Isabel: todos los días sigo la misma rutina de siempre. Ahora, necesito llegar más temprano antes de que mi jefe llegue a la empresa, nada más que lo único que me falta hacer es desayunar para poder irme, sino mi nana se preocupa por mí. Además, no puedo creer que mi jefe vaya a llegar antes de su viaje, pero yo solamente soy su asistente personal y debo de seguir sus órdenes.Ella sale de su recámara para poder bajar las escaleras y a los pocos minutos llega al comedor donde su desayuno estaba servido. Eso se lo tenía que agradecer a su nana. Isabel se sienta en la mesa y empieza a desayunar, tiempo después terminan, pero ella se levanta de su asiento y se despide de su nana para irse rumbo a su destinoEn la empresa HamiltonAlejandro: definitivamente tenías prisa para llegar a la empresa. Pero, después de tanto tiempo al fin t
Isabel: tienes razón. Además, necesito decirte algo importante, pero no debemos de seguir hablando aquí, porque nos pueden escuchar.Ella se levanta de su asiento para poder dirigirse a la cafetería y en unos cuantos minutos llegan. Ellas piden sus almuerzos y empiezan a comer, después de que terminaron Isabel respira para poder hablar con su amigaAriadna: desde que llegamos a la cafetería estas extraña. Seguramente eso tiene que ver con lo que quieres hablar conmigo y siempre estaré a tu lado para aconsejarte.Isabel: muchas gracias, Ariadna. Nada más que esto nadie lo tiene que saber y es que me voy a casar con el señor Hamilton, el día de mañana.Ariadna: serás la esposa de tu único amor. Ahora, me puedo imaginar las razones por la cual te pidió matrimonio, estás de acuerdo
Isabel: antes de que lleguemos a mi casa, me gustaría saber la hora de nuestra boda, si es que nos vamos a casar el día de mañana, por favor.Sebastián: la hora de nuestra boda será a la 1: 00 p.m. Además eso ya está solucionado y mañana te convertirás en mi esposa, pero quiere que recuerdes siempre que esto es un simple acuerdo entre los dos.Isabel: eso yo más que nadie lo sé, señor Hamilton. Siempre he sabido el lugar que me corresponde en su vida y nunca seré un obstáculo en su felicidad.Sebastián: no me gusta que digas que eres un obstáculo para mí. Solamente quisiera que cambiaras de opinión en ese sentido y toda mi vida he pensado con la cabeza, porque no puedo sentir sentimientos por nadie, eso fue lo que aprendí de mis padres.Isabel:
En la mañana siguienteIsabel: este será un día menos que estaré a su lado. Debo de dejarlo ir, porque no puedo seguir soñando con su amor y mi vida tiene que continuar sin mirar atrás.Ella se levanta de su cama y se dirige directamente a tomar una ducha, Isabel no podía evitar pensar en cuantas veces había soñado casarse con él, nada más que se casaba con ella por otras razones diferentes. Tiempo después sale de la ducha, ella se acerca a su tocador y empieza a desenredarse su cabello para hacerse una trenza, lo único que faltaba era cambiarse y así lo hacen, pero cuando termina de arreglarse baja a la cocina a desayunar con su nana para posteriormente tomar asientoNana: mi niña espero que el día de hoy no llegues tarde a la casa. No quiero volverme a preocupar por ti, además debes de desayun
Sebastián: usted me conoce más bien de lo que imaginaba. Además, hubieras sido un buen matrimonio si nos casáramos por amor, señorita Hendersen.Isabel: ese sentimiento jamás será posible. Pero es demasiado triste saber el motivo de nuestra boda, porque seguramente nadie más me lo pediría.Sebastián: lamento escuchar eso. No debemos de dar marcha atrás, el destino quiso que fuera de esta manera y ahora que hemos llegado debemos de entrar.Isabel: tienes razón. Solamente firmaremos un papel que diga que estamos casados y después de esto nadie lo sabrá, nada más que no me ha dicho en cuanto tiempo se terminara todo esto.Sebastián: se me olvido decírtelo y tampoco me lo preguntaste. Nuestra unión durara un mes y ese es el tiempo que realmente necesit
Él se queda solo en su oficina cuando su amigo se va, Sebastián no soportaría que eso pasara. Además por primera vez se sentía celoso de ella y eso definitivamente no podría pasar, porque no la amaba. Él tenía que tranquilizarte y que mejor que haciendo su trabajo. Nada más que el tiempo siguió su curso y de esa manera se terminan las horas de trabajoAriadna: ya tengo cinco minutos esperando por ti, amiga. Desde que llegaste con el jefe te he notado demasiado pensativa y debemos de irnos para que conversemos por lo mientras que llega el autobús.Isabel: lo siento y tengo muchas cosas de que hablar contigo. Solamente que debo de hacerlo durante el camino a la salida, porque tengo poco tiempo y quiero que me escuches atentamente, además eso ya no lo voy a volver a repetir.Ariadna: está bien, te escuchare. Siempre espere qu
Isabel: se hubiera evitado ese problema, sino interviene en mi conversación con él. Estaba segura que con lo que le dije no me hablaría más.Sebastián: lo estabas manejando demasiado bien. Además es algo que tenía que hacer, no iba a permitir que ninguno de mis empleados mostrara interés en mi esposa.Isabel: estas equivocado, él solamente me hizo una simple pregunta la cual tuve que contestar por educación y otra vez. No debió besarme en el estacionamiento de la empresa, pero le recuerdo que soy su esposa de nombre y que dentro de un mes usted será un hombre libre.Sebastián: precisamente durante un mes pueden pasar muchas cosas, Isabel. Solamente que estoy seguro que no voy a poder dejarla ir.Ella no entendía, porque la quería a su lado. Ahora que estaba todo dicho entre ellos, nada
Sebastián: no tengo ninguna necesidad de hacerlo. Será mejor que salga de mi oficina para ver si ya llego a la empresa para sentirme más tranquilo.Alejandro: te recuerdo de qué todavía no es tiempo de que lo haga. Además faltan como quince minutos para que lleguen los empleados.Ellos siguen conversando en su despacho. Nada más que ella había llegado a la empresa y como todos los días ocupa su lugar de trabajo, Sebastián se dio cuenta de la hora y se imaginó que ella ya estaba en la empresa, así que su amigo se despido de él para después hacerla llamar por el intercomunicador y a los minutos ella se encontraba en su oficina lista para empezar un día más de trabajoSebastián: buenos días, señora Hamilton. Espero que no hayas tenido ningún contratiempo para llegar a la empres