ríe —Lo siento, soy muy celosa y con respecto al proyecto creo que podríamos....Me siento muy incómoda al estar en esta casa. Nunca debí venir porqué simplemente no soporto a Simón Gue
Llámanos a la policía y llegaron de inmediato, ya se llevaron al sujeto herido y tomaron mi declaración al igual que la de Noe. Lo noté nervioso ante la presencia de las autoridades. También curaron mi herida en el labio.De todas formas, mañana tengo que hacer la denuncia formal porque ahora estoy muy nerviosa.Diego me ofreció que me quede en la hacienda, pero yo lo que más deseo es ir a mi casa y dormir. En este momento Beto me está llevando a casa y noto que tiene una mirada muy extraña. —Por favor no le digas nada— Le suplique —ya le dije — Confirma —¡Beto!— Lo regañe —Él tiene que saberlo, me mata si no le digo— Responde —Sabes que es capaz de todo — Rodeé los ojos. —Regina ya he visto al tipo que te ataco.—Me informa —Me imaginó que es un delincuente muy buscado —Así es, pero lo vi hoy con Guerra —¡Ese maldito intentó secuestrarme!— Exclamé. —Debes tener mucho cuidado con ese sujeto Noto que él doblo hacia la dirección contraria hacia la ciudad. —Es hacia la
Regina Balmaceda Mi nombre es Regina Balmaceda. Mi padre, Luca Balmaceda, siempre ha sido un hombre cruel y despiadado. Jamás le importé, ni yo ni mis hermanos. Mi madre está sometida a él y nunca nos ha defendido. Ella es todo lo que yo no deseo ser: una mujer sometida a un hombre. Sin embargo, debo casarme porque mi familia enfrenta una crisis financiera insuperable. Mi padre, en su desesperación por mantener nuestro estatus y nuestras propiedades, ha llegado a un acuerdo con los Foster. A cambio de salvarnos de la ruina, debo casarme con Diego Foster. Estoy feliz porque Diego es el hombre que siempre he amado. Sus padres y los míos son socios y crecimos juntos. Él es el hombre perfecto para mí. Es amoroso, amable, un caballero, y me trata increíble. Estamos comprometidos desde hace más de cinco años. Estaba feliz con mi vestido de novia bajando las escaleras de mi casa. Mi vestido era blanco y largo, y mi cabello estaba recogido en un peinado alto. Ryan, mi hermano, me reci
Regina Llegué a la fiesta de la boda, y la majestuosa mansión Foster brillaba con luces y risas. Invitados elegantes, entre ellos socios comerciales, empresarios y amigos de la familia, llenaban los espacios decorados con exquisito gusto. Pero para mí, la mansión no era solo un lugar de celebración; desde la muerte de Julia hacía varios años, junto con su bebé, había sido un recordatorio constante de pérdida. Julia había sido mi mejor amiga, mi confidente en momentos difíciles. Ahora, con ella fuera de mi vida y Alaska ausente, me sentía sola entre la multitud. Busqué un momento de paz en el jardín iluminado por la luna, sintiendo cómo la tristeza se apoderaba de mí. Ryan, mi hermano, percibió mi gesto y se acercó con una mano en mi hombro, preocupado. — ¿Cómo estás, Regi? —preguntó con ternura. Suspiré, sintiéndome vulnerable ante la opulencia de la celebración. — Estoy tratando de manejarlo, Ryan. Todo es tan confuso... No puedo creer cómo todo cambió tan rápido —murmuré,
Regina Ayer fue mi noche de bodas y hoy temprano bajé a desayunar. La mesa estaba repleta de comida. Me atendió Noel, él es la mano derecha de Michael, su sirviente de confianza. Los padres de Michael murieron cuando él apenas tenía dieciséis años. Su hermana Julia tenía diez en ese momento, y él tuvo que hacerse responsable de la familia y de la fortuna familiar. Sus otros familiares querían separarnos y quedarse con el dinero de sus padres, pero él se rebeló. Julia solía decirme que él tomó el rol de su padre y se convirtió en un hombre frío y distante. Miré a Noel con gratitud mientras este me servía el desayuno. Su precisión y dedicación eran evidentes en cada movimiento. —Muchas gracias por el desayuno, Noel —le agradecí, esforzándome por mostrar una sonrisa cálida. Noel asintió con respeto, manteniendo su compostura profesional, aunque pude notar una leve suavidad en sus ojos. —Señora Foster, el señor ordenó que estemos a su disposición y que traslademos sus perten
Regina Después de que los sonidos de la patrulla se desvanecieron en la distancia, él se separó de mí rápidamente, desapareciendo entre las sombras del parque con una agilidad inquietante. Al llegar a la casa del padre Matías, me regañó severamente por estar sola en la calle a altas horas de la noche. —Regina, no deberías andar sola por lugares peligrosos a esta hora. Es muy imprudente —me dijo con preocupación en su voz, mientras me acompañaba hacia mi carro después de recibir el dinero. —Lo siento, padre Matías. Fue una situación difícil, pero estoy bien —respondí, tratando de tranquilizarlo. Después de dejarlo en la iglesia, conduje de regreso a casa con la mente llena de pensamientos sobre el Alacrán. Si realmente era un ladrón, no entendía por qué no se había robado mi dinero y por qué me había besado. Todo eso me parecía completamente irracional y confuso. Al ser sábado y temprano, decidí dirigirme a desayunar con mis padres en la hacienda familiar. Estábamos tranqui