En la mañana siguiente
Isabel: este será un día menos que estaré a su lado. Debo de dejarlo ir, porque no puedo seguir soñando con su amor y mi vida tiene que continuar sin mirar atrás.
Ella se levanta de su cama y se dirige directamente a tomar una ducha, Isabel no podía evitar pensar en cuantas veces había soñado casarse con él, nada más que se casaba con ella por otras razones diferentes. Tiempo después sale de la ducha, ella se acerca a su tocador y empieza a desenredarse su cabello para hacerse una trenza, lo único que faltaba era cambiarse y así lo hacen, pero cuando termina de arreglarse baja a la cocina a desayunar con su nana para posteriormente tomar asiento
Nana: mi niña espero que el día de hoy no llegues tarde a la casa. No quiero volverme a preocupar por ti, además debes de desayunar, porque siento que no comes en tu trabajo.
Isabel: siempre me alimento a la hora establecida en la empresa. Solamente así, evito enfermarme por esa razón nunca he faltado a mi trabajo.
Nana: nada más que me imagino el tipo de comida que pides a la hora de hacerlo. No se te olvide que para que tengas una buena salud también están los caldos como el de pollo.
Isabel: bien sabes que a mí nunca me ha gustado el caldo de pollo. Porque eso me recuerda que cuando siempre me enfermaba me dabas de comer eso y ahora debemos de desayunar.
Ellas empiezan a desayunar, Isabel suspira de repente y su nana se daba cuenta. Ellas tiempo después terminan y ella se despide de su nana para salir de su casa y así dirigirse a la empresa para convertirse en la señora Hamilton
En la empresa Hamilton
Alejandro: no entiendo, la insistencia de hablar conmigo y más a esta hora. No me digas que tu asistente acepto ser tu esposa.
Sebastián: si, además mi matrimonio durara el tiempo necesario para arreglar todo el asunto de mi herencia y puedo imaginarme que será en un mes y después me divorciare.
Alejandro: has sabido manejarlo perfectamente. Pero, por la manera en que hablas solo puedo imaginarme que tu boda será este día.
Sebastián: exactamente, lo que no me gusta es que ella se quiere ir de mi lado después de que se termine nuestro matrimonio.
Alejandro: sabía que la señorita Hendersen era importante para ti, amigo. Aunque nunca lo reconozcas, sino estuvieras demasiado indiferente y es la única que ha estado a tu lado a pesar de tu mal carácter.
Sebastián: estas equivocado en eso. Porque ella es la única que no conoce mi verdadero carácter, pero cuando estoy con ella siento mucha paz y me gusta verla sonreír, nada más que al fin puedo reconocer ante ti que es verdad todo lo que has dicho.
Alejandro: entonces será algo difícil para ti hacer esto, amigo. Seguramente quieres que ella no sufra por el acuerdo en que llegaron, pero ya es demasiado tarde.
Sebastián: ella no tiene por qué sufrir. Definitivamente en algunas ocasiones, no entiendo lo que me dices y siento que sabes algo de mi futura esposa.
Alejandro: todavía no puedo creer que seas tan ciego. Pero te aconsejo que no pierdas ningún detalle de tu asistente y solamente así las veras con los ojos del alma.
Sebastián: lo que me tratas de decir es que nunca me debe de importar que sea fea. Nada más que lo intentare y la tratare con mucho respeto.
Alejandro: harás siempre lo que querías y espero que no sea demasiado tarde cuando escuches a tu corazón. Ahora si debo de irme.
Él se levanta de su asiento antes de que su amigo le hiciera más pregunta que no le correspondía contestar y así lo hace. Isabel había llegado a la empresa y como siempre todas las mañanas cumplía con la función de ser la asistente personal de su jefe. El tiempo siguió su curso y Sebastián no la necesito, hasta que al fin había llegado la hora del almuerzo, nada más que el cambia de planes y sale de su oficina para ir por ella
Sebastián: menos mal que la encontré en su lugar de trabajo. Eso significa que me ahorro el trabajo de ir a buscar a la cafetería.
Isabel: recuerdo perfectamente que usted me dijo que la boda será a la 1: 00 p.m. pero, falta mucho para que sea la hora. Además si no me necesita, debo irme a la cafetería.
Sebastián: hubo un cambio de planes, solo te estoy avisando. Nuestra boda se realizara en media hora y el juez nos está esperando.
Isabel: está bien, señor Hamilton. Estoy lista para hacer el último trabajo que hare para usted y de esa manera será nuestra despedida.
Sebastián: eso está por verse. Nunca aceptare que se vaya de mi lado y necesito que lo entienda, pero sobre todo que lo tengo presente.
Isabel: hicimos un trato y yo lo voy a cumplir. Aunque sea lo último que haga, nadie me va a impedir que sea feliz, porque después de esto tengo otros planes que quiero realizar.
El decidió guardar silencio y Sebastián sentía que si ella se iba de su lado, no sabría qué hacer. Nada más que de algo estaba seguro y es que la seguiría adonde ella estuviera, además si era posible haría su matrimonio de verdad. Ellos salen de la empresa y se suben a su auto para dirigirse rumbo al registro civil
Sebastián: en unos cuantos minutos serás mi esposa. Ahora, necesito que me veas a los ojos para saber que tome una buena decisión.
Isabel: no es necesario que lo haga. Porque usted sabe perfectamente la respuesta a esa pregunta, mis ojos solo confirmaran que tengo razón.
Sebastián: usted me conoce más bien de lo que imaginaba. Además, hubieras sido un buen matrimonio si nos casáramos por amor, señorita Hendersen.Isabel: ese sentimiento jamás será posible. Pero es demasiado triste saber el motivo de nuestra boda, porque seguramente nadie más me lo pediría.Sebastián: lamento escuchar eso. No debemos de dar marcha atrás, el destino quiso que fuera de esta manera y ahora que hemos llegado debemos de entrar.Isabel: tienes razón. Solamente firmaremos un papel que diga que estamos casados y después de esto nadie lo sabrá, nada más que no me ha dicho en cuanto tiempo se terminara todo esto.Sebastián: se me olvido decírtelo y tampoco me lo preguntaste. Nuestra unión durara un mes y ese es el tiempo que realmente necesit
Él se queda solo en su oficina cuando su amigo se va, Sebastián no soportaría que eso pasara. Además por primera vez se sentía celoso de ella y eso definitivamente no podría pasar, porque no la amaba. Él tenía que tranquilizarte y que mejor que haciendo su trabajo. Nada más que el tiempo siguió su curso y de esa manera se terminan las horas de trabajoAriadna: ya tengo cinco minutos esperando por ti, amiga. Desde que llegaste con el jefe te he notado demasiado pensativa y debemos de irnos para que conversemos por lo mientras que llega el autobús.Isabel: lo siento y tengo muchas cosas de que hablar contigo. Solamente que debo de hacerlo durante el camino a la salida, porque tengo poco tiempo y quiero que me escuches atentamente, además eso ya no lo voy a volver a repetir.Ariadna: está bien, te escuchare. Siempre espere qu
Isabel: se hubiera evitado ese problema, sino interviene en mi conversación con él. Estaba segura que con lo que le dije no me hablaría más.Sebastián: lo estabas manejando demasiado bien. Además es algo que tenía que hacer, no iba a permitir que ninguno de mis empleados mostrara interés en mi esposa.Isabel: estas equivocado, él solamente me hizo una simple pregunta la cual tuve que contestar por educación y otra vez. No debió besarme en el estacionamiento de la empresa, pero le recuerdo que soy su esposa de nombre y que dentro de un mes usted será un hombre libre.Sebastián: precisamente durante un mes pueden pasar muchas cosas, Isabel. Solamente que estoy seguro que no voy a poder dejarla ir.Ella no entendía, porque la quería a su lado. Ahora que estaba todo dicho entre ellos, nada
Sebastián: no tengo ninguna necesidad de hacerlo. Será mejor que salga de mi oficina para ver si ya llego a la empresa para sentirme más tranquilo.Alejandro: te recuerdo de qué todavía no es tiempo de que lo haga. Además faltan como quince minutos para que lleguen los empleados.Ellos siguen conversando en su despacho. Nada más que ella había llegado a la empresa y como todos los días ocupa su lugar de trabajo, Sebastián se dio cuenta de la hora y se imaginó que ella ya estaba en la empresa, así que su amigo se despido de él para después hacerla llamar por el intercomunicador y a los minutos ella se encontraba en su oficina lista para empezar un día más de trabajoSebastián: buenos días, señora Hamilton. Espero que no hayas tenido ningún contratiempo para llegar a la empres
Sebastián: mi lugar es estar con mi esposa. Eso lo tengo demasiado claro y será mejor que te acostumbres mientras que pase el tiempo que te pedí.Isabel: nada más que nuestro matrimonio no es real. Ahora, necesito avanzar con mi trabajo para poder entrar a la reunión y debo irme.Sebastián: así que eso es lo que piensas. Pero un día te demostrare que estas equivocada y te voy a estar esperando para que entremos a la sala de juntas.Isabel: está bien, señor Hamilton. Además se perfectamente cumplir con mi trabajo y estaré a su lado unos minutos antes de que empiece.Ella sale de la oficina de su jefe y se sienta en su escritorio. Nada más que Isabel no podía evitar sentir las miradas de sus compañeros de trabajo y así paso el tiempo para después llegar la hora de la reuni&
Alejandro: es la primera vez que te veo algo impaciente, amigo. Solamente que ya se lo que te pasa y será mejor que te vayas para que puedan irse juntos.Sebastián: por supuesto que no me siento así. Pero, lo único que espero es que no se vaya, además ella se llevó una gran sorpresa cuando hable con mi familia de mi matrimonio.Alejandro: no entiendo ese cambio tan repentino de ti, Sebastián. Necesitas respetar su acuerdo, por eso ella acepto casarse contigo.Sebastián: ese acuerdo ya no existe para mí. Porque la quiero como mi esposa, aunque todavía no entiendo mis sentimientos por Isabel y eso muy pronto lo sabré.Él se despide de su amigo y ellos salen de su oficina. Sebastián la ve en su escritorio a punto de levantarse, pero él se acerca a ella para ayudarla, nada más que su amiga
Isabel: ahora sí me tengo que bajar del auto. Seguramente mi nana, no se imagina la noticia que le pienso dar y solo que no le diré las razones por la cual nos casamos, porque si ella se entera de la verdad se llevaría una gran desilusión.Sebastián: entonces, quiero que le digas que me enamore de ti, mi bonita. Nada más que apenas me di cuenta de mis sentimientos y que por eso te hice mi esposa para que nadie se le venga la idea de querer enamorarte.Isabel: esa sería una mentira demasiado hermosa. Solamente que ella es la única persona que me conoce y no me creería esa mentira que se acaba de inventar.Sebastián: la mejor solución para eso es que yo hable personalmente con ella. Pero, lo que no entiendo es porque no me has hablado de tus padres.Isabel: ellos solo viven en su mundo donde siempr
Sebastián:siempre terminó sorprendiéndote, mi bonita. Solamente quiero que entiendas que nunca me puedes negar nada y necesitaré recordarte que soy tú esposo para que no lo olvides.Isabel:eso es imposible de olvidar. Ahora que ya me beso, debemos irnos y espero que no se le ocurra hacerlo nuevamente en la empresa.Sebastián:lo pienso hacer y cómo te dije el día de ayer te voy a presentar ante todos mis empleados como mi esposa, así evito que alguien más vuelva a mirarte.Isabel:pensé que ya habíamos aclarado lo que paso con Matías. Además, no tienes por qué hacerme una escena como esa vez, por favor.Sebastián:me comportare si él no vuelve a intentar estar cerca de ti. Pero esta vez estoy dispuesto hacerlo entender que eres