—Estamos solos ahora, Alfa del Este. Usted dirá.El Alfa examinó con cuidado a la pequeña Omega frente a él.La princesa Dana le despertaba curiosidad. Era la primera hembra a la que veía luchar tan aguerridamente por sus ideales.Era valiente, decidida y fuerte. Eso le gustaba.—¿Cambió usted de bando?¡Y atrevida, además! Esta vez Alessandro no pudo contener su sonrisa.Era obvio que a pesar de todo ella lo había visto en el Oeste y directamente se lo había dicho en la cara.—Yo no cambio de bando, princesa Dana —le respondió sentándose frente a ella sin apartar ni siquiera un segundo aquella mirada intimidante—. Actúo según mis intereses.—Y supongo que fueron sus intereses los que lo trajeron aquí.—Estás en lo correcto, princesa. Tengo una propuesta para ti. Como verás no me uní a Owen.—Creí entender que sí eras aliado de Owen, ¿Qué te hizo cambiar de opinión, Alfa?Estaba claro que no le interesaba la propuesta de un macho que un día estaba con uno y al otro se iba con quien m
Devanie caminó en silencio actuando normal para no llamar la atención de los otros. Su cara estaba cubierta y había colocado trapos debajo de las mangas simulando músculos. Era una suerte que fuera suficientemente alta como para pasar desapercibida.Luego se disculparía con Barek al volver. Había tenido que dormir al macho después de robar unas hierbas para poder suplantarlo e inevitablemente se fijó en su madre quien iba a la cabeza justo al costado del Alfa Román quien estaba susurrándole unas palabras mientras apretaba su mano.—Uy, el tío Brent parece muy celoso.Devanie contuvo una risita divertida aunque a ella tampoco le gustaba mucho la cercanía entre el tío Román y su madre, ahora. No cuando recientemente había escuchado sobre su padre.Ella sentía curiosidad de por qué sus padres no estaban juntos pero no podía preguntarle a su madre. Aún no.Ella iba a salvar a su hermano primero, lo llevaría con su madre.¿Y después qué?La cachorra se mordió el labio inferior inquieta.—B
Para cuando los lobos del Sur y los desertores de Dana cruzaron los límites de la manada del Norte enseguida Kian se puso alerta.—Todos cubran las entradas, distribuyanse por la manada. Atrapen a todos los que intenten entrar pero el que se atreva a tocar a la Omega morirá en mis manos —advirtió con determinación a sus hombres antes de que el ataque comenzara.El Alfa miraba cautivado cada movimiento de la Omega entendiendo que a lo largo de esos años Dana no era la misma. Su temperamento había cambiado y aquella dulzura que poseía se había convertido en una adultez forzada. Una que probablemente él mismo hubiera provocado. En todo ese tiempo la culpa lo atormentó de la peor manera y por eso aquella desesperada necesidad de encontrarla todos los días se hacía más fuerte.Cuando había vuelto a verla en el Oeste después de cuatro años buscándola su corazón dio un vuelco. Kian lo supo con solo volver a verla. Aquella emoción que no había sentido con ninguna otra, ni siquiera con Asling
Kian irritado golpeó a Román dejándolo inconsciente y enseguida siguió a Dana.Sus puños estaban firmemente cerrados mientras él intentaba combatir los malditos celos que golpeaban su pecho.—¡No la miren! —rugió al ver que sus hombres seguían con la mirada la figura desnuda de Dana. Kian continuó su camino al interior de la casa.Ni siquiera sabía qué se proponía a hacer pero al estar dentro la perdió de vista y un grupo de machos le bloquearon el camino.Kian los hubiera apartado a todos de golpe si no fuera por la sorpresa que sintió al ver que no se trataba de los hombres de Dana o del Alfa del Sur. Eran sus propios hombres, aunque no había más de quince pero entre ellos, el cabecilla era Van, su Beta.—¿Qué demoni-?El macho lo atacó y varios de ellos lo hicieron al mismo tiempo. Kian rodó por el suelo y todos se convirtieron en lobos. Dejó que la rabia lo guiara.Él que había dado todo por su manada tenía traidores bajo sus filas, uno que le dolía más que los demás. Su amigo.—
—Dana…—Su rastro se pierde aquí —susurró a la nada con los ojos inundados de lágrimas que quería reprimir pero no podía.Su voz tembló como cada parte de su cuerpo, un brazo firme la sujetó a su pecho mientras que la mano de este macho alzaba su rostro para que lo mirara.—Se lo llevó, Owen se lo tuvo que haber llevado.Brent la miraba impotente, quería calmar su dolor. Detestaba que Dana hubiera sufrido tanto por su cachorro y quería aliviarla pero las malas noticias siguen llegando y ella pudo verlo en su cara.Respiró profundo tratando de mantener la compostura de un líder. —¿Qué pasó?Brent apretó la mandíbula cuando Dana se apartó de su abrazo protector.—Encontramos esto entre la maleza.Si Dana antes estaba angustiada este sentimiento se intensificó aún más pues en la palma estirada de Brent yacía el colgante que ella misma le había dado a su cachorra en su cumpleaños. De repente sintió como si alguien golpeara su pecho dejándola sin aliento porque ella sabía bien que su hija
Kian se paralizó al escuchar a Asling llorar desesperada.—Maldita sea.Enseguida corrió dándose cuenta de que un par de machos sostenían sus brazos sin dejarla ir.—¡Suéltenme!En el cuello de Asling había algo extraño, una especie de cadena que parecía haberse debilitado lo que lo puso alerta.Ilya, su Delta comenzaba a acercarse con paso firme y puños apretados hacia los lobos pero cuando su mirada se encontró con la del Alfa, este negó con la cabeza ocasionando que se tensara.—Iré a por ella, encárgate de cuidar a la manada, cuenta las bajas y los heridos —ordenó Kian por medio del link y aún tenso Ilya asintió.—Suéltenla, si quieren a alguien aquí me tienen.Kian abrió los brazos completamente tenso.—¡Kian!Ella intentó correr hacia él pero uno de los hombres apretó su brazo.—No irás a ningún lado.—Está preñada —gruñó Kian—. Libérala.Dana iba llegando y escuchó cada palabra. Eso sumado a la ira y el descontrol que sentía por la preocupación debido a sus cachorros fue la got
—Román ¿Dónde está papá? Necesito preguntarle…Zakia se detuvo en seco al ver la expresión dolida en el rostro de su hermano mayor. De repente sintió como si miles de agujas se clavaran en su pecho dejándola sin respiración. Dana observó a la loba con preocupación y creyó ver como su tez palidecía mucho más cuando Román le dio la noticia. —Alguien asesinó a papá, Zaki.Ella ahogó un sollozo en sus manos negando con la cabeza. Miró a su hermano como si no pudiera creerlo pero no articuló palabra alguna. Enseguida se alejó de ellos corriendo.—¡Zakia!Dana quería ir detrás de ella pero enseguida Román sostuvo su brazo tirando de este con suavidad para llamar la atención de la Omega.Sus ojos se encontraron y Dana pudo ver en las orbes de Román cansancio y dolor.—Déjala un rato sola. Tiene que procesarlo. Así es Zakia, nunca le ha gustado mostrar debilidad. Como tú.Quiso agregarlo Dana pero se quedó en silencio. Ahora él era el Alfa del Sur, debía ser fuerte por su hermana y por él
Kian gruñó peligrosamente pero Dana lo ignoró—¡No puedes hacer eso! —rugió Kian—Es increíble lo cínico que eres —se carcajeó ella sin humor girando alrededor de su cuerpo—. ¿Crees que tienes algún derecho sobre mí cuando te casaste con otra que ahora mismo está llevando a tu cachorro? No seas absurdo.—Dana…—No me interesa escuchar estas estupideces. Estás aquí por otra cosa.Él trató de calmar su histeria y furor pero eso no era algo sencillo.No cuando ella acababa de insinuarle que su marca ya no estaría donde pertenecía, sobre su cuello. Y solo había una manera para deshacerse de ella. Por lo visto ya Dana había averiguado cómo hacerlo y eso era si otro macho la mordía sobre su marca reemplazando la suya.—Tendrás que jodidamente matarme si crees que permitiré eso.Dana lo empujó abruptamente mientras se enfureció mucho más.—¡Desde ahora te aviso que no me tiembla el pulso, además de que no tienes ningún derecho sobre mí!—¡Eres mía!Dana se rió negando con la cabeza.—Estás l