Sebastián: usted me conoce más bien de lo que imaginaba. Además, hubieras sido un buen matrimonio si nos casáramos por amor, señorita Hendersen.
Isabel: ese sentimiento jamás será posible. Pero es demasiado triste saber el motivo de nuestra boda, porque seguramente nadie más me lo pediría.
Sebastián: lamento escuchar eso. No debemos de dar marcha atrás, el destino quiso que fuera de esta manera y ahora que hemos llegado debemos de entrar.
Isabel: tienes razón. Solamente firmaremos un papel que diga que estamos casados y después de esto nadie lo sabrá, nada más que no me ha dicho en cuanto tiempo se terminara todo esto.
Sebastián: se me olvido decírtelo y tampoco me lo preguntaste. Nuestra unión durara un mes y ese es el tiempo que realmente necesito.
El estaciona el auto y baja para poder ayudarla, Sebastián la toma de la mano y entrar al registro civil. Ellos estaban a unos cuantos pasos para ser marido y mujer aunque sea de nombre. Ella se sentía feliz, pero por la cara de él sabía que no, ellos se acercan al juez que los iba a casar para que pudiera comenzar
Juez: al fin podemos empezar. Estamos aquí reunidos para unir en matrimonio a esta pareja de enamorados que desean hacerlo. Sebastián Hamilton Lawson, aceptas a Isabel Hendersen Smith como tu futura esposa para amarla y respetarla, en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separes.
Sebastián: si, acepto. Porque a partir de este día me dedicare a amarla y no dejare nunca que se vaya de mi lado, pero si lo hace siempre la encontrare.
Juez: Isabel Hendersen Smith, aceptas como tu futuro esposo a Sebastián Hamilton Lawson para amarlo y respetarlo, en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe.
Isabel: si, acepto. Porque es el único hombre que he amado en mi vida, además el amor que siento por él no se puede comparar con algo más.
Juez: los declaro marido y mujer, esta ceremonia se ha acabado, señor Hamilton. Ahora puedes besar a su esposa o prefiere que diga a la mujer que ama.
Ella no lo podía creerlo, en verdad la iba a besar delante del juez. Él se acerca a ella para darle un beso, nada más que para ella sería el primero y el no entendía que le pasaba, porque sabía que ese beso no iba a ser suficiente. El termina el beso al momento de separarse de Isabel, pero esta vez sonreía. Ellos se despiden del juez y se dirigen a la salida para poder irse a la empresa y cuando lo hacen el ayuda a subirse al auto a su esposa para hacerlo también
Sebastián: te pido una disculpa por lo que le dije al juez. Eso fue lo primero que se me vino a la mente y en verdad parecemos personas enamoradas.
Isabel: no tiene por qué disculparse conmigo por cada cosa que suceda mientras estemos casados. Ahora, debemos de hacer de cuentas que esto nunca sucedió y debemos de volver a la empresa antes que alguien más note nuestra ausencia, los empleados se les va a ser demasiado extraño nuestra tardanza y más si nos vieron salir juntos, ellos se preguntaran el motivo y le pido que no me tome de la mano cuando lleguemos a la empresa, por favor.
Sebastián: está bien. Nada más que ahora se me hará demasiado difícil ser indiferente contigo, solamente nos dedicaremos a trabajar como lo hemos hecho durante muchos años.
Isabel: eso es lo mejor, señor Hamilton. Además soy su asistente personal, pero ojala nunca me hubiera besado, ahora tendré que guardar este recuerdo únicamente para mí.
Sebastián: el beso que te di era una parte esencial de nuestra unión. Mientras estemos casados nunca debes de permitir que nadie más lo haga.
Isabel: tengo una educación que me enseñaron respetar. No tiene por qué preocuparse y nadie me ve como mujer, pero para que sea lo más justo me gustaría pedirle fidelidad, aunque nuestro matrimonio sea un acuerdo.
Sebastián: jamás pensé que me pedirías eso. Solamente que estoy de acuerdo contigo y estamos a punto de llegar a la empresa donde nos trataremos con respeto.
Ellos llegan a la empresa y el estaciona su auto para poder ayudarla a bajar después de que lo hacen, ello entran a la empresa y cada quien se dirige a su lugar de trabajo. El tiempo siguió su curso y él estaba en su oficina, nada más que su trabajo es interrumpido por su amigo
Alejandro: apenas me acabo de dar cuenta de que habías llegado a la empresa por eso he venido hasta ahora. No puedo evitar verte demasiado feliz.
Sebastián: acaso te parece poco mi boda. Puede ser que al principio no lo veía de esa manera y algo cambio en mí, pero sobre todo cuando la bese.
Alejandro: no puedo creer que te atrevieras a besarla. No olvides que tú mismo pusiste las reglas de tu matrimonio y me imagino que ese cambio se lo debes al beso.
Sebastián: tienes razón. Ella definitivamente es única, apenas me estoy dando cuenta de que ella no es fea y la estoy viendo por primera vez como mujer.
Alejandro: sabía que eso pasaría, Sebastián. Espero que muy pronto aclares tus sentimientos antes de que sea demasiado tarde.
Sebastián: yo no necesito nada que aclarar. Porque jamás te dije que sintiera algo por ella y no permitiré que se haga ilusiones conmigo.
Alejandro: no te creo absolutamente nada. Pero, que te parecería si de repente a ella se le apareciera un enamorado, me pregunto cómo reaccionarias y más si lo vieras con tus propios ojos.
Sebastián: eso jamás pasara mientras ella sea mi esposa. Así que pierdes tu oportunidad de hacerme enojar y será mejor que me dejes solo.
Alejandro: porque siento que me estas mintiendo. Eso no es lo que realmente piensas, yo no puedo hacer nada para que lo entiendas y lo termines aceptando. Ahora si te dejo solo para que puedas hacer tu trabajo que es lo que realmente te importa.
Él se queda solo en su oficina cuando su amigo se va, Sebastián no soportaría que eso pasara. Además por primera vez se sentía celoso de ella y eso definitivamente no podría pasar, porque no la amaba. Él tenía que tranquilizarte y que mejor que haciendo su trabajo. Nada más que el tiempo siguió su curso y de esa manera se terminan las horas de trabajoAriadna: ya tengo cinco minutos esperando por ti, amiga. Desde que llegaste con el jefe te he notado demasiado pensativa y debemos de irnos para que conversemos por lo mientras que llega el autobús.Isabel: lo siento y tengo muchas cosas de que hablar contigo. Solamente que debo de hacerlo durante el camino a la salida, porque tengo poco tiempo y quiero que me escuches atentamente, además eso ya no lo voy a volver a repetir.Ariadna: está bien, te escuchare. Siempre espere qu
Isabel: se hubiera evitado ese problema, sino interviene en mi conversación con él. Estaba segura que con lo que le dije no me hablaría más.Sebastián: lo estabas manejando demasiado bien. Además es algo que tenía que hacer, no iba a permitir que ninguno de mis empleados mostrara interés en mi esposa.Isabel: estas equivocado, él solamente me hizo una simple pregunta la cual tuve que contestar por educación y otra vez. No debió besarme en el estacionamiento de la empresa, pero le recuerdo que soy su esposa de nombre y que dentro de un mes usted será un hombre libre.Sebastián: precisamente durante un mes pueden pasar muchas cosas, Isabel. Solamente que estoy seguro que no voy a poder dejarla ir.Ella no entendía, porque la quería a su lado. Ahora que estaba todo dicho entre ellos, nada
Sebastián: no tengo ninguna necesidad de hacerlo. Será mejor que salga de mi oficina para ver si ya llego a la empresa para sentirme más tranquilo.Alejandro: te recuerdo de qué todavía no es tiempo de que lo haga. Además faltan como quince minutos para que lleguen los empleados.Ellos siguen conversando en su despacho. Nada más que ella había llegado a la empresa y como todos los días ocupa su lugar de trabajo, Sebastián se dio cuenta de la hora y se imaginó que ella ya estaba en la empresa, así que su amigo se despido de él para después hacerla llamar por el intercomunicador y a los minutos ella se encontraba en su oficina lista para empezar un día más de trabajoSebastián: buenos días, señora Hamilton. Espero que no hayas tenido ningún contratiempo para llegar a la empres
Sebastián: mi lugar es estar con mi esposa. Eso lo tengo demasiado claro y será mejor que te acostumbres mientras que pase el tiempo que te pedí.Isabel: nada más que nuestro matrimonio no es real. Ahora, necesito avanzar con mi trabajo para poder entrar a la reunión y debo irme.Sebastián: así que eso es lo que piensas. Pero un día te demostrare que estas equivocada y te voy a estar esperando para que entremos a la sala de juntas.Isabel: está bien, señor Hamilton. Además se perfectamente cumplir con mi trabajo y estaré a su lado unos minutos antes de que empiece.Ella sale de la oficina de su jefe y se sienta en su escritorio. Nada más que Isabel no podía evitar sentir las miradas de sus compañeros de trabajo y así paso el tiempo para después llegar la hora de la reuni&
Alejandro: es la primera vez que te veo algo impaciente, amigo. Solamente que ya se lo que te pasa y será mejor que te vayas para que puedan irse juntos.Sebastián: por supuesto que no me siento así. Pero, lo único que espero es que no se vaya, además ella se llevó una gran sorpresa cuando hable con mi familia de mi matrimonio.Alejandro: no entiendo ese cambio tan repentino de ti, Sebastián. Necesitas respetar su acuerdo, por eso ella acepto casarse contigo.Sebastián: ese acuerdo ya no existe para mí. Porque la quiero como mi esposa, aunque todavía no entiendo mis sentimientos por Isabel y eso muy pronto lo sabré.Él se despide de su amigo y ellos salen de su oficina. Sebastián la ve en su escritorio a punto de levantarse, pero él se acerca a ella para ayudarla, nada más que su amiga
Isabel: ahora sí me tengo que bajar del auto. Seguramente mi nana, no se imagina la noticia que le pienso dar y solo que no le diré las razones por la cual nos casamos, porque si ella se entera de la verdad se llevaría una gran desilusión.Sebastián: entonces, quiero que le digas que me enamore de ti, mi bonita. Nada más que apenas me di cuenta de mis sentimientos y que por eso te hice mi esposa para que nadie se le venga la idea de querer enamorarte.Isabel: esa sería una mentira demasiado hermosa. Solamente que ella es la única persona que me conoce y no me creería esa mentira que se acaba de inventar.Sebastián: la mejor solución para eso es que yo hable personalmente con ella. Pero, lo que no entiendo es porque no me has hablado de tus padres.Isabel: ellos solo viven en su mundo donde siempr
Sebastián:siempre terminó sorprendiéndote, mi bonita. Solamente quiero que entiendas que nunca me puedes negar nada y necesitaré recordarte que soy tú esposo para que no lo olvides.Isabel:eso es imposible de olvidar. Ahora que ya me beso, debemos irnos y espero que no se le ocurra hacerlo nuevamente en la empresa.Sebastián:lo pienso hacer y cómo te dije el día de ayer te voy a presentar ante todos mis empleados como mi esposa, así evito que alguien más vuelva a mirarte.Isabel:pensé que ya habíamos aclarado lo que paso con Matías. Además, no tienes por qué hacerme una escena como esa vez, por favor.Sebastián:me comportare si él no vuelve a intentar estar cerca de ti. Pero esta vez estoy dispuesto hacerlo entender que eres
Sebastián:tienes razón al decirlo de esa manera. Nunca se me pasó por la mente que quisieras hacerlo, pero siento que es algo que te debo.Isabel:no me debes nada. Estoy consciente de eso y no quiero que te sientas obligado con tal de hacerme feliz, solamente me casare contigo por la iglesia hasta que me ames, antes no.Sebastián:prometo ya no hablar de este tema. Nada más necesitas esperar un tiempo y cuando eso pase, no podrás rechazar mi propuesta de matrimonio.Isabel:está bien, Sebastián. Entonces tú corazón tendrá la última palabra, quiero que me digas siempre la verdad, aunque sea dolorosa para mí.Él no sabía que decirle y estaba seguro de que se había enamorado de Isabel, él no necesitaba tiempo. Ellos tiempo después llegan y Sebast