De repente sus ojos fríos se clavan sobre mi rostro y finalmente me permito mirarlo pues su cuerpo grande ha bloqueado a todos los que tiene detrás, incluyendo a mi caprichosa prima.Su mirada provoca confusión dentro de mí, inquietándome.—Y tú —Hay fuego en su mirada y me estremezco por su amenaza anterior—. Beta, encárgate de ella, serán 20 latigazos. Es una verguenza tener una doncella tan incompetente.Mis ojos se abrieron y comenzaron a haber susurros a mi alrededor, que iban desde sorpresa hasta burlas.—Pero Alfa…Van se calla ante la mirada asesina que le envía su Alfa mientras que yo estoy procesando la información aterrada.Que yo sepa, ninguna mujer había sido azotada jamás, y yo fui la primera en esta manada.—No soy-Quería defenderme pero Beta de repente me agarró de la muñeca y me levantó del suelo.Sacudió la cabeza hacia mí. Creo que vio a la persona detrás de escena, pero aun así decidió encubrirlo. Esta persona tiene un alto estatus, es obvio.Dejé de hablar y que
Tan rápido como pudo Dana le arrebata el velo y lo coloca de vuelta cubriendo su rostro, por más adolorida que estuviera debía mantenerse bajo perfil.—Vamos Van...Ella quiere alejarse de Asling para no ser descubierta e intentó hacerlo, pronto es detenida por una mano fuerte que se cierra alrededor de su brazo provocando que se estremeciera.—¿Acaso no escuchaste? ¿Los latigazos afectaron tu cerebro? La princesa Asling del Oeste te habló —exclamó Zakia con voz sarcástica.La Omega aprieta los dientes molesta y dolorida, no solo a nivel físico, sino que su corazón también dolía. Aunque no se entendía ella misma, pues no debería sentirse traicionada por un hombre que solo la había tratado como una muñeca sin alma.—Dana…La voz de Asling está un poco más cerca.—No soy Dana, señora.La mentira de Dana es dicha en vano pues su prima hace que se gire para mirarla y le arrebata el velo una vez más dejándola expuesta, casi desnuda para la mirada de los curiosos. Su cabello cae gloriosamen
—Bebe esto.—No voy a-El Alfa le da una mirada irritada ayudándola a incorporarse antes de hacer que tomara la medicina abruptamente sin tener tiempo para quejas. El sabor amargo penetró desde la boca hasta el estómago y Dana sintió que toda su garganta se llenaba de residuos de medicina.Tosió violentamente, pero a Alfa no le importó en absoluto. Obligó a Dana a acostarse en la cama y ordenó.—Duerme.Dana no entendía por qué la actitud de Alfa siempre cambiaba tan rápido, tomándola por sorpresa. ¿Se preocupa por ella? ¿Pero por qué no se curó completamente esta vez?Estaba muy cansada, le pesaban los párpados y todavía le dolía la espalda.*La celda estaba en silencio en plena noche, pero se oían débilmente los pasos.Alguien con el rostro y cabello cubierto se deslizó sigilosamente hasta la celda donde mantenían a la Omega después de cerciorarse que no había nadie a su alrededor y sonrió con malicia al ver las heridas de la mujer.Su piel perfecta estaba cubierta de cicatrices,
Desde su último ataque, las heridas de Dana se han reabierto y supurado, provocándole un coma.No sabía cuántos días llevaba inconsciente, lo único que sabía era que, cuando por fin despertó e intentó beber agua, oyó voces lascivas.—¿Otra vez en el calabozo, dulzura?Una sonrisa letal se muestra en el rostro de uno de los guardias y de inmediato la Omega se pone alerta pues si la historia se repetía otra vez necesitaba defenderse.En esta ocasión no creía que el Alfa Kian apareciera como su salvador. Por el contrario, ese macho debía estar planeando cómo torturarla.De todas formas no lo necesito, sé defenderme.Pensó Dana sin dejar de mirar al lobo frente a ella.—Ni se te ocurra entrar.—¿O qué? ¿Qué puede hacerme una débil Omega como tú? —se burla antes de carcajearse como si fuera muy gracioso.Dana maldijo en su mente y no aflojó las manos mientras escondía la derecha detrás de la espalda, apretando un pequeño cuchillo que había robado del botiquín del Beta.A eso se había aferr
La mirada fría del Alfa penetra las defensas de la Omega quien se estremece entre sus brazos.Kian se inclina sobre ella mirándola con furia y confusión mientras que Dana trata de no parecer desconcertada por su pregunta.—¿Quién te curó? —gruñó él una vez más.—Nadie.El Alfa toma su mandíbula con su mano grande acercándose aún más, sus respiraciones se mezclan y a pesar de aquel cosquilleo que cada vez se hace más conocido para Dana, ella intenta mostrarse impasible como él.—Estás haciendo que pierda la paciencia, Omega. Mi Beta no pudo ser, ¿Cómo te has curado?Los ojos de ambos se encuentran antes de que Kian mire los labios entreabiertos de Dana tensandose por las ganas que tenía de acercarse a ellos reclamándolos con una necesidad malsana. Las emociones que le despierta esta mujer ante él son contradictorias al punto de que lo está volviendo incontrolable. Él, quien ha sido el lobo más apático ahora no puede mantener las manos lejos de aquella maldita hembra inferior.—Yo no lo
—¿Quién crees que eres? Levántate, es hora de trabajar.Dana se levantó desconcertada, se sentía tan cansada pero sabía que debía obedecer o le esperaba un camino peor. El recuerdo de los azotes que Kian ordenó provocó un estremecimiento involuntario de su parte. De inmediato se aseó para seguir las órdenes a las que era sometida.—Sirve a la princesa Asling, está esperándote.Ella apretó con más fuerza la bandeja que estaba sosteniendo antes de asentir aunque cada parte de su cuerpo se estremeció pensando en el encuentro con su prima.—Danie, estás aquí. Ven, siéntate conmigo.Casi bufó ante la amabilidad falsa de Asling nada más entrar al comedor.—¿Te gusta mi vestido? Kian lo mandó a bordar especialmente para mí, es hermoso ¿no crees?Dana respiró pesadamente intentando ignorar aquella punzada en su pecho para después asentir en respuesta a Asling.—Pueden retirarse, mi querida prima y yo tenemos mucho de qué hablar.Las otras doncellas se retiran lanzando miradas venenosas en dir
Horas después:Nunca había pensado hacer algo como eso pero ahí estaba ella. Escabulléndose por los oscuros pasillos de la inmensa casa de la manada en busca de la cocina para robar comida.—Maldito Alfa —gruñó en voz baja entrando al fin a la cocina despejada.Su estómago está rugiendo porque se estaba muriendo de hambre. Desde esta mañana no había comido absolutamente nada. Según la cocinera ese era el castigo por su atrevimiento.Dana rápidamente tomó un puñado de fresas y arándanos. Si bien no le quitaría el hambre por completo, tampoco haría que alguien notara que alguien había estado husmeando por la cocina. Los guardó entre sus pechos para no ser descubierta si cualquiera la veía por el camino y pronto regresó por donde vino.—Que se vaya al infierno —masculló irritada—, no puede tratarme así. No es como si tuviera la culpa de que la perra de mi prima mintiera, no me merezco esto.Ella cierra la puerta detrás de sí apoyando la espalda a esta mientras saca algunas fresas de su b
Después de que el Alfa Kian se fuera de su habitación, Dana no había podido dormir nada.Se escabulló una vez más entre los pasillos hasta salir de la casa.—¿A dónde te diriges, Omega?Ella se sobresaltó viéndose sorprendida antes de encontrarse con el rostro del Gamma de la manada quien la miraba con ojos entrecerrados.—Voy al lago.—¿Te está permitido eso?—Bueno… nadie me lo ha negado.Él ladea una sonrisa peligrosa dando un paso más cerca de ella aunque sin atreverse a robar su espacio personal.—Dejaré que vayas por diversión personal.—¿Diversi-?Pero la ignoró alejándose de ella sonriendo burlonamente mientras que Dana se quedó confundida.—¿Está loco?Bufó por lo bajo antes de seguir su camino al lago. Dio un escaneo por el lugar y al verse sola se desnudó quedando solo en ropa interior que enseguida se transparentó al entrar en el agua fría.Cada parte de su cuerpo se erizó por el cambio de clima al mismo tiempo que sus pezones se pusieron duros.—Derek dijo que estaba de m