Hanna no dejaba de gritar hacia el acantilado, su deseo de encontrar a Max era inmenso pero al mismo tiempo la alejé de ese lugar. No podía permitir que mi hermana estuviera en peligro.Las autoridades se prepararon con equipos y herramientas de rescate para bajar hasta donde Marco y Max habían caído.Jenny se acercó a mí y preguntó: "¿Qué pasó con la señora Abigail?" Mientras miraba el cuerpo sin vida de esa mujer, luego añadió: "Y Max, ¿dónde está?" volviendo su mirada hacia Hanna que no paraba de llorar.Hanna se sentó en el suelo inmutable y creo que eso fue suficiente para que Jenny comprendiera que Max había caído por el acantilado. Jenny caminó hacia ella, se arrodilló y la abrazó.Un oficial se acercó y expresó su deseo de tomar nuestra declaración. Durante el camino hacia aquí, me aseguré de difundir en todos lados las actividades ilegales de la familia de Marco. No sabía si ya habían tomado medidas al respecto, así que no estaba seguro si podía confiar en los policías, consi
★Dylan.Al trasladar a Max al hospital, Hanna no se separó de él. Max se encontraba en coma debido a las heridas sufridas durante su caída, por lo que estaba sedado para permitir que su cuerpo pudiera desinflamarse.Jenny estaba tranquila mientras su madre se recuperaba. Mi madre ya había sido dada de alta y se dedicaba a cuidar de todos nosotros, preparando deliciosas comidas para todos.Con el paso de los días, el padre de Jenny y Montserrat fueron dados de alta. Montserrat continuaba con sus consultas con la psicóloga.★Montserrat:Aún no puedo creer todo lo que ha sucedido, la desaparición de mi padre. Quiero pensar que está muerto, pero las autoridades me informaron que detendrían la búsqueda, ya que no lo han encontrado. Las cosas están muy calmadas.Extraño a mi madre. Pude haberla ayudado a superar lo que le pasó, todos los años de dolor a su lado, pero ella escogió el camino fácil. No había acudido al hospital a ver a Scott, quien salió bien de la operación. Sin embargo, al i
Estoy soñando despierta con todo lo que dejé atrás, sumida en una profunda reflexión. Cada detalle de ese día resuena en mi mente como si no hubiera pasado el tiempo, reviviendo cada sensación y cada emoción con una claridad inquietante. Aunque ha pasado tiempo desde entonces, aún puedo evocar vívidamente ese día: El sol brillaba intensamente en el cielo azul, sus rayos dorados acariciando cada rincón y transformando el ambiente en una celebración vibrante. El aire estaba impregnado de anticipación y emoción, un eco de promesas de nuevas experiencias. Ese recuerdo sigue afectándome profundamente, trayendo consigo una mezcla de malestar y una sensación de desorientación. Las emociones se agolpan en mi pecho, siendo una maraña de arrepentimiento y melancolía que no parece desvanecerse. ★Flashback★ Después de cuatro años, nos reunimos para celebrar la graduación universitaria, marcando el final de un largo y arduo camino lleno de tareas, lecturas y proyectos interminables. La sensaci
Al despertar al día siguiente, me percaté de que estaba completamente desnuda, salvo por una chaqueta de cuero negra que estaba tirada sobre mí. La textura áspera de la chaqueta contrastaba con la suavidad de mi piel expuesta al aire frío de la mañana, siendo una sensación que me recordaba el abismo de la noche anterior. El dolor se extendía por todo mi cuerpo, incluso entre las piernas, y cada respiración era una lucha contra el peso invisible que oprimía mi pecho. Parecía que cada inhalación arrastraba consigo la memoria de lo sucedido, como si el aire mismo estuviera impregnado de la brutalidad que había enfrentado. Cada bocanada quemaba mis pulmones, como si estuviera inhalando ácido, mientras el amargo sabor del miedo persistía en mi boca. Me sentí miserable, acurrucada bajo la protección solitaria de la chaqueta del hombre desconocido, una frágil barrera entre mi vulnerabilidad y el mundo exterior. Con la chaqueta como mi única protección, me levanté y comencé a caminar, dejan
Mi respiración se volvió realmente irregular, como si cada inhalación fuera un esfuerzo sobrehumano. Sentía mi pecho subir y bajar descontroladamente, cada intento de llenar mis pulmones con aire se volvía inútil, como si el oxígeno se desvaneciera antes de alcanzarme. Un nudo en mi garganta parecía ahogarme, atrapándome en un ciclo de asfixia constante. Llevé mi mano temblorosa a mi pecho, tratando de calmar los latidos desbocados de mi corazón. Palpé con desesperación mi pecho, buscando alguna señal de calma en ese frenesí incontrolable, pero solo encontré caos y desesperación. Cada latido era una explosión que resonaba en mis oídos, siendo un recordatorio de mi fragilidad. —Señorita —mencionó el hombre, su voz retumbaba en el aire cargado de tensión mientras observaba mi lucha por mantenerme en pie. Su presencia se sentía opresiva, una sombra que se acercaba lentamente, llenando el espacio con su energía abrumadora. Mi mente gritaba en silencio, implorándome que no le permitier
★ Dilan Después de su partida, me quedé inmóvil, observando la alfombra empapada por el agua que esa mujer atolondrada había derramado. El reflejo de las luces del techo se deslizaba sobre las manchas mojadas, creando un juego de sombras inquietante, como si la habitación misma se burlara de mi estado de ánimo. Con un suspiro frustrado, alcé el teléfono de mi escritorio y llamé a mi secretaria, solicitándole urgentemente que enviara a alguien para que se encargara de limpiar esa m*****a alfombra. Mis palabras resonaron en la habitación, mezclándose con el zumbido distante del tráfico de la ciudad afuera. Era como si cada pequeño inconveniente, cada detalle fuera de lugar, se confabulara para probar mi paciencia. Mi mente estaba abarrotada de trabajo: nuevos inversores, clientes potenciales, antiguos interesados en unirse a la compañía... Cada pensamiento era una nota discordante en la sinfonía caótica de mis responsabilidades empresariales. Luchaba por mantener la compostura en med
★ Jenny. Corría desesperada por el viejo bosque, con el corazón latiéndome a mil por hora. No importaba cuánto me esforzara, no lograba escapar. Finalmente, la bestia alcanzó a su presa y la devoró sin piedad... Me desperté sobresaltada, con el corazón a punto de salirseme del pecho y un dolor punzante en la cabeza. Me levanté rápidamente y me dirigí al baño. Me sumergí en la bañera, pasando más de una hora intentando borrar cualquier rastro de lo que ese hombre dejó en mí. Aunque esa horrible noche ocurrió hace tres años, la sensación sigue ahí. Por más que frotaba mi piel, la suciedad no desaparecía. Aún puedo sentir sus manos asquerosas sobre mi cuerpo, la devastación en mi corazón y cómo todas mis esperanzas, sueños e ilusiones se esfumaron en un instante. Todavía puedo sentir su aliento en mi nuca, susurrando algo en mi oído. Mi propia voz, que gritaba de miedo, me impidió escuchar claramente sus palabras. Siempre me he preguntado qué fue lo que me dijo en ese momento. Cerré l
El comportamiento de Dylan es muy extraño.“Idiota” murmuré mientras miraba como su auto se alejaba.Caminé hacia mi casa, abrí la puerta y me fui a acostar, directo en el sofá.No dejaba de pensar en todo lo que había pasado, desde la aparición de Madeleine y de Stuart, como a pesar de los años aún me sigue doliendo su traición.Caminé hacia mi alacena dónde guardo el licor y saqué una enorme botella de vodka y comencé a beberlo directamente de la botella.“Malditos, no es justo que ellos tengan una buena vida, menos yo… Yo no quiero esta vida, ellos viven felices, mientras yo… Guaaa” el llanto se apoderó de mi bebida.Recordaba los momentos que vivimos felices, en todas las veces que Stuart me nombró cariño, amor, mi ángel, te amo. Pero nada de eso era real, él nunca me amó, nadie jamás me ha amado.¿Merezco morir sola?¿Merezco no conocer jamás el amor verdadero?Comencé a beber sin parar y caminé a mi refrigerador y estaba completamente lleno.“¿Qué demonios?”, hasta la Nutela est