Isabel: todos los días sigo la misma rutina de siempre. Ahora, necesito llegar más temprano antes de que mi jefe llegue a la empresa, nada más que lo único que me falta hacer es desayunar para poder irme, sino mi nana se preocupa por mí. Además, no puedo creer que mi jefe vaya a llegar antes de su viaje, pero yo solamente soy su asistente personal y debo de seguir sus órdenes.
Ella sale de su recámara para poder bajar las escaleras y a los pocos minutos llega al comedor donde su desayuno estaba servido. Eso se lo tenía que agradecer a su nana. Isabel se sienta en la mesa y empieza a desayunar, tiempo después terminan, pero ella se levanta de su asiento y se despide de su nana para irse rumbo a su destino
En la empresa Hamilton
Alejandro: definitivamente tenías prisa para llegar a la empresa. Pero, después de tanto tiempo al fin te decidiste en cumplir la última voluntad de tu abuelo.
Sebastián: exactamente, amigo. Nada más que mi matrimonio no tiene por qué durar mucho tiempo y la mujer que elija como mi esposa jamás la veré de esa manera, necesitare dejárselo demasiado claro cuando hable con ella por supuesto.
Alejandro: seguramente ya sabes con quien casarte. Sino estarías a estas horas en la empresa y no me digas que la elegiste a ella sobre todas las mujeres que has conocido, esta sí que sería una gran sorpresa y mucho más viniendo precisamente de ti.
Sebastián: si, pero no tiene nada de malo. Solamente quiero que sea mi esposa por un breve tiempo y después me divorciare de ella para que cada quien pueda seguir con su vida y será como si nunca nos hubieras casado.
Alejandro: tienes razón. Entonces será mejor que hables con ella ahora mismo de los planes que tienes y me pregunto si aceptara hacerlo.
Sebastián: aceptara, porque no hay sentimientos de por medio. Además, por lo que me he dado cuenta ella nunca ha tenido novio y en ese sentido no hay ningún problema para que lo haga.
Alejandro: otra vez me sorprendiste. No sabía del interés que tienes en tu asistente personal, solamente faltaría que termines enamorado de ella en todo el tiempo que dure su matrimonio y no se te olvide que eso puede pasar, nadie elige de quien enamorarse.
Sebastián: por supuesto que jamás me he interesado en ella y lo único que hice fue un comentario. El amor para mi es algo innecesario y tampoco olvido que es fea.
Alejandro: será mejor que me retire a mi oficina. Espero que nunca te arrepientas de haberle dicho fea a tu futura esposa, amigo. Nada más que estaré presente para recordarte cada uno de tus palabras y es triste saber cómo te expresas de tu asistente personal.
Él se despide de su amigo para después salir de la oficina de Sebastián. Ella había llegado a la empresa justo a tiempo, así pasan unos cuando minutos y ella se levanta de su escritorio cuando ve salir al vicepresidente de la empresa. Isabel se dirige a la oficina de su jefe y se sentía nerviosa, pero antes de entrar tenía que controlarse y hasta que al fin lo hizo ella entra. Él estaba sentado firmando unos papeles y su jefe levanta su vida, solo que cuando lo hizo le dio la impresión que estaba sonriendo por primera vez
Isabel: buenos días, señor Hamilton. Por lo visto no dejo nada pendiente antes de salir de viaje y estoy lista nuevamente para trabajar para usted igual que todos estos años.
Sebastián: ahora no quiero que hablemos de trabajo. Ahora, lo único que necesito es que te sientes y que guardes silencio hasta que termine de hacerlo.
Ella se sienta, pero no entendía porque se le quedaba viendo a ella y eso hacía que se pusiera nerviosa. Nada más tenía que evitar verlo a los ojos
Isabel: lamento si lo interrumpí con sus pensamientos. Debe de seguir con lo que me tiene que decir porque seguramente su secretaria también quiere seguir con su trabajo.
Sebastián: ella sabe muy bien cuáles son sus funciones en la empresa. Me gusta trabajar con usted como mi asistente y como sabe mi abuelo antes de morir dejo estipulado una clausula en específico que tengo que cumplir y es que me tengo que casar mañana mismo.
Isabel: no entiendo porque me dice precisamente esto a mí. Además, si necesita una esposa debe de elegir a la persona más adecuada para que lo sea.
Sebastián: mi futura esposa está enfrente de mí, por supuesto. Solamente con la única persona que me casaría seria con usted, no me imagino hacerlo con alguien más y se perfectamente que puedo confiar en ti, por eso la tuve que elegir.
Isabel: pudo haber elegido entre todas las empleadas de su empresa. Esto no puede ser posible, por ejemplo hay esta su secretaria y ella con mucho gusto lo aceptaría.
Sebastián: como ya te dije no quiero a nadie más. Serás mi esposa el día de mañana y nuestro matrimonio no tiene por qué durar.
Isabel: entonces nuestro matrimonio se basara en una mentira. Después de que se termine el tiempo que tiene pensado en que va a durar nos divorciaremos y cuando eso suceda yo renunciare a la empresa y nunca más me vera, pero de esa manera no tendrá el recuerdo de que alguna vez se casó conmigo.
Sebastián: si esas son las condiciones para que te casas conmigo por mi está bien. Solamente que te voy a extrañar cuando no estés a mi lado. Entonces, mañana será nuestra boda, Isabel.
Isabel: me imagino que me eligió a mí. Porque no quiere que nadie se entere de nuestra unión y sobre todo por mi apariencia física, pero ahora la que le pide que no diga nada soy yo. Absolutamente nadie se casa con una fea, sino es por obligación.
Ella se despide de su jefe y se levanta de su asiento para ir a su escritorio. No entendía porque le pidió a ella que fuera su esposa. Ella olvida por unos minutos todo lo que le dijo su jefe y empieza a trabajar. El tiempo siguió su curso hasta que al fin llegó la hora del almuerzo, pero su amiga había ido por ella para poder almorzar juntas
Ariadna: he venido por ti para irnos juntas a la cafetería, amiga. Espero que tu jefe no se le olvide que es la hora del almuerzo y será mejor que nos vayamos antes de que eso pase, porque es capaz de ponerte a trabajar a pesar de que no es tiempo para hacerlo.
Isabel: tienes razón. Además, necesito decirte algo importante, pero no debemos de seguir hablando aquí, porque nos pueden escuchar.Ella se levanta de su asiento para poder dirigirse a la cafetería y en unos cuantos minutos llegan. Ellas piden sus almuerzos y empiezan a comer, después de que terminaron Isabel respira para poder hablar con su amigaAriadna: desde que llegamos a la cafetería estas extraña. Seguramente eso tiene que ver con lo que quieres hablar conmigo y siempre estaré a tu lado para aconsejarte.Isabel: muchas gracias, Ariadna. Nada más que esto nadie lo tiene que saber y es que me voy a casar con el señor Hamilton, el día de mañana.Ariadna: serás la esposa de tu único amor. Ahora, me puedo imaginar las razones por la cual te pidió matrimonio, estás de acuerdo
Isabel: antes de que lleguemos a mi casa, me gustaría saber la hora de nuestra boda, si es que nos vamos a casar el día de mañana, por favor.Sebastián: la hora de nuestra boda será a la 1: 00 p.m. Además eso ya está solucionado y mañana te convertirás en mi esposa, pero quiere que recuerdes siempre que esto es un simple acuerdo entre los dos.Isabel: eso yo más que nadie lo sé, señor Hamilton. Siempre he sabido el lugar que me corresponde en su vida y nunca seré un obstáculo en su felicidad.Sebastián: no me gusta que digas que eres un obstáculo para mí. Solamente quisiera que cambiaras de opinión en ese sentido y toda mi vida he pensado con la cabeza, porque no puedo sentir sentimientos por nadie, eso fue lo que aprendí de mis padres.Isabel:
En la mañana siguienteIsabel: este será un día menos que estaré a su lado. Debo de dejarlo ir, porque no puedo seguir soñando con su amor y mi vida tiene que continuar sin mirar atrás.Ella se levanta de su cama y se dirige directamente a tomar una ducha, Isabel no podía evitar pensar en cuantas veces había soñado casarse con él, nada más que se casaba con ella por otras razones diferentes. Tiempo después sale de la ducha, ella se acerca a su tocador y empieza a desenredarse su cabello para hacerse una trenza, lo único que faltaba era cambiarse y así lo hacen, pero cuando termina de arreglarse baja a la cocina a desayunar con su nana para posteriormente tomar asientoNana: mi niña espero que el día de hoy no llegues tarde a la casa. No quiero volverme a preocupar por ti, además debes de desayun
Sebastián: usted me conoce más bien de lo que imaginaba. Además, hubieras sido un buen matrimonio si nos casáramos por amor, señorita Hendersen.Isabel: ese sentimiento jamás será posible. Pero es demasiado triste saber el motivo de nuestra boda, porque seguramente nadie más me lo pediría.Sebastián: lamento escuchar eso. No debemos de dar marcha atrás, el destino quiso que fuera de esta manera y ahora que hemos llegado debemos de entrar.Isabel: tienes razón. Solamente firmaremos un papel que diga que estamos casados y después de esto nadie lo sabrá, nada más que no me ha dicho en cuanto tiempo se terminara todo esto.Sebastián: se me olvido decírtelo y tampoco me lo preguntaste. Nuestra unión durara un mes y ese es el tiempo que realmente necesit
Él se queda solo en su oficina cuando su amigo se va, Sebastián no soportaría que eso pasara. Además por primera vez se sentía celoso de ella y eso definitivamente no podría pasar, porque no la amaba. Él tenía que tranquilizarte y que mejor que haciendo su trabajo. Nada más que el tiempo siguió su curso y de esa manera se terminan las horas de trabajoAriadna: ya tengo cinco minutos esperando por ti, amiga. Desde que llegaste con el jefe te he notado demasiado pensativa y debemos de irnos para que conversemos por lo mientras que llega el autobús.Isabel: lo siento y tengo muchas cosas de que hablar contigo. Solamente que debo de hacerlo durante el camino a la salida, porque tengo poco tiempo y quiero que me escuches atentamente, además eso ya no lo voy a volver a repetir.Ariadna: está bien, te escuchare. Siempre espere qu
Isabel: se hubiera evitado ese problema, sino interviene en mi conversación con él. Estaba segura que con lo que le dije no me hablaría más.Sebastián: lo estabas manejando demasiado bien. Además es algo que tenía que hacer, no iba a permitir que ninguno de mis empleados mostrara interés en mi esposa.Isabel: estas equivocado, él solamente me hizo una simple pregunta la cual tuve que contestar por educación y otra vez. No debió besarme en el estacionamiento de la empresa, pero le recuerdo que soy su esposa de nombre y que dentro de un mes usted será un hombre libre.Sebastián: precisamente durante un mes pueden pasar muchas cosas, Isabel. Solamente que estoy seguro que no voy a poder dejarla ir.Ella no entendía, porque la quería a su lado. Ahora que estaba todo dicho entre ellos, nada
Sebastián: no tengo ninguna necesidad de hacerlo. Será mejor que salga de mi oficina para ver si ya llego a la empresa para sentirme más tranquilo.Alejandro: te recuerdo de qué todavía no es tiempo de que lo haga. Además faltan como quince minutos para que lleguen los empleados.Ellos siguen conversando en su despacho. Nada más que ella había llegado a la empresa y como todos los días ocupa su lugar de trabajo, Sebastián se dio cuenta de la hora y se imaginó que ella ya estaba en la empresa, así que su amigo se despido de él para después hacerla llamar por el intercomunicador y a los minutos ella se encontraba en su oficina lista para empezar un día más de trabajoSebastián: buenos días, señora Hamilton. Espero que no hayas tenido ningún contratiempo para llegar a la empres
Sebastián: mi lugar es estar con mi esposa. Eso lo tengo demasiado claro y será mejor que te acostumbres mientras que pase el tiempo que te pedí.Isabel: nada más que nuestro matrimonio no es real. Ahora, necesito avanzar con mi trabajo para poder entrar a la reunión y debo irme.Sebastián: así que eso es lo que piensas. Pero un día te demostrare que estas equivocada y te voy a estar esperando para que entremos a la sala de juntas.Isabel: está bien, señor Hamilton. Además se perfectamente cumplir con mi trabajo y estaré a su lado unos minutos antes de que empiece.Ella sale de la oficina de su jefe y se sienta en su escritorio. Nada más que Isabel no podía evitar sentir las miradas de sus compañeros de trabajo y así paso el tiempo para después llegar la hora de la reuni&