3. El amor duele

—¿Qué novedades hay?.

—Hoy se cumple un año más de la muerte de tu padre, Camilo Cavani fue un excelente hombre y negociante por eso la empresa le hará en unas semanas un homenaje a su trayectoria y los 5 años que han pasado de su ausencia… Y la tuya.

—¿Negocios?.

—Bien pero no muy bien, es decir, Mario logró sacar a flote la empresa con tu proyecto, sin embargo, no le está sacando el provecho que realmente se podía rescatar, en resumen porque ya veo tu cara amargada, tu hermano ha malgastado dinero de los Cavani y sin que los demás se enteren está vendido la mitad de las acciones de tu familia. ¿Qué hará con eso el inversionista Leónidas Cavani?.

—Cobrar mi revancha.

Le respondo a Juan Pablo, mi socio y quizá el único amigo que puedo decir que tengo y tiene mucha razón porque eso es lo que soy, un inversionista y en este caso estoy dispuesto a invertir lo que sea para obtener la venganza y reconocimiento que me merezco.

Mario no solo me robó un proyecto donde deje parte de mi vida, su estupidez causó que la última mirada que mi padre me dió fuera de decepción y que mi madre me desterrara como si no valiera nada, mi hermano se convirtió en mi enemigo por ambición y he esperado cinco largos años para este momento, sin embargo, quiero más.

—Voy a comprar esas acciones, el no sabrá qué hacer con mi presencia, lo voy a exponer como la rata que siempre, todos se tragaran sus palabras— los nudillos de me ponen blancos de la cólera— se van a arrepentir.

—Te quieres vengar de tu familia.

—Solo de Mario.

—En el proceso también los atacas a los demás, tu madre, tu abuelo y tu hermana.

—¡No me importa!— me irritó— todos me sacaron de su vida como si no fuese nadie, yo que lo di todo por ellos, yo que después de que Raquel me dejó por darle más importancia a ese negocio no he vuelto a ser feliz, yo que creí que mi vida era perfecta y sabes lo mucho que me costó estar donde estoy— veo el lujo y el poder a mi alrededor— ¡Todos me lo deben!— respiro hondo— ¿No sabes nada de Raquel?.

—No— se sienta mi amigo y abogado— le perdimos la pista hace 3 años, ella estaba saliendo con un arquitecto pero terminaron, lo último que se de ella es que estaba en Canadá— recordar a la bella pelinegra que ame tanto me hace sentir un cosquilleo y tristeza que no comparto con nadie pero está en mi pecho— algo me dice que después de ti tampoco encontró el amor.

—Pero de amor no se vive y de traiciones tampoco se muere, mírame a mí— el me ve mal— deja esa mala cara, haz la propuesta con tu nombre como representante que no sepan quién será su futuro socio.

—¿Y si no aceptan el presupuesto?.

—No voy a escatimar en gastos, lejos de la herencia de mi familia, el dinero lo hago y lo sigo haciendo yo, es mi fortuna,o trabajo y estoy dispuesto a tomar parte de ella para lograr lo que quiero.

—Lo haré.

—Y sigue averiguando con que más podemos joder a Mario.

Es mi orden, puede que a veces él no esté de acuerdo con mis acciones y pensamientos pero le agradezco su apoyo aunque no se lo diga, Juan Pablo Vargas me dió la mano cuando todos me dieron la espalda y aunque discutamos cuando insiste que si debo aceptar los intentos de contacto con mi madre, no deja de ser un buen amigo.

—Regresaremos a México en pocos días, después de cinco años, regresó al país.

Es una decisión tomada y con eso la ansiedad y los días han avanzado, por fin el momento ha llegado, mi abogado me informa que mi dinero ha sido aceptado y no es para menos, Mario siempre fue un imbécil para los negocios, he cerrado las opciones de los demás inversionistas para que mi oferta sea la única aceptada, estoy pagando más de lo que él esperaba y eso ha hecho que el estupido ni siquiera pregunté de dónde salió esa persona, oficialmente estoy dentro de la empresa, mi nombre no aparece aun pero pronto tomaré lo que siempre ha sido mío.

—¿Entonces usted nació en el Distrito Federal?— escucho al chófer mientras siento nostalgia por las calles que hace años no veía— es un país hermoso.

—Lo es.

Vamos directo al hotel donde he reservado, Juan Pablo llegó una semana antes que yo y se encargó de todo, me siento nervioso no me puedo negar eso a mi mismo pero la decisión está tomada, el camino de la noche es tan oscuro como mi vida pero ya no hay marcha atrás.

—¿Que pasa?— me molesta la frenada del chófer— ¡Qué carajos!.

—Lo siento mucho señor— el hombre tartamudea— creo que la mate— no le entiendo nada y no deja de temblar— mate a esa mujer, ella cruzó la pista como una loca— no se calma y bajo del auto en medio de este lugar solitario— la mate.

—¡Cállate!.

Le ordenó aunque también estoy nervioso, me fui de México por la muerte de mi padre y ahora resulta que regresó y me encuentro con algo más, espero que la suerte no me siga cobrando tanto, efectivamente hay una mujer en medio de la pista pero mis pulmones reciben nuevamente oxígeno cuando el impacto de las luces del auto y los ojos que me miran llenos de lágrimas y miedo causan en mi.

Una mujer tan bella como desolada llora y súplica que se quiere morir y no comprendo pero veo un pequeño ramo de lirios en su mano, seguramente está hinchada de llorar y sigue llorando pero su irresponsabilidad me molesta.

—¿Te quieres morir?— la gritó— pues hazlo pero no me arruines el auto— llora aún más— ¿Que demonios haces jugando a espantar en la carrera?.

—¡Déjeme en paz!— me grita y se pone de pie con las manos lastimadas, temblando, dejándome ver una figura esbelta y femenina en ese vestido blanco que por partes está sucio— No sé dónde estoy.

La veo y cualquiera nota que está muy mal, el chófer me dice que la debemos ayudar pero no me quiero meter en problemas, no quiero que nadie sepa que estoy en el país pero ella realmente se ve muy mal.

—Estás en medio de la nada, ¿Qué pasa contigo?.

—Pasa que soy una estúpida— grita y lanza el ramo— jamás debí creerle nada a ese infeliz mentiroso, es un desgraciado que solo me engaño— no quiero pero me ofrezco a sacarla de aquí pero no me hace caso.

—Ella no se deja ayudar y no tengo tiempo para perder— parece ida y solo se queja y llora— si no quiere ir que se quede.

—¡Es un maldito!— chilla— el amor duele tanto— me engaño, Mario Cavani es el ser más despreciable que he conocido en mi vida— me detengo escuchando el nombre que menciona y no entiendo pero mis dudas se aclaran rápidamente, su identificación está en el piso y dice Luciana Moreno— !¡Averigua todo sobre ella!— ordenó— quiero saber todo de esta mujer.

—Me duele tanto— sigue en el drama, no entiendo como pero ella ha mencionado el nombre de ese idiota, ella la misma que se ha desmayado en mis brazos.

—¡Maldita sea!— la sostengo y la levantó para meterla al carro— vámonos de aquí, la llevaré conmigo.

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